Apple pie moonshine (Priv. Tristán - Kaira - Ra)

El joven fenix se encogió de hombros al escuchar a Tristan, era obvio que los dos sabían de que estaban hablando, suspiro profundamente y palmo sus mejillas, como si quiera que la tristeza se fuera de esa manera.

Esa sonrisa acogedora volvió a su rostro

-haha! una disculpa por eso! no es mi intención el mencionar cosas ..inapropiadas, verán que yo soy un poco directo...o mucho!!- ríe para calmar el ambiente y para cuando escucha la pregunta - pues...con honestidad, no tenia planes para hoy! cada vez que termino mi trabajo, practico un poco mis acrobacias y regreso al nido, lo usual- toma otro trozo de pay y se lo lleva a la boca

— ¡un nido! eso debe ser muy bonito — Sonrió al sentir la mano del peliverde acariciarle, lo apreciaba. — Bueno, debo confesar que a mi a veces me gusta hacer nidos en mi habitación. — reía cubriendose los labios con una mano. — Me envuelvo en mantas, preparo té y me quedo leyendo hasta quedar dormido... claro, supongo que un nido real es muy distinto.—

— ¿Vives con tu familia, Ra y tú Tristán? — rodeó su taza con ambas manos y bebió.

Tristán reía con las comparaciones de Kaira; era algo que él hacía cuando era pequeño mas esos recuerdos estaban muy guardados en su mente. Abrirse para disfrutarlos era dejar correr una corriente de sentimientos que no se creía lo suficientemente fuerte como para soportar y menos acompañado. Se esforzó por mantener su sonrisa para no cometer una grosería; Ra estaba hablando de su hogar y se merecía toda su atención. Sintió empatía por el muchacho al escucharlo decir que vivía solo; al parecer todos estaban en condiciones similares o eso intuía también de Kaira. -Yo también vivo solo en el Pueblecillo de las Hadas pero... no me siento solo en realidad. Visito a la Soberana constantemente, aparte de trabajar como bardo de la corte, la conozco desde hace muchos años-. Inevitablemente las comisuras de su boca se elevaban al pensar en su amiga; realmente gracias a ella, se había salvado de una terrible depresión. -Aesther es como mi familia en realidad... mi sangre se quedó fuera de Mirovia, lamentablemente-. Sonreía un poco amargo, los temas como ese siempre lograban ponerlo de lo más melancólico, algo que sólo se permitía cuando se encontraba solo.

-Ra, amigo... vivirás solo pero de ahora en adelante tendrás muchísimas visitas, ¿cierto Kaira?- al decir esto hizo contacto visual con el otro unicornio para reforzar sus palabras. Si algo quería asegurarle al fénix era que podía contar con su compañía siempre que fuera posible. Se levantó de la mesa para recoger su plato que ahora estaba vacío y su taza de té. Detestaba estar de visita y no ayudar a limpiar. Le parecía de muy mala educación. Se quedó parado por un momento sin saber bien donde colocar los trastes sucios. 

Levanto su mirada, concentrado en el unicornio con cabello verde como una pera, Ra comprendió su situación rápidamente... pero no se sentía totalmente identificado...no era solo el hecho de vivir solo...era.....era complicado....

Sonríe de nuevo al escuchar sus agradables palabras, cada uno brindando ánimos a su propia manera-¡claro que si! eh conocido mucha gente buena en esta ciudad, ustedes no son la excepciona, ¡que bueno que podemos ser amigos!!- Noto como Kaira tomaba la mano de Tristan y le pareció gracioso, como dije antes, el fénix no era ciego, había notado ese toque anteriormente y pensó que debía ser algo entre unicornios, era un gesto divertido pero no estaba dispuesto a intentarlo.

Al ver a su compañero levantarse, Ra estaba apunto de hacer lo mismo, solo un segundo antes de que Kaira alzara la voz y los detuviera; Ese tono de enojo, no sabia identificar si era mentira o no,asi que encoje hombros mientras su mirada seguia a los dos individuos que permanecían parados delante de el -se que somos los invitados pero tampoco podemos quedarnos viéndote limpiar sin hacer nada... yo pienso...- se levanto, tomo el plato y el pequeño vaso, aunque se le había ordenado lo contrario, lo llevo hasta donde Kaira estaba y se lo entrego, miro discretamente hacia otro lado como si estuviera esperando un regaño- lo siento...pero no lo siento- sonriendo como un tonto

—¡Qué necios! — replicó sintiendose vencido por el par de muchachos que comploteaban con lavar los platos sucios pero ya no les diría nada, después de todo ellos solo estaban siendo amables.

Le dio el resto de los platos a Tristán quién ya había empezado a lavarlos. — Muchas gracias por la ayuda — le dio una palmadita en la espalda y se adentró de nuevo a la cocina para encontrarse con Ra. Ignoraba si sus amigos tenían algo que hacer, ya se sentía culpable por retenerlos tanto tiempo en la casa.

— Por cierto, tengo que ir a comprar algo al mercado... si no tienen nada qué hacer podrían acompañarme... — sirve que caminaba un poco y se distraía, tomarse un día libre no era tan malo. — Además me ayudarían mucho a cargar las compras. hehehe...