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Post by Deleted on May 23, 2017 22:30:49 GMT
La noche había caído y junto con ella parecía que todo ser viviente se había esfumado, aunque lo más probable es que estuvieran escondidos en sus casas, rezando por que ningún ser oscuro pudiese encontrarlos. La luna roja había llegado... Aquella época en la que la moralidad no era mas que un chiste y sólo los más valientes se atrevían a aventurarse a los más recónditos rincones de Mirovia en búsqueda de aquellas míticas flores que se solía contar, podían curar enfermedades y sanar a los heridos.
Ondine nunca había sido una persona valiente, a decir verdad... Siempre se la había pasado encerrada en su casa cada luna roja desde que se enteró de lo que sucedía en la superficie, pues para ella su vida era muy preciada aunque no lo dijera en voz alta. Sin embargo éste año un bichito de curiosidad se había apoderado de su mente, bichito que se vio alimentado y reforzado por la invitación que su... Al parecer prima... Le había hecho, por lo cual no dudó ni un instante en prepararse para su travesía con todo lo necesario, y cuando menos se dio cuenta, ya estaba esperando a Deti a orillas del Gran lago de las Hadas con una canastita en sus manos.
El agua sin duda estaba más fría de lo que solía recordar, y en el aire se podía sentir una sensación de peligro latente a tal magnitud que ni siquiera Ondine había experimentado en sus 234 años de vida. Por lo que intimidada y llena de un fuerte miedo, la sirena salió del agua en su forma fated y escondió sentándose en un pequeño y oculto lugar que estaba entre dos piedras para protegerse mientras esperaba, y desde el fondo de su corazón rezaba para que ninguna criatura de las sombras la encontrara primero que Deti.
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Post by Deti Kandil on May 23, 2017 22:59:43 GMT
El cielo se había vuelto de un rojo carmesí, aquel suceso tan esperado por la sirena acababa de comenzar y ella ya estaba lista para la búsqueda de sus tan amadas (y codiciadas) flores. Se coloco su capa negra de viaje, se acomodo la capucha y antes de salir se aseguro de haber echado todo lo que necesitada en su bolso. En su bolso empaco; uno de sus kit de supervivencia, algunas cuantas pequeñas esferas de veneno (las cuales usaba mucho como arma cuando salia), bombas de humo, un pequeño cuchillo, y algunos ungüentos, si todo estaba en su lugar.
Salio de su cabaña oculta por los arboles y camino al punto de encuentro que le había indicado a Ondine. Se había sorprendido de que ambas fueran primas y que vivieran en Mirovia, así que no pudo evitar el invitarla a su travesía, a ambas le convenía el obtener aquellas flores, aunque las intenciones de la pequeña medusa eran mas oscuras.
No tardo mucho en llegar al punto y ver a su prima ahí ya esperándola, levanto una mano y la saludo desde lo lejos para llamar su atención. -Holi prima~~-
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Post by Clara Smith on May 24, 2017 1:00:30 GMT
El peligro se sentía en el ambiente, Clara corría por todo el templo de la primavera de un ruido lejano con una capa negra que usaba en caso de tener que camuflarse con algún tronco,con una mochila donde llevaba distintos tipos de cachivaches. El ruido que parecía perseguirla y hacerse cada vez más fuerte, se esfumó entre el silencio del bosque y los aleteos de las aves que fueron forzadas de volar de sus nidos debido a los peligrosos arcanos que merodeaban por el lugar. La selkie se arrodilló cuando se sintió fuera de peligro, en frente del lago donde se reflejaba la luna del color de la sangre. Sabía exactamente donde estaba, había llegado al gran lago de las hadas,no creía lo afortunada que era al encontrarse con el cuerpo de agua, no había traído agua y eso le caía como encontrar una mina de oro.
Tomó su termo y lo acercó a las orillas del lago para poder recoger agua, pero antes de poder sumergir el termo, escuchó otro ruido saliente. La arcana, que estaba paranoica, saltó a un arbusto que estaba rodeando el lago. No sabía con quién se iba a encontrar. Al ver a las dos familiares,suspiró con un gran alivio,se esperaba lo peor. Ilusionada de que las otras dos eran inofensivas,no pensó ni dos veces en volver a la orilla y tomar agua del lago.
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Post by Fiona Brennan on May 24, 2017 1:13:41 GMT
La Luna Roja se cerñía sobre el cielo tiñiéndolo todo de un rojo carmesí. Era peligro de toparse con seres de los más oscuros se veía multiplicado muchas veces y pocos eran los que querían abandonar sus hogares y exponerse al peligro. Pero Fiona... Fiona sentía la adrenalina fluír por su cuerpo a la vez que caminaba con paso seguro cargando un bolso de tela y una espada en su mano derecha. "Aventura" era su segundo nombre y había elegido la época errónea para visitar el Gran Lago de las Hadas ya que magia y belleza habían sido reemplazados por el rojo carmesí y el frío que lo inundaban todo.
La sirena llevaba en su bolso vendajes, algunas plantas curativas (para heridas más profundas), varias dagas, agua y algún otro objeto más ya que no quería arriesgarse a una muerte segura. Aquella preciada flor era motivo más que suficiente para arriesgar su vida... además de que estaba segura de que estas noches rojizas serían aventuras de lo más interesante.
Sus pensamientos se interrumpieron cuando oyó, a varios metros de ella, que una joven hablaba con otra arcana. Por el tono de esta deducía que se conocían y por la apariencia de ambas no parecían ser seres de oscuridad. Luego apareció otra joven, de apariencia inofensiva también. Todavía con su espada en la mano y sujetando su bolso se quedó mirando a las arcanas de reojo mientras pensaba si era buena idea acercarse a ellas o no.
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Jundel Fenrir
La Resistencia
La luna nos llama, pues somos las sombras de los aullidos de la noche...
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Post by Jundel Fenrir on May 24, 2017 2:47:51 GMT
El cielo era apacible por muchos dias atras, Junudel caminaba por los bosques con el costado dañado por una pelea anterior a esta noche en especifico, el golpe sanaba rapidamente debido a que su licantropia se lo permitia, para alzar su mirada al cielo, habia extraviado el preciado collar de su madre unas noches atras, lo cual le tenia muy afectado, para sentir una punzada en su pecho. Su cuerpo se habia puesto erizado como si fuese la piel de una gallina, abrio sus ojos como platos ante la sensacion ¿que era esto?, no pudo evitarlo teniendo una reaccion instintiva de alzar la vista encontrandose con aquel mas grande temor suyo.
La luna llena en el cielo, pero esta se encontraba completamente diferente a la que recordaba...bañada de aquel rojo tal y como la sangre, fue cuando se dio cuenta de que esa noche, seria na de las mas horribles de su vida, para sentir un terrible dolor en el cuerpo. Se sostuvo la cabeza con fuerza queriendo enterrarse las garras en una lucha de mantener sus ideas enfocadas en una cosa. "N-no pierdas el control, no eres una bestia...no eres una bestia...no eres una bes...ti...a..." El dolor comenzo a sentirse mas y mas fuerte, cuando comenzo a ser insoportable, sintiendo como si sus huesos comenzaran a romperse. "crack" ese sonido comenzo a escucharse en el bosque, cuando sus gritos de dolor resonaron seguidos de aquel sonido insesante, el licantropo comenzo a tomar aquella forma.
-A-AAAAAGHHH G-GRROOOOOAAAAAAAAAR!!!-
Sus gritos eran tan horribles como el sonido de los huesos acomodandose, expansiendose los musculos y las pocas ropas suyas se rasgaban, ahora el bosque de las hadas era el lugar quiza mas peligroso en esos momentos por que un Lycan estaba suelto, no...no solo uno...la manada de la tormenta aullante estaba ahi, pero Jundel trato de alejarse de sus amados hermanos que temia herir, lloraba, el dolor, el miedo...Jundel perdio poco a poco la cabeza, cuando estaba ya en el suelo del bosque tratando de evitar el horrible dolor pero era inutil el instinto de lycan surgio, para alzarse de golpe soltando un gran rugido, cayendose la piel que se veia de su forma Sellada pasando a ser ese enorme ser terrenal, su rugido resono en cada parte del bosque.
 Aquel que no estuviese preparado tendra que esconderse o ser devorado por un ser que no tenia conciencia de si mismo, un hijo de la luna, el instinto lo guiaba, lo dominaba para correr por el bosque en busca de algo, probablemente su siguietne presa hasta escchar las voces...voces no muy lejanas de el, para dirigirse hasta aquel punto.
Fuerza: ★★★★ +3 por su forma Lycan. |
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Post by Deleted on May 24, 2017 4:28:50 GMT
Nunca había hablado con Deti fuera de la tableta, por lo que al oír repentinamente que alguien se acercaba entró en pánico y se sobresaltó. Sin embargo cuando vio que la causante de todo aquello era una "niña" pequeña que tenía una apariencia que le resultó sumamente familiar, la pequeña medusa se tranquilizó y se levantó para ir hacia ella. - H-Hola... Uhm... Prima. - Respondió en un tono algo tímido y desconfiado en cierto punto. Pues a decir verdad, para Ondine era demasiado raro el hecho de ver a un familiar justo enfrente de su nariz, ya que estaba acostumbrada a ser solo "ella contra el mundo".
Un ruido... Dos ruidos... CERCA.
Tan pronto como escuchó sonidos extraños viniendo de diferentes puntos del lago, la medusa se puso azul del miedo y se acercó drásticamente a Deti para abrazarla en busca de protección, enrollando además sus tentáculos en los brazos de la otra medusa. - ¡¿O-OÍSTE ESO?! - Preguntó en un tono horrorizado mientras trataba de hacerse lo más pequeña que podía, como si al hacer eso fuese a desaparecer de allí y fuese a aparecer sana y salva en su casa. Pero aquellas falsas ilusiones no pudieron ser interrumpidas de peor manera de como lo hicieron.
Quejidos, gritos... Aullidos.
Había alguien más escondido allá afuera... Alguien que definitivamente era peligroso. - T-Tenemos que salir de aquí... - Murmuró Ondine en un tono bajo, mirando en la dirección de donde habían venido esos alarmantes sonidos.
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Post by Deti Kandil on May 24, 2017 5:15:32 GMT
Se quitó la capucha de su capa dejando ver su rostro infantil, aunque sus ojos no eran visibles por aquel flequillo, saludo a la que era su "pariente" lejana, sabía que era muy probable que fuesen familia ya que las sirenas medusas no eran tan comunes, eran solo un pequeño número y tenian el mal habito de separarse después de un tiempo. -lista para...- no termino de hablar, cuando noto la distracción de su acompañante y como miraba alrededor como si no estuviesen solas. Antes de que pudiese mirar a su alrededor la pequeña medusa ya se veía envuelta por los tentáculos de su pariente en pánico que gritaba si había escuchado aquellos ruidos. Intentando equilibrar su pequeño cuerpo con el de Ondine sobre ella y entre quejas respondió -supongo que no estamos solas esta noche~jiji- miró a su alrededor, noto algunas ondas en el agua, había dos posibilidades: algo estaba en aquellas aguas en ese momento o alguien estaba en esa orilla introduciendo algo en el agua. Esperaba que ese alguien o algo no fuese peligroso. Observo de reojo a Ondine, le divertía aquella expresion de miedo pero tenia que calmarla o no podrían buscar las flores, pero antes de que pudiese hablar algo le congelo. El bosque y los árboles se estremecieron al son de aullidos no tan amistosos. La sangre de la pequeña medusa se heló por aquello, estaba por primera vez en tanto tiempo sintiendo pánico, no pudo más que abrazar con fuerza el cuerpo de Ondine y encogerse hasta que le escuchó entre murmullos -s-si... vámonos- decía con la voz temblante, dio unos pasos hacia su lado izquierdo manteniéndose cerca del lago, ese sería su mejor escape si era necesario. |
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Post by Clara Smith on May 24, 2017 23:44:47 GMT
No había terminado de guardar su cantimplora rebosante de agua, cuando escuchó gritos cercanos, ¿aquel otro arcano oscuro que le perseguía unos minutos antes no había ido por su propio camino?¿La había encontrado?¿Había lastimado a alguien más?. Sin dudar, se levantó para ver de donde provenían los desgarradores ruidos y miró con temor a su nuevo acompañante, se quedó quita contemplando con horror al ser que tenía intención de atacar a los presentes.
Pasaron unos segundos antes de que pudiera reaccionar ante lo que estaba viendo, intentando pensar en un plan nuevo, pensó que podía volver al arbusto de donde se había escondido de las medusas, pero eso sería terriblemente cobarde, no se sentía capaz de abandonar a más gente,incluso si no les conocía haría lo que fuera para salvarles la vida. Retrocedió unos pasos y siguió pensando hasta tener una idea,era rápida mentalmente en situaciones de peligro. Sumergió sus botas de bisonte al lago y corrió hasta la orilla donde se encontraba la otra sirena.
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Post by Fiona Brennan on May 25, 2017 0:56:08 GMT
Aquel rugido cercano recorrió la mente de la sirena, dándole un claro mensaje: sea el que sea que haya emitido ese atroz rugido iba a por ellas. Por las cuatro. En ese estado de alerta no encontró otra solución que salir disparada hacia el Gran Lago ya que las sirenas encontraban más fortaleza si se hayaban en el agua, pero ni bien colocó sus pies en el espejo de agua, su cuerpo tembló un poco.
-Brrr... Está... fría...- Exclamó para si misma apretando sus dientes, pero eso no la detuvo para seguir caminando hasta tener sus rodillas cubiertas por el agua. Observó a las tres jóvenes y mientras caminaba hacia ellas comenzó a pensar en una estrategia. No sabía a que se enfrentaba, pero si no tomaban medidas las cosas podían salir mal...
Apurando el paso y sujetando su espada con un cinturón de cuero que rodeaba su cadera alzó la voz y se dirigió a las sirenas medusas - ¡OIGAN, USTEDES DOS! ALÉJENSE DE LOS ARBUSTOS Y ÁRBOLES! MANTÉNGANSE CERCA DEL LAGO- No las conocía de nada ni tampoco sabía quiénes eran, pero algo le decía que no debían permanecer allí.
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Jundel Fenrir
La Resistencia
La luna nos llama, pues somos las sombras de los aullidos de la noche...
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Post by Jundel Fenrir on May 25, 2017 1:56:46 GMT
La criatura corria, corria como si fuese atacada o como si no tuviera control de sus extremidades, enterrando las garras contra la tierra para poder tomar una mayor velocidad de impulso, hasta que se detuvo en seco, saliva caia de su hocico abierto que mostraba los colmillos, acompañado de su lengua entre salida, para ver a las cuatro chicas cercanas al lago de las hadas, este gruño furico para saltar hacia las que se encontraban aterrorizadas por su presencia, el olor al miedo, los sonidos de sus corazones latentes lo incitaban a atacar, le gritaban, le hacian sentir como cuando perseguia un ciervo a medio morir, le encantaba...estaba decidido a matarlas a las sirenas medusa que estaban vulnerables en tierra, congeladas por el miedo.
¡¡¡GROOOOOOOOOOOOOAAAAAAR!!!- |
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Post by Deleted on May 26, 2017 2:31:36 GMT
Una voz desconocida llegó a los oídos de la pálida chica. Voz que les advertía que debían apartarse del bosque y acercarse al agua. Pero la pequeña medusa no podía... No... Estaba demasiado aterrada, tanto que se sintió prácticamente congelada. Su prima Deti prácticamente la arrastró cuando comenzó a moverse hacia el agua, pero ni así fueron lo suficientemente rápidas como para escapar de aquella bestia que rápidamente se movía entre la vegetación, yendo directamente hacia el par de sirenas medusas. Ahora la tenían en frente... ¿Sería que todo ya había llegado a su fin para ellas? ¿Ya no había salvación para ellas dos? Ondine se resignó. Sabía que en cuanto se movieran la bestia saltaría a ellas y terminaría con sus vidas, así que sólo cerró sus ojos y esperó pacientemente a que aquel lycan hiciera lo suyo. "Vive tu vida, y recuerda que te amé." Fueron las palabras que repentinamente sonaron en la mente de la sirena, haciéndole abrir los ojos de manera repentina. Ella lo había hecho, había prometido vivir por ella y por Zack. Vivir su vida en una plena tranquilidad, una vida llena de felicidad y llena de buenos recuerdos y bueno... Sí, morir... Pero su muerte sólo podía ser causada por su extrema vejez, no por los dientes de un lobo hambriento que la había pillado desprevenida. La medusa pronto se llenó de determinación y volteó a ver al lobo, el cual las miraba a ella y a Deti con sus ojos hambrientos. NO. No iba a morir allí... No ese día ni en ese momento. Con ese pensamiento y con todo el sentimiento en su ser, Ondine juntó sus manos en su pecho y comenzó a cantar. Aquella "canción" realmente no tenía ni pies ni cabeza, sólo eran diversas notas dispersas cantadas con una melodiosa voz, la cual estaba siendo usada para aturdir al lobo y conseguir aunque fuese una pequeña oportunidad para poder escapar. Mientras Ondine cantaba, se iba alejando poco a poco del lobo dirigiéndose directamente al agua. Sabía que no era bueno dejar a aquel lycan suelto, pues podía lastimar a otras personas que pudieran encontrarse a los alrededores. Pero no tenía opción... No había llevado ni una soga que pudiese ayudarla a someter al lobo. Tendría que dejarlo a su suerte.
Al menos no se las iba a comer a ellas... |
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Post by Deti Kandil on May 29, 2017 22:22:55 GMT
Deti dirigió su mirada a aquellas voces lejanas de las demás jóvenes, le estaban ordenando algo sumamente obvio que ya estaba haciendo desde el inicio, para un par de sirenas el agua era su zona más segura, pero se le estaba complicando aquella labor por tener que cargar a su propia prima que aunque tuviese un tamaño como el de una niña, no se le facilitaba por tener la misma imagen de infante y fuerza de infante. "asdssda su vida o mi vida asdsa porque rayos hago eso!? a si... mi flor... alsdkjskda" maldecía para sus adentros mientras avanzaba paso a paso al lago ya no les faltaba mucho para llegar.
Un inmenso rompió aquella tensión, esa era la horrible señal de que había elegido a su o sus presas y estaba por atacar. Las piernas se le congelaron y temblaron al momento que se dio cuenta que aquellas presas serían esas dos indefensas y temblantes medusas. No sabia que hacer, su cerebro decía que corriera pero sus piernas no respondian, y Ondine no la reconfortaba, se había rendido por completo ante la bestia, en su pecho un sin fin de emociones se aborbotonaron, furia por no poder seguir con su aventura, miedo a ser devorada, impotencia al no poder defenderse.
-ME LLEVA LA...- no termino de soltar aquella palabrota cuando fue interrumpida por la voz melodiosa de Ondine. Conocía aquella habilidad propia de ciertas sirenas, y agradecida con todo su ser que su prima fuera poseedora de esta, al escucharla sus piernas se destrabaron y pudo llegar al fin a una corta distancia del lago, tenia que darse prisa, el langren no duraría mucho con la canción.
-al agua!- dijo al momento que lanzaba a Ondine al lago, seguido que se lanzaba ella en un clavado rápido, ya no le importaba ya la temperatura del agua, su pecho estaba completamente acelerado, solo quería escapar.
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Post by Clara Smith on May 30, 2017 1:12:08 GMT
Pensó por un momento de que el licántropo las atacaría, pero para su fortuna , una de las sirenas comenzó a cantar con su melodiosa voz, dejándolo en un pequeño estado de trance, agradecía de que lo pudiera entretener,les daría tiempo suficiente para escapar. Se alivió cuando las vio caer el la helada agua del lago, pero ese alivio se desvaneció en un momento, si ellas estaban fuera del alcance del peligroso arcano, este no dudaría en abalanzarse a ella y a su compañera. Miró a Fiona y tomó su brazo.-Escúchame,necesito que aguantes la respiración,tenemos que saltar al lago si queremos salvarnos.-Seguidamente, lanzó a la sirena al lago sin saber su raza, yendo detrás de ella y convirtiéndose en su forma arcana,sin mayor molestia por la temperatura del agua. Estaba muy fría, pero ella podría resistirlo, lo que realmente le preocupaba era la otra arcana.
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Post by Fiona Brennan on May 30, 2017 1:52:25 GMT
Se sorprendió cuando vió que las jóvenes que permanecían juntas eran sirenas, pero a su vez se alegró que ambas saltaran al agua ya que por lo menos allí permanecerían a salvo del gran licántropo que había saltado hacía ellas. Lo que no tenía en mente es que la otra muchacha iba a lanzarla al lago para poder salvarla. Sin poder decir ni una sola palabra el cuerpo de Fiona se estampó contra aquella superficie líquida, salpicando agua hacia todos lados, pero estando bajo agua pudo observar como aquella arcana era una selkie. Entendió así que todas tendrían al menos cierta ventaja en aquel lago y que sería algo complicado para el licántropo luchar en el lago, si eso es lo que hacía. Aun así y para no tentar la suerte, Fiona retiró su falda de sus piernas dejando notar sus escamas y aletas violetas que brillaban con la luz roja de la luna para permitirle moverse con mayor facilidad. Si algo sucedía quería poder movilizarse lo más rápido posible.
Observó al licántropo. Este parecía fuerte, astuto y veloz, lo que suponía que un zarpazo de su parte haría que cualquiera de ellas caiga al frío suelo, desangrándose. Mientras mantenía este pensamiento en su cabeza iba alejándose hasta alinearse al lado de la selkie y recordó lo frío que estaba aquel lago mientras se cubría los brazos con sus manos. No era nada que no podía resistir, pero más importante era ver que es lo que hacía aquel lobo.
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Jundel Fenrir
La Resistencia
La luna nos llama, pues somos las sombras de los aullidos de la noche...
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Post by Jundel Fenrir on May 30, 2017 5:24:27 GMT
El ser que se habia lanzado a atacar a las dos sirenas se freno en seco, chillo de un poderoso dolor ante lo que era el canto de una de las sirenas medusa, agacho sus orejas encorvando su espalda mientras retrocedia unos pasos, fue entonces cuando su oreja izquierda comenzo a sangrar, habia logrado aturdir al licantropo a un nivel en el cual debido a su agudeza sensorial habia sido temporalmente dejado sordo de ese lado.
Gruño furico mientras chillaba y alejaba del tanto como le era posible de las sirenas medusa, cuando estas saltaron al agua y aquel sonido torturante habian cesado el Lycan gruño nuevamente, para enfocar su mirada en lo que eran otras dos jovenes que habian estado tambien ahi, su siguiente presa eran esas dos chicas, para saltar hacia la direccion donde ellas se encontraban, mostrando sus colmillos que ahora se habian manchado con la sangre de su herida en la cabeza y sacando las garras que eran tan filosas como navajas que muy seguramente usaria para despellejarlas vivas.
No fue asi hasta que ambas arcanas saltaron de igual manera al agua, Jundel gruño furioso, para saltar detras de ellas pero que tonto fue, el frio del agua hizo que sus musculos se entumecieran al igual que su burda forma para nadar, no era buen nadador nunca lo fue en ninguna de sus 5 formas. Chillo del frio y gruño para tratar de salir del agua, sacudio su cuerpo herido y miro a la Sirena de escamas purpuras que yacia con una espada, lo cual causo que gruñera hacia ella como retandola a que le atacara si era capaz de hacerlo.
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