No esta del todo mal

Filothea había regresado a seguir fregando las sabanas, añadió algunos aceites para que la suavidad de las telas no desapareciera, además de que las llenaba de exquisitos olores frutales; entonces percibió que alguien había entrado a la lavandería, podría ser haru que venia a regañarle por alguna nimiedad, tal vez ivka o el niño foca que como sus áreas de trabajo estaban cerca, de vez en cuando pasaban a saludar (después de todo lavar platos y barrer hojas no eran trabajos muy pesados) , pensó también en la oni peli plata siempre cargada de cuchillos o en el alto mayordomo tan intimidante y silencioso como Velfast; para su sorpresa no era ninguno de los sirvientes conocidos, su olor era ciertamente diferente, se sorprendió cuando le parecía escuchar que le ofrecía su ayuda, nadie en la mansión solía hacer eso - mmm... Si claro, me vendría bien una mano - dijo mientras se secaba las manos en el delantal, - vez ese cesto de ahí, acercamelo para hechar las mantas, a y si soy Filothea, gusto en conocerte - dijo, volviendo después a su labor, de vez en cuando se limpiaba el sudor de la frente y se acomodaba el cabello para que no le molestara - por cierto, tu ¿eres hombre, mujer o quimera? ¿He? - dijo intentando bromear , obviamente era una quimera, "tonta, tonta, eres una imbesil Filothea, ahora as quedado como una idiota" pensó.

Filothea exprimió las mantas mientras escuchaba la respuesta de Xhime la quimera, parecía que no había de que preocuparse, ambos tenían un sentido del humor ambiguo - ¿un sistema de secado?, me gusta la idea, la verdad es muy frustrante tener que esperar un día soleado en esta tierra siempre nublada, y a decir verdad las alas han empezado a dolerme un poco; ¿y que se te ocurre que podríamos hacer?- levanto su cesto repleto y salio hacia el gran terreno que hacia de patio del castillo.

Nuevamente Filothea seco la humedad de sus manos en el delantal, sus dedos habían comenzado a arrugarse, una se senzación muy desagradable; tomo los apuntes y los miró lentamente , si bien no era muy inteligente, no era difícil adivinar la forma en la que la maquina funcionaba - muy bien, entiendo la parte en la que debo pasar las mantas por esta clase de troncos lisos, y que al girar la manivela estos giraran y exprimirán mejor el agua; pero me temo que eso no soluciona el problema, aunque, si disminuye el trabajo - tomo otra manta y la tendió en la cuerda que hacia de tendedero - sabes, se me ocurre que el calor podría ayudar, como ponerlo en la chimenea, aunque eso seria poco practico; pero bueno el inventor aquí eres tu -.

De nuevo las imágenes acribillaban su mente, dentro de su pecho la ya familiar sensación cual Géiser comenzaba a brotar, burbujeante, queriendo ser expulsada por la boca o expresada con sus garras - No, realmente no quiero hablar de lo que ya fue - aunque por dentro pensaba "intento fingir que eso jamas pasó", no podía luchar contra el recuerdo colectivo de ella sirviendo mesas en la taberna, que era la única manera en que el mundo la veía, ni había nadie que pudiera dar fe de que el clan Alba de los grifos blancos, existiera alguna vez, aun mas debido a el estúpido elitismo que para nada le había servido al clan, sintiéndose superiores Jamad quisieron relacionarse con ningún otro clan, así que nadie les ayudo cuando fueron ellos los atacados por los cazadores, los infravaloraron. Ahora si quedaba algún sobreviviente además de ella, no quería saberlo, ella ahora solo era Filothea, sin apellido alguno - sabes, estoy tratando de empezar una nueva existencia a partir de aquí, aunque el ser que alguna vez fui, clama a través de mis huesos la necesidad de combatir - dijo Filothea alzando su brazo derecho para que la quimera viera la forma en que las venas azuladas palpitaban.

Contrariamente a lo que Filothea hubiera hecho en otro tiempo, dejo salir su emoción, tomo a Xhime de los hombros y le apretó un poco, estaba muy feliz de que la hiciera esa propuesta, le miro a los ojos y dijo - Si, no me importan tus cabezas y deja de lado la formalidad - dio un salto hacia atrás para alejarse lo suficiente; desde que había llegado a el castillo había decidido utilizar lo mas posible su forma sellada, aquella donde solo sus brillantes ojos azules y su pelo moteado resaltaban, aunque para lavar dejaba libres sus alas por si era necesario secar manualmente, pero esta vez deseaba liberar la bestia que en verdad era. El viento a su alrededor comenzó a agitarse, vaporosamente su vestimenta empezaba a moverse como si quisieran separarse de aquel cuerpo, el viento se movía ahora con mas violencia formando remolinos terrosos a su alrededor, Filothea ni siquiera había movido sus alas, bastaba con la fuerte energía que ella desprendía para alterar el ambiente, las ropas que clamaban por separarse fueron escuchadas , Filothea las hizo desprenderse sin siquiera tocarlas, dejando su cuerpo al desnudo; poco a poco dicho cuerpo empezó a cubrirse de una fina capa de vello blanco, para luego comenzar a contorsionarse hasta quedar con todas las extremidades tocando el pasto humedecido, cual flama lunar el vello comenzaba a incrementar su espesor y tamaño, las garras brotaron salvaje mente rasgando la tierra, y el rostro de Filothea poco a poco cambiaba sus facciones a la del ave misteriosa que siempre había sido, aquella a la que los humanos llamaban brujas y que inútilmente intentaban alejar diciendo oraciones al revés. Por un instante la revuelta del viento se detuvo para luego estallar en un vendaval que mas parecía brotar desde el pico abierto de Filothea, que de sus alas , que entonces se habían puesto a danzar - te sedo el primer golpe, ¡ven Xhime la Quimera!-

Su compañero podía entender realmente los sentimientos de Filothea, y no solo eso, parecía muy confiado de su fuerza, pero para sorpresa de ella, ese alarde estaba bien respaldado, al ver la forma verdadera de Xhime quedó impresionada, emocionada, o algo que no le permitía moverse, pasmada seria la palabra, entonces vio como aquella monstruosidad se lanzaba contra ella, filothea apretó los músculos deseando recibir el zarpaso, pero al tener en frente el aliento toxico de la quimera, ya no parecía una buena idea, entonces recibió el golpe, que la hizo tambalearse, la fuerza era sorprendente, pues aunque no le fracturo ningún hueso, el dolor era intenso, pronto vio de reojo como la amenazante cabeza draconica se lanzaba a darle una dentellada ; ella no sabía si era por el golpe o por voluntad propia, pero ahora podía moverse con libertada, espero a tener mas cerca la cabeza y dio un salto apoyando sus dos patas delanteras en el dragón intentando que chocara contra el suelo, luego giro sobre su propio eje y endureciendo los músculos de sus alas lanzo un aletazo a la cabeza principal, aunque eso significara que la tóxica sustancia le salpicará.