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Post by Melfaron Praoxhar on Apr 25, 2017 5:10:03 GMT
La noche brillaba estrellada, y escondida entre las calles más enredadas del mercado la gran lámpara de aceite de La Doncella Borracha iluminaba la estancia. Las mesas de madera gruesa y resistente estaba limpias, cada una con una vela encendida encima. El piso estaba recién barrido, las botellas detrás de la barra no tenían ni una mota de polvo, los barriles estaban llenos y Melfaron podía por fin sentarse a beber un poco de agua antes de abrir las puertas del local. Lo mejor de ser dueño de tu propia taberna era abrir cuando quisieras, pero el tiempo corría y el tiempo es dinero. Se puso de pie con la ayuda de su bastón y caminó lentamente hasta la entrada. Menos mal todavía le quedaba medicina para el dolor de piernas y caderas. Salió del local, escribió la oferta de la noche en un cartel de madera y volvió a entrar. Revisó una última vez su tableta arcana, confirmando que sería una noche tranquila. Ojalá se hicieran un par de apuestas para que pudiera llenarse los bolsillos. Bueno, a trabajar de verdad. Salió nuevamente a la calle y se puso a gritar: - ¡Ya abrimos! ¡Vengan a ver lo que les aguarda bajo las faldas de la Doncella! ¡COMPREN UNA CERVEZA Y LLÉVENSE OTRA DE REGALO!
Ya era hora de deshacerse de esa cerveza barata.
[OOC: "La Doncella Borracha" es una taberna pequeña escondida entre las callejuelas del mercado, donde pueden comprar una jarra de cerveza contando historias que entretengan a Melfaron y suelen realizarse peleas de bar con apuestas (piensen en Deadpool). Puede que las cosas se pongan agresivas, pero no es que pase sieeeempre.]
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Post by Deleted on Apr 25, 2017 20:39:28 GMT
La promesa de una cerveza gratis mantenía a Garkal atento. Habia terminado el duelo esta mañana, estaba herido, pero de pie, con un par de nuevas cicactrices para mostrar y de las que sentirse orgulloso. Y luego habia una nueva taberna que se abría, y su dueño prometía tragos a cambio de historias? era simplemente genial, un ganar ganar a toda regla, al menos, en la opinion del Orco.
Las calles empezaban a verse un poco mas mugrientas, los callejones, un poco mas peligrosos, y de vez en cuando el brillo de un acero se veía entre los transeuntes, sin embargo, Garkal no temía esos lugares. Eh, quizas esta al fin una taberna de actitud, donde la gente pueda insultar y lanzar pullas libremente. Se preocupo de tener a mano la empuñadura del machete, por si es que alguien cometía el error de confundir un orco algo cojo con una posible víctima, y se adentró en el laberinto que era la baja parte del mercado, en busca de la Doncella Borracha. Sus viajes y pisadas pronto lo llevaron a una edificacion de piedra y madera, medianamente conservada. La gente empezaba a entrar, pero la taberna distaba de estar llena, y lo que era mejor, todavía no habia un sonido de música saliendo de ella. Hora de ganarse unas monedas. O unas cervezas.
Entró, abriendo la puerta de un manotazo, dando dos rápidos pasos, para quedar justo abajo de un candelabro, cosa que la luz resalte su figura, y asió su guitarra, tocando un par de acordes. Inspiró satisfecho, sintiendo que la mirada de los comensales se posaba en él exclusivamente, dueño de las atenciones de ebrios, y no tan sobrios por igual. Carraspeó, hizo como si hubiera estado meramente probando las cuerdas, y se dirigó a la barra, en busca del tabernero. Se preguntaba si uno de los que estaba entrando ahora se habia dado cuenta que el mismo orco que estaba afuera, calculando el momento exacto, y fijandose de las luces, era el que habia entrado dando un espectáculo. Para los demas, podía parecer banal, pero para un bardo, una buena entrada era como un currículum, y pensaba usar todo lo que tuviera disponible.
-Salud! - exclamó, al sentarse en la barra, buscando al tabernero con la mirada. Al final, sus ojos se posaron en un Baphomet, apoyado en un bastón, y que parecía mostrar u aura mezquina, sin embargo, los ojos de este eran despiertos y vivaces. Probablemente un embaucador de primera...Sus tipos favoritos - Escuche que intercambiaban cervezas por historias. ¿Es así? Pues quiza hoy toque vaciar la barra, y no solo por la oferta de afuera -Realizo un floreo con su mano, antes de sacarse el sombrero, en un amago de reverencia - Garkal Thelnak, Bardo, Bufon y Aventurero, Vole por draconia sin alas, nadé con sirenas sin agallas, y viaje por el ártico sin mas ropa que la que tengo puesta. Quiza os interese escuchar mis historias
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Post by Hana Sue on Apr 25, 2017 20:59:52 GMT
Suspire pesadamente,estaba caminando por la gran ciudadela,y escuche que abrieron una taberneda. Pase por los callejones del mercado,enserio,era un poco estrello pero logre llegar,pensada que tal vez podria encontrar a alguien con quien hablar,ya que no bebo o no suelo hacerlo. Abri la puerta -h-hola?..habia alguien sentado ,haci que me acerque para poder saludar
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Post by Ró Nielsdóttir on Apr 25, 2017 22:10:30 GMT
Había terminado su jornada de trabajo y ya iba camino a casa con el dinero que había ganado ese eía... por suerte el género se vendió rápido y no sobró casi nada, el poco pescado que sobró lo portaba bien envuelto dentro de una cesta para que no desprendiese olor... aunque eso daba un poco igual, ella también apestaba a pescado, pero se había acostumbrado al olor.
Pasó por delante de la taberna en cuestión donde el dueño estaba voceando sobre la suculenta oferta... dos cervezas al precio de una? Obviamente eso llamó más su atención y sonrió, decidida a entrar al establecimiento. Antes de hacerlo se quedó parada y alzó la vista para ver el nombre del lugar... "La doncella borracha" .... como Ró es una persona humilde y bastante simplona, pensó que quizá era una taberna para chicas... igualmente después de entrar se acercó a la barra a paso rápido y puso unas monedas sobre esta- Dos cervezas por favor!! -Exclamó en voz alta esperando que se le escuchase por sobre el murmullo de la gente. Entonces posó su mirada en Garkal.. uy... parecía tener buena labia y que había estado en muchos lugares... e iba a contar una historia!! Eso emocionó a la selkie que acercó un taburete al bardo para poder prestar mejor atención a lo que tenía que contar. Luego vio a Hana parada en la puerta y le hizo señales para que se acercara- Corre!! Este señor nos va a contar una historia!! -Le habló como si la conociera de toda la vida, aunque no era el caso... pero asi era Ró, abierta y amigable con todos.
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Post by Hana Sue on Apr 25, 2017 22:31:08 GMT
-a-ah!?-me asuste un poco al ver a ro,pocas veces lo habia visto,ya que es de mi misma corte. decidí acercarme ,no perdía nada con hacerlo. -hola -la salude y suspire ,podría hablar con ella ,parecía amigable .
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Post by Melfaron Praoxhar on Apr 25, 2017 23:50:35 GMT
Joder, tres clientes nuevos. La sonrisa que le nació en los labios a Melfaron era tan ancha que incluso había extrañado a alguno de sus clientes habituales. Garkal había hecho toda una presentación, y las dos señoritas que se habían acercado a la barra no eran rostros que pudiera reconocer. Sirvió dos jarras de esa cerveza barata que tenía en oferta y tuvo especial cuidado en su presentación, procurando que quedaran espumosas.
- Dos cervezas para el rostro más ello que esta taberna haya visto en mucho tiempo, y para la bella doncella que la acompaña -agregó, guiñándole el ojo a la pequeña querubín. Servidas las bebidas, salió de la barra y se acercó a saludar formalmente a las recién llegadas-. Bienvenidas a La Doncella Borracha, damas -A cada una la besó en la mano.
Inmediatamente después, arrojó su bastón por sobre la barra. El ruido que hizo al caer detrás de esta llamó la atención de los que estaban más cerca, y los que estaban más lejos voltearon a verlo cuando se puso a aplaudir y reír.
- ¡Garkal Thelnak! ¡Bardo, bufón y aventurero! Diría que es un honor conocerte en persona, pero todavía no logras ganarte mis respetos. Ven, siéntate en el puesto de honor preparado especialmente para ti (eh, Lairion, quítate de ahí, que ahora se va a sentar el orco, gracias). A ver si me convencen tus historias. Gánate una cerveza
Estiró su mano hacia Garkal, pero no se movió del lugar. No iba a ser él el primero en acercarse (además, acababa de tirar su bastón detrás de la barra, no podía caminar tanto. Todo fuera por el dramatismo). Se escuchaban murmullos por toda la casi vacía taberna.
El puesto vacío quedaba al lado de Ró y Hana.
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Post by Deleted on Apr 26, 2017 1:31:35 GMT
La llegada de las mujeres envalentonó un poco a Garkal. Ahora tenia un publico, una audencia, y no hay nada que envalentone a un bardo como una audiencia. Hizo una media reverencia, sacandose el sombrero con una mano, y estirando su capa para cubrir media parte de su cuerpo con un movimiento de la muñeca. Algo mucho mas complicado de lo que parece a decir verdad, pero hecho bien, casi hace parecer que la capa se mueve sola, ondeada por un aire invisble
-Damiselas, esta noche se acaba de iluminar un poco mas al tener vuestra presencia - Dijo, con una voz que podría llegar a atraer abejas, tal nivel de miel cargado. Le dedicó un guiño a la Selkie, y se incorporó rápidamente, justo al momento en que el anfitrión de la taberna lanzaba su baston lejos, llamando la atención de los comensales. Vaya, casi hacía parecer un amateur a Garkal "Este es bueno, realmente bueno, debe tener ese lanzamiento ensayado de memoria, al menos unas cuatro o cinco veces al día. Pero bueno, no iba a ceder tan facilmente
-Bueno, es una suerte entonces que no venga a por tu respeto, sino que a por tu cerveza -Desenganchó la guitarra con una mano, casi de manera floja, haciendola dar una vuelta antes de tomarla firmemente, se encogió de hombros al pasar enfrente del pobre Lairion, ¿quiza el músico del local antes de que este llegara? bueno, su mente tenía que concentrarse ahora mismo en su actuación. Calculadamente dejo la guitarra apoyada en el asiento, sus cuerdas vibrando un segundo, generando esa expectacion previa del publico, luego desenganchó su tambor, y lo dejo encima del asiento. Entonces, y solo entonces, se giró para estrechar la mano del tabernero, se inclinó ante su oído, para que el resto de la gente no escuchara esta conversación
-¿Tres noches a la semana cuando este en la Ciudadela, y luego una por cada semana de viaje cuando este fuera, para volver con historias frescas, a cinco monedas de oro?- Le propuso, antes de incorporarse, como si hubiera sido una reverencia de respeto, y no un acuerdo de dinero. Se giró y se dirigó al publico presente
-Pues tengo un repertorio con todas las canciones, y todas las historias que os podais imaginar. ¡Decid un nombre! Y si no la conozco, la invento, y puedo jurar por la sangre de mi clan, que será incluso mejor que la cancion que recordabais. -Alzo su puño al decirlo, su declamacion resonando en la taberna - Aunque hay que decir, que la audiencia primera es quien tiene preferencia, y ya hay dos damas que han cautivado mi vista, mi atencion, y quizá, mi corazón - Se giró, ofreciendoles la mano en un rápido floreo -¿Alguna pieza que se les ofrezca, queridas?
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Post by Hana Sue on Apr 26, 2017 3:25:56 GMT
siempre tan divertido garkal-ummm..yo,te atreves a dedicarme una canción?-dije casi retándolo para que pusiera mas dedicación a tal,y rei levemente y me quite la capucha de mi cabeza. garkal es un buen amigo a decir verdad,también músico... me pregunto si en la fiesta de la primavera piensa tocar una. -aceptas o no?-volvi a decirle un poco mas fuerte esta vez por si no escucho la primera vez volvi a reír un poco mas fuerte..me quede pensando un momento donde estaría mi buen amiga lira .
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Post by Ró Nielsdóttir on Apr 26, 2017 13:45:48 GMT
Saludó a Hana de buena gana cuando esta se aproximó pero entonces las palabras de Melfaron hicieron sonrojar un poco a la pequeña selkie... aunque debido al estado con quemaduras en su piel a causal dle sol, la joven siempre parecía sonrojada por lo que no era notorio. Sonrió ampliamente cuando le besó la mano y la apartó con cuidado esperando que el tabernero no se hubiese asqueado mucho por si oliesen a pescado ya que justo había terminado de trabajar.- ¡Gracias por su hospitalidad, señor! -Dijo algo risueña en lo que tomaba una de las cervezas para refrescarse el gaznate; pero el estruendo que hizo el bastón al caer tras la barra la pilló con la guardia baja y se atragantó un tanto con su bebida, tosiendo para despejar sus vías respiratorias, con los ojos algo llorosos.
El bardo Garkal entonces hizo una sofisticada y al parecer, algo compleja reverencia acompañada de unas azucaradas palabras para ambas damiselas, acompañadas de un guiño para la rubia... ¡Demasiada cortesía y zalamería para Ró en un día! Desde luego no estaba muy acostumbrada a los halagos, pero para nada los despreciaba, eran palabras gentiles y hermosas para ella, que menos que aceptarlas de buen grado.
Se erguió en su asiento en dirección a donde estaba el bardo una vez hubiese hablado con el tabernero... Parecía que iba a empezar el espectáculo y ella tenía el privilegio de estar en primera fila, así que aplaudió un poco para animar a Garkal, luego se colocó un poco mejor su piel de foca- ¡Bravo! Pues... me gustaría escuchar alguna historia o cantar de tierras lejanas, ¡Alguna de sus aventuras! -No solía alejarse mucho de la zona de la Ciudadela así que cualquier acto o lugar fuera de esos dominios se le hacía exótico e interesante y siempre le gustaba leer o escuchar historias al respecto.
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Post by Melfaron Praoxhar on Apr 26, 2017 17:58:04 GMT
Melfaron se rió de la audacia del orco. La fama de Garkal lo precedía, y bien podía ser que tenerlo trabajando para él le trajera más y mejores clientes. No era un mal trato, pero... no iba a ceder tan fácil. Quería escucharlo primero, comprobar con sus propias orejas si sus historias eran tan maravillosas como las vendía.
- Negociemos después. -fue su única respuesta, pero la sonrisa que le dedicó a Garkal fue la más satisfecha que hubiera nacido de sus labios desde hace mucho. Presentía que sería un buen negocio.
Alguien se puso de pie para ayudarlo a volver a su puesto, pero rechazó el apoyo y caminó sosteniéndose de la barra hasta llegar a su bastón. Lo recogió, lo dejó apoyado a un lado y siguió atendiendo a la clientela desde atrás de la barra mientras que el orco seducía con sus palabras a las dos recién llegadas, pero en ningún momento dejó de escuchar su conversación. Sirvió una jarra de cerveza (no la basura que estaba de oferta, sino que una un poco más decente) y la dejó frente al orco.
- Las damiselas han hablado, Garkal -dijo mientras cubría la jarra con su mano para que el bardo no pudiera beber una gota hasta haber terminado de cantar-, cuéntanos una historia de tierras lejanas... y acepta el desafío de esta jovencita -señaló a Hana. Esa chica estaba llena de energía.
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Post by Deleted on Apr 27, 2017 2:42:06 GMT
Abrió los ojos sorprendido a ver a Hana. A decir verdad, habia estado tan concentrado en su presentación que no habia reconocido a la pequeña música cuando sus ojos se posaron en ella. Le dedico una sonrisa, aunque por dentro maldijo un poco. ¿Una cancion para Hana? ¿para una música suave y tranquila? Era dificil elegir un repertori cuando las opciones eran tan amplias. Por suerte, la chica rubia dio una opcion mas acotada: una historia sobre él, sus favoritas. Tomó los tambores, mientras se decidía por la cancion perfecta. Se los colgó en la cintura, para tenerlos a mano, y se dirigio a la barra, aunque el tabernero ya se la habia tapado. Vaya, bribón astuto el sujeto, un magnifico bastardo, definitivamente sería un gusto y una diversion trabajar junto a el. - ¿Entonces, una historia sobre mis viajes durante Mirovia? ¿Una historia para Hana, la violinista mas talentosa de este lado de la ciudadela? - Tronó el bardo, sonriente -Quiza tenga una, una historia que antes, solo los oídos de Aesther, la Soberana de primavera habian escuchado, y fue tejida exclusivamente para ella. Flor de Cristal, Flor de Color. Pense que nunca volvería a cantarla, pero no hay otra canción que se le equipare... aunque va a ser una lastima tener que cantarla con la garganta seca - Se encogió de hombros, dedicandole una significativa mirada al tabernero, fingiendo estar ofendido, tomó su guitarra, y se acercó al fuego de la taberna. Sentía las miradas confusas, mientras el revisaba unos pequeños saquitos en su cinturon, asegurandose que los polvos estuvieran prestos. Eran una mezcla de polvo de hadas, hierbas especiales, y algo de ceniza de volcán, y eran un poco caros, pero pagaban en creces los efectos que producian. Carraspeó, y alzo la mano, pidiendo silencio, dejo lentamente la guitarra apoyada en una mesa cercana, acercó una silla para dejarla al lado de la chimenea. Se sentó, inhalo hondo, y luego, empezo a tocar el tambor. Lento. Parsimonioso. Una cancion del invierno.
Cuando el sol lejano nos abandonó dejo la noche sin su calor y a la vida sin bendiciones sin sus canciones Cuando fue el sol el se alejó no nos buscó
Un extraño aire gélido corría desde los tambores, sin embargo, el bardo sudaba copiosamente, concentrado en hilar el hechizo, en concentrar la mente y el ritmo, en recordar la sensacion de esas noches sin sol, donde el mundo se volvía un vacío negro, sin color, y sin vida, hasta que... No, mejor no acelerarse, mejor concentrarse, cantar, sentir el tambor en sus manos, y luego, el tambor en las mesas de los demas, el tambor resonado en el fuego, y en la mente de quienes lo veían. La magia bárdica se extendía, lentamente, y las jarras mas cercanas vibraban con la canción. El hielo guardo en cristal ese calor esperando el día que el sol le traería nuevos colores el hielo esperó el sol no llego. Cristalizó sin su canción.
Sin perdér el ritmo, Garkal dejo los tambores en el suelo, y se incorpró a medias de la silla. Con su mano izquierda tomó el puente de la guitarra, acercandola, mientras la derecha la llevaba al cinturón, tomando el tercer saquito, y lo arrojaba al fuego. Las llamas bajaron, tornandose de un color azulado, como el hielo en invierno, y una extraña escarcha se esparció alrededor de la chimenea. Cerrando el movimiento, Garkal se volvió a sentar en la silla, el tambor seguía resonando, el hechizo ya había sido tejido, y el bardo, guitarra en mano siguó hilando la magia Sin su canción.
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Post by Hana Sue on Apr 27, 2017 4:50:05 GMT
decidí acompañar esa mágica guitarra con mi violin..espero y a garkal no le moleste eso. saque mi violin ,me puse em posición..escuche el ritmo de la canción y en un presiso momento incluí mi violin siguiendo el ritmo de la guitarra va!y que mas paso? el hielo espero el sol no llegoo cristalizo.. sin su canción..- espere a que garkal continuara,para así poderle hacer coro si a el le parecía bien. había olvidado que a lo que venia era a platicar con alguien,pero con esta canción y ambiente ,me había olvidado por completo de eso,era divertido,garkal es un buen amigo ,al igual que lira.
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Post by Ró Nielsdóttir on Apr 27, 2017 20:07:58 GMT
Dio un par de botecitos en su taburete, estaba muy emocionaba de poder ver al bardo en acción... Fue una buena idea acercarse a esa taberna: 2x1 en cerveza y una historia relatada por un genial bardo. ¿Qué más podía pedir? Y además, una historia que parecía la mar de exclusiva.. solo escuchada por la misma Aesther... en ese momento la pequeña selkie se sentía privilegiada.
Cuando Garkal comenzó a crear su magia lírica, se inclinó levemente hacia adelante y promió una de sus manos en su pecho... sentía como si ella misma se integrara en la canción con todos esos efectos... era tan harmoniosa y hechizante... y el violín de Hana lo hacía un combo perfecto.
Dio un pequeño sorbo a su jarra de cerveza, mientras no apartaba la mirada de los músicos... la verdad es que envidiaba un tanto su don, a ella nunca se le había dado bien tocar instrumentos a pesar de que su canto no era del todo malo... pero era una envidia sana a los demás, realmente era admiración.. algo mucho más bello que vender pescados. Esperó atenda para saber como contunuaría el cantar del bardo.
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Post by Melfaron Praoxhar on Apr 27, 2017 23:47:41 GMT
Se supone Garkal iba a cantar algo desafiante y de aventuras, el tipo de historia que va acompañada de expresiones de sorpresa y puede que un par de muecas de espanto, o incluso risas, una historia alegre y placentera que hubiera encantado a la bella Soberana Aesther... esto era tan diferente a lo que había esperado. Hermoso pero profundamente triste y helado. Nunca hubiera podido pensar que un orco podía moverse con tanta gracia ni causar tanto impacto. Toda la taberna estaba silenciosa...
"Por supuesto que está silenciosa, si hubiera llegado cantado de guerras y damas nadie lo hubiera escuchado, pero esto... dioses, Garkal, me vas a hacer rico."
Melfaron odiaba admitirlo, pero estaba emocionado. Su corazón temblaba con cada una de las palabras pronunciadas por el bardo, invadido de nostalgia. Las ciudades europeas, frías y con cientos de canciones sin cantar, volvían a su mente como si nunca se hubiera ido. El baphomet también se había alejado, no había buscado a quienes lo estaban esperando. Vaya sol que había sido. Fue el precio que pagó por llegar a Mirovia.
Tomó la jarra de Garkal, vació su contenido en un cubo de madera que tenía escondido detrás de la barra (su basurero personal) y la rellenó con su mejor cerveza. Necesitaba acercarse a ver qué iba a pasar, así que, con el pago de Garkal en una mano y el bastón en la otra, salió de la barra (Lairion, haz algo útil y vigila los clientes por mí) y se acercó hasta la hoguera con mucho cuidado de no hacer ruido con el bastón al tocar el suelo. Tomó asiento en una mesa justo al frente, nadie podía tener una mejor vista de todo. No le iba a dar la satisfacción al artista de mostrarle que su música lo había tocado, así que sonrió calmado, como si la presentación no lo sorprendiera pero le gustara de todas maneras. Se había ganado el trabajo y su trago gratis.
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Post by Deleted on Apr 28, 2017 4:26:11 GMT
Cuando Hana saltó a redoblar la estrofa, formando un estribillo ligero, un contrapunto que le añadía una capa de melancolía, como un lamento lastimero. Definitivamente, la joven tenía madera de bardo, sabía los momentos exactos, y tenía buen oído para seguir la melodía. Le dedicó una reverencia, invitándola adelante sin miedo, reconociendo ante la taberna que no era una simple chiquilla que venía a cortarle y competirle, sino una grata compañía, y aprovechando ademas que su rostro estaba al nivel de ella - Partimos en La - le indicó, con un susurro, mientras desataba unos hilos del hechizo, permitiendo que las notas de la música se entrelazen a las suyas. ¿Reconocerá la pequeña el mensaje que la canción le quería dejar? esa preocupación solo pudo durar un segundo, la cancion lo llamaba. El tambor seguía resonando, sin que ninguna mano lo golpeara, sino que el eco estaba ya tejido en la taberna, resonando en la mente de los presentes. El frío se empezaba a expandirse, una brisa de invierno que provenía de el mismo fuego. Y la canción seguía sonando, una voz de cristal, de parte de Hana, y una voz de invierno, de parte de Garkal Se despertó el hielo al sentir Un latido en la noche surgir Como un lamento Presentimiento De algun amor De algun temblor Sin su calor Las luces de la taberna dejaron de brillar con el mismo resplandor que lo hacían cuando el orco comenzó a cantar, lejos del circulo de fuego, el Orco solo veía siluetas, quedando las personas cercanas en un primer plano: Ro, la bella selkie, lo miraba encantado, con una mano en el pecho, perdida en la canción. ¿Le recordaba acaso al hogar de ella? ¿Le estaría trayendo un fragmento de su mundo? con esos pensamientos, Garkal rememeró esas noches eternas, que no parecían tener fin entre los fiordos del templo de invierno. en esas terribles noches donde no pudo encender su fuego, donde realmente llego a pensar que habia arriesgado mucho, que la nieve se lo llevaría, pero su deseo de brillar, su calor interno, lo impulso a pararse, a seguir. Despertó en ese entonces, se sacó la nieve de encima, alzo sus ojos al cielo, y entonces, las vio: Las luces boreales. Las mismas que se aparecían en el techo de la taberna en ese momento. Un arcoiris celestial, un camino de fantasía, un regako de los dioses Entonces el cielo florecío Un arcoiris lo cruzó Y el hielo vio que sus dolores No valían lo que sus amores Que sus colores Vivían sin sol. Que su canción Era interior El Hielo en Flor Color en Flor
Garkal dio un paso al lado, mientras redoblaba el final de la canción. El publico de la taberna, que se habia quedado hechizado mirando la aurora boreal, reaccionó al sentir la musica acrecentarse. Garkal, con un rasguido final, juntó todos los hilos que habia formado en la cancion, toda la energía acumulada del ambiente, y la concentro en el fuego, en una memoria. Garkal mantuvo fija una imagen en la mente, la emocion del asombro, las lágrimas corriendo por su rostro, y extendio con su mano esos sentimientos al fuego.Por un segundo, la taberna pudo apreciar lo mismo que el aprecío al finalizar ese viaje: Una flor, hecha de filingranas de hielo, reflejando entre sus pétalos la aurora boreal, creando un caleidoscopio arcoiris hermoso y bello. La imagen parpadeó en la fogata, y al final se desvaneció. El orco, agotado como si hubiera cargado con su piano desde su hogar hasta la ciudadela, se apoyó en la silla para tomar aire. En su visión periferica aparecío recien una jarra de cerveza, de la mano de Melfaron. Le arrebató el licor, y se lo tomó casi en un solo trago. Respiro ya mas repuesto, le revolvió el pelo a Hana, a modo de felicitación, y le guiño un ojo a Ro, antes de dirigirse al dueño de la taberna.
-¿Y Bien?
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