Un día de cacería.

Nevraska había escuchado unos rumores de la comandante de la corte de la Primavera, estaban ocurriendo cosas un poco extrañas en el Manantial del Unicornio. Ella se puso a pensar y dijo -"Que clase de exploradora sería si me pierdo de algo tan emocionante"- aunque en el fondo sentía miedo de lo que podría encontrar así que intento ser un poco más cautelosa.

Mientras se encontraba recorriendo el Manantial pudo ver como a lo lejos rodaba un gran Jabalí, al ver esto ella se alerto y decidió ir corriendo hacía aquella dirección, pero antes de llegar a donde se encontraba el Jabalí aparentemente sin vida logro ver como una ninfa se acercaba corriendo hacía el animal. Su cara le resultaba algo familiar pero decidió ignorarlo así que se acerco hasta un lugar donde pudiera escuchar lo que tramaba, específicamente detrás de un arbusto.

Había logrado escuchar sobre como ella intentaba cargar al Jabalí pero era demasiado pesado para ella, fue en ese entonces que logró recordar la cara de la bella ninfa, era un miembro de la Corte de la Primavera, la había visto unas cuantas veces en las reuniones.
Ella odiaba que asesinaran a los animales, pero si se trababa de un camarada no podía evitar ayudarle, por lo cual salió del escondite para preguntarle emocionada -"Necesitas ayuda?¡ si necesitas alguna soga tengo una que otra en mi mochila"- Al decir esto la joven Fauno se sintió un poco avergonzada por su falta de modales por lo que decidió sentarse, dejó su mochila en el piso y sacar unas cuerdas -"P-perdón, mi nombre es Nevraska, también soy de la corte de la Primavera..."-.

Al ver como la Ninfa le extendía la mano con gentileza, Nevraska la tomo con amabilidad, la apretó fuertemente y pudo sentir la sangre de Jabalí con las cuales las manos de Eira se encontraban manchadas -"Sabes, aunque no me gusta que seres como ustedes se ensucien con sangre de estos animales, me sorprende tu habilidad de cacería"- Se levantó con soga en mano para poder llevar al enorme Jabalí que había cazado Eira a su guarida. A pesar de que se notaba que se encontraba más tranquila no pudo evitar notar que aún se sentía incomoda, como si algo las estuviera asechando, sin embargo no podía entender el porque de esa actitud -" Y...porque decidiste venir a este lugar?"- Preguntó sin disimulo, pero luego de pensarlo se cuestiono si estuvo bien hacer esa pregunta tan ilícita.

Mientras se encontraban atando al enorme Jabalí se pudo escuchar un ruido bastante extraño que provenía del bosque, incluso más allá de donde los arboles se camuflaban con el bosque, el joven Fauno se atemorizo ante tal inusual ruido. Tomó su enorme mochila con tal de salir corriendo en cualquier momento, pero también saco de su mochila una pequeña daga por si tenían que hacer un ataque ofensivo.
-"Creo que me arrepiento de haber venido aquí"- Termino de exclamar Nevraska para dirigirse a Eira con una mirada palida

Al ver como la Ninfa Eira se encontraba cargando al enorme Jabalí, Nevraska decidió ayudar. Tomo su gran mochila y empezó a cargar un poco la parte trasera del Jabalí para que Eira tuviera mejor equilibrio -" Tranquila yo te ayudo, también creo que deberíamos irnos de este lugar, se esta poniendo bastante espeluznante y puedo sentir las malas vibras"- Gracias a la conexión que tenía Nevraska con los animales pudo sentir como estos se encontraban perturbados por algo extraño e indescriptible -" Los animales tienen miedo...de algo que ni yo puedo explicar"- Dijo el Fauno mientras recorría junto a Eira los pastos del Manantial para llegar a la entrada del Bosque.

Se adentraron al profundo bosque el cual se perdía en la oscuridad y profundidad que tenía, este usualmente no tenía esta sensación de desolación y tristeza pues suele ser un lugar bastante alegre. Se lograban ver los pájaros volando fuera del bosque, los bichos se escondían en la tierra y los animales pequeños se escondían lo más rápido posible. Tras caminar un buen rato Nevraska empezó a sentir unas malas vibras a lo cual alarmada le dijo a la Ninfa -" algo se esta acercando, debe ser una bestia o algo..."- Empezó a retroceder un poco pues tenía un mal presentimiento.

Se vio como poco a poco de la oscuridad del bosque se acercaba una manada de lobos salvajes, La fauno estaba aterrada, intentó mantener la calma para no asustarlos -" Eira...deberíamos huir ya..."- Los lobos se acercaban cada vez más y Nevraska podía sentir como estaban hambrientos y sedientos de sangre.

Al ver como Eira se enfrentaba a ellos sola no pudo evitar contagirle de su valentía, así que mientras aún no miraba logró sacar de mi mochila silenciosamente mi flauta -"Con esto podré lograrlo"- Susurro Nevraska mientras se levantaba silenciosamente para que la manada no las atacaran. Había perdido todo el miedo y se había convertido en un coraje bastante fuerte. Al escuchar como Eira le decía que huyera apenas disparara la flecha fue la oportunidad para ejecutar su plan. Su respiración estaba agitada pues si salía mal podrían morir, pero Nevraska confiaba en si misma así que cuando Eira disparo la flecha hacía uno de los lobos dándole un golpe certero fue mi momento de actuar.
 
Cuando los lobos estuvieron dispuestos a atacarnos y Eira se hubiera puesto a la defensiva fue cuando ejecute mi plan. Con la flauta que había sacado comencé a tocar la antigua melodía que solían tocar mis ancestros para tranquilizar a las bélicas masas, la melodía resono por todo el bosque y como si de un paro en el tiempo se tratase, todo quedo en un gran silencio, solo se escuchaba al viento soplar entre las hojas de la copa de los arboles, Los lobos se quedaron en un silencio profundo y aterrador antes de intentar escapar. -" Lo logre! mi plan funciono...realmente no me gusta la violencia en los animales, ellos solo siguen su instino..."- 
 
En eso el Fauno pacíficamente se acerco a uno de los lobos y comenzó a acariciar el suave pelaje de este, los lobos se quedaron pues el Aura Pacífica de Nebraska les tranquilizo aquellas malas vibras que tenían. -" Pero...estamos de caza..."- Tras decir aquellas melancólicas palabras Nebraska saca el cuchillo que tenía en su cinturón y prosiguió a cortar el cuello de aquel lobo que tenía entre sus brazos y a aquellos que se encontraban a su alrededor dejando unos pocos para que Eira se encargue. -" Lamentablemente en la caza no hay perdón para nadie, ni siquiera para los seres que uno ama "-

-" No te iba a dejar morir allí eres una buena chica después de todo "- Dijo Nevraska mientras empezaba a recoger los cadaveres de los lobos para llevarlos a la guarida de Eira. -" Que haremos con el Jabalí? "- Miró con curiosidad al cadaver de aquel animal el cual las había metido en tanto lio, mientras guardaba y organizaba su gran mochila. Se levantó y vio como se alejaba Eira para ir a buscar una carreta con la cual llevarían todos los cadaveres.

-" La muerte es tan fragil y sus razones son tan impropias, me pregunto si morir mañana o años después hacen alguna diferencia... Y lo que realmente me deja confundida es como una situación tan banal puede terminar juntando a dos personas tan distintas "- Se sentó a meditar un momento pues normalmente lo hacía, pasaron los minutos y Nevraska podía sentir el viento en las hojas, el rocío cayendo al suelo, el canto de las aves, el corazón del bosque, podía sentir tantas cosas cuando estaba en paz.

Nevraska se encontraba tranquilamente meditando hasta que escucho los pasos y el crujiente sonido de la carreta de Eira, permaneció sentada hasta que le dirigió la palabra, claramente pudo notar los cambios que había sufrido, no entendía el porque ni como pero solo se limito a decir -" No te preocupes, aunque te hubieras tardado días yo seguiría aquí, o te hubiera ido a buscar "- Al escuchar más detenidamente lo que decía claramente pudo notar como mentía. -" Donde está tu Tableta Arcana? no me digas que te caiste al Manantial cuando venias..."- Comenzó a refunfuñar en voz baja y con una cara un poco decepcionada le dijo -" ya cuenta que sucedió, no te puedo dejar así, puedes confiar en mi, yo te ayudare"-. 

Al ver como ella dejaba aquella noble sonrisa para decaer de repente le provoco una mala espina, sabía que algo le pasaba, decidió guardar silencio para escucharla tranquilamente y que pudiera desahogarse tranquilamente, cuando ella se acerco lentamente hacía Nevraska la paz que había llevado durante todo este tiempo se borro de golpe, se sentía un poco incomoda, Pero como Eira era su amiga decidió no decir nada hasta que la Ninfa terminara de expresar sus penurias.

Cuando Eira cayo en sus brazos luego de contarle sus pesares en aquel monólogo que le destrozaría el alma hasta a la persona con el corazón más frío realmente Nevraska se sintió muy mal pues sintió ella misma los dolores de su amiga -" Mira, se que te molesta que digan aquellas cosas de ti, pero debes darte cuenta que aquellos que consideras tus defectos son lo que te hacen lo que eres, es lo que te hace hermosa y valiente, no es porque seas Ninfa, y aunque fueras Elfa, Centauro o Hada, aquella valentía y sensibilidad siempre la tendrías, porque eres tu, y así siempre seras, debes aceptarte tal como eres y avanzar, ser Ninfa no te hace más o menos, solo te hace ser tu y deberías quererte así. Entiendo lo de Mel, yo intente advertirte, pero no me hiciste caso, pero aún así deberías hablar con el."- Tras decir las palabras hacía Eira comenzó a acariciar suavemente la cabeza de aquella Ninfa con suavidad para consolarla. Tras pensar un poco en esto recordó que había olvidado lo de su Tableta Arcana, a lo cual decidió pensar que decirle. -" Creo que las Tabletas son resistibles al agua, pues fueron hechas por los seres marinos. "-