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Post by Deleted on Aug 23, 2017 14:53:18 GMT
Soltó un ligero suspiro mientras terminaba de vestirse colocándose un blazer obscuro encima de todo su Outfit, giro lentamente sobre sus talones entrelazando miradas con una de las sirvientas del hogar. -¿Que Tal?- cuestiono el vástago alzando un poco los brazos a la altura de sus hombros, vaya que era un asco no poder verse al espejo, las mejillas de la joven se enrojecieron ligeramente e Izark pudo notar cierto brillo en aquellos ojos - Impecable señor- la chica hizo una reverencia mas que nada para tapar aquel sonrose que el vástago ya había notado. Camino lentamente sacudiendo con sus manos su vestimenta de polvo o alguna otra cosa inexistente -Jago Se Queda A Cargo En Mi Ausencia- se detuvo justo en el umbral de la puerta de su habitación- Vigilen Bien A Los Niños Esta Noche- el vástago salio de aquella enorme habitación sin darle tiempo a la joven de responder a sus mandatos, el sabia que acataría a la perfección sus ordenes así que no tenia sentido que perdiera mas tiempo escuchando un "si señor". Todo esto había pasado algunas horas atrás, Izark ante todo era una persona muy puntual y si había acordado llegar a un lugar a determinada hora el llegaría quizás dos horas antes dependiendo del asunto. Aprovecho el tiempo de sobra que tenia para observar detenidamente uno que otro detalle que el manto obscuro del anochecer hacia resaltar en la ciudadela, se habría puesto a caminar de no ser porque para eso había llegado a tal lugar. No conocía físicamente a la señorita Viktoria pero por como se expresaba en la tableta arcana debía ser una mujer de cierta clase e incluso con un porte delicado, al menos esa era la conclusión apresurada del vástago. La tenue luz que cubría el lugar en conjunto con la poca actividad arcana le daban a Izark un aire misterioso e incluso hostil. Armado con una brillante rosa blanca en su mano derecha y una pluma de igual color en su oreja que apenas se dejaba ver por su gran melena oscura, el vástago se disponía a esperar la media noche con suma paciencia, deleitándose con los murciélagos que volaban de un lugar a otro, los pequeños gatos que pasaban frente a el y la fresca brisa golpeando su rostro.
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Post by Viktoria Íriell on Aug 23, 2017 15:44:21 GMT
Viktoria se caracterizaba por tener un carácter suave, adornado con un corazón ligero que se agasajaba en la simpleza de la vida. Cosas minúsculas como el baño plata de la luna sobre el camino, el ulular de aves nocturnas a lo lejos, el brillante baile de los insectos sobre el aire de medianoche y el estrellado panorama que surcaba el cielo, robaban su aliento sin mucho esfuerzo, logrando que se deleitara con facilidad. La noche siempre había sido su hora favorita del día- había una inexplicable paz que emanaba de la tierra, una que permitía apreciar aspectos de la vida que difícilmente podían observarse durante la ajetreada mañana de una ciudadela. Tal cual dos caras de la misma moneda, la noche proporcionaba una perspectiva única y hasta poética, mientras el día encerraba energía y ajetreo. Aquella noche en particular, por petición de Sir Santori, había aceptado el acompañarle en una caminata por las calles del pueblo. Ante sus ojos, aquello no era más que un armonioso encuentro, que enriquecería su experiencia en la isla y le permitiría conectarse con más Mirovianos, cosa que le agradaba de gran manera. Su naturaleza social siempre la llevaba a querer conocer y asociarse con toda clase de criaturas, desde los que algunos considerarían como peligrosos e indeseables, hasta los idolatrados y amados. Para ella, todo arcano existía en un mismo plano, y no habían muros o límites que lograran entorpecer su indistinto aprecio por todo ser vivo. Aquella noche, en antelación a la cita, decidió vestir de forma recatada y modesta, pero sin negar una gota de acomodo y elegancia. Amarró su cabello y lo peinó, de forma que el mismo cayese a un costado de su cabeza y danzara el exceso sobre su hombro izquierdo. Como era típico, adornó su castaña cabellera con aquellas flores blancas bendecidas con magia, creando una especia de diadema natural en el borde del amarre de su melena. Decidió usar un par de guantes negros, calados con un distinto toque floras a lo largo de la tela, dejando entrever su clara tez. Por un momento consideró la idea de traer consigo su preciado violoncelo, pero no quería entorpecer el viaje con algo tan pesado como aquello. En contraparte, adquirió prestado uno de los violines de los jóvenes que estaban bajo su cuidado, y tras guardarlo en su práctico estuche, tomó un respiro y se decidió ir al punto de encuentro concordado para la reunión. No era de forma permanente, pero residía en unas habitaciones de renta en la ciudadela, las cuales habían sido prestadas con toda bondad a ella y los suyos al arribar poco menos de un mes, por lo que el camino al mercado era sumamente corto. Conforme caminaba aquellas calles vacías, pudo observar a lo lejos una silueta robusta, lo cual la llevó a pensar si su dueño sería Izark Santori. Bien era cierto, ignoraba por completo la imagen o apariencia física del sire, por lo que le apostaría a sus instintos el adivinar su cita en aquella noche. Cada paso iba seguro, pero despacio, otorgando tiempo suficiente a la joven Nephele de discernir la sombra que apenas era iluminada por el astro nocturno. Era un hombre muy alto, de una salvaje cabellera negra como el carbón y rasgos masculinos que emanaban precaución. Sus ropas eran sutiles pero elegantes, siendo su elección de vestuario impecable. La calidad de la tela junto a los hilos platas que bordaban artesanalmente tan finos detalles eran comparables al arte. Bastaba decir que el gusto de aquel arcano se sentaba en cosas finas y costosas, lo cual era una pequeña idea de lo que se había imaginado preliminarmente Viktoria. Sin más contratiempos, caminó hasta la presencia del contrario, liberando una tierna sonrisa momentos antes de inclinarse como un acto de respeto -Buenas noches, ¿Es usted Sire Santori? - enunció, con una voz lírica y suave como el mismo viento.
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Post by Deleted on Aug 23, 2017 17:56:49 GMT
Debido a la poca o casi nula actividad arcana a esas horas el vástago diviso una silueta femenina a la distancia. -No Puede ser ella- fue el primer pensamiento que cruzo por su mente, el ambiente era ligeramente hostil como para que una dama se encontrara fuera a esas horas, lo mas seguro era que sin decirle absolutamente nada Viktoria habría decidido no presentarse y era perfectamente comprensible, al menos esa era la precipitada conclusión a la que el hombre llego. Pero después de varios segundos en donde aquella silueta no hacia mas que acercarse a el tuvo que optar por reconsiderar aquello.
La dama se acerco lo suficiente para ser observada detenidamente por el vástago, su vestimenta era bastante simple pero tenia un aire muy elegante a su alrededor, el rostro y la figura de la mujer eran hipnotizantes, debía ser sincero con eso. En el rostro del vástago se formo una ligera sonrisa al escuchar las palabras de la dama frente a el -Debo Suponer Que Usted Es La Señorita Viktoria- sin ningún tipo de permiso tomo una de las manos de la contraria depositando un beso en la parte superior de esta -Debo Decir Que Es Mas Hermosa De Lo Que Habia Imaginado Señorita- antes de soltar su mano coloco aquella rosa libre de espinas entre los dedos de la mujer -Solo Un Pequeño Presente Para usted- libero la mano de Viktoria e imitando su saludo coloco una de sus manos en su propia espalda y dio una ligera reverencia.
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Post by Viktoria Íriell on Aug 25, 2017 14:02:44 GMT
-Veo que usted es un hombre de modales y extensa caballerosidad- elogió la dama, conforme acercaba la flor a su rostro y respiraba aquel dulce aroma. -Es un gran placer conocerle, sire Santori- enunció con un ligera sonrisa, conforme el otro irguió la espalda nuevamente. Viktoria desvió la mirada un momento, para poder apreciar el manto nocturno que los cubría, el cual estaba despejado e inundado gratamente de estrellas, dejando a la vista la desnudez de todas las constelaciones conocidas.
-El destino sonríe sobre nosotros- indagó conforme incitaba al otro a mirar al velo nocturno y agasajar su mirada en tan hermoso espectáculo -La noche siempre tiene algo que ofrecer a aquellos que saben escuchar- comentó con cierto misticismo, haciendo referencia a la incertidumbre y las bellezas que se podían apreciar, contrario al día.
La luna estaba en su punto más alto, y la noche era joven, por lo que la nephele tomó iniciativa -Usted puede guiar nuestra caminata en esta velada, sire Santori, ser[a agradable conocer los sitios que usted frecuenta durante sus travesías nocturnas- acotó, acercándose lo suficiente como para quedar al costado del hombre, expectante de sus próximas palabras y reacción.
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Post by Deleted on Aug 25, 2017 18:33:12 GMT
Ladeo la cabeza a modo de afirmación -Así Es- estaba un tanto consiente que sus palabras fácilmente podrían malinterpretarse, podría parecer egolatra y soberbio pero después de ciertos años ya no le importaba lo que dijeran de el, se había construido de un carácter fuerte y dominante, era muy poco probable que algún día cambiara sus hábitos pero Izark estaba muy bien así, al menos eso parecía. -El placer es todo mio señorita Viktoria- sin duda la poca cantidad de arcanos con los que se había topado dejaban mucho que desear, pero era bastante satisfactorio saber que no todos era iguales, apenas la había conocido pero la mujer frente a el le inspiraba cierta confianza y tranquilidad, cosa que pocos arcanos lograban en el.
Después de escuchar las palabras de aquella dama y de observarla unos cuantos minutos su mirada se poso en el manto obscuro que los cubría. La luna llena en su máximo esplendor se reflejaban en los ojos bicolor del vástago, inhalo profundamente extendiendo sus manos a lados opuestos lo mas que podía sintiendo aquellos rayos de luz nocturna no letales para alguien como el. Se quedo así por varios segundos escuchando atentamente a Viktoria -No creo que el destino este sonriendo del todo- sus brazos bajaron y su semblante serio apareció de nuevo -Sin embargo la luna si y vaya manera de hacerlo- ante todo, Izark era una persona espiritual, quizás ya no tanto como en sus mejores años pero algo había quedado de esos tiempos -Y para los que saben buscar también señorita, aveces esconde muchos secretos que no quieren ser revelados- aquello lo sabia muy bien y era sin duda alguna su parte favorita de ser una criatura de la noche
La mujer se acerco mas e Izark solo le ofreció su brazo para empezar con el recorrido -Contrario a lo que usted podría pensar señorita, la ciudadela no es un lugar que frecuento mucho- estaba relativamente lejos de sus dominios y sinceramente no era el mejor lugar para entretenerlo -Reapergate sin embargo es mi elemento, pero no le aconsejaría visitar ese lugar a menos que tenga un claro propósito- la luz pocas veces tocaba aquel lujubre lugar, era el hogar perfecto para los vástagos por mucho que no quisieran aceptarlo -Pero seria un honor perderme entre calles y callejones vacíos con usted- una ligera sonrisa se formo en el rostro del vástago, su mirada regreso al cielo por un momento antes de continuar -Solo espero que no haya lobos sueltos por aquí-
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Post by Viktoria Íriell on Aug 25, 2017 23:16:27 GMT
La mujer esbozó una enternecida sonrisa al momento en que el brazo ajeno se le fue ofrecido. No dudó en rodearle con el suyo, mientras que con la otra mano sostenía el maletín con el pequeño violín dentro. Su atención se colocó en la famosa ciudad de Reapergate- poco había escuchado al respecto, habían quienes le temían a sus callejones, y quienes residían orgullosamente ahí. -Reapergate es un nombre particular- musitó, queriendo aclarar un punto -No le conozco mucho, pero pienso visitar muy pronto, conocer la razón de admiración y temor hacia la misma- explicó de forma que podía ser tachada como inocente. -Quizás cuando visite, podremos caminar en sus lugares de preferencia- agregó, siendo educada.
Dando sus primeros pasos, caminaron abiertamente por una avenida principal, recibiendo el preciado baño plata por parte del astro nocturno. Hacia no tanto cada esquina de aquel panorama estaba cargado de flores, adornos e incontables parejas, buscando la oportunidad de compartir su tiempo y sentimientos con alguien más. Ahora, todo aquello era una desolación total. Aunque pudiese parecer triste, la paz que se respiraba era terapéutica para la nephele. -Los guardias de la ciudadela han de mantener a raya los peligros- infirió con respecto al comentario sobre los lobos. No sabía que tan fuerte era esa problemática, ya que su tiempo allí hasta el momento era corto, y desconocía de algún peligro real hasta la fecha.
Mientras avanzaban, llegaron a un punto donde su camino bifurcaba, por lo que se detuvieron ante la decisión. Aquello le dio algo de tiempo para alimentar la conversación -Me pareció creer que usted lucha, o a luchado en algún punto. ¿Me permite el atrevimiento de preguntar sobre su profesión?- juzgando a primera vista, la elegancia y clase con la que hablaba y se expresaba daban la impresión de que fuera algún noble, pero no podría saber con certeza sin hacer primero la pregunta.
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Post by Deleted on Aug 26, 2017 1:24:33 GMT
Una vez la joven se aferró a su brazo el vastago comenzo a caminar lentamente, cosa poco común en el, sus gran tamaño y sus largas piernas lo hacían dar pasos agigantados en comparación a otros y era por eso que muchas veces pareciera que tenía prisa, cosa que era un tanto cierta pero aun así Izark sabia donde y cuando debía ser rápido -Es un lugar algo hostil señorita, así como sus habitantes- miró de reojo a la dama a su lado -Sin embargo no le e de negar que tiene su encanto- su mirada volvió al frente -Sobre todo para seres de la oscuridad como yo- musito una pequeña risa que salió desde su garganta -Seria un honor que me acompañara a recorrer todos los rincones posibles del lúgubre Reapergate- la sola idea emocionaba al viejo vástago.
El paseo comenzo y sin duda alguna lo que el vástago más disfrutaba era la tranquilidad y la nula actividad arcana a esas horas, obviamente también disfrutaba de la compañía de la señorita viktoria pero el vástago era una persona ordenada y algo autoritaria que gustaba del silencio y de cierta forma la soledad -Esperemos que así sea- nunca le había tocado presenciar a los guardias en acción y aquella sería una muy mala noche para verlos por primera vez -Y si no es así no me molestaria nada romper algunos huesos- quizás sus palabras podrían sonar muy brutas en presencia de la dama, pero el vástago era completamente genuino
Se detuvieron de pronto al ver como el camino se dividía en dos, vaya que no estaba prestando mucha atención pues los pasos de ella cesaron de repente, cosa que lo tomó ligeramente por sorpresa -Tengo muchos oficios señorita- su atención se posó en ambos caminos, optando casi inmediatamente por la derecha -Soy un tipo de mercader, me encargo de proveer a cualquier arcano de las cosas que necesite- otra sonrisa volvió a formarse en su rostro -Tengo un orfanato en la zona residencial de Reapergate, es sin duda la actividad que más consume mi tiempo- una ligera pizca de culpabilidad recorrió su cuerpo al recordar a todos los niños que había dejado en la mansión -Así también trato de mantener con vida a mi clan, el apellido Santori tiene un largo y lúgubre pasado en el cual yo soy el pilar central- suspiro pesadamente ante sus palabras.
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Post by Viktoria Íriell on Aug 26, 2017 21:05:39 GMT
Las palabras del otro había generado un vasto espectro de emociones en la arcana, siendo gusto, al notar el lenguaje corporal del vástago con respecto a su invitación en su ciudad de residencia. Consternación, con la naturaleza violenta del otro al imaginarse un posible encuentro con lobos, y fascinación, al descubrir la dedicación a con seres huérfanos que no tenían con quién recurrir. Siempre pensó que era una tarea noble la de cuidar a criaturas hasta que pudiesen valerse de si mismos, el educarles y enseñarles valores para que se convirtiesen en seres de bien. Eso era algo que admiraba infinitamente de Zurek, su protector- de no ser por él, ella hubiera sido esclava y terminado de manera trágica, debido a la guerra y carnicería que dio raíz a la gran caza.
De manera natural, la nephele tenía instintos maternales, que también agregaban agrado de más a aquel acto desinteresado. -Es sumamente noble de su parte, el entregarse a la ardua faena de criar huérfanos- elogió de manera educada -Me gustaría poder visitar a sus pequeños, lo más seguro es que les encantarán a los mios- comentó, dando a entender que ella estaba en una posición similar a la del otro. Viktoria había llegado a la isla de Mirovia hacia poco menos de un mes, y consigo vinieron un grupo de niños que, al igual de ella cuando fue rescatada, estaban desamparados y sin los medios para sobrevivir por su cuenta. Sin pensarlo dos veces, ella tomó la responsabilidad de velar por los mismos. Para su gracia, los mismos jóvenes le ayudaban a cuidar de los más pequeños, y frecuentemente le invitaban a salir por su cuenta, para despejar su mente.
-Ha dejarlo exhausto, el tener que estar pendiente de tantas cosas al mismo tiempo- musitó, mientras que reanudaban su caminata.
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Post by Deleted on Aug 29, 2017 0:42:38 GMT
Musito una pequeña risa desde el fondo de su garganta ante las palabras de la dama -Es un trabajo duro, pero alguien debe de hacerlo- miró a viktoria por un momento después del segundo comentario -Así que ambos estamos en la misma situación- acarició su barbilla con su mano libre -Interesante- la sola idea que alguien tuviera un peso tan grande como el suyo y sintiera mínimamente lo que era cuidar a otros y que dependieran de ti era algo que no podía explicar completamente.
-Vaya que es exhausto señorita, pero es muy gratificante ver esos pequeños rostros sonriendo al final de cada dia- claro que era un trabajo sumamente pesado y que requería casi todo el tiempo libre del vástago, de no ser por que tenia la ayuda de sus hijos y varios miembros adultos de su clan sería incluso más pesado y difícil-Ha decir verdad, el no dormir casi en lo absoluto ayuda bastante- volvió a reír, burlándose de su propia pena.
No pudo evitar centrar su atención en aquel comentario de la mujer, varias preguntas comenzaron a tomar forma en su cabeza y no se iba a quedar con ninguna duda -Entonces ¿Usted también dirige un orfanato?- en los años que llevaba en Mirovia y muy a pesar de solo conocer a la perfección Reapergate, nunca había escuchado hablar de otro orfanato en la isla.
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Post by Viktoria Íriell on Aug 29, 2017 2:19:45 GMT
La dama observó complacida los gestos alegres que se desplegaban en el rostro del vástago, que a pesar de su dura apariencia, estaba lleno de calidez al otorgarle las palabras adecuadas. Antes su última pregunta, la nephele sacudió su cabeza suavemente hacia los costados, dejando escapar una risilla ahogada -Oh no, no a tal punto- respondió con sinceridad -Llegué a Mirovia hace menos de un mes, y traje conmigo chicos de diferentes edades- mencionaba, conforme estiraba su brazo libre que sostenía el pequeño violín resguardado, asemejando los tamaños de los niños sobre los que comentaba -los cuales no tienen a nadie más que a mí- explicó con cierta alegría en sus palabras -Al igual que usted, me es muy gratificante verlos crecer, educarles con valores y notar como mis enseñanzas se ven reflejadas en sus actos bondadosos- suspiró con inofensivo orgullo -Creo que es un sentimiento tan único, que no creo exista un comparable- acotó de forma ingenua -¡Quizás si llego a ser madre algún día, claro está!- expresó de una forma alegre y maternal, completamente encantada con la idea.
La arcana volteó su rostro, con la intención de poder observar más claramente la cara de su acompañante -El insomnio no le resta a su apuesta apariencia- dijo de forma sincera, sin rayar en la descortesía. Conforme continuaban su camino, comenzaron a zurcar un área más oscura de lo normal, adentrándose en un callejón. -Me temo que no puedo ver muy bien entre las sombras- añadió, aferrándose al brazo del vampiro con más firmeza, cuidando su paso ante todo.
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Post by Deleted on Aug 29, 2017 3:01:20 GMT
-Ya veo- respondió tranquilo, aunque en su mente la preocupación no dejaba de hostigarlo, su semblante simplemente no cambiaba. -Y ¿Usted y sus pequeños tienen un lugar adecuado donde quedarse?- si bien podía llegar a ser un hombre muy agresivo y aveces tirano, la preocupación hacia los huérfanos, los rechazados y personas sin hogar era genuina, algo que aprendio a una edad muy temprana -Si no es así no debería de conformarse con lo primero que encontró o pudo costear señorita- aquello podía sonar algo autoritario y lo sabia muy bien, pero si se hablaba de personas que no tenían donde quedarse Izark no se iba a quedar con los brazos cruzados
-La mansion Santori tiene sus puertas abiertas para todo aquellos que no tengan a donde ir señorita Viktoria-recientemente y con la partida espontánea de uno que otro miembro del clan, su hogar tenía más espacio para quienes lo necesitaran -Es cierto que esta en Reapergate y puede no ser un lugar muy amigable- explicó alzando un poco su brazo y moviendo su muñeca como quien intenta explicar algo -Pero le aseguro que no hay un lugar más seguro que la mansión Santori, usted y sus niños son bienvenidos el dia que guste- no sabia exactamente con cuantos pequeños contaba la dama pero eso poco le preocupaba, si tenia que hacer un esfuerzo extra claro que lo haría sin pensar.
-Oh, Gracias señorita- respondió ante el halago de la mujer -No habia escuchado algo asi desde hace un par de años- acaricio su barbilla nuevamente, cuestionandose si aquello era cierto o una simple formalidad por parte de Viktoria -No deberíamos de adentrarnos en este tipo de áreas- dijo mas para si mismo que para ella, a pesar de contener la fuerza necesaria, Izark no era muy adepto a meterse en peleas sin sentido y si venia acompañado de tan hermosa y frágil dama mucho menos.
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Post by Viktoria Íriell on Aug 29, 2017 3:33:54 GMT
Aquella propuesta la sacudió un poco. Desde que había llegado a la isla no había recibido más que amabilidad y buenos tratos, siendo así el mismo sitio en donde "arrendaba", por no decir prestado enteramente. Su llegada había sido sumamente caótica, pero había sido atendida por un Oni, que a primera imagen pudo ser confundido con un maleante o alguien de malos pasos, mas sin embargo, fue el salvador que la colocó en un buen inicio en su vida Miroviana. -Es sumamente altruista de su parte- de aquella decisión reposar únicamente en ella, habría considerado de forma más amena la proposición, pero sus niños estaban involucrados, los cuales solían aconsejarle en casos en los que ellos formaran parte. Aún así. no quitó la idea de su mente. -Ha de entender que debo ser precavida con mis jóvenes- comentó de buen corazón -Quizás sería una buena idea llevarlos a conocer y que ellos tomen la decisión- ideó ingeniosamente.
Se detuvo, al ver la consternación del vástago conforme aquella área, y apuntó a un camino contiguo, que permitía el baño de la luz de la luna -Por aquí- instó sin apuro. La verdad era que se sentía cómoda en compañía con el vampiro, ya que la diferencia de tamaño, su porte y amabilidad transmitían protección, cosa que alguien como ella no podía proyectar ni aunque no intentase. -Me causa un poco de curiosidad, ¿sabe? Reapergate- inició nuevamente la conversación -Muchos parecen temerle, y otros admirarle, sin embargo, existe cierto respeto en boca de todos a con ese lugar- tomó una pausa, cuidando sus frases -¿Será coincidencia que salte tanto a mi atención, dicha cosa?- se expresó en retórica, siendo una creyente del destino -El conocerle de forma tan espontánea, que pertenezca a ese tan renombrado lugar. La incesante repetición sobre la misma...- dejó sus palabras bailar en el aire, antes de continuar -¡Ah, y el pintor! Cómo olvidarlo. Definitivamente tengo que visitar Reapergate- se convenció a sí misma, dejando ver cierto destello en sus ojos que marcaban determinación. -¿Algún consejo, Sire Santori?- dijo de forma efusiva, apreciando cualquier comentario que el otro le pudiera ceder al respecto.
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Post by Deleted on Aug 30, 2017 2:32:29 GMT
Entre las cosas que más frustraban al vástago estaba el que no se doblegaran a el a la primera, estuvo tan acostumbrado a ser alabado y obedecido por todos que muchas veces olvidaba que esos tiempos se habían acabado ya hacía mucho, caía repetidas veces en lo mismo y lo unico que podia hacer para redimirse era negar con la cabeza y suspirar pesadamente -Entiendo perfectamente señorita Viktoria- oh vaya que lo hacía, el hecho de querer arrastrar a esos niños hacia sus puertas sin siquiera conocerlos no era la mejor opción -Y me parece una excelente idea, no muchos jovenes estan acostumbrados a la oscuridad constante- la gran mayoría de sus chicos eran seres de oscuridad que el mismo había encontrado vagando solos por las calles de Reapergate, la noche no era ningún tipo de problema para ellos.
Siguió caminando guiado por la dama a una zona con mucha más iluminación que la de hacía unos cuantos segundos, el no tenia ningun problema con ese tipo de zonas, pero en casos como este en donde era acompañante de una mujer de la cual desconocía raza, poder y fuerza simplemente debía ser el doble de precavido y cuidadoso. Las palabras de Viktoria tenían un ligero aire inocente, quizás era por el tiempo que había estado viviendo en Reapergate o tal vez lo estricto que se ponía de vez en cuanto todo debido a sus niños, pero la idea de que aquella dama caminara sola por las calles del lúgubre lugar no eran de su agrado. -Extreme precauciones- dijo tranquilo -Tiene a sus pies un grupo de jóvenes que depender de usted, seria una pena que la perdieran o que ya no pudieran contar con usted- el sonido de los pasos de ambos en conjunto con la brisa y uno que otro insecto era bastante relajante para el vástago -Iré con usted si así me lo permite, tengo que asegurarme que nada le pase a este tan fino y hermoso ser- se detuvo por un momento, plantandose justo enfrente de la dama mirándola directamente a los ojos y acariciando su rostro sus fríos dedos.
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Post by Viktoria Íriell on Sept 1, 2017 4:13:03 GMT
Sonrió ante el halago del otro, pero aquellas palabras previas a la alabanza sobre su belleza le dieron un dejo de preocupación. -Afortunadamente, Sire Santori- comenzó su explicación, siendo sincera aunque precavida en cierta medida -he criado a cada niño de manera competentecomo para tomar un rol de responsabilidad en caso de ausentarme- pausó, algo enorgullecida con sus enseñanzas -fuese así que yo desaparezca un corto tiempo, o permanentemente, me he asegurado de que mi ida no tenga mayor impacto para su autosuficiencia y supervivencia- señaló con un gesto relajado y contento -Le agradezco mucho el cuidado que me dedica- comentó agasajada con respecto a la actitud de vástago. No lo veía mal intencionado, notando lo caballeroso que era en todo momento asumió que aquella cortesía era únicamente a raíz de su buen espíritu y educación, sin cruzar la frontera de amistad.
Sin embargo, el toque por parte del vampiro a con su rostro la puso un poco en alerta, pero no de manera negativa. Aquello le causó curiosidad ante todo, ya que pudo apreciar de manera más clara los ojos ajenos, permitiéndole observar aquella brillante y elegante mirada bicolor con detenimiento. El tacto era frío, inclusive más que ella, que había nacido del viento y las nubes. -Es usted muy cálido y caballeroso- añadió con respeto.
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Post by Deleted on Sept 3, 2017 20:09:20 GMT
-Hermosa e inteligente- sonrió dejando ver sus colmillos -Eso es algo que no se ve todos los días- apartó su tacto del rostro de la dama volviendo a la misma postura de antes -No es nada señorita- extendió su brazo esperando que Viktoria volviera a sostenerlo -Es un placer- su voz era relajada y tranquila en comparación a su hostil apariencia. El tiempo pasaba demasiado lento en compañía de la dama, a pesar de haber estado caminando por aquellas solitarias calles por varios minutos, la luna no parecía moverse ni por asomo del punto más alto en el cielo.
No pudo evitar observar su propia mano al escuchar las palabras de la mujer -Caballeroso si- algunas veces lo era sin darse cuenta, ya era algo tan normal como sus colmillos -En cuanto a cálido, difiero un poco- no solo se refería a la frialdad de su cuerpo, el vástago no se consideraba cálido de ninguna manera, era más bien todo lo contrario y no le daba ningún tipo de vergüenza o incomodidad, se había acostumbrado demasiado a tal punto que le gustaba.
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