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Post by Beltaine Waters on Nov 27, 2017 0:40:04 GMT
Obligado a andar por el suspiro del alba, Beltaine se encontraba atormentado por sus pensamientos. Su pelea contra torturer, la disolución de su promesa de matrimonio con wild y el haber hundido su morada al ser presa de su propia rabia lo dejaron vacío. En su andar por todo Shangri lax no había podido sosegar la inquietud de su mente, sobre todo por la chispa que había disparado aquella serie de desafortunados eventos. El nuevo cambio político liderado por los invictus, y sobre todas las cosas el abandono del soberano Ajani que para Bel no fue nada más que una traición al haberse aliado con Lysander Velfast. Todo eso tenía su mente desgastada.
En su andar, sus pies se encontraron subiendo rocas, y al levantar la mirada se encontró a si mismo subiendo las escaleras del templo del verano. La visión le trajo memorias de hace tiempo atrás, cuando el templo se encontraba a plenitud, con sus compañeros cortesanos practicando sus habilidades unos contra otros únicamente con el fin de medir sus fuerzas. Se acercó a la fuente en la fachada superior de la pirámide y ahí sumergió sus dedos en el agua fresca. Desolado, así lucía el templo sin su soberano, sin sus cortesanos, cada quien vagando por su cuenta. Ahí solo quedaban remembranzas de aquellos felices días.
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Zoe
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Post by Zoe on Nov 27, 2017 1:24:28 GMT
Confundida por los acontecimientos políticos por los que estaba pasando Mirovia, Zoe se veía en vuelta por primera vez en decepción y desesperanza. No hallaba de qué manera calmar la repentina impotencia que estaba experimentando; había intentando hablar con su padre, pero habían distracciones que eran tan necesarias que no deseaba sumirlo en una ola de negatividad, de la cual ella ya era presa. Decidió entonces emprender un viaje al mismísimo templo del Verano, dispuesta a enfrentarse a su Soberano; tratar de hallar en su mente respuestas para sus sentimientos.
Sólo un par de veces había conversado con Ajani pero jamás entablado una conversación profunda y fluída; no había pasado de un mero intercambio de saludos y nada más. Pero era tanta la frustración de la nayade que necesitaba despejar su mente, encontrar la lealtad en su corazón, ver a su Soberano para intentar comprender la situación.
El viaje al templo había sido largo y aún más por la cantidad de incógnitas y escenarios que se repetían en su mente con terquedad. Subió los peldaños del templo, uno a uno sintiéndolos como una condena y un peso increíble a su lealtad. Al pie de la escalinata vio la figura de un conocido, uno de los cortesanos que se destacaban por su fuerza y cercanía al Soberano; Beltaine. Se detuvo, justo detrás de él, experimentando una mezcla de sensaciones difíciles de describir. ¿Qué pensaría uno de los más leales? -Buen día- expresó sin sentir realmente que se tratara de algo que debiese decirse. ¿Bueno? No para ella. Se llevó las manos a la espalda y caminó con la rectitud y seriedad que tanto se le caracterizaba para colocarse al lado del arcano y apreciar los ecos de un pasado que parecía tan lejano.
Si bien, el Templo no se encontraba en un abandono total, había una carencia de la celebración por la que siempre se le reconocía a la Corte del Verano, eso y la camaradería tan ferviente que se respiraba en el aire cálido de la jungla.
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Post by Beltaine Waters on Nov 27, 2017 3:37:26 GMT
¿En cuanto tiempo un dolor como tal podría ser olvidado?, las sensaciones aglomeradas dentro de él resultaban en algo inefable.
El abandono
La traición
El enojo
Eran tres aspectos disparandole uno tras otro. Su mirada perdida en el dolor reflejaba su pena profunda, y al mismo tiempo, una sonrisa se asomó con cautela al recordar su prueba de iniciación al mover el agua con sus dedos de un lado al otro. 3 Días en el desierto de Mirovia eran una sentencia de muerte para cualquier arcano de agua, pero aunque Beltaine pudo haber vacilado en aquel momento, los retadores ojos de Ajani lo llenaron de determinación líquida corriendo por sus venas, lo suficiente para regresar al tercer día, con su piel agrietada y reseca, sus ojos rojos y su andar fatigado pero firme hasta el templo.
Su viaje al ayer acabó cuando reconoció la voz familiar de Zoe a quien había conocido más de cerca en la celebración del festival de cortejo junto a otros arcanos, pero de ahí en fuera casi no la pudo ver por el templo en las raras ocasiones en las que pudo ir a dejar los tesoros de sus extensos viajes.
-¿Que haces aquí? -Dijo con marcada apatía en su tono y ojeras. Tras pensarlo un momento, reconoció lo torpe de su pregunta. El contacto con otros le estaba ayudando a despertarse de lo mucho que había divagado.
Metió las manos en el agua y con un movimiento un flujo salpicó su rostro intentando apagar el dolor de cabeza que apenas se percató que tenía. No supo cuanto tiempo se mantuvo en ese estado, solo esperaba que no fuera tan notorio como para que Zoe se lo hiciese notar.
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Post by Zoe on Nov 27, 2017 3:48:56 GMT
No le vino en ofensa la brusquedad en el tono del otro, se mantuvo de pie a su lado, mientras él buscaba maneras de saciar tensiones bajo el tacto del agua. Se mantuvo en su postura, dejando entrar en sus pulmones una bocanada de aire que le hinchó ligeramente el pecho. Dejó escapar el aire acompañada de un suspiro mientras sus ojos se negaron ante las visiones del templo por unos segundos. -Busco respuestas- expresó con ambigüedad de momento, privándolo de más detalles.
Desconocía, que así como ella, el kelpie se encontraba en un torbellino de oscuridad, turbados por las decisiones de Ajani y del futuro incierto que le esperaba a Mirovia. Habían pocas razones para delimitar que todo se trataba de una mala decisión por parte del Rey Sol, pero al menos para la nayade, existían dudas de si era un acierto o no infundadas por rumores y un mal presentimiento.
Dio un paso más al frente, mirando al otro de reojo intentando descifrar su notoria frustración. -Me atrevo a pensar que usted se encuentra en semejante búsqueda- declaró con un ligero tono de pregunta. Zoe sentía un profundo respeto por sus mayores, especialmente por aquellos que poseían más experiencia y fuerza que ella, siempre buscando la manera de aprender de ellos, pero en ese momento, veía de cierta manera una muralla rota y una oportunidad para acercarse como un igual. Permaneció con las manos en la espalda, de cierta forma reservada, pero dando la oportunidad de que entraran las palabras al momento en que manifestó su vulnerabilidad.
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Post by Beltaine Waters on Nov 28, 2017 3:36:02 GMT
No necesitó muchos detalles para entender que ella tampoco entendía la decisión de Ajani de formar a los invictos y gobernar Mirovia como una trinidad. No era solo Zoe, no era solo Beltaine, eran varios de los cortesanos y por eso mismo el verano se había partido en pedazos como una helada a pleno agosto.
-Aquí no hay nada que buscar -Aclaró alejándose de la fuente y dándole la espalda mientras caminaba hasta llegar al primero de los peldaños de la escalera que marcaba la última sección de la pirámide y donde antes yacían los aposentos de su soberano.
Dirigió una mirada hacia el plano superior de la escalinata y apretó los dientes y puños con impotencia.
-¿Porque alguien tan justo y brillante como el sol haría equipo con un ser tan despreciable como Velfast? -No encontraba el sentido por más vueltas que le diera. La última conexión que tuvo con su soberano fue a través de la tableta arcana junto con la soberana Aesther y muchos otros arcanos atentos a sus palabras. Y en su cabeza aún continuaba grabada la manera en como defendió a Lysander Velfast. Incapaz de soportar el peso de la culpa por su ausencia, juntó sus manos como un martillo y arremetió un tremendo golpe en el zocalo que destrozó parte de la escalera de piedra únicamente con la fuerza bruta.
-¿Como pudiste abandonar a tu corte?...Porque nadie te detuvo? -Cayó de rodillas sobre los escombros como un gigante doliente, derramando un par de lagrimas al postrarse en los peldaños, victima de su propia debilidad, presa de todos sus miedos.
El agua de la fuente una vez clara y azul, parecía verde como un denso pantanal. Beltaine quedó desecho de un momento a otro, tal como la escalera que acababa de destruir.
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Post by Zoe on Nov 29, 2017 6:10:39 GMT
Por segundos lo siguió con la mirada mientras se alejaba hacia otra escalinata en donde parecía depositar su frustración entre suaves murmullos que apenas pudo distinguir entre el barullo del templo. Dio unos pasos lentos y silenciosos, acercándose con cierta curiosidad mas algo de reserva, puesto que el hombre se veía sumamente perturbado. Fue entonces cuando el estruendo de las rocas al chocar contra los puños ajenos le hicieron dar un corto salto hacia atrás, poniéndola por reflejo en defensiva. Sin embargo, su súbito sobresalto terminó rápidamente. Beltaine, de rodillas, parecía llorar bajo los escombros de la escalera que justo acababa de destruír.
Zoe volvió a llevarse las manos hacia atrás, despojándose de su postura que antes había estado dando la bienvenida para cualquier clase de ataque o amenaza. Lo había alcanzado a escuchar; comprendía el lamento del kelpie, realmente lo hacía, mas no se sentía del todo alterada, no de la misma manera que él al menos. Quería tener fe en su Soberano, por mucho que el panorama pareciera sombrío y carente de esperanza. Dejó escapar aire por la nariz, haciendo de su respiro un profundo suspiro que se escuchó entre los sonidos acuosos de aquella fuente que se tornaba difusa y oscura. Miró hacia los alrededores, concentrándose en los movimientos de los cortesanos que pasaban de largo, algunos apenas percatándose del destrozo del mayor. Le miró desde arriba. -Levántese- dijo en voz baja. Intentó de aquella manera tan escueta, advertirle que lo que acababa de hacer seguramente tendría sus consecuencias.
Intentando ignorar los susurros de los que comenzaban a acercarse hacia ellos, miró hacia arriba, enfocándose en las paredes pintadas del templo sobre las cuales, la historia de Mirovia se encontraba plasmada entre coloridos trazos que contrastaban significantemente con el ambiente tan sobrio que parecía abordar sobre cada miembro de la Corte. La historia que se encontraba trazada estaba pasando por un cambio radical, de ahí las lágrimas de Beltaine tal vez, pero, aún había que escuchar al Soberano, darle una oportunidad para explicar; debía haber algo más allá de lo que ellos podían saber.
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Post by Beltaine Waters on Nov 30, 2017 1:00:56 GMT
El neagitvo impetu de su ataque a la escalinata bastó para llamar la atención de los pocos cortesanos que ahí todavía se encontraban. Un par de ellos le ayudaron a Beltaine a ponerse de pie y despues de eso retrocedieron, pues no deseaban ser el proximo objetivo de sus puños cuando luchaba contra su propia aflicción.
Al levantarse, un rayo de sol atravesó el foco de su vista al escurrirse por un hueco entre las nubes de esa tarde tan nublada. Aquel reflejo ambarino tocaba el mural donde la figura del soberano brillaba con magnificencia.
-Habría sido una pena destruir eso -Alzo la mirada por los alrededores, un tanto más despierto que antes después de haber visto los confiables y valerosos ojos de Ajani, que aún pintados no dejaban de irradiar los ánimos de un bravo guerrero. El mural entero retrataba las acostumbradas luchas que tenían sus cortesanos entre si, el símbolo de la fuerza y el coraje que cargaban todos aquellos a quienes el soberano había reconocido.
Sin darse cuenta, Beltaine llevó su mano entre su pectoral y su hombro, donde antes se encontraba su tatuaje de sol que plasmaba su lealtad al templo y Ajani por igual.
-Creo que ya se como sacarme todo este peso de encima -Dijo plenamente convencido- Zoe combate conmigo.
Tras su demanda los ánimos de los otros cortesanos se comenzaron a elevar como espuma, fluyendo con ansias por retomar una lucha de habilidades como las que antes solían verse a diario. el Kelpie no vaciló en su petición, pues su Soberano nunca los había puesto a combatir antes y estaba seguro de que las habilidades de Zoe eran tan buenas como las de él.
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Post by Zoe on Dec 1, 2017 1:14:36 GMT
Los espíritus del kelpie parecían haberse levantado un poco; ¿quién era ella para negarle algo que probablemente lo haría sentir mejor? Sonrió un poco, notando con el rabillo del ojo cómo varios de los cortesanos comenzaban a agruparse, rodeándolos dejando al par en medio de un círculo entre murmullos y unos cuántos vitoreos. La mujer se sabía en una desventaja puesto que Beltaine le ganaba en peso y tamaño; no había forma de que el combate de su lado fuera de fuerza. Debía concentrarse en lo que sabía hacer, en su agilidad y demás para darle un buen encuentro al mayor.
Despegó las manos de la espalda, colocando sus brazos a sus costados mientras con un suave movimiento de sus dedos, marcaba el comando para que un pequeño hilo de agua comenzara a fluir entre ellos. -De acuerdo-. Había aceptado y no había vuelta atrás. Zoe sentía gran respeto por los miembros de la corte y sobretodo, aquellos que era bien sabido eran excelentes guerreros. La adrenalina comenzaba a acumularse al centro de su pecho haciéndole palpitar fuertemente el corazón. Aprendería mucho, de eso estaba segura. -Sólo cuidemos de no destrozar el templo del Soberano- agregó mirando a sus alrededores donde los escombros de la escalinata yacían.
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Post by Beltaine Waters on Dec 1, 2017 6:36:52 GMT
Agradecido porque la Nayade aceptó su solicitud a combatir, los cortesanos se reunieron en circulo para verlos. Observó los hilos de agua danzaban por los dedos de Zoe, invitando al Kelpie a realizar su primer movimiento.
Estaba más que claro que en fuerza estaban desiguales, pero subestimar al oponente en cualquier situación sería desastrozo, sobre todo tratandose de una habilidosa cortesana conun dominio del agua aún desconocido para Beltaine. Por lo cual procuró ser cuidadoso.
Sin desenfocar a Zoe con sus ojos, levantó el brazo tan alto como pudo y el agua de la fuente se elevó como un imponente brazo que amenazaba con aplastarla con la palma.
-No prometo que no habrá una que otra grieta en los ladrillos -Comentó con cierta modestia esperando el resultado de su movida.
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Post by Zoe on Dec 4, 2017 0:50:58 GMT
Se encontraba observando con cautela y cuidado a los movimientos del kelpie pero fue más rápido que sus ojos análiticos puesto que en cuestión de segundos, un golpe logró desvalancearla, elevándola del suelo hasta caer unos cuántos metros detrás de donde estaba dándose la batalla. Los cortesanos que observaban se hicieron a un lado, todos manteniéndose a raya, guardando espacio y respeto a la batalla "amistosa" que se estaba dando entre los participantes. Sentía dolor, era agudo y por un momento sentía que la vista se nublaba pero aquellos mensajes del cuerpo decidió ignorarlos. Era demasiado pronto para caer débil ante sus deficiencias. Se puso de pie con esfuerzo mientras en sus manos volvía a acumularse un hilo de agua que fue haciéndose más y más grande. Estaba enfocada de al menos hacer más potente un golpe con ayuda de la densidad del agua pero no estaba segura si sería posible puesto que sentía que sus sentidos habían sido alterados por el golpe tan potente que había recibido.
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Post by Beltaine Waters on Dec 4, 2017 1:29:34 GMT
Aque brazo líquido asotó a la nayade enviandola lejos y dejando su huella en el suelo como si un gigante hubiera caído desde arriba. Beltaine pensó que quizás había exagerado, pero no por eso bajó su guardia; en cuanto vio el agua acumularse en el puño de Zoe, intentó elevar la extremidad líquida, pero su enorme tamaño le impedía moverse con agilidad. Antes de voltearse, el ataque de Zoe llegó junto con una poderosa oleada.
Cuando el puñetazo conectó con su rostro, los cortesanos retuvieron el aliento con asombro. Pues el enorme brazo aquifero había adoptado una posición donde los dedos estaban bien estirados, salvo el indice que se atoraba peligrosamente en el pulgar.
-Gotcha -Dijo el Kelpie asestando un golpe fulminante cuando el indice se desatoró golpeando de lleno a Zoe.
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Post by Zoe on Dec 8, 2017 1:58:14 GMT
El golpe fue intenso y sumamente agresivo. Terminó arrojada por el impulso varios metros hacia atrás, amortiguando la caída gracias al choque con otros cortesanos que terminaron junto con ella en el suelo. Se mantuvo un momento con los ojos cerrados, intentando disipar el dolor. Podía sentir la debilidad en su cuerpo; le faltaba tanto por aprender. Se enderezó con dificultad, con un ojo cerrado aún sufriendo del impacto en su magullado cuerpo. Debía darle buena pelea al kelpie, se lo debía sino se sentiría deshonrada.
Apoyó una de sus manos sobre su rodilla, intentando tomar impulso y fuerza de ésta para levantarse por completo. Beltaine se encontraba de pie frente a ella, varios metros desde donde había sido golpeada. Sintió un rastro de calor correr por su rostro; una gota de sangre se desbordaba sobre la superficie de su piel, teniendo como boca una cicatríz al lado de su ceja izquierda. Dio un par de pasos, tropezando un poco, mas halló la fuerza en su interior para aguantar un poco más.
Corrió con todas sus fuerzas intentando no golpear de frente al arcano sino actuar con una estrategia a la defensiva. ¿Su estrategia? Evadir los golpes del otro hasta poder dar el suyo aunque fuese pequeño; si cansaba al mayor, eso sería ganancia. Se movía con rapidez a su alrededor, intentando evadir los golpes del hombre hasta encontrar una abertura en su técnica, algo que le permitiera darle al menos una muestra de su voluntad por hacerse más fuerte.
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Post by Beltaine Waters on Dec 8, 2017 5:39:01 GMT
El choque del agua contra el cuerpo de Zoe tuvo un daño crítico que seguro le dejaría una cicatriz. No era la gran cosa. Para los cortesanos que solían servír a Ajani las cicatrices eran una prueba de que lucharon con valía. Pero sin quererlo involucró en la batalla a otros que actuaron como amortiguador en beneficio de Zoe.
Pero la Nayade no se daba por vencida a pesar de haber recibido dos golpes de los Hidronudillos del Kelpie.
Dandole su lugar a la batalla, Beltaine levantó un poco su cabeza y a esa señal el circulo de duelo se hizo más grande cuando los otros cortesanos retrocedieron para darle más espacio, iban a necesitarlo. Y en cuanto eso pasó, Zoe arremetió contra él en lo que parecía ser un furtivo ataque frontal, a lo que Beltaine soltó un golpe seco, golpeando la nada y dandose cuenta de que Zoe intentaba marearlo, aprovechando la única ventaja que tenía contra él, la velocidad.
"Bien jugado" -Pensó lanzando golpe tras golpe a la Nayade e intentando precedir por donde se movería, no podía darse el lujo de quedarse quieto y servirle a su oponente la posibilidad de atacar. Bel siempre había acostumbrado a luchar contra oponentes tan grandes como él, pero nunca se había enfrentado contra un adversario tan agil. Debía reconocer que Zoe tenía lo suyo. Los otros cortesanos contemplaban asombrados como Beltaine batallaba para enfocar a la Nayade aunque fuese con la vista.
No tardó en percatarse de que se encontraba en clara desventaja, por lo cual decidió lanzarse en un salto al frente con los brazos cruzados y dando una voltereta en el aire cayó en arco hacia atrás y mirando a Zoe.
En cuanto aterrizó volvió a manipular el agua, formando un puño con la enorme mano de agua y lanzandola contra Zoe.
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Post by Zoe on Dec 10, 2017 22:19:17 GMT
Parecía que estaba logrando imponer su agilidad contra la fuerza de Beltaine, sin embargo, el kelpie fue puntual a imponer un ataque directo y lleno de impulso nuevamente contra ella. Más despierta, Zoe logró evadirlo mas no del todo. El gran puño había logrado golpear uno de sus hombros, haciéndola de nueva cuenta caer hacia atrás con una fuerza tal que consiguió dislocar su brazo. El dolor era agudo e intenso pero las ganas de la nayade por continuar se interponían incluso en su bienestar físico.
Su respiración era pesada y agitada; los golpes estaban aturdiéndola eso y el vitoreo de los cortesanos que emocionados expresaban a voz alta sus deseos de que la pelea continuara. No se sentía humillada puesto que era un honor pelear con alguien de la talla de Beltaine Waters pero su orgullo se hacía cada vez más frágil llevándola a niveles insensatos con su persona. Llegaría a todo para darle al mayor la pelea que se merecía. Se sentía con esa responsabilidad.
Sostuvo su hombro con la otra mano antes de dar un par de pasos al frente. La sangre corría por su rostro pero la mujer se hallaba determinada. Corrió, aunque esta vez más lento, intentando acumular agua en el brazo que se hallaba intacto. Comenzó a crearse un hilo de agua bastante grueso el cual tenía de intención arrojarlo a los pies del kelpie para hacerlo tropezar. Alzó el brazo con tal propósito y lo consiguió sin embargo, el agudo dolor al hacer tal movimiento se despertó haciéndola quejarse en voz alta y cerrar los ojos. De inicio no distinguió si su ataque había sido exitoso o no.
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Post by Beltaine Waters on Dec 12, 2017 6:39:51 GMT
El movimiento de su brazo aquifero había sido efectivo, pero la agilidad de Zoe consiguió que solo golpeara su hombro en lugar de todo su cuerpo, lo cual habría resultado en el desenlace definitivo del duelo. Aun así, el daño fue masivo para el brazo de Zoe, era impresionante verla imponiendose al dolor aún con su brazo colgando tras haberse dislocado.
Beltaine esbozó una sonrisa con aplomo al tener al frente tan apasionada contendiente que no lo dejaría ganar tan fácilmente. Cualquiera ya se hubiera rendido, pero de seguro el orgullo de Zoe le exigía superar sus límites, y del mismo modo, Beltaine no le iba a facilitar las cosas, después de todo no había mayor falta para un guerrero que sentir que le tuvieran lastima.
Los cortesanos aclamaban a ambos por igual, con opiniones divididas pero sin extraviarlos ojos ni un momento de cualquiera de los dos.
Con movimientos lentos pero seguros, Zoe reunió agua en su brazo. Beltaine preparado para recibir el ataque mantuvo su guardia en alto con las aletas bien extendidas. Vio como el grueso hilo de agua salió disparado del brazo de Zoe hacia él, pero una repentina onda en el flujo envió su ataque a los pies del Kelpie tan rápidamente que no tuvo tiempo de reaccionar y antes de darse cuenta se había estrellado.
El ataque de Zoe había hecho tropezar al Kelpie que cayó de espaldas, perdiendo el control de su propia habilidad y dejando caer el inmenso puño de agua sobre él.
En ese momento todos los cortesanos se quedaron boquiabiertos, sus mandibulas se habían estrellado contra el suelo al ver al Kelpie recibir de lleno su propio movimiento. Su fuerza era poderosa, su resistencia indiscutible y su defensa innegable, pero Zoe lo había superado en el único aspecto en el cual el Kelpie flaqueaba.
La velocidad.
Cuando el puño se disolvió, el agua se dispersó y Beltaine, en el suelo trataba de procesar que es lo que había ocurrido. Había pasado demasiado rápido. Pero más que molesto, se encontraba satisfecho, consigo mismo, con Zoe, y con el descubrimiento sobre lo cual tenía que mejorar. Había recibido una buena cantidad de daño de su propio poder, pero todavía aunque todavía tenía fuerzas para continuar, al voltear se dio cuenta de que Zoe ya no podía.
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