E3-Primer evento

Había sido un bonito día, había disfrutado dibujar y pasear, aunque esta vez no había comprado muchas cosas, sus ansias por nuevos objetos se saciaban con el pasar del tiempo, decidió escapar un poco del bullicio mientras comía unos nuevos dulces, su paladar estaba en el paraíso, realmente se admiraba de las habilidades y talentos de los arcanos, de todos en general, no podía negar que cuando vivía en el pueblo en sus años de juventud admiraba ver como creaban hermosas obras, quizás era demasiado impresionable, o simplemente disfrutaba de ver a las personas orgullosas de su trabajo, y no era para menos, debían estar orgullosos de eso, aun si no les quedaba perfecto, todo con el tiempo mejoraba, y el talento necesitaba ser pulido como cualquier piedra preciosa


Metió otro dulce en su boca, saboreándolo, pero algo llamo su atención, vio a una joven a una distancia prudente, que frotaba su rostro intentando limpiar sus lágrimas, pero sus ojos no dejaban de lagrimear, se apresuró a tragar el dulce y se acercó a paso lento, calmado, esperando no molestarla, sonrió cuando estuvo cerca, tocando su hombro con delicadeza – Discúlpame, no es mi intención causarte más molestias, pero me llama la atención ¿Por qué lloras? ¿alguien te ha hecho daño? – Pregunto preocupada, ofreciendo un pañuelo que había sacado de su bolsillo con un pequeño gato bordado en una esquina, Lumina sonrió maternalmente, la chica se veía más joven de lo que pensó, quizás había sido rechazada, había visto varias señoritas así, y siguiendo su instinto maternal, les había escuchado y ofrecido dulces, esperaba haber calmado un poco sus corazones, el amor era algo complejo y llegaba cuando tenía que hacerlo


La observo un poco más, se veía bastante bonita, tenía un buen porte, elegante, no se veía como una campesina, de seguro pertenecía a alguna familia más poderosa, aunque eso no quitaba que algo aquejaba a su joven corazón, con la mano libre saco la bolsita donde estaban los dulces - ¿Gusta uno señorita?- Ofreció, ahora que lo pensaba quizás se veía extraño que se estuviera acercando de esa manera a una chica, más aun sin presentarse – Disculpe mis modales, mi nombre es Lumina- Ahora sí, ya podían entablar mejor una conversación

Lumina guardo la bolsa con delicadeza, comprendiendo mejor el problema, suspiro suavemente y ordeno un momento su cabello, pensando en las palabras correctas que pudieran dar alivio al corazón de la joven dama, su mente se perdió en los recuerdos, ella sabía en carne propia lo que era empezar de cero, luego de haberlo perdido todo, ya lo había hecho dos veces seguidas. Tomo una bocanada de aire y volteo a ver a la muchacha – Comprendo tu problema… empezar una vida nueva es difícil… siempre será difícil, y aprender a cargar con el pasado es algo que hay que hacer – Se puso frente a la chica y con el pañuelo limpio sus lágrimas – Si crees que no fuiste buena con la vida que llevabas antes, entonces debes cambiarlo, es difícil cambiar, pero el esfuerzo vale la pena – Sonrió con un gesto maternal, tranquila, esperando con todo corazón que sus palabras aliviaran el corazón de la muchacha – Te lo dice una persona que lo ha hecho dos veces ya… Empezar de nuevo, o dar un cambio importante en la vida es difícil, implica arriesgarte a ti y a tu alma, implica tener que exponerse al mundo, sentirse desprotegido e incluso…solo… Pero con el tiempo todo cambia, las más hermosas flores toman su tiempo en llegar a su esplendor, y necesitan de mantención y cuidado, así que no tengas miedo por tu pasado joven dama, algún día serás capaz de verlo y reflexionar correctamente sobre el – Termino de pasar el suave trozo de tela por las mejillas de la chica


Se alejó un poco y estiro su mano con una sonrisa suave, y con tono amable miro a la chica a los ojos, la pupila blanca la miraba fijamente –Ahora que me dice señorita ¿Aceptaría un baile conmigo? Si no es así entonces permítame guiarla por este hermoso lugar, puede que algo la anime en el camino- Ofreció la alta mujer, esperando pacientemente una respuesta

La sonrisa de la joven fue correspondida con la misma alegría, y con un gesto suave la alta mujer la guio hacia la pista, donde el resto de parejas se preparaban para mostrar sus habilidades en el arte de la danza – Esa sonrisa le queda mucho mejor, debo decir – Comento con un tono suave y voz cantarina, mientras dejaba a la joven frente a ella, al final de aquella fila, poco a poco las personas hicieron un circulo alrededor para admirar el bellísimo espectáculo que se daría en unos momentos – Discúlpeme de antemano si cometo algún error, hace muchos años que no bailo – admitió con cierta vergüenza Lumina mientras ordenaba su chaqueta, hoy bailaría con el rol de un hombre, y quería sentirse como tal, la idea era ridícula pero le hacía gracia, recordaba cuando su marido y ella cambiaban de puestos al danzar, siendo la mujer de cabellos blancos quien marcaba el paso y el, le seguía riendo, contándole chistes para intentar hacerla reír, esa tonta y ridícula risa que sería su maldición

La música comenzó suave, el público presente aplaudió animando a las parejas a danzar, expectantes del espectáculo

La mujer de blancos cabellos se sorprendió ante la respuesta de la joven muchacha, pero ya era tarde para arrepentirse, se acercó a ella con paso determinado y le reverencio con educación, un vals clásico era sencillo a su parecer –entonces permítame guiarla joven dama, y no tema equivocarse, la idea de esto es que lo disfrute- Explico enderezándose y sonriéndole con amabilidad, poso una de sus manos en la cintura de la joven y con la otra tomo delicadamente su mano – bailar un vals no es tan difícil si me permite decir, solo debe tomar de esta forma a su pareja y seguidamente mover los pies de esta forma…- enseño animada, mostrando con suavidad el ejemplo en su lugar, moviendo con cuidado a la joven con quien bailaba, el resto de las parejas lo hacían animadamente, aunque ya había una víctima que se había quejado, Lumina sonrió con ternura, a veces los nervios traicionaban a los jóvenes – Bien, yo marcare el compás y usted debe seguir mis pasos… y 1 2 3- Comenzó a contar mientras movía a la joven, con lentitud, se podía incluso decir que no iban a ritmo, pero lo importante de aquello era que esa muchacha aprendiera y se divirtiera

Lumina se vio gratamente sorprendida por el talento natural de la chica, comenzó a acelerar un poco el ritmo, para dar el compás normal de baile – Tal me parece que el baile se da de forma natural en usted – alago, dándole una suave vuelta, para que el hermoso vestido de la chica se luciera, volvió a tomar su cintura con cuidado para volver al ritmo anterior, poco a poco iban mezclándose con el resto de gente, la música subía de tono sin cambiar aquel característico tono de vals, aunque este era ligeramente más animado. Más vueltas, todas aquellas parejas repetían el compás con gracia, aunque uno que otro accidente se daba, tal parecía que no todos lograban coordinar, Lumina sonrió, repitiendo con voz suave los números, aun contándole los pasos a la muchacha que danzaba con ella – Disculpe mi pregunta a estas alturas, pero aun no me ha dicho su nombre señorita, y me sería más cómodo poder darle un nombre a su bonito rostro – Aprovecho la cercanía de la joven y tomándola de la cintura, la levanto del suelo girándola, junto con el resto de parejas, ella se había fijado que se daba aquel paso extra en esa zona específica de la ciudadela, se alegraba haber venido días anteriores, soltó una ligera risita, disimulada, estaba disfrutando de aquel baile

Tambaleo, la joven había caído mal luego de alzarla y como consecuencia, la perdida de equilibrio y estabilidad la llevaron hacia el frente, cargando su peso en ella quien en un mal movimiento, no logro detener la caída de la chica y ambas terminaron por ceder a la gravedad, Lumina abrazo a la joven, protegiéndola del golpe, amortiguándola con su cuerpo, una sensación de dolor la recorrió pro breves segundos, muy breves, su cuerpo era resistente y cosas como esa no le afectaban, miro a su acompañante desde esa posición -¿Estas bien? – Pregunto con un tono de preocupación, mientras la soltaba para recargarse en sus codos y comenzar a levantarse, ayudando a la más joven a levantar también – Lo lamento tanto, debería haberte avisado que te levantaría, espero que no te hayas hecho daño – La reviso breves instantes, fijándose en que el vestido también estuviera bien, no se hubiera rasgado o algo semejante, miro un poco esas marcas en sus hombros, pero las ignoro, pues no podían haber sido hechas por culpa de una caída como esa, aunque si le llamaba la atención ese color, no preguntaría tampoco, quizás era privado para la joven – Espero que quiera seguir bailando conmigo, señorita Beratris Re… - Se rio muy ligeramente de su chiste “No… eso ha sido un muy mal chiste” Las mejillas de la mujer de cabellos blancos se tiñeron de un suave rosa, avergonzada del pésimo sentido del humor que poseía – Lo lamento, ha sido un pésimo chiste… Pero espero que sigas bailando conmigo, aún queda un poco de música, pero si prefieres puedo invitarte a comer algo – Sonrió un poco más entusiasmada, recordando un puesto cercano con comida en extremo deliciosa, que esperaba a la joven le motivase mas

Asintió ante la respuesta de la muchacha y se retiraron con cuidado de la pista, caminando hasta llegar al puesto de comida, Lumina se estaba tomando su tiempo en elegir, había tanta variedad, sabía perfectamente que podría comerse uno de cada uno, pero no quería causar esa impresión en su acompañante, así que finalmente eligió uno bastante grande y vistoso, y relamiéndose los labios dio feliz la primera mordida, sonriendo mientras masticaba; volteo de forma suave para ver a su compañera mientras terminaba de masticar, pero se vio sorprendida por aquel gesto inocente e infantil, la alta mujer sonrió, terminando de tragar finalmente para soltar una ligera y corta risita, se limpio con ayuda de su manga y seguidamente volver a mirar aquel delicioso pastel y darle otra mordida igual de grande, la mala costumbre de llenarse la boca con mucha comida, incluso sus pálidas mejillas se hinchaban, pero no le importaba, lo disfrutaba bastante, y se tomaba el tiempo necesario para hacerlo


El ambiente seguía siendo agradable, a pesar de que no estuvieran hablando, Lumina miraba de vez en cuando a Beratriz, aunque quisiera hablar no podía hablar, no con comida en la boca, y la verdad el pastelito le estaba ganando la pelea entre su interés de hablar y conocer más de la joven muchacha y ese placer de dioses, bueno, cuando se acabara entablarían una conversación correctamente. En una de sus vistas, por el rabillo del ojo vio algo moverse en el hombro ajeno, volteo a ver mejor, pensando quizás que sería un mosquito o bien, que el vestido si se había roto, pero no era ninguna de las anteriores. Detuvo su masticar, para observar con detenimiento aquellas marcas oscuras en la piel de la joven, en sus hombros, observo, esperando, nuevamente ese movimiento ¿Acaso era…? Levanto su mano hasta tocar esas grietas y descubrir que sus sospechas, sangre, aquellas extrañas marcas comenzaban a cubrirse del líquido carmesí que ahora se había impregnado ligeramente en las yemas de los dedos de la Arconte – Beratris estas sangrando- informo prestando toda su atención a aquellas heridas ¿Cómo? ¿en qué momento? ¿Las tenía antes? No, claro que no, ella la había mirado, no había nada ¿Con la caída? Imposible, la chica no había tocado el suelo con esa parte de su cuerpo. La expresión de la mujer se tornó seria, mientras que buscaba en su bolso un pañuelo con el que limpiar, el dulce había quedado en segundo plano por completo