La Respuesta de Aquel Enigma (Privado)

Chris observó al chico correr fuera de la habitación con entusiasmo, soltó una risita mientras se ponía de pie e una detrás de el. Para cuando llego a la entrada principal lo encontró tapándose los ojos y quejándose de sobremanera —Estas en Draconia y es de día, una muy mala combinación para criaturas nocturnas supongo— se recargo contra uno de los pilares de la casa mirando al joven con los brazos cruzados de nuevo.

—No deberías apresurarte tanto cariño, han pasado demasiadas cosas en tan poco tiempo, incluso sigo asimilando algunas cosas— se acercó al chico posando sus manos en su rostro —te prometo que surcaremos los cielos de Mirovia muy pronto— depósito un pequeño beso en la frente del chico, como lo haría una hermana mayor o una madre incluso.

—Eso es normal cariño, estamos en Draconia hogar predilecto de los dragones y criaturas de fuego— se dejó caer en uno de los muebles que tenía en la sala, era la primera vez en mucho tiempo que se tomaba un pequeño descanso... En su casa

Había sido un día de locos, más que agotada físicamente lo estaba de manera psicológica, todo lo que había presenciado en tan poco tiempo debia comenzar a digerirlo con calma.

Chris puso sus manos atrás de su cabeza como soporte, subió sus  pies en la mesa que tenia frente a ella y cerró los ojos -No lo se, tal vez dormir, es todo lo que hago cuando llego a casa- hablo algo fuerte sin abrir los ojos. El hecho de estar en su hogar significaba que no haría nada, solo llegaba de vez en cuando a guardar algunas cosas o cambiarse, esta vez estaba refugiando a alguien y no sabia bien que hacer para divertirse dentro, soltó un largo suspiro, en esos momentos lo único que necesitaba era un cigarrillo o una copa de ron

La puerta principal se abrio y chris pudo divisar a baromio saliendo por esta, quiso ir detrás de el pero era mejor dejarlo que explorara un poco, además la somnolencia que le generaba estar de vuelta a casa le impedía levantarse de aquel mueble. De pronto el ambiente cambió, el interior de la casa se sentía bastante fresco y eso dejo a la dragona bastante extrañada. El chico volvió a entrar con una sonrisa en el rostro y un obvio alivio por el cambio de temperaturas.

-Baromio... ¿Que hiciste?- dijo a la distancia la chica, observando a su inquilino con una mirada curiosa y media sonrisa en el rostro. 

La dragona soltó un largo suspiro, debía de admitir que el ambiente se sentía bastante agradable y eso solo le provocaba mas somnolencia. Siguió a baromio hasta su cama, en donde se recosto a un lado de el con la mirada hacia el techo. De nuevo un mar de pensamientos llenaban la cabeza de chris, todo había sido tan repentino e inexplicable que apenas podía procesar bien las cosas.

En resumen y a lo que ella llego a entender: Baromio era victima de una maldicion que de algún modo chris pudo romper, no recuerda nada de su vida mientras era gris y ahora estaba viviendo en su casa. No le molestaba en lo absoluto, solo estaba curiosa por lo que fuera a pasar en el futuro y con el chico, sin duda alguna era una persona de lo mas interesante.