Aagron
La Resistencia
"Con o sin Sol en los cielos, con o sin tormentas por delante. Este mi hogar, esta es mi gente"
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Post by Aagron on Aug 20, 2017 4:42:16 GMT
Vale... Debía tomarse las cosas con calma...
Se había propuesto regresar a la ciudadela solo a probar suerte, pero ahora mismo preferiría pasar desapercibido, no solo por lo mal que se le daba estar entre multitudes, si no que esta vez buscaba a alguien en específico.
Había hablado con un muchacho llamado Rallis por medio de la Tableta Arcana; también con Viktoria, habían "quedado" por decirlo así, para encontrarse en la ciudadela y él en su aventurado carácter se dispuso a entrar una vez más por más que los ríos y ríos de gente que entraban y salían de la plaza central. Tenía demasiados ojos encima para su gusto; de hecho se movía tanto de un lado a otro que fuera del templo del verano, no se sentía demasiado a gusto entre tanta gente ¡Debió haberse negado! ¡Pobre de él si llegaba alguien a pedirle bailar sin previo aviso! Dioses, eso sería sumamente vergonzoso.
Suspiró y se sentó en la banca más alejada del barullo que observó. Llevaba consigo también el sedante que solía impregnar en sus flechas; era algo no letal, pero además de calmar el dolor también ayudaba a tener un sueño placentero si a alguien se le ocurría darle un sorbo.
Suspiró. Tenía que apresurarse antes de que el pobre arconte cayera inconsciente en alguna parte por el dolor...
—Pero ni siquiera sé como rayos se ve... —se dijo a sí mismo. Tendría que... Preguntarle a alguien si habían visto por casualidad a un arconte en mal estado...— Dioses, voy a decepcionar a alguien que ni siquiera conozco, ¿Donde están las iluminaciones divinas cuando se necesitan?
Hablando de Iluminaciones divinas... No podía ser, pero... ¿Cuantos Arcontes en tan mal estado podrían estar deambulando por la ciudadela con más vendas que una momia?
—¡RALLIS! —gritó con euforia; al segundo siguiente estaba corriendo en su dirección
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Post by Viktoria Íriell on Aug 20, 2017 5:21:42 GMT
La hora era un poco entrada, pero la joven nephele nunca dejaba una invitación desatendida.
Originalmente se había decidido en visitar la plaza con la intención de tocar su chelo y compartir sus tonadas, pero tras conversar con un par de arcanos por medio de la tableta arcana, Sir Aagron y Sir Rallis para ser más precisos, ahora iba con la intención de conocer a aquellos Mirovianos. Al menos ese era el plan, hasta que el mismo fue cambiado conforme efectuaba su caminata hacia las multitudes. Leyendo con más detenimiento parecía que uno de ellos estaba lastimado, y contrario al sentido común de tomar descanso para una pronta recuperación, el mismo estaba sobre esforzándose a tal grado que sus heridas empeoraban. La dama sintió la inmediata obligación de hacer algo respecto, por lo que sin pensarlo dos veces, tomó los mirvos que había ganado a modo de propina días anteriores y se desvió a un apotecario que estaba de camino, comprando unas cuantas medicinas a como su dinero alcanzó.
Aquello no era mucho, pero esperaba que bastara de momento. Embarcándose nuevamente hacia las multitudes, la joven cargaba consigo una pequeña bolsa de papel junto a su instrumento, corriendo algo apresurada entre las multitudes tratando de discernir a un arconte herido. No conocía el aspecto del afectado, salvo que estaba enyesado y que era una criatura de la luz- pero imaginaba que eso era más que suficiente para determinar su identidad. Paralelamente, desconocía completamente la apariencia del dragón, exceptuando su extravagante altura que llegó a mencionar en la conversación de la tableta. Viktoria no permitió que ello fuera un contratiempo y continuó la búsqueda, la cual pareció ser escuchada al momento que un nombre particular retumbó en el aire, pronunciado por una voz masculina. Al girar el rostro notó una figura robusta de cabellera rojiza, el cual corría con preocupación y un tinte de desespero hacia un punto en específico.
-Acaso...- musitó suavemente, imaginando la identidad del mismo. Al denotar el punto al que el hombre se dirigía, pudo avistar un joven en particular que encajaba todas las descripciones de Rallis, por lo que sus piernas se movieron por inercia hacia el punto donde el arconte yacía. -¡Sir Rallis, Sir Aagron!- exclamó la dama, su voz no siendo muy fuerte debido a su delicadeza, pero haciéndose notar de igual forma.
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Rallis
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Post by Rallis on Aug 20, 2017 5:41:39 GMT
Se habia dispuesto a conocer nuevas personas durante el festival, queria bailar con todos pero su estado aun decrepito por la luna roja le impedia disfrutar las grandes cosas que el evento le regalaba, los juegos de destreza descartados por completo, no podia comer ciertas cosas que podrian hacerle daño a su estomago que aun se recuperaba de su herida abdominal, pero habia pasado un hermoso dia y tarde con su amado Kouhei que seguro estaba exhausto por lo que el habia charlado en la tabla arcana unas horas sentado en la fuente de la plaza central donde todos aun bailaban, era una tarde bueno casi noche hermosa, conocio por la tabla a unos arcanos muy peculiares, los ojos como dos monedas de oro recien pulidos se llenaron de inmensa emocion. -¡Conocere a Viktoria y al gatito Aagron!- Dijo emocionado en la silla para levantarse emocionado y buscar unos presentes para sus nuevos amigos, encontrando una hermosa tiara para Viktoria y de pronto encontro un pequeño gatito de peluche con los ojos enormes. Rallis sonrio y compro ambos objetos para ir a su encuentro pero cuando menos lo espero alguien le empujo entre tanta gente y provoco que el arconte cayera al suelo, sintio un punzante dolor en su estomago. "-¡N-no puede ser mi herida! ¿s-se habra acaso...?-" Bajo su mirar hacia su estomago, su hermoso kimono amarillo se habia manchado de rojo y no fue poco como cuando se abria un poco la piel no, habia sido bastante, una mancha grande se formo, el miedo domino al arconte recordando aquello que le habia propinado un terrible trauma que solo surgia cuando aquello ocurria o cual no era seguido, solo queria aire fresco y conocer gente que salia hasta casi el fin del una fiesta, pero se habia convertido en aquella horrible noche, su respiracion se agito, mensajeo como pudo en la tabla hasta que el dolor, ese horrible dolor regreso, sintio como sus entrañas lo abrumaban, cuando tosio con fuerza permitiendo lineas de sangre escapar por la comisura de sus hermosos labios, camino por los callejones en busca de la posada para volver con Kouhei pero termino perdiendose. -U-ugh....ah...d-duel...e...m-much...o...d-debi s-ser c-cuida...dos...so...AGH!- Dijo fuerte para apretarse el estomago, sus manos se mancharon de su sangre, sintio la fuerza abandonarlo, se apoyo en la pared, creyo que moriria, recordo sus gritos de dolor cuando la luz roja lo bañaba los ojos de Akane que le herian sin parar, lo abrumaba, jadeaba desesperado pero no solo por el dolor si no por el trauma, para sentir como sus pernas perdian soporte, simplemente a punto de desplomarse, manchando la pared con sus manos manchadas de sangre, fue en ese momento en que escucho unas voces que gritaban su nombre, una masculina que retumbo en lo mas profundo de su mente, el jovencito giro su cabeza hacia donde la gente notando una melena de cabello rojo, un hombre tremendamente alto, que grito su nombre, Rallis movio sus labios como si hubiese dicho el nombre pero nada habia salido, ni un sonido aunque parecia que hablaba diciendo. "-Aagron...Viktoria-" pero en eso sintio que no pudo mas, el dolor era tan fuerte que cerro sus ojos y cayo al suelo en el callejon donde estaba, los regalos se escaparon de su morral cayendo al suelo, mientras el joven castaño se quejaba de dolor entre sueños.
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Aagron
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Post by Aagron on Aug 20, 2017 17:55:14 GMT
Aagron sintió como si su cabello se levantara como las púas de un puercoespin al verle caer; no había sido lo suficientemente rápido como para cogerle a vuelo. se lanzó de rodillas a un lado y lo primero que hizo fue dejarle boca arriba; ya lo atendería debidamente en la primera posada en la que entrara, pero si se atrevía a quitar las vendas en ese preciso instante se arriesgaba a que la herida sufriera una infección y por más que su sedante fuera sumamente efectivo, no obraría bien de ser el caso.
Al instante que le alzó en los brazos con tanto cuidado como podía, entró en pánico; le había dicho que sabía un poco de medicina, no que era doctor ¿Qué pasaría si de pronto tenía expectativas sumamente altas sobre él? No tenía tiempo para detenerse a averiguarlo. Al alzar la mirada, pudo observar a una joven mujer; le hubiera encantado quedarse como cualquier hombre idiota y observarle a detalle, era parte de su bruta naturaleza, pero en ese momento la prioridad era llevar a Rallis a la posada más cercana. Fue cuando le escuchó decir su nombre que cayó en cuenta: Ella podría ser Viktoria.
Presentaciones para luego. Inclinando la cabeza a modo de saludo, se apresuró a salir del callejón y luego con grandes zancadas entró en la primera posada que vio; la persona encargada no preguntó nada, ni siquiera cuando Aagron derribó la puerta de una de las habitaciones de una buena patada.
—Te dije que si te dolía te estuvieras quieto —le dijo a Rallis; dudaba que el chico pudiera contestarle en el estado en el que se encontraba, pero era su mejor manera de mostrarse preocupado— Te lo dije y mira como has acabado
Y él tampoco podía hacer demasiado, solo darle un cuidado básico como los que tenía que aplicarse a sí mismo cuando terminaba herido por accidentes o semejante.
De hecho ¿por donde era que debía empezar? Retirar las vendas, si, eso sería lo más conveniente (por lo menos eso esperaba).
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Post by Viktoria Íriell on Aug 20, 2017 18:44:57 GMT
La situación era crítica, y el joven que asumía era el dragón parecía ajetreado por las circunstancias- tanto así que corrió despavorido y se clavó en el primer establecimiento en que ofrecían posadas, cargando al débil arconte desfallecido en sus brazos. Su comportamiento era un tanto salvaje, pero era excusable por el temor y el apuro por rescatar al que lo necesitaba. Viktoria no se restaba a la situación de emergencia y hubo recogido las pertenencias de la criatura de la luz, guardándolas en la bolsa de papel en la que cargaba las medicinas. Fue un poco más meticulosa pero aún así apresurada, caminando a paso rápido por donde había avistado el pelirrojo se había perdido.
Conforme entró al establecimiento pudo notar muchos rostros desconcertados buscando una respuesta, especialmente por la puerta tirada y el atropello de varios artículos que estaban de por medio. La nephele respiró hondo y agachó la cabeza en modo de disculpa -Lamento lo abrupta de nuestra visita. Les repararé los daños en cuanto la emergencia cese- en seguida dicho eso, levantó el rostro sonriendo suavemente, pero sus cejas en un arco que denotaban preocupación. Colocó su pesado instrumento a un lado del vestíbulo donde el que atendía parecía estar congelado, y se dispuso a tomar una mano del hombre -Le daré explicaciones pronto, por el momento le agradecería de lo profundo de mi corazón, que me ofreciese un poco de agua fresca-
El hombre, el cual estaba pasado de kilos, vestía un delantal de cuero algo manchado y de su calvicie nacían unos prominentes cuernos, pareció algo aturdido, pero la gentileza de la dama pareció devolverle la razón, por lo que asintió y se perdió en una puerta detrás de dicho vestíbulo. Viktoria regresó a sus asuntos, y entró de forma educada en la habitación donde se encontraba Rallis y Aagron, donde el dragón parecía afanado decidiendo qué hacer, conforme retiraba las vendas del alado.
La dama se sentó a la orilla de la cama en la que reposaba el herido, sin entrometerse entre el pelirrojo y el castaño. Respiró hondo y demostró una sonrisa sincera, la cual transmitía el estado anímico de paz de la misma. Con delicadeza, sacó de su bolsa unos artículos, siendo estos unos frascos pequeños, gaza, hilo y aguja. De los frascos se podía observar uno con un líquido claro azulado, y otro con una especia de pomada oscura. Colocó aquello sobre una mesita contigua a la cama, y posó una de sus tersas manos sobre el brazo del dragón -Permítame ayudarle- mencionó con su lírica voz, conforme le alcanzaba el frasco con el líquido claro y un trozo de vendaje limpio. La forma en que hablaba y se movía era paciente, todo con la intención de calmar los ánimos -Limpie las heridas con esto, y de ser necesario suturaremos lo que haga falta- inquirió. Sus conocimientos en medicina no eran a la altura de un médico, pero fueron incontables las veces que le tocó tratar con arcanos lastimados que requerían atención inmediata antes de ser llevados a alguien con apropiada educación al respecto.
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Rallis
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Post by Rallis on Aug 20, 2017 19:50:40 GMT
Sintió dolor al momento de ser tomado en los fuertes brazos del draconico preocupado por el cuerpo del herido ¿hacia cuanto tiempo que no recibía impactos? que le tenían en tan decrepito estado...en el pasado había enfrentado guerras valientemente, teniendo heridas tan graves que podría haber muerto, un pasado que ya había olvidado pero ¿por que se había suavizado tanto el arconte?¿por que se permitió volverse tan vulnerable? habían pasado todo tan rápido que cuando abrió los ojos dorados estaba mirando el techo de una posada. "-¿donde estoy?-" pensó para dirigir su mirada hacia quien movia su cuerpo en aquella cama, las vendas eran retiradas poco a poco, mostrando finalmente la terrible herida que habia sido calcinada, Rallis trato de moverse pero le fue verdaderamente imposible pues el dolor lo hacia que regresara hasta la cama.
-u-ugh...¿c-como llegamos a-aqui?...- Dijo para sentir un peso mas en la cama, era una dama de gran belleza, Rallis se sonrojo muy leve pues aquella mujer era tan linda que simplemente hizo que sus mejillas se vieran como dos pequeños faroles en el oceano.-V-Viktoria...¿acaso es usted?- Pregunto para quejarse del dolor al ser retirada la venda base de su herida que sangraba leve, pero podria ser grave si no trataban esta, Rallis sonrio como pudo a ambos arcanos para decir. -n-no es nada...y-yo...- no sabia que decir, no queria que estuviera nadie preocupado por el, por que no se cuidaba lo suficiente sin Kouhei, fue muy imprudente.
-L-lo siento...creo que perdi sus obsequios en e-el callejon- Dijo bajando su mirada un poco mientras notaba como acercaban el paño humedecido con aquel liquido que desconocia. "-¿sera como aquella anestecia?-" se pregunto a si mismo en su mente para cerrar los ojos asustado por el dolor que podria sentir.
Cuando una pequeña sonrisa escapo de sus labios y mira al pelirojo. -s-si ella es Viktoria eso quiere decir que...¿eres el gatito?- Dijo riendo leve mientras miraba a Aagron.
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Post by Aagron on Aug 20, 2017 21:12:07 GMT
Aagron, sin embargo en lo que retiró las vendas se quedó helado. Tomó una profunda bocanada de aire, sintiendo sus pulmones inflarse logró entrar en cierta calma, Viktoria se vía demasiado tranquila, demasiado para las sucesivas y sin duda alguna rápidas acciones que él había realizado segundos atrás. Incluso habiendo sido un guerrero de cuidado, ya había olvidado lo que era mantener la cabeza fría en situaciones como en la que se encontraba. Soltó el aliento, se obligó a relajarse, Estar tenso le haría mal no solo a su moral, también sería dañino para el ambiente.
—Gracias…
Aagron observó a Viktoria unos breves instantes, luego observó lo que le tendía, reconocía bien lo que era y soltó el aliento con pesadez, casi un bufido. No era porque le molestara que le dijeran que hacer, en absoluto; era que conocía bien lo mucho que podría llegar a arder y picar si la herida ya estaba infectada. Había pasado por una situación semejante cuando resbaló en el volcán de Draconia, las cicatrices en su espalda lo confirmaban, y solo podía decir que lo que recordaba no era nada bonito.
Sin mucha demora, puso manos a la obra: con una de las gasas empapadas en el desinfectante, se dedicó a limpiar la herida siendo minucioso y precavido, no veía nada que pudiera suturar, con la piel cauterizada sería un terrible error depender del hilo y la aguja para mantener la carne junta; en pocas palabras: a su criterio lo que Rallis necesitaba era estricto reposo, nada de ponerse a jugar y saltar de aquí para allá, nada de caminar sin precaución por doquier como le viniera en gana... Ojalá supiera como convencerle de ello, en serio que si.
Terminado el proceso de limpieza, rebuscó ahora en su propia mochila; el sedante que impregnaba en sus flechas era totalmente transparente en comparación a lo que había usado anteriormente. Suspirando, repitió el procedimiento, el sedante era sumamente eficaz, de efecto casi inmediato por alivio suyo.
—Debería bastar de momento —comentó al final del procedimiento— No sería bueno cubrirlo justo ahora; las heridas necesitan airearse un poco... si se vuelven a cubrir, por más que las vendas estén desinfectadas y demás, la herida podría gangrenarse... no es algo que queramos
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Post by Viktoria Íriell on Aug 20, 2017 22:44:05 GMT
Conforme confiaba en Aagron la labor de atender las heridas del arconte, Viktoria se dio la tarea de confortar a Rallis, el cual parecía despertar de su inconsciencia. La dama se retiró sus guantes y con la palma desnuda, llevó una de sus manos al rostro del chico castaño, retirando unas hebras del mismo y acariciando su tez. Agradeció las dulces palabras del mismo con una tenue sonrisa, y con su otra mano dió una palmadita a la bolsa de papel, llamando la atención de la criatura de la luz -No te preocupes por ello, tomé tus pertenencias. Por ahora, lo que más nos importa a Sir Aagron y a mi persona, es tu mejoría- mencionó con palabras suaves y un rostro enternecido, acariciando con el dorso de su mano la mejilla del alado.
De un momento a otro fueron interrumpidos por el dueño del local, el cual había regresado por favor de la nephele, trayendo consigo agua fresca en un contenedor alargado, junto algunos vasos y toallas. Viktoria asintió con un gesto humilde en modo de agradecimiento, por lo que el arcano se retiró con prontitud, no sin antes devolver una mirada de similar índole.
-Por supuesto, Sir Aagron- intuyó a las indicaciones del pelirrojo. Se levantó y abrió una pequeña ventana de la habitación, con la intención de permitir que la fresca brisa nocturna ayudara a la mejoría de las heridas del otro. Al retornar, tomó el contenedor y le sirvió una bebida al arconte, con la intención de que se hidratara. Acercó el vaso a la boca del otro y lo invitó a beber -Vamos. Ha perdido sangre y está desgastado. Es prudente que se mantenga hidratado para una pronta recuperación- dijo, mientras lentamente le cedía el vaso y tomaba el agua.
Conforme hacía aquello, con el rabillo del ojo volteó a mirar al dragón, el cual tenía un semblante más calmado -Sir Aagron, creo que no hace falta las introducciones, pero soy Viktoria Íriell. Un placer conocerle- se presentó, y retornó la mirada al otro, esbozando una sonrisa algo más pronunciada que antes -Y por supuesto, un placer servirle y mantenerle con vida, Sir Rallis- mencionó solemne, pero derrochando alegría al respecto. Tomó el vaso y lo devolvió donde yacía el resto. Llevó una mano al hombro de dragón y añadió -Una atención fenomenal- aquello lo dijo a modo de alabanza, ya que pudo controlar sus emociones y actuado de forma prudente. Aunque no se notara en sus gestos, la nephele se encontraba más tranquila, como si un peso hubiera sido retirado de sus hombros. Aquella sensación era reconfortante, la de ayudar a otros en momentos de necesidad.
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Rallis
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Post by Rallis on Aug 27, 2017 19:19:13 GMT
En aquella cama el arconte se encontraba bastante adolorido, pero no habia ningun problema o peligro ahora, el joven castaño sonrio a la mujer que mostraba donde se encontraban sus obsequios que por las circunstancias no pudo entregarles a ambos arcanos, Rallis estiro su mano para pedirle la bolsa de la manera mas amable a la arcana que le habia atendido con amabilidad y una sonrisa.
-Sus obsequios estan ahi, pueden verlos!- Dijo emocionado aunque adolorido, trato poco a poco de sentarse para poder vera Viktoria y al gatito mejor, esperando la bolsa.
-Este comienzo para conocerlos fue un poco inesperado, espero me...disculpen, a decir verdad no esperaba que mi herida empeorara de ninguna forma, ya volvia a casa cuando tuve el incidente...pero no de no haber sido por ustedes probablemente hubiese sido peor, sere mucho mas precavido...-
Dijo avergonzado, realmente la situacion habia sido algo critica y penosa, ni siquiera recordaba el como habia ocurrido o llegado hasta ese punto, Rallis se rio nervioso pero consiguio mantenerse calmado pues sabia que si se alteraba mas, no seria mejor para el.
-Si tu eres la hermosa señorita Viktoria...y el el joven Aagron, ¡¡El gatito!!- Rie para abrazar a Aagron como puede.
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Post by Aagron on Aug 28, 2017 1:30:21 GMT
Él estiró un brazo y arrastró una pequeña y simplona silla antes de lanzarse sentado soltando todo el aire que tenía en sus pulmones; fue luego de hacerlo que cayó en cuenta de que pudo habérsela ofrecido a Viktoria para que ella estuviera más cómoda si hacía falta. Una vez sus pulmones estuvieron vacíos, él sonrió de nuevo. Habían empezado de la forma mas extraña posible sin lugar a dudas.
—¡Un placer conocerles en persona! —dijo al momento que Viktoria se presentara, era una introducción algo extraña sin dudas, pero peor era nada. Se enderezó nuevamente y apoyó los codos en sus rodillas— Soy Aagron, de apellido no llevo nada, ¡pero mis puños están a su servicio si hace falta!
No era necesario decirlo: su presentación era sumamente extraña, pero lo tenía ya por costumbre y no podía hacer nada por evitarlo aunque lo intentara. Era la clase de sujeto que actuaba primero y pensaba después (si es que no estaba pensando al mismo tiempo que hacía las cosas). Agradeció a Viktoria con una pequeña reverencia, luego observó con alivio que Rallis conservara aún buenas energías, aunque sin lugar a dudas se quedó totalmente de piedra con el abrazo ¡Incluso había enrojecido! Él tendía a ser bastante expresivo, lo sabía de sobra, pero hasta entonces no había conocido a alguien que abrazara tan fácil ¡Ni siquiera él a quien tanto le gustaban los abrazos!
Rió con cierto nerviosismo y alzó una mano dando algunas palmadas en la cabeza del arconte, era difícil tomarlo desprevenido en ese sentido, tenía que admitir eso cuanto menos.
—Con calma, con calma. El sedante quita el dolor pero eso no significa que no puedas dañarte —le dijo sonriendo— Gracias por el apodo; el mucho mejor que "cabeza de antorcha" —añadió
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Post by Viktoria Íriell on Aug 29, 2017 1:34:39 GMT
-Es usted muy energético y efusivo, Sir Rallis- comentó alegremente la dama, conforme le cedía gustosa la bolsa de papel al arconte. -¡No tiene de qué preocuparse, para mi es un placer ayudar!- añadió, suavizando la pena del otro con respecto el haberle dado algún tipo de inconveniente. Cierto era que aquello no le molestaba en lo absoluto, y si algo, la llenaba de gozo el poder verle con una sonrisa en el rostro, deslumbrando vitalidad, a pesar de sus heridas y contratiempos.
Prestó atención a las palabras del dragón, el cual extendía consejo al joven alado para evitar que el mismo se lastimara más de lo debido. Aquel le pareció un gesto de lo más amable, lo cual generaba un gran ambiente de confianza. No pudo evitar sonreír ampliamente, saciada de todas esas agradables sensaciones que ya le hacían falta. Al ver que el arconte abrazaba al otro, le trajo gratos recuerdos de cuando vivía en el viejo continente- toda esa familiaridad, apertura a las emociones y calidez en cada gesto. No podía estar más enternecida en esa situación.
La nephele rió por lo bajo, no pudiendo ocultar su cariño hacia los otros. -Son muy adorables, ambos- comentó, algo ruborizada por la alegría de tan bella escena.
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Post by Rallis on Sept 28, 2017 3:00:05 GMT
Los sentimientos encontrados en sus nuevas amistades eran algo que llenaban de dicha el dorado corazón del arconte, que siempre expresaría sus sentimientos sin dudar un solo segundo, mientras abrazaba el fornido cuerpo del draconico, el olor a ceniza con ciertos toques de lo que parecía ser las medicinas que usaron para proporcionarle, le daba un aroma agradable. “—Es mejor que cabeza de antorcha—“añadió, para el castaño reír un poco y alejar sus brazos de tan mimoso abrazo.
—La verdad…ese apodo suena bastante divertido pero jajá creo que yo diría que pareciera más una melena de león como la del soberano Ajani. El sí que parece todo un gatito!! Pero creo que él lo tomaría a mal si le dijera gatito, quizá me aplastaría…— Un pequeño escalofrió recorrió la espalda del chico mientras imaginaba como el soberano furico le castigaría si acaso se enterara de que le había dicho gatito, pero bueno ¿Cómo se enteraría? Ni siquiera lo conocía.
Sus pensamientos fueron completamente borrados de su mente por la dulce voz de Viktoria, que linda…que tierna mujer. Pensó Rallis para sonreírle, la miro por unos instantes, pensó en su tierna madre, en la mujer humana que le había proporcionado un lugar donde estar, un lugar donde comer y beber, una verdadera familia a pesar de ser completamente diferente, Rallis comenzó a llorar en silencio, ni siquiera se había percatado de su llanto en realidad, solo las lágrimas brotaron de sus ojos levemente aun cuando estaba sonriendo, aun cuando sus recuerdos eran felices.
—Sabe…me recuerda muchísimo a mi mama…era igual de tierna, gentil y dulce…con un corazón bondadoso…usted es una dama que simplemente…es extraordinaria, me alegra haberla conocido, a ambos…—
Decía mientras miraba a los arcanos, desde que llego había hecho muchos amigos y los repasaba por su mente una y otra vez, tanto amigos que conoció al llegar como los más nuevos. “—Ra Kai, Ondine, Jeriko, Garkal, Garrel, mi mama Akane, Kouhei♥, Hanah, Kaira, Papa Boher, Corina, Beltaine, Wild Fang, el señor Sven que me da un poco de miedo, Cytka, Dr. Marino, Aagron y Viktoria—“Sin duda estaba teniendo una estupenda vida, se sentía de verdad muy contento, afortunado de haber conocido a muchos arcanos nuevos que le habían entregado una sonrisa sincera, le encantaba.
— ¿Ustedes gustan ser mis amigos y crear momentos juntos para compartir por el resto de nuestras vidas? Por qué…me gustaría una pictografía de nosotros tres así jamás los olvidare…— Dijo con una sonrisa sincera, emoción pura de la nueva experiencia, todo era felicidad, el dolor se había esfumado, siendo sustituido por un sentimiento tan puro que jamás desearía que a algún arcano o humano le faltase…Felicidad.
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Rallis
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Post by Rallis on Apr 4, 2018 22:17:17 GMT
OOC: Sacó al pollo por mi falta de participación, lo siento, veré que se repartan los puntos
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