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Post by Deleted on Sept 1, 2017 22:52:02 GMT
"...Que yo nunca rece para ser preservado de los peligros, sino para alzarme ante ellos y mirarlos cara a cara. Que no pida la extinción de mi dolor, sino el coraje que me falta para sobreponerme a él. Que no confíe en aliados en la guerra de la vida sobre el campo de batalla del alma: que sólo espere de mí. Que no implore, espantado mi salvación, que tenga la fe necesaria para conquistarla. Dame no ser ingrato: pues a tu misericordia debo mis triunfos. Y si sucumbo, acude a mí con tu brazo fuerte. ¡Y dame la paz, y dame la guerra! "
La oscuridad seguía siendo la misma, presionando sobre los parpados en la ciudad, amenazante. Era sin duda el lugar perfecto para la frustrante situación que se cerna sobre sus hombros. En estos momentos el orco dejaba atrás el caso, de vuelta a casa por su seguridad, la caída junto al veneno del cerbero hicieron mella en él y no era inteligente exponerlo. Un rastro de culpabilidad se arrastraba también por lo bajo junto a la duda las capacidades de los unicornios. El caso se resbalaba entre sus dedos.
Convertidos en presas, encontrar la forma de darle vuelta era una prioridad.
Jugando con un pequeño amuleto Eerie se reclino contra la ventana del cuarto de hotel que les servia de cuartel. Pensativo. Sin la flor cualquier intento por seguir un rastro físico se extinguía, por lo que la evidencia era circunstancial. Aún debían revisar toda perfumería, droguería, refinería o como sea que se le llamará a donde los chupasangre conseguían el alimento, el aroma fragante debía ser suficiente, si podía enmascarar el olor de la sangre no esperaba que fuera demasiado difícil si usaban la nariz.
—Un rastro fresco sería de utilidad...—Masculló deslizando un pitillo empujando el pedernal y el eslabón sin tocarlo para encender la punta.— Unos días más ese no será el problema.
Por la cantidad de sangre, el edificio debía tener espacio suficiente para albergar un excéntrico jardín repleto de flores moradas. Ni una gota se desperdiciaba en su riego. El recuerdo del ala de mariposa pegado al vestido del florista destello en su mente. Flores y mariposas...¿pero que tenía que ver con la sangre?...una mariposa vampiro.
Los ataques parecían depender más de un idealismo artístico absurdo que por una necesidad verdadera.
Sacudiendo la cabeza, miro la puerta por la que en cualquier momento debía entrar su compañero. No deseaba admitir que entre los dos era el mejor luchador sin embargo con sus temperamentos tan afines, las cosas los desgastarían el doble a partir de ahora.
—Necesitamos a un tercero...—Masculló desdeñoso.
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Post by Nacht Eclipse on Sept 1, 2017 23:06:34 GMT
Nacht entra al momento de un portazo y con algo de prisa cargando un canasto, el otro unicornio se posa en su vista a penas entra y este pone una sonrisa que trata de esconder su obvio apura por entrar a un lugar seguro -ok buenas y malas noticias, Garkal ya se fue y todo parece indicar que esta seguro, las malas es que mi carruaje no estará disponible por unas horas y no tenemos musculo en el grupo- camina hacia el centro de la habitación, no sin antes asegurarse de que la puerta esta bien cerrada, y luego se desploma en un sillón no muy lejano, con una cara de falsa seguridad -en fin, traje algo de comer- pone el canasto sobre la mesita frente a él, adentro había cidra de manzana y unos sandwiches junto a un pie de cerezas. -Come si quieres, los hice traer de casa, créeme cuando te digo que la comida de aquí no es buena- se acomoda el pelo y se desabrocha la capa dejando salir un suspiro.
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Post by Haoyang Lian on Sept 2, 2017 3:23:47 GMT
Como siempre el aire que se respiraba en Reapergate le parecía sofocante. Los colores grises del cielo, las sombras que refugiaban los secretos y el degenere, los olores pútridos de la miseria... Detestaba ese lugar. Sin embargo sus negocios lo llevaban a sitios que no eran de su predilección, haciéndole arrastrar los pies sobre suelos que no hacían más que encaminarlo a una cadena de eventos desagradables, llenos de hastío. Llegó a un hotel, cansado, con los hombros tensos y el cuello adolorido de tanto volar. Habían sido ya varias veces en los últimos días. Odiaba admitirlo pero debía descansar... el día seguiría esperando a la mañana siguiente.
Pidió una habitación, simple, sin lujos ni nada ostentoso. Aunque su porte era fino, casi inmaculado, no era de su agrado rodearse de los aires tan petulantes de la autoproclamada aristocracia de la ciudad. Eran pocos los que podía tolerar a la vez. Subió las escaleras con pesadez y en su soledad se permitió descuidar su postura para relajar los hombros. Sobaba esa tensión que le causaba dolor; se quejó con suavidad mientras las suelas de sus zapatos liberaban los rechinidos de la madera al pisar los escalones.
Observó la llave que tenía un símbolo grabado. Reparó en sus detalles, de pie, en medio del pasillo; debía reconocer el mismo garabato sobre la puerta que lo llevaría a su recámara. Tan cansado estaba que su cuerpo comenzaba a traicionarlo, manipulando su visión. Giró la perilla para encontrarse con un cuarto ya ocupado; el coraje atravesó por su mente un instante. Maldijo a la empleada, pensando de primera instancia que la infeliz le había asignado una recámara ocupada mas fue prudente como para asegurarse antes de pretender bajar a ponerla en su lugar. Sus ojos se alternaban entre la llave que tenía en la mano y el símbolo sobre la madera; uno y dos. Con los pies plantados en el umbral se encontró en una situación vergonzosa; debía disculparse. -Mis disculpas; me he equivocado- aclaró. Su voz firme mas carente de amabilidad. A punto de cerrar la puerta dio un par de pasos hacia atrás pero encontrarse apenas por un par de segundos con un rostro familiar detuvo su acción. Habíalo visto antes.
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Post by Deleted on Sept 4, 2017 2:56:13 GMT
Las cejas negras se alzaron ante el sonido de la puerta tensándose por un momento, se relajo al ver el cuerpo delgado y nervioso del unicornio entrar. Dejando que el humo se fugara por la ventana lo escupió por una de las comisuras siguiendo sigilosamente la conversación y los movimientos ajenos. Ladeando la cabeza como un gran can el unicornio miro atentó la canasta.
—Es lo menos que esperábamos, no hay problema ya que estamos en su coto de caza, no será problema trasladarnos.—Estirando el cuerpo miro la cama tras coger un emparedado sin mucho afán, sin embargo la cordialidad le empujaba a alimentarse después del esfuerzo del otro pelinegro.—Y contratar un matón sólo agregaría problemas de confianza...
Desprendiéndose de la capa se sentó para quitar el calzado enarcando una ceja con humor, el niño estaba indudablemente consentido. Un amante de alto mantenimiento, era mejor como compañero de trabajo. Sacudiendo la cabeza le dirigió una sonrisa ladina antes de bajar la cabeza concentrado en su tarea. —Nada tan malo si has vivido de masticar flores y corteza, sin el bolo no es una actividad placentera...
Liberado se arrastro sobre la cama sumergido en pensamientos más oscuros, unos que había pensando en compartir con el chico apenas llegara hasta que noto los nervios y la huella del estrés. Llegando a la parte superior de la cama palmeo el costado. El servicio había cambiado las sabanas hace poco. —De todos modos, es mejor intentar recuperar energías antes de hacer cualquier cosa...—Una sonrisa oscura sustituyo el principio de un bostezo.—Ven a la cama mein Klein y descansa, no voy a hacerte nada que no le hice al ogro.— Palmeó a su lado confiado y malicioso interrumpido por el rechinar de la puerta. Su cabeza giro mecánicamente, estirando la mano hacia los explosivos que escondía la capa sobre la mesita, un segundo ataque, no habría forma de que salieran ilesos, ¡Dioses!
Las yemas de sus dedos frotaron apenas la tela cuando el rostro confuso e irritado del extraño lo hizo dudar. Mirándolo, su manzana de Adán bombeo en un intercambio de miradas con Natch mientras escuchaba las disculpas.
Una voz maliciosa en su cabeza susurro "Un poco más tarde y hubiese sido interesante..."
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Post by Nacht Eclipse on Sept 4, 2017 21:17:13 GMT
Nacht mira al otro unicornio con una sonrisa maquiavelica, de las que el dejaba salir, con un dejo de burla cuando le ofrece recostarse en la cama, -Lo siento Eerie, pero en estos momentos lo ultimo que me siento seguro haciendo es cerrar los ojos- Nacht se relajaba un poco gracias a Eerie, pero aun así no dejaba de estar alerta, honestamente, no sabia bien que hacer, había recuperado sus dagas y su vestido, bueno mas bien remplazado con este que llevaba, el cual era un tomo mas oscuro que el anterior, esto le daba algo de seguridad a la hora de tener un combate, pero aun así, sabia que aunque se recostara, no podría relajarse más de lo que estaba en lo mas mínimo, esto se evidencia cuando al oír la puerta Nacht se prepara para sacar sus dagas con toda la intención de atacar primero, pero se detiene a la mitad de la acción repentinamente sin dar un solo paso -Señor Haoyang- dice volviendo a su sonrisa y a su postura normal -Que extraña forma de encontrarnos debo decir... puedo preguntar que hace aquí?- dice re acomodando su vestido el unicornio mira al Dragon con calma para luego mirar a Eerie -no te preocupes, este hombre no es un asesino- por suerte para ellos o eso le gustaba pensar a Nacht que, aun alerta, hace un ademan y se sienta de nuevo dejando un suspiro salir.
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Post by Haoyang Lian on Sept 4, 2017 21:55:08 GMT
Parecía haber llegado en… en un momento, no sabía bien cómo describirlo. Aún con la mano en la perilla de la puerta prestaba atención a las conductas de los arcanos que tenía a pocos metros. Nacht era el nombre del unicornio, lo recordaba pero al otro no lo había visto antes. Fue extraño y sospechoso que tuviera que hacer dicha aclaración: no es un asesino. ¿Exáctamente en qué asuntos estaban envueltos esos dos como para hacer mención de algo así? No estaba seguro de querer formar parte. Se dispuso a responderle al joven, siendo como siempre directo con sus palabras y no entrar en lujo de detalle. -Venía a reunirme con un cliente, Nacht-. Repasó en su mente aquellas palabras… Asesino… Para muchos podría considerarse que lo era; de sus manos había corrido sangre que hasta la fecha no estaba totalmente seguro si era inocente. Algo lo hizo cerrar la puerta detrás de sí, suponiendo que se trataba de un asunto privado más era curioso ya que por la forma en que el estrafalario muchacho hablaba todo indicaba que algo se le diría respecto a la situación.
Dio unos pasos dentro de la habitación mirando con cierto recelo hacia la cama. No se sentaría con ellos, se mantendría de pie nada más. -No se había dado la oportunidad de conocernos- acotó dirigiéndose al que aún era un desconocido. No quería admitirlo pero su curiosidad se había despertado; ¿estaban en problemas? De ser así, era algo que no le sería del todo inútil saber.
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Post by Deleted on Sept 6, 2017 0:13:24 GMT
Los ojos negros se estrecharon hasta convertirse en dos ranuras sobre el rostro del extraño, una vez "aclarada" su entrada. Sin moverse de la cama, tomo su tiempo de repasar con la mirada el cuerpo ajeno, lento y de pies a cabeza como si lo desnudara y sin una muestra de pudor. —Tengo derecho a la duda, Mein klein.—Arrulló apagando el pitillo con la punta de los dedos, hundiéndose de hombros. No había forma de que se valiera de la palabra de otros para confiar.
Absorbiendo información no dicha en el breve intercambio, como que el arcano tenía negocios en la ciudad o que Natch no había corrido a abrazarlo. Una persona con tratos en la ciudad oscura no podía estar limpio del todo. —Si lo dice de esa manera, parece ser el único ansioso por ello—Murmuro restandole importancia al aire rígido que parecía envolver al extraño visitante. Cruzando los brazos tras la nuca tomando un lado de la cama.
—¿Que clase de "meretriz de lujo" es?—Pregunto, jugando a partes iguales con el significado y la deformación del termino ya que la palabra original implicaba a "alguien que trabaja para sostenerse así mismo". El visitante podría ser útil y, siendo quien era, le gustaba pulsar los botones de quienes le rodeaban, si Natch era demasiado correcto, lo mejor era que él lo intentará y no perder el tiempo.
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Post by Nacht Eclipse on Sept 12, 2017 16:29:58 GMT
Nacht se acomoda y mira a Haoyang, cuando este cierra la puerta tras el sonríe maquiavelicamente -Ah, podría ser, que captamos y su curiosidad Sr.Haoyang?- dice para luego ofrecerle asiento y Pie con un ademan de su mano -No hay mucho que decir, estamos estancados y en una situación difícil, bueno, creo que la palabra para describir la seria peligrosa- Nacht mira con algo de ira a la ventana, pensaba enojado en el ataque a la suit en el hotel y a como Garkal fue herido, esto le hacia la sangre hervir, dirigía su mirada de nuevo a Haoyang, sabia que era un comerciante de armas, y suponía que este debía ser fuerte, la pregunta era, si estaría tan interesado como para unirseles.
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Post by Haoyang Lian on Sept 30, 2017 3:07:35 GMT
No le resultaba extraña la desconfianza del otro hombre quien aparentaba ser despreocupado ante su presencia. Levantó ligeramente el mentón antes de responderle, calculando sus palabras en base a los movimientos y contrastes de los otros dos. -Me dedico al comercio de armas- respondió, no teniendo un nombre que darle al extraño quien aún no se había presentado. No se metía en detalles, no manifestaba suficiente interés. El único indicativo de su curiosidad era su presencia en aquél cuarto frente a los dos unicornios. Le parecía curioso que a simple vista se encontraban reservados de otorgarle detalles de su situación pero no había resistencia a que se encontrara con ellos.
Echó un vistazo a la ventana, pensando que encontraría respuestas después de ver a Nacht lanzar su mirada de forma fugaz a través del cristal, pero nada. Volvió a mirarles, esta vez dando un par de pasos más cerca de ellos, buscando que mitigaran las dudas. -¿Por eso están ocultos aquí?- preguntó con sarcasmo. Una situación peligrosa… todo lo que acontecía en Reapergate era una situación peligrosa. Sus ojos se entrecerraron mostrándolo suspicaz ante la vagancia de las palabras ajenas. Dejó que el aire en sus pulmones escapara por su nariz, mostrándolo ligeramente frustrado de no tener aún respuestas claras. Pensó en marcharse pero por primera vez en mucho tiempo, sintió que sería más entretenido permanecer ahí que hacer negocios con la chusma corrupta del lugar.
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Post by Deleted on Oct 6, 2017 1:21:38 GMT
Sus ojos se estrecharon ante las palabras del arcano con vestido, ante sus palabras se le antojo sobarse la cara con las palmas. Le gustaría tener el mismo tono optimista, aunque fuese dentro de su cabeza. Su desdén se quedo en su lengua cuando relamió los labios resecos, sobre pensando y rumiando la información que el extraño proporcionaba. Una ceja negra se alzo, interesado. Levantándose se sentó inclinándose al frente con seriedad, se hundió de hombros haciendo gemir la cama mientras se acomodaba para observar mejor a su "invitado". Envuelto en el silencio, entre la elegancia descuidada que parecía rodar como un gato zalamero entre los otros dos.
Frotándose el cuello, incomodo, al fin escupió. —¡Estamos jodidos!
Y cogiendo el pitillo entre sus dedos lo miro con el ceño fruncido. Aún sin confiar del todo molió los dientes, dejándolo a la diosa fortuna.—¿Qué tanto sabes sobre un loco cerbero que ataco un hotel unos días atrás?, ¿ o sobre la venta "premium", de la sangre en destilados de perfume?, o mejor aún...—Sus ojos profundamente negros se clavaron en los ajenos.—¿Cual es tu relación con los caenitas que pululan en Reapergate?
Juntando las manos en un puño, espero por las respuestas, dependiendo de cada una de ellas, le revelaría él lo que sabía, y si Natch intervenía, sería cosa suya. A veces uno debía desconfiar por los dos. —Responde y así quizás puedas enterarte, sobre la flor, sobre la sangre y los ataques en Mirovia...
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Post by Nacht Eclipse on Oct 12, 2017 1:27:49 GMT
Nacht mira al unicornio, no podía describir mejor la situación, sep, estaban rejodidos,. Noto que Eerie estaba estaba igual o más estresado que él cuando explota en palabras, sonrió y se limito a decir -Party- para luego hacer un ademan de manos como una mini celebración irónica y sarcástica. Se hunde en el sillón con las manos poniendo se la mano en la cara dramático -ugh, si tan solo ese estúpido animal...- la ultima marte no se le entiende ya que lo dice muy a regañadientes, abre los dedos y mira a Haoyang, y luego mira a Eerie, en su cabeza sabia que ya estaban hundidos hasta el cuello y que necesitaban ayuda... mucha.
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Post by Haoyang Lian on Oct 18, 2017 14:53:54 GMT
Haoyang observaba silencioso las reacciones de los otros dos. Las preguntas del más reservado llevaban tintes acusatorios entre cada enroscada que su lengua causaba contra su paladar. El ceño fruncido del dragón no expresaba nada más allá que un mero hastío. ¿Qué iba a saber él de los arrabaleros conflictos que el tipo mencionaba? Alzó el mentón, no perdiendo su postura fría y distante. -Negocios- contestó a manera seca. Era cierto, su relación no iba más allá de la compra-venta de armas y materia prima pero no se esforzaría por comprobar dicha afirmación. Finalmente estaba presente ante ellos por el capricho de su curiosidad; quedar bien no era ni siquiera una preocupación.
-Los acontecimientos son específicos; recientes, me imagino- recalcó sus palabras depositando los ojos sobre ellos. Desvió la mirada por un momento, de nueva cuenta hacia la ventana. La neblina que cobijaba a la ciudad parecía tener un peso inmenso sobre los tejados, como un manto que oprimía el lugar de todo respiro y oportunidad de recobrar aliento. -Pero no son novedad. Escucho ocasionalmente sobre los actos de terror que constantemente emergen en esta ciudad, como si fuera una peste recurrente. Le respondo entonces, desconozco el por qué y quiénes específicamente han causado terror en estas calles-. Sonaba seco mas no indiferente. Tan ocupado estaba a su propia soledad que se encerraba de dichas situaciones; fuese por egoísmo o por una indiferencia ya tan aferrada a su carácter. Una minúscula quiso dibujarse en su rostro pero fue apenas perceptible. La desesperación casi transpirada por sus acompañantes le trajo un necio afán de averiguar más. -¿Animal?- se halló sorprendido por permitirse preguntar pero ya la conversación era lo suficientemente críptica como para ignorar que había algo realmente digno de conocer detrás de las fachadas de tan peculiares arcanos.
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Post by Deleted on Nov 14, 2017 2:06:50 GMT
Una sonrisa amarga se deslizo por las comisuras de su boca, arqueandolas hacia arriba al escucharle.— En este lugar...no solamente ocurre en este lugar, proviene de aquí sin duda, pero llevamos persiguiéndolo desde la Ciudadela y se de buena fuente que al este ha dejado un par de victimas también.— Y llevando una mano a su nuca la frotó con incomodidad, cuando hablas del diablo aparece dicen, y definitivamente Eerie no lo deseaba. Apaleado aún por Adrían, perdía hombres tan rápido como los ganaba, y se herían a la misma facilidad.
Pensativo se quedo mirando un punto en la nada antes de apartar el cabello como telarañas y mirar a los ojos al extraño. —A mediados del primer mes nórdico de eso un año, cuando el arquero cruza el cielo, llegó a mi una mujer que me suplicaba que encontrará a su hija perdida. Una ninfa... y pensando que no era más que una chiquillada femenina acepte, temiendo a lo sumo que se hubiese transformado en un árbol como en el mito. Sin embargo, no fue así, la encontré a la siguiente semana. Entre la ciudadela y el bosque de las hadas, tirada en medio del bosque. La escena había sido preparada.
Recostada en una cama de juncos y cubierta de gotas de rocío, demasiado artificioso y cliché, para mi gusto—La nota burlesca no logro llenar por completo el tono barítono del unicornio, y haciendo un ademán dejo estar las manos sobre sus rodillas.—No le quedada en el cuerpo más que una cucharada de sangre y no viviría para ver el amanecer. Todo lo que pude hacer fue guiar a la madre a la escena. Y de esta apenas obtuve una cosa: La flor.
Extrayendo de su capa lo que en un principio pareció un trozo de cuero, dejo que se deslizaran el diario de campo que había llevado, buscando entre las hojas, la de ese día. Mostrando un manchón apenas identificable junto a una escritura prolija que se parecía,si se ponía una buena porción de imaginación, a una flor. Como dibujante, Eerie era un gran detective. —La flor fue examinada por un viejo centauro, apasionado de la anatomiae occultii, de lo que sabemos, la flor es curativa, ayuda a mantener la sangre fresca y al sueño... y no es oriunda de la isla de Mirovia, seguimos el rastro y el perímetro de su coto de caza tiene como centro: Reapergate...
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Post by Nacht Eclipse on Nov 14, 2017 21:36:58 GMT
Nacht se hundía en la silla y se restregaba las manos en la cara, la explicación de Eerie le resulto algo larga y ademas traía detalles que no le había contado antes, algo irritado e impaciente se para de golpe y mira a Haoyang -En pocas palabras buscamos a un asesino, tratábamos de resolver el asunto cuando nos atacaron en uno de los hoteles del centro de la ciudad, y perdimos al musculo del equipo- dice sonriente -Así que...- junta las puntas de sus dos dedos indices -...si no tienes nada urgente que hacer, no querrías de casualidad, unirte nos?- dice en seco y con algo de expectativa, mientras espera la respuesta de Lian, a esas alturas le resultaba estúpido darle mas rodeos al asunto.
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Post by Haoyang Lian on Nov 27, 2017 0:14:53 GMT
Era curioso entonces si semejante desgracia tenía sus orígenes en la Ciudadela, ¿cómo es que no había escuchado de tales asuntos? No cuestionó al hombre, mas bien, le miraba con atención, rebuscando entre las expresiones de su rostro indicios mayores que revelaran la naturaleza del misterio que lo envolvía. A cada palabra que se deslizaba por los labios del extraño, en la mente de Haoyang se planteaban como trazos que pintaban las escenas descritas por él, tan claras como si estuviera con los pies sobre el césped en el Bosque, frente a la mujer cuya desgracia había sido muestra de la ambición y malicia de un desconocido.
Su postura se compuso aún más, mostrándolo interesado y comprometido a la narrativa impuesta ante sus oídos. Se acercó ante el cuadernillo en el que había sido plasmado un garabato que tardó en identificar; su ceño retorcido intentando hallarle significado fue lo más que se había podido ver de expresión en el rostro del lung. Sabía lo que era, puesto que el mismo artista lo había revelado antes de mostrárselo, pero en el rostro de Lian había un gesto crítico que no dudó en mostrarle al hombre. Sin embargo, fue inmediato su compromiso de escucharle una vez que el otro continuara con su relato.
Sus ojos miraron a Nacht, a quien podía vérsele frustrado y un tanto apresurado. Lo escuchó escarbar por una respuesta preguntándole si estaba dispuesto a proporcionar algo de su fuerza para la causa. El dragón poseía un sentido justiciero, sí, más los años lo habían hecho hosco e incluso indiferente ante las causas ajenas. Dejó que el silencio los rodeara un instante, aprovechando tal hueco en donde no habían más sonidos que los del crugir de la madera vieja y los que provenían de las afueras para hacer un análisis de la situación.
Tomó el diario de las manos de Eerie para ver más de cerca el garabato. Después de varios minutos de tener prácticamente tatuado aquél rayón, comenzó a hallarle forma. Una singular flor en definitiva pero que no le era del todo extraña; sentía que la había visto antes. La insistencia en la pregunta de Nacht persistía en el aire, como cuerdas invisibles que jalaban suavemente, en busca de extraer su voz por una afirmativa. Miró de nuevo a los jóvenes, ahora con ojos críticos hacia su fisionomía; ambos pareciéndole tan frágiles, carentes de fuerza para comprometerse a una situación que alertaba riesgo. Respiró con cierto ruido, devolviendo el cuadernillo a las manos del dueño dispuesto a responder, no sin antes capturar en el magenta de sus ojos el brillo de la luna que se acentó entre la niebla por encima de los tejados de la ciudad. -De acuerdo-.
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