Van Feris

Van es un selkie muy alegre y optimista, que no duda en ver el lado bueno de las cosas. Es un individuo muy sociable y agradable, más por lo mucho que le gusta la compañía, la conversación y los eventos con mucha gente con quienes pueda hablar. Gracias a sus abuelos comerciantes, Van nunca ha tenido dificultad en apoyar en su negocio a través del anuncio de sus productos o de la conversación con los clientes. 

Es una persona muy impaciente y suele restarle importancia a los planes y a la estrategia. También es algo orgulloso, aunque gusta de hacer cosas por la gente de vez en cuando. Es travieso, y le agrada molestar de vez en cuando; si se ve a una foca en la costa sacudiendo a un barco lleno de gente, es probable que sea él y haya estado un poco aburrido. 

Como buen selkie, al ser considerado relativamente atractivo, no duda en ligar con damas y caballeros que se aparezcan por el puesto de sus abuelos o que se encuentre en sus viajes de pesca.

De tan sólo 24 años de edad, Mirovia es el único hogar que Van ha conocido, pero le ama por ello. Al nacer, su madre y abuelos vivían de manera nomádica, deambulando por los alrededores de la isla de los arcanos y buscando pescado para su alimento propio. Vivían completamente aislados del resto de los habitantes de Mirovia, tal y como lo habían hecho desde que los abuelos llegaron a residir en ella. 

Tras la muerte de la madre, a los tres años de edad de Van, sus abuelos decidieron cambiar de rumbos, dándose cuenta de que los tiempos habían cambiado mucho desde que la isla fue propiamente habitada. Debido a ello, consideraron que lo mejor y más seguro era que su nieto viviera y aprendiera a prosperar en la sociedad civilizada de Mirovia. Con eso en mente, se mudaron a la Ciudadela y eventualmente lograron poner un negocio en el Mercado. 

Van no tuvo dificultades acostumbrándose a su nueva vida en la ciudad. Se acostumbró a su forma humanoide e, incluso, ideó una manera para proteger su piel y tenerla consigo todo el tiempo: La piel de foca formaba parte de su vestuario normal, atado por el cinturón, para no dejarla nunca atrás. Eventualmente, los abuelos comenzaron a hacer lo mismo.

Conforme pasaba el tiempo, Van se fue interesando más en el negocio familiar. Cuando Faris se volvía más viejo, su nieto solía reemplazarlo en algunos de sus viajes de pesca, gustando de nadar como una foca alrededor de la isla buscando los mejores pescados para vender. También le adquirió gusto a la cocina de su abuela y, poco a poco, fue apoderándose de esa parte del negocio, convirtiéndose en el cocinero principal del puesto.

A sus 24 años, el chico sigue entusiasmado por el negocio y sus viajes de pesca, y adora platicar y quedar con los turistas que se acercan. Es muy fiestero, y se le encuentra en la taberna local después del horario de trabajo o en cualquier festival. Se unió a la Corte de Primavera, ya que considera que le queda como guante gracias a su perspectiva de la vida, para la molestia de sus abuelos, quienes pertenecen a la Corte del Invierno.

• Su complexión es delgada pero atlética, al estilo de un nadador. Tiene cabello largo que suele amarrar en caso de estar cocinando.

• Su platillo favorito es el Cangrequeso Fundido Feris, un platillo que le enseñó su abuela y que ahora él cocina en el puesto, y consiste de queso fundido guisado con la más rica carne de cangrejo.

• Además del puesto en el que trabaja y de sus viajes de pesca, Van pasa mucho tiempo en la Taberna, aunque no es tan fanático de las bebidas alcohólicas. Sin embargo, adora la compañía que ahí se encuentra.

• Se considera bisexual, sintiendo atracción por hombres y mujeres. Así mismo, es bastante ligón, y le fascina ver hasta dónde puede llegar con alguien.

• De niño soñaba con ser explorador. Sin embargo, sus ansias de viaje se calman hoy en día gracias a los viajes constantes de pesca que realiza alrededor de toda la isla.

• El puesto de Pescados Feris, tanto por su gastronomía como por su producto, es relativamente conocido en el Mercado. Abre desde la mañana y cierra por las tardes, excepto en días festivos que abre hasta la noche. Mesas, bancos y sombrillas se colocan fuera del pequeño edificio que hospeda a la cocina, ofreciendo una agradable vista del lugar a los comensales.

• Su vestimenta está compuesta por ropas simples, además de su piel de selkie, la cual carga atada al cinturón. No se ve como una foca literalmente, sino hasta que se la pone, pero aun así prefiere mantenerla cerca, ya que es su mayor fortaleza y debilidad. Debido a que tiene una resistencia natural al frío, sus vestimentas suelen ser muy ligeras, independientemente de donde se encuentre.