E3: Sweet cookies (Privado)

Su corazón se detuvo por unos pequeños instantes para luego latir con violencia al sentir las varoniles manos en su rostro, los ojos brillantes y enormes de la joven se clavaron en los rojos, sentía como si su alma se fundiera con la ajena, un proceso que era interrumpido ante cada parpadeo, las palabras del ángel eran dulces, sinceras, profesaban más de lo que ella sentía podían decir las propias, sonrió dulcemente, emocionada, sintiendo también sus ojos humedecer, deseaba llorar de la felicidad, jamás creyó poder sentir algo como eso, esa calidez única, la sonrisa en los labios de la mujercita se agrando más, temblaba, sus manos sobre las del arconte temblaban de emoción, cerro sus ojos disfrutando de los labios ajenos, ese tierno contacto, la delicadeza con la que el enorme muchacho la trataba, se sentía sencillamente… feliz, tanto que de seguro podría flotar en las nubes si lo deseaba, siempre y cuando Xhial la acompañase. Asintió de forma energética, dejando que aquella pequeña burbuja en donde se había sumergido lentamente se rompiera, podría haber comenzado una guerra afuera y ella ni siquiera se hubiera dado cuenta “Bueno, no debería exagerar” se regañó, en cuanto Xhial la soltó se dio vuelta ligeramente para secarse las pequeñas lagrimas que se escapaban de sus ojos, respiro profundo, volteándose esta vez hacia la calle, con el pecho aun inflado –Haremos de este el mejor día – sonrió con emoción, había tantas cosas en su corazón que sentía que explotaría, quería gritar, saltar, correr, y aun así solo estaba allí, inmóvil y con aquella enorme y entusiasta sonrisa, ocultando lo nerviosa y asustada que se sentía muy en el fondo
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Sus manos temblaban aun, incluso más que hacía unos momentos, las sacudía por debajo de aquella estructura de madera, esperaba que los clientes llegaran pronto, rogaba por ello, había investido mucho, tenía tanta fe en su esfuerzo y en el de Xhial, lo miraba de reojo, se veía tan calmado, tan inexpresivo, se asombraba a veces de lo complejo que era saber lo que pensaba y eso le encantaba, notar cada pequeña reacción del arconte, cada mueca, cada destello en esos hermosos ojos rojos, podía quedarse mirándolo por horas y no aburrirse, pero ahora había un problema, cada vez que lo miraba aquel extraño deseo de acercarse le dominaba, le gritaba, la empujaba a tocar su rostro, a que sus labios supieran como eran sus mejillas, sus labios, se sonrojo violentamente volteando la cabeza ¿Cuántos minutos se había quedado así? Carraspeo, justo a tiempo para que el primer cliente se acercara, un hombre que sabía que era de aquellas otras tiendas.


-Buenos días –Saludo Silver, sus piernas se sentían inestables.


-Buenos días pequeña –Saludo el hombre, ella lo reconocía, le había comprado una cantidad inmensa de comida la primera noche, cuando todo había salido mal –Espero que te gustara todos esos dulces – Silver rio nerviosa
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-Estaban exquisitos- halago, el hombre asintió sacando su dinero, la compra se realizó, Silver tuvo el cuidado y la delicadeza, enseñándole a Xhial de paso como debía hacerlo, el hombre no le molestaba, de echo los miraba de una forma bastante agradable, casi como si estuviera muy feliz por la pareja de jóvenes; el pedido fue entregado, el pago recibido y el amable anciano se retiró a su hogar, él no trabajaba ese día, Silver suspiro de forma sonora, casi como si hubiera retenido todo el aire durante la compra –Ah salido muy bien – felicito, guardando las monedas en una cajita, ese día no llevaba la bolsita para el dinero, pero confiaba en que con la ayuda de Xhial no debía preocuparse de que se fuera a perder o que le quisieran robar, de echo le preocupaba todo lo contrario, que aquel enorme y masculino hombre pudiera intimidar a su clientela más joven, rogaba a los dioses que no fuera así, Xhial no era especialmente bueno socializando, ella tampoco, pero lo intentaba, eran sin duda una pareja curiosa
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Pronto la mañana avanzo y antes de que ambos se dieran cuenta, los arcanos habían salido a disfrutar del festival, del amor, de todo. Y tal como lo dulce del amor, las preparaciones de la dragona comenzaron a llamar mucho la atención, los arcanos comenzaron a llegar uno tras otro
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