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Post by Marcelline Aavedra on Aug 30, 2017 5:13:16 GMT
A pesar de querer hacerlo sentir mejor, es él quien logra desatar un leve rubor en mi mejillas. Tanto sus palabras como acciones de respeto me hacen sentir... útil. Por un momento pienso en devolverle el cumplido, mas al ver que el joven se deleita con la hermosa imagen del cielo nocturno decido guardar silencio. Pues a pesar de querer darle ánimos, sé más feliz que nadie la gran conexión emocional que puede haber entre el ser vivo y un hermoso paisaje. Más si éste último es tan hermoso como el que nos sobrevuela. En cuanto el joven comienza a hablar, me acerco lentamente hacia él. Más que nada para no perderme ni un poco de la misma. Mientras la historia sigue su rumbo, no puedo evitar acompañarlo a deleitar aquel hermoso astro que a tantos mortales ha enamorado. Y, por alguna razón siento una conexión especial con ella. Como la que siento por mi madre. No, como la que un chico siente por una joven de hermosa cabellera semejante al resplandor lunar. Este mismo sentimiento invade mi pecho, haciéndome imposible no enternecerme con la historia. Con mucha dificultad despego la mirada del cielo y la dirijo nuevamente hacia mi acompañante. - Eso fue... ¡Fue hermoso! - murmuro apenas con los ojos húmedos y temblorosos. - Eso, yo... - digo susurrante llevando ambas manos a mi pecho. - Realmente logró conmoverme, señor Abdon. - Continúo mirándolo hasta que recuerdo la pregunta que antes me había hecho. - Y... sobre lo que preguntó primero... Siempre extraño mi hogar. Ya se aquí o dentro de aquel infierno, mi madre siempre será mi dulce hogar. -
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Post by Abdon Santori on Sept 23, 2017 23:36:03 GMT
-Una historia conmovedora, pero tan llena de esperanza como la que he perdido alguna vez. Aunque siendo honesto, es dolorosamente conmovedora, la encontré alguna vez dentro de un libro viejo, casi tan antiguo como el tiempo mismo...- Lanzó un pesado suspiro el cual se mezcló con el vapor que salía del agua, incluso si el relato era infantil, optimista y conmovedor, había algo que le molestaba de este, probablemente era que después de todo lo que había hecho, su esfuerzo le dio frutos... Contrario a lo que le pasaba a él.
-Al menos sigues conservando un lugar llamado hogar, y a...-Una pausa se llenó por el sonido de algunos insectos, malos recuerdos venían a su mente, la extrañaba, pero, ¿qué podía hacer ahora?, ¿acaso podía devolverle la vida?. Su puño se apretó a las orillas del cuerpo de agua, no quería terminar su frase, pero, ¿no sería descortés dejarla con esa incertidumbre?, si tenía algo que decir, debería decirlo ahora.
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Post by Marcelline Aavedra on Sept 28, 2017 20:06:40 GMT
El chico se muestra afectado por lo antes platicado, sobretodo por mi respuesta. El silencio que ha provocado me confunden por un momento, pero al ver su mano empuñada con tal fuerza me ayuda a imaginar lo que ocurre. - Ehh... ¿S...Señor Abdon? - murmuro tímida al pensar que tal vez no debería seguir insistiendo en el tema. - C...creo comprender lo que sigue. Y-ya sabe, lo que concluye la frase. A...aunque tambien puedo estar equivocada, pero...- Me muestro nerviosa al no haberlo pensado con más calma. Y aunque me encuentro de esa forma logro acercarme un poco más hacia él. - S...si se trata de algo que le moleste, entenderé que no quiera continuar.- Mi voz carga todo mi nerviosismo y ni que decir de mi cuerpo. Por un momento pienso en si sería buena idea tomarle del hombro pero termino por no arriesgarme. A pesar del calor en el lugar mis manos tiemblan. Realmente estoy nerviosa. Por el momento mantengo las manos debajo del agua para no resaltar mis nervios. - M...me gustaría algún día ir a su florería. T...tengo un amigo que gusta de ellas. - digo expontáneamente, intentando cambiar el tema de conversación. - L-lo lamento. Es sólo que... no quiero provocarle molestia alguna, señor. -
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Post by Abdon Santori on Oct 16, 2017 23:31:12 GMT
-Está bien no tiene el porque de preocuparse, joven dama, a veces me pongo melancólico por cosas del pasado.- Notó su nerviosismo, no era su intención ponerla en ese estado, esperaba que se calmase. Las nubes danzaron con suavidad por el cielo, escondiendo las nubes y dejando casi por su totalidad a oscuras el lugar. -Usted está totalmente invitada a mi florería, no me molesta en lo absoluto, solo que, no se si el lugar donde está posicionado sea del agrado de todos.- Era obvio que la ciudad donde actualmente vivía no era linda ni agradable, pero, al menos era buena para él.
-Se encuentra en Reapergate, pero, a veces hago envíos, aunque tiene que ser una muy buena suma de capital para hacerlos.-Posicionó su codo en la orilla y reposó su barbilla en su mano, con los ojos cerrados, había sido víctima de graves quemaduras antes de adaptarse a su nueva raza, extrañaba a veces volver a ser humano. -El sol es un enemigo casi mortal para mi, pero, intento dar lo mejor para mis clientes.- Sin dejar su posición, siguió hablando con gran calma y seriedad.
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Post by Marcelline Aavedra on Oct 25, 2017 14:26:05 GMT
- ¿R...Reapergate? - murmuro inocente al no saber del todo de lo que me habla y, con una timidez menos concentrada bajo el rostro. - Para serle sincera, no conozco ese lugar. - Más por ansias que por pena, juguetéo con mis manos por debajo del agua y voltéo de vez en cuando a verle. Obviamente, debido a la situación no lograba tener contacto visual con él por mucho tiempo y terminaba desviándola, penosa. - Ha-hace poco que llegué a la isla. Así que... no he... tenido tiempo de visitar todas las zonas. - Mi voz bajaba de tono conforme pronunciaba aquella última frase, pues no sabía como lo iba a tomar el joven Abdon. - P...pero algún día iré. Y sin duda alguna pasaré a viitarlo. Como ya antes he dicho, le debo mucho a su familia. Y... aunque usted se reuse, siento la necesidad de devolverles ese favor.- A diferencia de antes, la timidez que aún siento no me impide regalarle una sonrisa sincera y mucho más cálida que el agua que nos acoge. De repente, mi rostro se ilumina como cualquier ser al que se le ha ocurrido una idea y toda esa pena que he sentido se esfuma por un momento. De inmediato me dirijo hacia el joven y con las manos reposando a mis espaldas le hablo con una naturalidad bastante distinta. Tan sólo espero no dar una imagen incorrecta, como de ser una persona bipolar. - De hecho, si usted gusta podría llevarlo hasta Reapergate. C...como sabe soy un wynern y, aunque no suelo volar distancias largas llegaríamos a ese lugar mucho más rápido que a pie. A...además podríamos convivir un poco más y... pues... podría hacerle un poco de compañía y de paso le haría un pequeño favor. -
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