Martina
Los Invictos
Hilos y Agujas
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Post by Martina on Aug 14, 2017 8:40:57 GMT
La elfo tomo el arco en sus manos, con la ayuda de una flecha estiro la cuerda hasta que esta se tensó lo suficiente para empujarla hacia el blanco. La flecha perfora fácilmente la hoja de papel con colores. “ hmph….” Martina había traído con ella un arco bastante sencillo de su hogar y estaba practicando. El uso del arco es algo muchos elfos practican desde muy jóvenes, el caso de ella no era diferente. Aunque no era una de sus actividades favoritas temía que si no practicaba ocasionalmente perdiera la costumbre. El hilo del arco volvió a su tamaño y posición original al ser soltado.
Había visitado la artillería, tuvo la fortuna de que uno de los comercios tuviera una pequeña área de pruebas, algunos clientes prefieren ver las armas en uso antes de adquirirás. Le dio un par de monedas al encargado a cambio de que le dejaran usar el área de prácticas con su propio arco, tenía interés en comprar algunas flechas y le habían dado 3 de diferentes materiales para probar. Era complicado! Estaba acostumbrada a flechas elaboradas de madera y estas estaban hechas de aceros. Podía sentir la diferencia al usarlas pero no estaba segura como medir la calidad de estas, ella era un sastre no una herrera, los materiales usados eran diferentes y no tenía experiencia o conocimiento en metales para saber cuál sería el indicado. Miro a su alrededor, quizás podría preguntarle a alguien sobre el tema..
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - Reglas : No hay limite de lineas . Para conocer gente y hablar de armas ~
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Post by Angel Hauteclere on Aug 14, 2017 12:50:26 GMT
Cálido... colorido, le recordaba al exterior, los arcanos deambulaban por las calles entre risas y conversaciones, cada uno con su propia historias, tan diferentes y a la vez tan parecido, era asombroso. No recuerdo la ultima vez que salí a comprar armas de una manera tan tranquila. Deambulaba por la artillería en busca e nuevas armas, mas por mandato que por necesidad, pues en las armerías del tempo del invierno había mas que suficientes armas perfectamente pulidas y elaboradas para su uso a favor del Soberano. Pero los otros soldados me habían sugerido al menos una visita a la artillería de la ciudadela, pues era el punto de reunión en común mas grande de toda Mirovia, era lógico que igualmente pudieses encontrar todo tipo de materiales traídos de todas partes, habría que probar.
Con cuidado me acerco a la artillería observando a los arcanos a mi alrededor. El inevitable pensamiento de que no todos los que compran armas lo hacen para bien cruza por mi mente, desde soldados justicieros a hasta viles ladronzuelos, cualquiera puede adquirir un arma adecuada si paga el precio correcto... sin embargo no era momento de preocupare por esas cosas... por ahora.
-Veamos....- Me detuve en uno de los establecimientos, observando con cuidados las armas que allí se encontraban. Espadas, dagas, lanzas, desde algunas perfectamente pulidas hasta otras mas baratas, debía tener cuidado al elegir, un mero descuido y podrías terminar pagando de mas por el arma incorrecta. Con cuidado acaricie mi barba y sin alejarme mucho del establecimiento logre observar a una joven aparentemente delicada que practicaba con su arco, parecía estar incomoda al tirar ¿Inexperta tal vez? No, la manera en la que sostenía su arco era casi perfecta, se podía reconocer su previo entrenamiento solo al mirar su postura, entonces ¿Cual seria el problema? La observe curioso por unos momentos, tratando averiguar, no pretendía quedarme todo el tiempo, pero podía distraerme por al menos un momento.
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Post by Khorial Ruststeel on Aug 14, 2017 18:09:53 GMT
Luego de una larga jornada de trabajo en la Herreria, el Draconio decidio ordenar las cosas nuevas que habia fabricado, las espadas, hachas, incluso algunas dagas por más que odiara fabricarlas, pero eran mercancia, asi que nada podia hacerse. De alguna forma recordo aquella vez cuando el Arconte Zadquiel visito su Herreria y Khorial tuvo que enseñarle a usar el Arco y Flecha, cierta nostalgia pues la siguiente vez que se encontraron fue bastante desafortunado.- No puedo creer que aun recuerde a esa maldita araña...- Se comento en voz baja mientras terminaba de ordenar los armamentos de su bodega, mirando con cierto orgullo todo lo que ha logrado desde que su Maestro le heredo la Herreria. Una curiosidad paso por su mente, una un tanto oscura, ¿Seguirá manteniendo las bases de su entrenamiento de su Clan? Paso más de 20 años, aun con una edad tan temprana, entrenando para ser un líder por su Padre, y ademas, cuando se volvió Herrero, su curiosidad fue tanta que logro aprender y amaestrar el uso de todas las armas que fabricaba, pero, ¿Aun mantenía ese conocimiento?.- Podría volver a intentarlo... Hmm...-Musito en voz baja viendo las distintas armas, hasta que se decidió a tomar un Arco y un carcaj de flechas de acero, dejando este en su espalda y caminando hasta la salida de su tienda en dirección al campo de tiro de la Artillería.
Tardo un poco en llegar al caminar de forma lenta, saludando a viejos clientes y conocidos, algunos incluso preguntándoles que hacia con el Arco y Flechas, explicándoles el porque y siguiendo su camino hasta por fin llegar. Avanzo por las distintas zonas tanto de venta de armas como de practica hasta llegar al Área de tiro, pudo ver a un hombre que se veía bastante adulto que parecía dudoso en que arma conseguir, ¿Podría ayudarlo luego quizás? Si aun no se decidía, lo haría, pero a lo que vino, se dirigió a donde estaban los blancos, sacando el Arco y una flecha del carcaj, viendo de reojo a una joven de cabellera naranja que parecía tener un buen dominio del Arco, pero se veía dudosa de algunas cosas, aunque no lo pareciera, Khorial era bastante observador, fue criado así, no podía hacer nada. Estiro la cuerda del Arco con la flecha, sujetando con bastante maestría el arma, apuntando a uno de los blancos, se tomo un poco de tiempo en apuntar, para posteriormente soltar la cuerda, causando que la flecha diera en el blanco, nuevamente saco otra flecha del Carcaj, apuntando nuevamente a otro de los blancos, el rostro de Khorial mostraba ese temple centrado en lo que hacia, el mismo que tenia cuando trabajaba en su Herreria, soltando nuevamente la cuerda e impulsando la flecha hasta el objetivo, dando en el blanco nuevamente. Bajo su arma mientras miraba las flechas en los respectivos objetivos, dando un leve suspiro.- Vale... supongo que no he perdido la practica, aunque debí haber traído algunas flechas de hierro...- Musito en voz baja mientras se preparaba para dar otro tiro.
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Post by Martina on Aug 14, 2017 18:57:48 GMT
La elfo tenia de nuevo el arco y una flecha nueva en manos, esta vez no disparo si no que intentaba revisar si había alguna diferencia al tomar posturas con flechas diferentes. Se encontraba metida en sus pensamientos ( “ esta flecha de metal pesa más que una de madera, esto afectaba considerablemente la trayectoria ..hhmm.. y la de hierro creo pesa aun mas.. ) Su largas orejas tintinearon al escuchar pasos cercanos, bajo el arco y noto que dos personas habían llegado al área de práctica. Ella no quería ser descortés así que se apresuró en saludarlos “ Buen Dia! Hoy hace un agradable clima para la arquería ~ “ -les comenta, uno de ellos estaba usando un arco lo cual llamo su atencion. Decide moverse y retroceder un poco para dejar libre el espacio de tiro, no sabía si la otra persona también querría practicar con el arco y ella por ahora solo estaba revisando el peso de las flechas, había armas localizadas en una mesa de madera, libres para que los clientes de la armería las usaran.
Puso a un lado su arco y sostenía la flecha en sus manos, mirando a los otros dos un tanto curiosa. Su mirada iba hacia el chico con el arco, y ponía atención a su postura, la forma en la que sus brazos estan acomodados, muy disimuladamente. Movía los dedos un poco nerviosa preguntandose si no seria grosero de su parte hacerle conversacion a dos extraños, si habían venido a hacer compras o practicar no quería ser molestia “ um.. haha, vaya este lugar tiene mucha variedad de armas, no lo creen?” – dice intentando sonar casual , quería iniciar una conversación en vez de solo preguntarles si sabían de metales.
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Post by Angel Hauteclere on Aug 14, 2017 20:53:22 GMT
Crucé mis brazos, observando tanto a la joven chica como el que acababa de llegar, parecía mas sereno y pacifico que la chica, y caminaba por la artillería como si conociese el lugar, posiblemente algún habitante o un cliente recurrente y aparentemente otro arquero. Tomo la flecha de su carcaj y disparo al blanco una y otra segunda vez, era bueno, en su rostro se podía reconocer aquel temple de quien suele concentrarse en las cosas que hace.
Me llegan los recuerdos y me paseo por la artillería rememorando escenas de una época perdida. ¿Los arcos? si, supongo que aun se manejaros, era un conocimiento que cualquier soldado debería tener si quería sobrevivir a la intemperie, aunque, yo prefería otras armas. Pero mi madre, ella si era una aquera, su puntería en batalla era impecable, pero eso había quedado en el pasado. -Buen día, mi dama.- Salude a la joven quien había advertido la presencia de dos extraños, pero que lejos de extrañarse había respondido de una manera amigable, algo que tendré que aprender a hacer... si me es posible.
Me acerque a una de las mesas, tomando de entre ellas una espada de acero aparentemente bien trabajada, el material parecía estar hecho de calidad y el peso se sentía correcto, desde luego que su apariencia no se acercaba a las armas que se encontraban en el templo, pues esta aprecia tener un aspecto mas simple, pero no por eso menos potente. -No se puede esperar menos del principal punto de encuentro de Mirovia.- Conteste nuevamente a la dama, mientras me acercaba con la espada a un muñeco de practica cercano y tomaba postura. Las piernas entre abiertas, mirada hacia el frente y el cuerpo ligeramente hacia un costado. La espada se alzaba por encima de mi hombro apuntando en la misma dirección que mis ojos. Un leve suspiro escapo de mis labios, el previo aviso de lo que segundos mas adelante seria un paso al frente y un veloz balanceo entre mi cuerpo y la espada, para dar al muñeco un tajo certero.
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Post by Khorial Ruststeel on Aug 14, 2017 23:05:26 GMT
Desvió su mirada cuando escucho la voz de aquella chica que también practicaba el tiro con Arco, girándose para devolver aquel saludo cordial, al parecer también se había acercado el hombre visto con anterioridad.- Buenos días a ambos.- Comento dando una leve reverencia al igual que una tenue sonrisa se marcaba en el rostro del Draconio. Miro como el individuo desconocido tomaba una de las espadas de la mesa de armas, la espada parecía tener una buena resistencia, un filo decente, una buena pulida, una buena espada, pensó Khorial mientras veía como este la empuñaba.- El tiene razón, ademas, las Herrerias se concentran cercanas a este lugar, no es raro ver armas de muy buena calidad por aquí.- Dejo el arco en su espalda a un lado del carcaj mientras respondía al comentario de ambas personas, cruzándose de brazos mientras el hombre se disponía a practicar con la espada en uno de los muñecos de practica. Khorial se giro a ver al sujeto con cierto temple serio y a la vez curioso al ver la postura del sujeto en cuestión, la forma de sujetar el arma, el ataque, el corte limpio.- Postura simple de combate...- Murmuro en voz baja mientras una de sus manos se movía hasta la barbilla propia, recordando que esa postura fue la primera que le enseñaron a manejar en su antiguo hogar.
Luego del corte volvió a ese deje amable con una leve sonrisa en su rostro.- Ese fue un buen ataque, debo decirlo.- Su tono mantenía esa amabilidad notoria mientras se giraba un poco para ver a la chica.- Tu postura con arco es casi perfecta, ¿Has practicado mucho con el? .-Pregunto con curiosidad mientras miraba el Arco, era sencillo y simple, sin ningún rasgo fuera de lo común, ¿Como es que se fijaba mejor en las armas que en las personas? Cosas de Herrero, suponía. Se percato de algo luego de aquella breve conversación, volviendo a ver a ambos individuos con otra tenue sonrisa.- A todo esto, mi nombre es Khorial Ruststeel, pueden llamarme Khorial o Kho, como prefieran.- Explico con amabilidad, esperando saber también los nombres de los ajenos para al menos, pasar un rato más agradable con aquellos desconocidos, ¿Porque no? Parecía que los tres iban a practicar, estaba bien querer convivir a la vez, ¿No?. Se acerco a la mesa donde se encontraban las distintas armas, llevando nuevamente su mano a su barbilla, mirando con cuidado las herramientas de combate, había una muy buena selección de ellas, al igual que en su bodega, pero una especialmente capto su atención, una Gladius romana, Khorial la tomo del mango inspeccionándola, no tenia un diseño como la que hizo su maestro, se podía decir que era más simple, pero el acero y el filo parecían bien cuidados, era suficiente. Se acerco hasta otro de los muñecos de practica, tomando aquella Gladius del mango con el filo hacia abajo como si empuñara una daga, las piernas un poco más separadas, con la mano que sostenía el arma a la altura de los hombros, respirando profundamente y exhalando, dando un corte limpio horizontal al muñeco tan solo moviendo el brazo con el arma, aquel estilo de ''fintas'' que le enseño su maestro Cain le había sido útil en varias situaciones, se sentía orgulloso de no haberlo olvidalo.
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Martina
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Post by Martina on Aug 15, 2017 4:18:22 GMT
Sus nervios desaparecían poco a poco, le habían respondido cortésmente lo cual era buena señal y parecían estar de acuerdo con charlar un poco. Siguió con la mirada las flechas que lanzo uno de ellos. Como alguien que también practicaba arquería guardo silencio y solo observo. (Vaya!) Que maravilla! Había logrado acertar sin ningún problema, aunque se encontraba bastante sería una sonrisa pícara se asomó por su rostro.
Sonrio al escuchar le habían regresado los buenos días y se preguntaba si se trataba de arqueros? Quizás especialistas en otra área? La misma persona había dejado el arco y ahora entrenaba con una espada. Ella venia de una comunidad de elfos donde se practicaba la arquería y era su arma principal, no podía evitar mirar con curiosidad, pocas veces se le presentaban oportunidades para ver a alguien entrenar con espada.
La otra persona se había presentado así que haría lo mismo - “Mucho gusto! Mi nombre es Martina “- los elfos sin apellidos eran comunes en la pequeña comunidad de elfos donde nació. El otro muchacho como él también se dirigía a el área de practica para espadas. Parecían estar realmente concentrados! Quizás debería preguntar ahora antes de que sus entrenamientos avanzaran. Tomo un par de flechas en sus manos , las cuales escondió detrás de su espalda y se acercó lentamente al área de muñecos de prácticas , se aclaró un poco la garganta y pregunto usando un tono un poco bajo – “ Disculpen la molestia pero.. me da la impresión ambos parecen tener conocimiento en armas..? El dueño de la tienda me ha dicho que a veces la mejor forma de saber la calidad de un arma es usándola pero… “ -saco de detrás de ella las 2 flechas- “ No logro descifrar de que material están hechas? Esta esta elaborada de un metal.. pero esta otra .. Parece ser una roca? “ – en realidad era un material similar a un cuarzo, se trataba de un material con potencial para encantamientos, pero Martina no conoce sobre materiales que provienen directamente del suelo.
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Post by Angel Hauteclere on Aug 15, 2017 18:24:50 GMT
Deje la postura de combate inmediatamente impartí el corte, dando la espalda a ambos sujeto para tomarme el tiempo de analizar el arma. Si, sin duda era buena, por lo menos ahora tenia la certeza de hacia donde debería dirigirme en caso de necesitar armas nuevas. Posiblemente parte de las armas del templo serian fabricadas y exportadas desde la ciudadela, en cuyo caso seria lógico tener un herrero en especifico, alguien de confianza para el soberano, de ser así seria conveniente poder localizarlo. Interrumpí mis pensamientos al escuchar los saludos de ambos, parecían bastante amables, su juventud iba de la mano con su docilidad. -Angel... Hauteclere, un gusto.- Salude, mas por cortesía que por ganas de socializar, aunque no estaría de mas hacerlo, todo este mundo era nuevo para mi, y darle una oportunidad era algo que eventualmente debía de hacer. El joven parecía diestro en las armas, se podía notar por su forma de inspeccionar el arma, como si buscas algún defecto en ella, también así en su postura, adoptando el estilo adecuado para el tipo de arma y tamaño del guerrero, un estilo creado para superar la diferencia de tamaños en el cual un guerrero lo suficientemente ligero podía acertar varios cortes que, aunque pequeños, podían llegar a ser letales. Sin embargo, la joven parecía algo menos experimentada, se acercaba a ambos con una expresión de duda, escondiendo las flechas tras su espalda, las cuales mostró una vez acabado de explicar su duda. -Ya veo.- Dije apoyando la espada sobre el suelo mientras me acercaba. -Eso era lo que te molestaba.- Aclare, extendiendo mi mano para tomar ambas flechas y observarlas por un momento. Efectivamente, una de ellas estaba hecho de hierro, la punta era larga y delgada, similar a una aguja, mientras que la segunda era casi translucida como un cristal, con un tono blanquecino. -Bien...- Tome a espada apoyada del suelo y levantándola lentamente a la altura de mi pecho la blandí en el aire liberándola a mitad del proceso, logrando así clavarla en uno de los muñecos cercanos. -Lo cierto es, que su utilidad depende del uso que le fueses a dar.- Le dije a la joven volteando lentamente hacia ella, mirándola directamente a los ojos mientras le mostraba ambas flechas. -Si la flecha de hierro es de punta aplanada, le es mas fácil cortar los tejidos, lanzadas con suficiente potencia pueden incluso atravesar armaduras, útil tanto para caza como para combate.- Concluí depositando sobre la doncella la flecha de hierro. -Esta en cambio...- Me detuve por un momento, este tipo de flechas era especial, tan hermosa y precisa en batalla como pocas, mas por su capacidad que por su letalidad. Me acerque a una de las mesas, tomando uno de los arcos, uno aparentemente mas pesado y grueso que el delgado arco de la doncella hecho para la dureza de mi cuerpo. Aun con la flecha en mis manos, la mostré por un momento antes de colocarla en el arco y tomar postura. -Las flechas que parecen estar hechas de rocas o cristales suelen ser creadas especialmente para ser infundidas en magia. Los cristales suelen ser mejores conductores de magia, y con los hechizos o las habilidades correctos, puedes hacer grandes cosas.- Explicaba a la doncella sin abandonar la postura. No era una postura perfecta desde luego, pero era lo suficientemente profesional como para asestar un buen disparo. - Los arcanos con estudios mágicos, o bien los que tienen afinidad a algún elemento pueden cargar estas flechas con el poder de su magia...- De pronto, la superficie translucida de la flecha comenzó a iluminarse desde el interior, hasta estar completamente infundía en un aura de luz plateada. El arco se tensó, la luz se alargo con el, y con un movimiento de mi mano la flecha salio disparada hacia uno de los blancos, dejando atrás una estela brillante que trazaba su trayecto, perforando a unos pocos centímetros a la derecha del centro. Un débil disparo, pero era lo suficiente para una demostración. -Existe un arma para cada enemigo.- Culmine, retomando de nuevo la postura, alejándome lentamente de ambos hasta llegar el punto en donde había aterrizado la flecha, no muy lejos del campo. Doble mis rodillas para recogerla y observándola por un momento note que el material no había recibido daño alguno. -Son de calidad sin duda alguna.- Murmure en voz baja, levantándome nuevamente para entregar la flecha a las manos de la doncella. -No soy un experto en cuanto a los materiales, pero puedo guiarte con respecto a su uso... ¿Contra que estas peleando?-
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Post by Khorial Ruststeel on Aug 15, 2017 20:40:08 GMT
Relajo un poco los hombros al dar el corte, mirando aquella arma, y posteriormente el corte dado, acercándose un poco notando que no fue del todo recto, mirando el filo del arma.- Minimamente ladeado... mínimo defecto...- Comento casi en sus pensamientos en voz muy baja cuando fue interrumpido por Martina quien se acerco tanto al Herrero como a Angel quien se encontraba a una distancia no tan lejana de ellos. Escucho aquella duda, la verdad era una duda común entre los que se decidían por usar el arco y flecha, había tenido muchos clientes que habían preguntado por aquellas diferencias que si se pensaban un poco, eran bastante notorias. Pensaba responder pero el hombre se le adelanto, explicando de manera bastante explicita las diferencias de ambas flechas, Khorial noto que parecía tener un vasto conocimiento en armas por la manera casi mecánica que tenia de explicar, de cierta forma le impresionaba, ¿Seria Herrero como el? No lo parecía, pero muchas veces las apariencias engañan, el era un ejemplo claro. Camino dejando la Gladius tomaba previamente en la mesa, y volviendo a donde los dos individuos, Angel había dado incluso una prueba de la efectividad de aquella Flecha especializada en uso mágico la mayoría de las veces, el Draconio no tenia mucha capacidad mágica, de hecho casi nula, pero tenia un buen conocimiento de ello por su estudio con su Maestro.
Tal como dice Angel, todo depende de a que te enfrentes o el propósito del arma, si comparamos los metales, por ejemplo, el Acero y el Hierro, cuando ves y pesas el material en si, no puedes notar una diferencia en ellos más que el como se ven, pero... .-Se acerco nuevamente a la mesa, tomando una espada de acero, y otra de hierro, curiosamente la de Acero fue hecha por el.- Cuando lo diferencias en un arma, se nota mucho, la de hierro tiene un peso mayor, por lo que puede llegar a ser más lenta, incluso menos eficiente si lo que quieres es rapidez, pero al tener un mayor peso y menor equilibrio, de forma ofensiva puede llegar a ser más potente en comparación a la de Acero, que es más ligera y por tanto, más rápida, por mi parte prefiero hacer las armas cortas o de una mano de Acero por eso mismo.- Comento con una ligera sonrisa mientras devolvía las espadas a su lugar y volvía con los ajenos.- En cuanto a las flechas, una de Hierro puede ser más útil si lo que quieres es una mejor perforación a la hora de enfrentar una armadura o incluso animales grandes, la de Acero en cambio, puede llegar a tener una mejor precisión al tener menor peso, y ademas su corte sera más limpio y efectivo que la de Hierro.- Concluyo con ese deje de amabilidad en el, y a la vez se podía notar lo serio que era cuando hablaba de trabajo.- Aunque también hay excepciones, las Katanas son uno, son armas normalmente de buen tamaño, casi del tamaño de mandobles, y para ellas el Acero va excelente, ya que a pesar de su tamaño, su uso suele ser combinado con la agilidad y rapidez al moverse, una amiga es cazadora, y tuve que hacer una katana para ella.- Comento mientras su mano se movía con la explicación, le gustaba hablar de esos temas la verdad, lo emocionaba en cierto grado e incluso, se podría decir que hablaba mucho, se sentía algo mal pensando que podría molestar a los demás con tanta parlancheria respecto a ello, pero no podía evitarlo.
Al menos, eso es lo que puedo explicar con mi experiencia de Herrero, aunque se puede innovar de muchas formas para aplicar los metales correctos a cada situación.- Volvió a explicar mientras pensaba en alguna de esas situaciones, la verdad, había trabajado incluso con el Oro, en la armadura de Cátanamo cuando esta fue fundida y hecha con otro diseño, se enorgullecía de aquel trabajo tan pesado que había hecho.- Note que tiene mucho conocimiento sobre armas, Angel, ¿Es así? .- Pregunto con cierto interés en su tono mientras miraba al ajeno luego de aquellas explicaciones que esperaba hubieran ayudado a Martina.- Si hubo algo que no se entendió, puedo tratar de explicarlo mejor, si gustas.- Muchas veces le pasaba que cuando explicaba no se entendía o incluso confundía más, pues estaba acostumbrado a usar aquel lenguaje técnico respecto a las cosas referentes a su trabajo o incluso cuando se trataba de tácticas de combate, odiaba admitirlo, pero el entrenamiento de su Padre y de sus soldados lo había ayudado en muchas situaciones luego de ser exiliado de su Clan, dejo escapar un suspiro mientras agachaba un poco la cabeza recordando aquellos tiempos tan dolorosos.
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Post by Martina on Aug 16, 2017 0:21:58 GMT
La elfo había crecido con el arco y flecha, pero la realidad era que era un tema no le apasionaba del todo. Asistió a sus lecciones y fue gracias a muchas décadas de práctica lo que le ayudo a pulir sus habilidades. Pero el caso de ella no era diferente al de cualquier infante al que se le enseña algo por obligación… aprenden memorizando y no por gusto. Al crecer muchos de sus conocimientos técnicos fueron remplazados por otros que eran más de su interés y relacionados con su actual profesión. No estaba rodeada de otros elfos así que se sentía en confianza para preguntar sobre temas, se supone, un elfo arquero debería ya saber.
Escucho atentamente las explicaciones, hasta ahora ella solo tomaba flechas ya elaboradas para practicar y no se preguntaba mucho sobre su elaboración. Claro ahora que vivía sola, pensaba ir a buscar flores al bosque las cuales convertirán en tintas para textiles, claro para eso necesitaría llevar su arco y flechas. Escucho atentamente las explicaciones y su miraba hacia las flechas en sus manos – “ Ya veo.. hare un pequeño viaje al bosque y llevare equipo conmigo. No puedo responder para que fin las usare , es un pequeño viaje de trabajo.. – “ -se rie desviando la mirada con nervios- “ Ha ha! Creo que con que pueda evitar un oso me coma eso es bastante bueno! “ - Ella había considerado la caza en algún momento ya que las pieles y huesos son ingredientes pero ahora que se encontraba con dos expertos no podía decirles eso! (EJEM-) Se aclaró un poco la garganta para retomar un tono serio, tenia el mal habito de ser muy informal al hablar y queria sonar seria.... aunque la seriedad no le duro nada al ver a Angel usar algo muy similar a la magia – “ WOW! WOW! Asi que para eso son?! Me temo no se usar magia así que creo no me servirán de mucho. Buscaba algo practico que pueda usar como defensa en caso sea necesario “
Levanto su mano y apunto hacia atrás a su propio arco acomodado en su espalda para responderle a Khorial - “ Mi especialidad es el Arco. No tengo talento con las espadas” –en realidad una espada requería cierto nivel de fuerza y musculo el cual ella no poseía. Era bastante delgada y las armas pesadas eran difíciles de controlar - “Kat..ana? Nunca había visto una espada curveada como esa.. “ -ella venia de un comunidad de elfos ((con un estilo europeo))y todo lo relacionado con la cultura oriental era nuevo para ella.
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Post by Angel Hauteclere on Aug 16, 2017 18:46:37 GMT
Una vez termine la explicación Khorial se abría abierto paso para explicar detalladamente las diferencias entre el hierro y el acero. Algo llamo mi atención en su charla, y es que parecía conocer perfectamente bien ambos materiales y su aplicación en las armas, mas aun, parecía mas apasionado mientras hablaba en contraste a la actitud serena que tenia en un principio.
Cruce los brazos mientras lo escuchaba, no se le escapaban los detalles, y lo hacia con la naturalidad de quien ha vivido entre las armas. ¿Seria acaso un guerrero? O por lo menos el hijo de uno, parecía joven, aunque eso realmente no importaba mucho. Sentía curiosidad, pero no podía interrumpirle mientras hablaba, sin mencionar que el objetivo real era la duda de la doncella, quien parecía poner atención a las palabras, aunque no por eso abandonaba esa actitud risueña. -Bien.- Aclare a la pequeña -Si para defenderse en lo silvestre se trata, ambos metales podrían ser de ayuda, aunque es preferible el acero por su ligereza, pues los animales son bastante ágiles en su elemento, con que sean flechas de punta amplia y curva sera suficiente.-
Me aparte un poco, para tomar la espada que previamente había dejado incrustada en uno de los muñecos de practica, solo para devolverla a su sitio, después de todo aun seguía en un establecimiento comercial y no era correcto solo dejar un desorden. Seguido, note que Khorial se había dirigido hacia mi con una pregunta, quería saber sobre mi conocimiento en al armas, lo cual era curioso pues el mismo parecía un experto. -Soy un soldado..- Respondí, sin apartarme de la mesa pero girando en dirección a este. -Sirvo a la armada de la Corte del Invierno.- No había pasado mucho tiempo desde mi llegada a Mirovia, pero ser un soldado era lo que había hecho toda mi vida, una larga vida de hecho, por lo que al poco tiempo de haber estado aquí no tarde en unirme nuevamente a una armada. -¿Que hay de usted? También parece tener un vasto conocimiento de armas ¿Es también un soldado?-
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Post by Khorial Ruststeel on Aug 18, 2017 0:38:05 GMT
Ladeo levemente la cabeza cuando esta dijo la razon de aquella practica con arco, ¿El Bosque? No sabia especificamente a cual, podia ser al hermoso bosque de las hadas, o quizas al tenebroso Bosque de los suspiros, el Draconio penso mientras ella y Angel hablaban, la verdad sentia esa curiosidad, quizas una leve preocupación al pensar que aquella elfo podia ir de forma imprudente al Bosque de las afueras de Reapergate. Sonrio levemente por aquella duda respecto al arma oriental llamada Katana, la verdad si habia conocido personas que no conocian varias de las armas que el Herrero fabricaba y vendia y terminaban por gustarles.- Es normal, las Katanas podrian considerarse exoticas de alguna manera, pero trabajarlas para mi es bastante comodo la verdad, en algun momento podria enseñarte una.- Comento con amabilidad mientras veia a Angel el cual respondio a su pregunta, no era lo que creia, Soldado, tambien tenia bastante sentido que tuviera un conocimiento elevado respecto a armas, el sabia bastante bien como un guerrero podria conocer de esos temas.
Vaya, Soldado de la Corte del Invierno, es bueno ver a un Compañero cortesino haha.- Se rasco la cabeza ante aquel curioso comentario, pues le era interesante conocer a los demas miembros de aquella corte donde recientemente se habia unido, recordando aquella dura prueba y la primera vez que viajo a las tierras heladas.- Oh, no, no soy un Soldado, soy un Herrero aqui en la Ciudadela haha.- Muchas veces le paso que lo confundian con soldado por saberse defender bien y tener gran conocimiento con las armas. Volvio a mirar a Martina con una leve sonrisa.- Pues, como dijo Angel, las de acero seran tu mejor opción, pero, ten cuidado... solo por curiosidad, ¿Iras al Bosque de los susurros?.- Pregunto sin más para sacarse aquella duda y preocupación, realmente no queria que la respuesta fuera un ''Si'' Y menos si es que iba a ir sola, eso podia ser un suicidio si no se conocia bien el lugar, y aun conociendolo ese bosque podia jugarle feo hasta a los mismos residentes de la ciudad que esta al otro lado de el.
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Martina
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Post by Martina on Aug 18, 2017 20:45:23 GMT
Se llevó la mano al mentón pensativa, necesitaba materiales para telas y aunque también sabia trabajar con pieles aún tenía una caja con bastante material había traído de su casa. – “ Gracias! Acero será. !“ –no había tenido oportunidad de recorrer los bosques fuera de la ciudadela para saber qué tipo de fauna y flora había, pero si ambos le recomendaban ese material lo compraría. Unas 50 flechas bastarían? Quizás primero debería revisar su bolsillo. Aprovecha Angel y Khorial se habían puesto a charlar para dejar las demás flechas en la pequeña mesa de armas y quedarse con la flecha de punta de acero en sus manos. Solo debía regresar con ella a la tienda de armas y mostrarla al encargado para hacer un pedido. Su oído de elfo era bastante agudo y aun a cierta distancia podía escucharlos claramente. ( Así que un herrero y un soldado?) Antes de volver, aprovecho la distancia para mirar las ropas ambos usaban, poniendo atención a pequeños detalles como los dobleces de la ropa y los accesorios de ellas. Quería memorizar el tipo de vestimenta usaba cada clase de Mirovia. Regresa a donde estaban ellos y responde la pregunta de Khorial – “ Hm.. es una pregunta difícil , tengo entendido hay diferentes bosques. Me hablaron de un bosque con hadas y otro de susurros” -dice algo mal los nombres ya que solo a escuchado una vez de ellos. – “ A juzgar por los nombres creo encontrare una mayor cantidad de raíces y plantas en el de las hadas..” -entrecierra un poco los ojos, por alguna razón el otro bosque parecía preocupar a varios y eso le daba curiosidad -“ PERO.. el bosque de los susurros se escucha prometedor “ quería saber un poco mas de ese lugar. Hasta ahora había escuchado cosas bastante vagas y si pudiera escuchar alguna experiencia de alguien haya visto algo en vez de solo historias eso sería de bastante ayuda.
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Post by Angel Hauteclere on Aug 20, 2017 0:48:29 GMT
Inevitablemente fue una extrañeza para mi el escuchar que aquel joven era un compañero de la corte. Es decir, tenia el conocimiento claro de que los cortesanos están dispersos por toda Mirovia, pero en lo que a mi respecta pocas veces me alejaba del Templo, mi ocupación no me lo permitía tan seguido, y justamente la Ciudadela se encontraba considerablemente lejos de las las hostiles y heladas tierras de la Isla Gélida. Aun así, un cortesano era un cortesano, y era mi trabajo y deber cuidar de todos ellos, por lo que en cuento Kho dijo pertenecer a la Corte del Invierno, no dude hacerle saber que saber que estaría para lo que necesitare. -En ese caso joven Khorial- Le dije mientras me dirigía a el y le daba un palmeo en el hombro con moderada fuerza. -Estoy para lo que necesite, incluso puede que necesite de su ayuda mas adelante.- Declare, recordando que de hecho había venido aquí por consejo del resto de los soldados, y que de querer comprar o forjar un arma este seria el lugar indicado, por lo menos ahora conocía a un herrero que pertenecía a la misma corte.
Mire nuevamente a Martina, ¿Seria de la misma corte? Era para mi aun difícil saberlo, no tenia tanta experiencia tratando con otros cortesanos aun, pero por el momento una pregunta mas importante había surgido sobre el destino de la doncella. -Dos bosques...- Murmure intrigado, tocando con mi mano mi barbilla entrecruzando los brazos y dando un par de pasos al rededor de estos. -Me temo que la información que tengo es escasa por no decir nula, no llevo mucho tiempo en Mirovia, y solo he visto desde lejos el Bosque de las Hadas, mas nunca he ido mas allá de la Ciudadela, no conozco el Bosque de los Susurros, ni el resto de las Tierras del Este.- Concluí aun extrañando, después de todo, había escuchado historias muy interesantes acerca de las Tierras del Este por parte de los soldados. El Bosque de los Susurros, Reapergate, he incluso el Templo del Otoño, todos concluían en historias dignas de asustar durante una fogata nocturna.
Pero mi conocimiento propio era nulo, y solo podía preguntar. En eso observé a Khorial nuevamente, el había preguntado acerca del bosque con notoria seguridad, aparentemente teniendo conocimiento, aunque sea solo el nombre. -¿Sabes algo sobre ese bosque, Khorial?- Le pregunte, apartando mi mano de mi barbilla, pero manteniendo mis brazos cruzados.
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Post by Khorial Ruststeel on Aug 21, 2017 21:58:24 GMT
Asintió ante las palabras de Angel, la verdad conocer a otro Cortesino siempre era un agrado.- Lo mismo digo, si necesita algún armamento, sera un placer recibirlo en mi Herreria.- Sonrió luego de aquellas palabras, siempre era agradable tener algún cliente nuevo al que poder suplir sus necesidades. Se giro un poco para ver a Martina, la cual no parecía conocer aquellos dos bosques que de alguna manera eran conocidos por la gran mayoría de los habitantes, seguramente por el hecho de ser nueva en la Isla.- No se si considerar ese Bosque prometedor... es peligroso, no te recomiendo ir por simple curiosidad...- El tono de habla tenia esa notoria preocupación, al igual que la mirada seria en el rostro del Draconio, pero este cambio a uno de curiosidad cuando el ajeno pregunto sobre el bosque de los susurros a Khorial. El Draconio llevo su mano a su barbilla para pensar una descripción que se adaptara a aquel lugar que tantos rumores tenia, dejando escapar un suspiro y contarles.- El Bosque de los susurros es el lugar donde se ubica el Templo del Otoño, al Sur de la Ciudad de Reapergate, ese lugar es un completo laberinto si no conoces los alrededores bien... incluso para quienes van con frecuencia a la Ciudad del otro lado se les complica, y el rumor más conocido...-Khorial trago saliva mientras agachaba la cabeza un poco, recordando aquel sucedo tan desafortunado en el Festival que infundio terror incluso en los Soberanos.- ... Es que Blackstag también ronda por esos lugares...-Esas palabras salieron en voz baja, sin levantar aquella mirada seria respecto a aquel tema tan delicado.
Volvió a alzar la mirada para ver a la Elfo.- Por eso no debes ir sola a ese lugar, de verdad no te lo recomiendo si solo vas por curiosidad, a menos que tengas asuntos en Reapergate, evitalo.- Eso era más una petición que un consejo, ya se había enterado de gente que se perdía en aquel lugar, le desagradaba la idea de que aquella Elfo pudiera perderse, o peor, morir en aquel bosque tan solo por una mera curiosidad del momento, el conocía en carne propia lo traicionero que podía ser ese lugar.- Pero bueno... sobre el tema de las raíces y plantas, si tendrás una mayor variedad en el de las Hadas, y por mucha diferencia.- No quería meterse mucho en las acciones que hiciera Martina, pero de verdad esperaba que ella tomara en cuenta su consejo sobre no ir por razones vagas al Bosque de los susurros.
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