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Post by Deleted on Aug 27, 2017 17:26:09 GMT
"Vaya clima de #$%#$%". Pensó el mercenario mientras se movía por aquella ventisca, hacía bastante rato que no había podido mantenerse en el vuelo, el clima estaba horrible pero al menos se había llevado las ropas adecuadas, se le hacía extraño llevar tanta ropa pero ni el era tan rudo como para arriesgarse a ese frío infernal, revisaba su tabla arcana de vez en cuando. Había colocado las coordenadas de encuentro con el cliente en ella era más fácil así. La travesía había sido larga y el único pensamiento que le ayudaba a seguir adelante era que el pago iba a ser bueno.
La marca en la tabla ya estaba cerca solo podía significar que estaba llegando a su destino, miro a su alrededor y a duras penas logró distinguir la entrada a una cueva cercana, se dirigió hasta allí y encontro una pequeña fogata con una mujer en su interior intentando calentarse- La señorita Neshmet supongo -Exclamo sin apartar la mirada, se fue hasta el otro lado de la fogata y dejo caer la mochila que cargaba colocando las manos cerca del fuego- Un placer mi nombre es Quelt Collet, soy la persona contratada para ayudarle -Se froto las manos el contrato era sencillo, acompañar a cliente y hacer caso a todas sus ordenes, además de protegerla y mantenerla con vida.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Aug 27, 2017 18:47:15 GMT
Los pasos que se acercaron a la cueva pusieron en su punto los sentidos de la arconte, haciendo que ésta se acomodara sobre su rodilla, y acariciara el mango de la espada con la yema de sus dedos, pero al ver que el hombre que entraba le decía su nombre, aquello hizo que Zaniah se calmara al instante y volvió a sentarse, acariciando con el dedo pulgar el lomo de hoja de su compañero, quien aún seguía tenso debido al desconocido.
―Es un placer, dime Zaniah ―Respondió Zaniah mientras se recargaba en su mochila. La mujer miró con curiosidad al hombre en frente de ella, casualmente lo había encontrado en uno de sus viajes, y éste le había comentado a lo que se dedicaba, nunca había necesitado a alguien que la protegiera, pues aquello se le daba bien a ella misma, pero bien dice, que tanto en el mar, como en la nieve, jamás hay que viajar solos, pues los peligros naturales eran mucho más temibles en aquellos lugares… Zaniah sacó de sus alforjas una olla de color negro no más grande que su cabeza y la acomodó entre palos sobre la fogata, donde acomodó varios elementos para hacer un tipo de guisado, necesitarían todas las fuerzas necesarias para seguir adelante, y recoger los cristales, segunda opción que había pensado para necesitar a un mercenario, no podría cargar con todos los cristales ella sola, eran muy pesados para que un solo arcano (al menos con su fuerza) pudiera llevarlos hasta un lugar seguro para prepararlos.
Niwre miraba fijamente a Quelt, los extraños no le gustaban, y menos a alguien que decía que podía proteger a su amo… pero si eso es lo que ella quería, no tenía por qué interponerse, además de que no tenía palabra allí, pues para ella, al menos por ahora, no es más que un insecto hoja… si tan solo pudiera volver a ser un arcano… pronto…
―La tormenta se ha adelantado más de lo que creí ―Comentó la arconte mientras movía el estofado con una cuchara de madera, esperando a que estuviera en el punto de ebullición para servirla y que no se congelara rápidamente. ―Menos mal que nos has encontrado antes de que empeore. |
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Post by Deleted on Aug 29, 2017 0:21:58 GMT
Se quedo callado luego de que ella se presentara, le daba igual como llamarla pero si ella quería ser llamada Zaniah pues así sería, la muchacha empezó a sacar lo que parecían ser los ingredientes para algún alimento caliente, el mercenario podía sentir que algo o alguien lo miraba, al detallar mejor noto la presencia de un pequeño insecto algo minisculo, era raro los bichos no solían quedarse tan cerca de las personas, miro a la dama ah ver que opinaba pero ella parecía tranquila y metida en lo suyo. En cuanto ella menciono la tormenta su vista paso a la entrada de la cueva, realmente el clima se hacía cada vez peor.
-El clima nunca ha sido un impedimento -Menciono en respuesta, reviso en su mochila y saco una mazorca ya cocida, le dio un enorme mordisco y trago los granos luego de masticar- Entonces señorita Zaniah ¿A que hemos venido aquí? Quiero decir ¿Qué buscamos en este lugar tan recondinto y frío? Porque dudo que sean vacaciones para usted -Menciono al momento en que volvía a masticar el maíz tanto su tono como su expresión eran neutras casi frías.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Aug 29, 2017 1:02:09 GMT
Zaniah observaba cada movimiento del arcano, era una sensación extraña, aunque emocionante, quién sabe qué cosas podría conocer de alguien completamente desconocido hacia ella, observó la comida que había sacado para el mismo. Antes de contestar, respiró hondo, sólo para soltar el aire en un pálido humo helado, debido al contacto del lugar y su aliento caliente.
―Estamos aquí…―Zaniah se movió hacia atrás, dejando de lado el estofado para rebuscar entre sus cosas, Niwre se escondió tras su cabellera, estaba demasiado helado para sus patas. Después de algunos segundos buscando, sacó un frasco del tamaño de su dedo índice y se estiró hasta que le pasó a la mano el frasco ―Por esto.
Dentro del frasco, dos pequeñísimos cristales asomaban su belleza, eran tan preciosos y brillantes, que su forma podía perfectamente pasar por un diamante puro, de aquellos que se encontraban en las más profundas cavernas.
―Diamantes de Nieve ―Dijo el nombre antes de que Quelt pudiera preguntar qué eran ―No son tan puros como los reales, pero son muy valiosos ―Zaniah miró hacia afuera, la tormenta rugía con ferocidad sobre el manto blanco ―Eso si los sabes transformar como es debido, se encuentran a unos metros pasando un lago congelado ―Apuntó hacia una dirección, y aunque no se viera absolutamente nada, Zaniah sabía perfectamente a donde debían ir. ―No está lejos, pero el clima hace el trayecto lento.
La arconte volteó hacia Quelt, regalándole una sonrisa pícara. ―Lo verás todo a su tiempo, si te lo digo todo de una vez, esto no sería interesante. |
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Post by Deleted on Aug 29, 2017 18:06:52 GMT
El mercenario observo curioso las pequeñas piedras ubicadas dentro del tubo, definitivamente no le parecían la gran cosa como para tener que ir hasta el punto mas congelado de la existencia a buscarlos ¿Pero quién era él para determinar el valor de las cosas?. Hacía unas semanas le habían pagado mas de 30.000 mirvos por una flor del bosque de las hadas. Para él todos los alquimistas y coleccionistas estaban dementes por querer cosas así pero eran buena fuente de trabajo así que nunca criticaba en voz alta.
-Entiendo, entonces supongo que la misión consiste en ir hasta allá y recoger la mayor cantidad posible -Comento antes de seguir comiendo el maíz de manera tranquila, bueno dudaba que hubiesen bestias por allí afuera, la mayor parte de peligro que podía esperar sería de parte del clima y las condiciones del terreno, aunque la palabra "lago congelado" no le daban muy buen espina por suerte traia sus nuevas armas consigo- No me importa si es o no interesante, solo quiero cumplir con el contrato -Comenta de manera seca y una vez deja limpia la mazorca la echa al fuego para que al menos aporte como leña.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Aug 29, 2017 22:44:02 GMT
―Así es ―Respondió Zaniah ante su pregunta, y señaló un pequeño trineo de madera tras de ella, el cual estaba recargado contra la piedra. Las palabras secas de Quelt tan solo arrancaron una sonrisa en los labios de la arconte, mientras servía la sopa en un cuenco de madera, y acto seguido, le servía en una mínima porción en un plato de no más de 15 cm algo de sopa a Niwre. ―Como gustes ―Dijo esto encogiéndose de hombros, restándole importancia al asunto.
―Si quieres estofado puedes tomarlo ―Comentó Zaniah mientras le pasaba un cuenco y una cuchara, y después siguió con su tarea de alimentarse a sí misma, mirando el mapa entre sus manos. ―Saldremos en cuanto la tormenta haya pasado.
Pasaron aproximadamente dos horas hasta que los copos de nieve dejaron de caer de manera agresiva, y solo caían como enormes granos de azúcar, dejando la nieve algunos centímetros más arriba de lo normal, Zaniah se acomodó la capucha de su conjunto, y asomándose fuera de la cueva miró hacia el cielo, estaba de un color azul marino, tanto como las aguas del mar, pero al menos ya no había nubes negras, lo que indicaba que no nevaría hasta dentro de mucho. Zaniah se regresó a la cueva para avisarle al mercenario que ya podían salir. Las cosas ya estaban guardadas, lavadas y empaquetadas en su mochila, estiró la mano para que Niwre se subiera a su brazo hasta llegar a su hombro, y salió de la cueva.
El clima estaba helado, tanto que solo con una bocanada que dieras tus pulmones se quejaban debido al esfuerzo por pasar el aire gélido entre ellos, el viento soplaba con delicadeza, golpeando las mejillas heladas de la arcana, dejándole una extraña, pero satisfactoria sensación.
Acomodó una mano enguantada contra la piedra grisácea en la que se habían refugiado, y allí, con algunas palabras simpáticas y pensamientos rúnicos, un símbolo se marcó en la superficie rocosa.
―Andando ―Dijo Zaniah, colgándose el trineo a la espalda, el cual, era mucho más liviano de lo que parecía, y comenzó a caminar en la densa nieve pálida. |
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Post by Deleted on Sept 1, 2017 21:22:53 GMT
El mercenario observo como la muchacha servía estofado para el pequeño insecto bueno eso confirmaba el hecho de que venían juntos noto entonces que la chica le ofrecía parte de aquella comida, el hombre tomo el cuenco y se sirvió un poco, no iba a negar que un poco de comida extra no le caería mal en aquella tormenta- Esta bueno -Comento simplemente, no solía comer comidas muy preparadas solo cosas asadas y ya. Permanecieron en silencio mientras esperaban a que aquella tormeta amainara un poco pasaba el tiempo el hombre observo a la dama recoger todo para estar lista para el viaje, no había mucho que charlar ya sabían que debían hacer solo esperaban el momento adecuado para hacerlo.
Luego de un par de horas cuando por fin la tormenta empezaba a perder fuerzas hasta el momento en que el cielo se mostró completamente despejado "Casi perfecto" Pensó el mercenario algo alerta, la muchacha se hallaba lista y el tambien y en cuanto ella dio la orden asintió y salieron juntos a aventurarse en búqueda de aquellos diamantes.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Sept 2, 2017 3:07:38 GMT
La nieve estaba fresca, y las botas de vez en cuando se le hundían de más en la nieve, por lo que la mujer hacía un mayor esfuerzo al caminar, acomodó el trineo con un fuerte movimiento de brazos y siguió caminando con el ceño fruncido.
―Y dime… ―Zaniah decidió entablar una conversación por lo menos en lo que llegaban al lago congelado, para que el trayecto fuera más corto, y se distrajeran con algo ―¿Qué más cosas has hecho? ―La mujer lo miró con una sonrisa tan tranquila, que pareciese que lo demás no existía, como si fuera tan normal para ella que ya era parte de sí. ―¿Has hecho otras cosas descabelladas como esta?
El aire en ese punto comenzaba a ser agradable, aunque Zaniah prefirió subir la bufanda hasta que cubrió hasta su mentón, no quería pescar un resfriado. |
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Post by Deleted on Sept 4, 2017 2:33:40 GMT
La tormenta había hecho su trabajo la nieve cubría todo el paisaje el hombre caminaba callado atento a su alrededor nunca sabía que cosa loca podría pasar y como su deber era cuidar de la muchacha bien debía hacer lo imposible para que esto ocurriera, pero la chica parecía querer conversar haciendo una de las preguntas mas comunes para alguien en su oficio.
-Soy un mercenario, estoy dispuesto a hacer cualquier tipo de cosa con tal de recibir paga, hay muchas cosas raras o peligrosas que he hecho pero creo que una de las mas raras fue tener que rescatar a alguien de un montón de satiros, realmente esos tipos estaban locos y en las nubes de tantas plantas raras que fumaban, aún recuerdo aquella guarida su decoración era demasiado extravagante -Comento cambiado su expresión a desgrado y trauma realmente aquellas pinturas habían sido perturbadoras.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Sept 4, 2017 23:31:55 GMT
―Parece un trabajo interesante ―Comentó la arconte, sonriéndole con amabilidad, no era tan diferente al suyo, con la única diferencia de que ella no trabajaba para los demás por dinero, más bien era por conocimiento, lo cual se le hacía mucho más valioso.
Más pronto de lo que arcanos creyeron, el río congelado se abrió ante ellos, tan pacífico y silencioso que tan solo el mismo humo frío se paseaba contra el cristal grueso y engañoso. Zaniah miró a Quelt, y asintió con la cabeza, dio algunos pasos hacia abajo por la nieve, esquivando una que otra piedra gris. Con suma lentitud, apoyó un pie sobre el hielo, éste tan solo se quejó con unos cuantos crujidos y luego… nada.
Un paso tras otro, Zaniah primero calaba el espacio en frente de ella y cuando algo sonara demasiado cristalizado, se iba por otro lado. Iban lento, muy lento. Con la respiración atorada en el pecho, creyendo que con un solo respiro iba a romperse, afortunadamente en ese lugar tan frío, el hielo estaba tan duro como una muralla del templo del verano.
Después de algunos minutos caminando, al fondo se lograron ver unas piedras de no más de un metro de alto, pero brillaban tanto como el oro mismo.
―¡Allí! ―Apuntó la mujer, apretando el paso en cuanto sintió más nieve que hielo bajo sus pies, y cuando estuvo segura de que ya no había peligro, comenzó a caminar con normalidad, se acercó a la piedra, y le sonrió emocionada a Quelt. ―Mira esto ―Zaniah sacó un pequeño martillo de sus alforjas, dio unos ligeros golpesitos de un lado a otro hasta que la piedra se sintió hueca y dando un golpe certero, ésta cedió, desprendiéndose con tanta facilidad que Zaniah tuvo que soltar el martillo para atrapar el pedazo.
Se acercó a Quelt, dentro de la piedra sobresalían preciosos cristales de colores azules y blancos.
―Tomemos algunos y volvamos a la cueva ―Zaniah le pasó otro martillo a Quelt ―Ya que son pesados, solo llevaremos algunos pocos, no sabemos qué tan sólido es el lago ―Dicho esto, tomó su propio martillo y comenzó a dar golpesitos a la piedra. |
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Post by Deleted on Sept 6, 2017 18:48:57 GMT
En cuanto llegaron al hielo el hombre miro con desconfianza aquél camino traicionero, dejo su mochila en la orilla quizás la chica podía movere sin problemas pero él tenía mas peso así que lo mejor era descartarlo, fue caminando con cuidado preparado a cualquier cosa y sin quitarle el ojo de encima a la dama, aunque cruzaron con total seguridad los martillazo de la chica para tomar el cristal fueron algo preocupantes, al final tomo el martillo dado por la chica y logro separar dos de aquellos túmulos de hielo empezando a retirarse con cuidado para evitar pisar en falso hasta la zona donde había dejado su mochila al menos.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Sept 7, 2017 2:43:19 GMT
Mientras quitaba algunas piedras, pequeños fragmentos de cristales se soltaban del material, y la arcana aprovechó para guardarlos en los bolsillos de su cinturón, sólo por si acaso. Incluso Niwre había tomado unos pequeños entre sus patitas y los guardó tras la hoja que lo cubría. Zaniah levantó la mirada hacia Quelt, con una gran sonrisa en los labios.
―Con esto podemos hacer unos cuantos… ―La sonrisa de Zaniah se borró al instante, e incluso frunció el ceño, se puso de pie, mirando hacia atrás de Quelt. ―¿Ya viste eso?
A tan solo unos metros atrás de ellos, una mancha negra se notaba en el hielo congelado del lago.
Zaniah acomodó las piedras sobre el trineo, amarrándolas con unas sogas que colgaban de su cinturón, y comenzó a caminar hacia aquella dirección. Niwre la siguió, aunque esta vez, se atrevió a caminar tras de ella. |
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Post by Deleted on Sept 8, 2017 2:49:26 GMT
Recogio su mochila una vez estuvieron fuera del hielo observando hacía donde señalaba la muchacha- Es extraño -Ese tipo de manchas no se veían a menudo en hielo considerando que el resto del lugar se veía tan blanco y puro como debería ser, Quelt notó que el pequeño bicho iba caminando tras la chica pero con el frío de la nieve seguramente sus patas se congelarían o algo así aunque la muchacha no parecía preocuparse por ello. La mancha en el hielo le había alertado ahora solo le quedaba terminar el trabajo y estar alerta a cualquier el lugar había estado muy solo y callado y eso siempre le resultaba algo sospechosos, siguieron caminando en dirección hacía la cueva hasta que lograron ver la entrada, quizás nada saldría mal al final el mercenario empezaba a respirar mas tranquilo.
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Zaniah Neshmet
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Post by Zaniah Neshmet on Sept 11, 2017 22:54:36 GMT
Al dejar la mercancía dentro de la cueva, Zaniah no pudo entrar allí. Estaba pensando en la marca negra del hielo, allá en en Lago congelado, no podía darse el lujo de darse la vuelta y simplemente ignorar lo pasado, no, no era su naturaleza, aun muy importante fuera la paga que tendría que darle al hombre que la había acompañado, la mujer levantó la mirada, observando a Quelt muy seria.
―No podemos dejar de lado lo que acabamos de ver ―Se dio la media vuelta , haciendo que la trenza diera un cierto latigazo cargado de tensión y molestia ―Venir o no, eres libre de hacer lo que quieras ―Masculló la mujer mientras dirigía sus pasos de nuevo al río, Niwre, mientras tanto, observó a Quelt antes de saltar entre la nieve detrás de la arconte. |
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Post by Deleted on Sept 12, 2017 13:25:15 GMT
Luego de depositar las cosas en la cueva la mujer parecía decidida a regresar al lago bueno no había problema con ello pero no entendía porque aquella dama se portaba tan seria y cortante el nunca había dicho que no haría algo simplemente esperaba ordenes de la mujer, esta se dio la vuelta de forma cortante, Quelt observo al bichito que la seguía y se alzo de hombros, de verdad no entendía porque tanta frivolidad de parte de ella, simplemente desenvaino una de sus armas y empezó a caminar tras ellos hasta alcanzar a la mujer- Nunca he negado ayuda, pero te recuerdo que tenemos un contrato, si necesitas que haga algo solo dilo, no tienes que ser tan frívola -Comento en un tono de voz sin carga de emoción alguna, la verdad le daba igual pero odiaría si aquella dama se daba una idea equivocada de su persona.
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