Post by Deleted on Aug 28, 2017 1:49:54 GMT
Nombre: “Goody”. (Zarek Soiledis.)
Género: Masculino.
Edad: 253
Raza: Cerbero.
Corte: N/A
Lugar de Residencia: Bosque de los Susurros.
Ocupación: Cazador, empleado de la posada “El trasgo nocturno”.
Aliento elemental - Fuego. El arcano puede generar y escupir de su garganta el elemento mencionado en cantidades limitadas de acuerdo a su edad/poder.
Fuerza aumentada. Esto permite al usuario cargar el doble de su peso y, dependiendo de su condición física, hasta el cuádruple.
Piel de Acero. La piel de estos arcanos posee propiedades que los hace mucho más resistentes a heridas y magia más no inmunes. El poder de protección es proporcional a la edad del arcano.
Personalidad:
Historia:
De su infancia hasta su adolescencia, vivió una vida feliz en compañía de su madre y sus 13 hermanos menores. Siendo su madre una madre soltera y él siendo el mayor, tuvo que apañárselas para ayudar y sacar adelante a su familia, ya siendo haciendo trabajos realmente extremos y pesados a cambio de algunas monedas o saliendo a cazar algo para traer el pan de cada día a casa. Vivieron entre los humanos de manera bastante normal, sus formas selladas les eran de mucha ayuda y tan solo controlando sus verdaderas habilidades, todo estaba bien para ellos, pues no corrían el riesgo de ser descubiertos si se apegaban al estilo de vida humano.
La vida era muy pacífica y a pesar de que estaba llena de trabajo duro, era placentera. Zarek era un joven responsable que todos conocían y admiraban por cuidar y amar tanto a su familia, así como por ayudar a toda persona que lo necesitase. No había trabajo grande o chico que fuera demasiado pesado o tedioso para que él lo rechazase, por lo que también era admirado incluso por los más viejos, los cuales siempre eran amables con él a pesar de ser los más estrictos. Sin embargo, sus hermanos no eran igual que él… Al menos no su hermano más pequeño, Evan. Rebeldía, caos, ira. Evan siempre había sido fiel a sus raíces y detestaba la vida humana, por lo cual siempre se la pasaba merodeando por allí en su forma verdadera causando un montón de problemas a todo el que llegara a bajar la guardia, robando, hiriendo, destruyendo. Por un tiempo aquello fue visto como una leyenda, como un simple rumor. Pero cuando las cosas se pusieron feas e insoportables, la gente no aguantó más y decidieron contratar a un profesional.
Era de esperarse que Evan fuese descubierto y atrapado con éxito, lo cual hizo que la gente festejase y bajara totalmente la guardia cuando el pequeño cerbero estaba atrapado en aquella jaula, lo cual Zarek aprovechó para atacar con intención de liberar a su hermano. Puede que fuese tonto, destructivo y desobediente, pero era su hermano y como tal lo iba a proteger.
La liberación fue un éxito, pero con tanta gente reunida, con tantos conocidos a los cuales se sentía incapaz de dañar terminó dejándose atrapar, creyendo que podría liberarse a sí mismo más tarde.
No sólo lo aseguraron al doble y se lo llevaron de ahí hacia un lugar desconocido, sino que pusieron alrededor de sus cuellos tres pesados grilletes encantados que lo encadenaron fuertemente a su nueva prisión, en la cual fue condenado a vivir por meses en la oscuridad hasta que “se amansara”. Eso no era ni el principio del infierno que el pobre cerbero tuvo que soportar durante años y años de su vida. Golpes, abuso, maltratos, hambruna. Siento incapaz de liberarse de aquellos grilletes encantados, Zarek tuvo que soportar de todo sin poder hacer nada al respecto, siento tratado tan solo como una bestia a la cual podían explotar a su antojo. Cada golpe, cada marca fue trastornándolo más y más hasta convertirlo en un ser sin consciencia, un peón más del montón, un trozo de carne obediente… Al menos por una temporada. Primero fue el dolor, luego, la indiferencia y al final… El salvajismo.
Harto ya de soportar los tratos inhumanos por parte de sus opresores, el cerbero no dudó y aunque sabía que moriría de hambre o sed eventualmente, eso no lo detuvo para quemarlo todo y a todos los que estaban cerca de él, quedando completamente solo entre las cenizas de lo que un día fue su prisión. Hizo todo por liberarse de aquellos grilletes, pero todo era inútil. Ni los golpes, ni las mordidas, ni el fuego ni la fuerza eran suficientes para quitárselos… Al menos no todos. Aún con un grillete aprisionando uno de sus cuellos, la única opción que le quedó fue trozar la cadena con todas sus fuerzas y vivir con ello, como una marca no-física de su pasado.
Con el tiempo todo fue volviendo a su curso, y a pesar de no haber encontrado a su familia nunca más, pudo vivir con ello. Consiguió trabajo en un barco de mercancías y todo le fue perfectamente: Sobrevivía bien, dormía bien, comía bien… Pero la soledad comenzaba a abrumarlo profundamente. Vagó por aquí y por allá, conviviendo con compañeros y haciendo contactos, pero no amigos… Hasta que aquel lluvioso día después de un desembarco en Corea encontró a un pequeño niño rubio y moribundo, el cual estaba aferrado a un pequeño bulto envuelto de trapos y ya ni siquiera tenía fuerzas para quejarse del dolor que lo envolvía. ¿Quién había sido capaz de dejar a un niño solitario en tal estado? ¿Por qué los humanos pasaban como si nada al lado de él y lo miraban con desprecio? Al parecer los humanos en lo único que eran buenos era observando el sufrimiento de los otros con indiferencia, con asco y sin compasión. Él no tuvo el corazón de piedra como para abandonar a aquella pequeña alma en desgracia, así que acogió a aquel niño y lo cuidó, alimentó y crió como a un hijo, más ambos se miraban mutuamente cual hermanos.
Mientras el tiempo transcurría ambos aprendieron, confiaron y se cuidaron el uno al otro, eso sí, dejándose llevar mucho por los impulsos y aprovechándose demasiado de los humanos cuando había oportunidad. La vida siempre y sigue siendo buena junto a Min, incluso cuando las cosas se ponen violentas y extrañas.
Datos curiosos:
- No sabe cómo funciona Mirovia, él sólo vive a su ritmo.
- No habla mucho, incluso hay personas que creen que es mudo.
- No es muy inteligente… Pero está aprendiendo a leer y escribir gracias a Min.
- Es amable con los niños ya que le recuerdan a sus hermanos menores.
- Fue Min quien lo bautizó como Goody y desde entonces prefiere que le llamen así.
- Muchas veces suele comportarse como un perro.
- Tiene un novio llamado Labiacarpi. A decir verdad no sabe cómo terminaron juntos, sobre todo porque casi no le habla. Aun así lo quiere bastante y lo defiende con garras y dientes.
- Debido a su naturaleza con tres cabezas, suele tener cambios bruscos de personalidad. Goody sigue siendo el dominante. Min ha nombrado a sus otras dos personalidades Kagura y Homura.
- Kagura es bastante relajado y amigable, mientras que Homura es un estricto cascarrabias.
- Es fan de la comida picante.
- Conoce el bosque de los susurros al derecho y al revés.
- Aún hoy día busca la manera de quitarse el grillete del cuello.
- Es sobre protector.
- Mide 2.15 m.
Imagen complementaria: -En procesooo.-
Género: Masculino.
Edad: 253
Raza: Cerbero.
Corte: N/A
Lugar de Residencia: Bosque de los Susurros.
Ocupación: Cazador, empleado de la posada “El trasgo nocturno”.
Stats:
• Fuerza: ★★★★
• Inteligencia: ★
• Social: ★
• Agilidad: ★★★
• Defensa: ★★★
Habilidades raciales:
Aliento elemental - Fuego. El arcano puede generar y escupir de su garganta el elemento mencionado en cantidades limitadas de acuerdo a su edad/poder.
Fuerza aumentada. Esto permite al usuario cargar el doble de su peso y, dependiendo de su condición física, hasta el cuádruple.
Piel de Acero. La piel de estos arcanos posee propiedades que los hace mucho más resistentes a heridas y magia más no inmunes. El poder de protección es proporcional a la edad del arcano.
Personalidad:
Fiel / Callado / Compasivo / Observador / Salvaje / Impulsivo / Ingenuo
Historia:
De su infancia hasta su adolescencia, vivió una vida feliz en compañía de su madre y sus 13 hermanos menores. Siendo su madre una madre soltera y él siendo el mayor, tuvo que apañárselas para ayudar y sacar adelante a su familia, ya siendo haciendo trabajos realmente extremos y pesados a cambio de algunas monedas o saliendo a cazar algo para traer el pan de cada día a casa. Vivieron entre los humanos de manera bastante normal, sus formas selladas les eran de mucha ayuda y tan solo controlando sus verdaderas habilidades, todo estaba bien para ellos, pues no corrían el riesgo de ser descubiertos si se apegaban al estilo de vida humano.
La vida era muy pacífica y a pesar de que estaba llena de trabajo duro, era placentera. Zarek era un joven responsable que todos conocían y admiraban por cuidar y amar tanto a su familia, así como por ayudar a toda persona que lo necesitase. No había trabajo grande o chico que fuera demasiado pesado o tedioso para que él lo rechazase, por lo que también era admirado incluso por los más viejos, los cuales siempre eran amables con él a pesar de ser los más estrictos. Sin embargo, sus hermanos no eran igual que él… Al menos no su hermano más pequeño, Evan. Rebeldía, caos, ira. Evan siempre había sido fiel a sus raíces y detestaba la vida humana, por lo cual siempre se la pasaba merodeando por allí en su forma verdadera causando un montón de problemas a todo el que llegara a bajar la guardia, robando, hiriendo, destruyendo. Por un tiempo aquello fue visto como una leyenda, como un simple rumor. Pero cuando las cosas se pusieron feas e insoportables, la gente no aguantó más y decidieron contratar a un profesional.
Era de esperarse que Evan fuese descubierto y atrapado con éxito, lo cual hizo que la gente festejase y bajara totalmente la guardia cuando el pequeño cerbero estaba atrapado en aquella jaula, lo cual Zarek aprovechó para atacar con intención de liberar a su hermano. Puede que fuese tonto, destructivo y desobediente, pero era su hermano y como tal lo iba a proteger.
La liberación fue un éxito, pero con tanta gente reunida, con tantos conocidos a los cuales se sentía incapaz de dañar terminó dejándose atrapar, creyendo que podría liberarse a sí mismo más tarde.
Grave error.
No sólo lo aseguraron al doble y se lo llevaron de ahí hacia un lugar desconocido, sino que pusieron alrededor de sus cuellos tres pesados grilletes encantados que lo encadenaron fuertemente a su nueva prisión, en la cual fue condenado a vivir por meses en la oscuridad hasta que “se amansara”. Eso no era ni el principio del infierno que el pobre cerbero tuvo que soportar durante años y años de su vida. Golpes, abuso, maltratos, hambruna. Siento incapaz de liberarse de aquellos grilletes encantados, Zarek tuvo que soportar de todo sin poder hacer nada al respecto, siento tratado tan solo como una bestia a la cual podían explotar a su antojo. Cada golpe, cada marca fue trastornándolo más y más hasta convertirlo en un ser sin consciencia, un peón más del montón, un trozo de carne obediente… Al menos por una temporada. Primero fue el dolor, luego, la indiferencia y al final… El salvajismo.
Harto ya de soportar los tratos inhumanos por parte de sus opresores, el cerbero no dudó y aunque sabía que moriría de hambre o sed eventualmente, eso no lo detuvo para quemarlo todo y a todos los que estaban cerca de él, quedando completamente solo entre las cenizas de lo que un día fue su prisión. Hizo todo por liberarse de aquellos grilletes, pero todo era inútil. Ni los golpes, ni las mordidas, ni el fuego ni la fuerza eran suficientes para quitárselos… Al menos no todos. Aún con un grillete aprisionando uno de sus cuellos, la única opción que le quedó fue trozar la cadena con todas sus fuerzas y vivir con ello, como una marca no-física de su pasado.
Con el tiempo todo fue volviendo a su curso, y a pesar de no haber encontrado a su familia nunca más, pudo vivir con ello. Consiguió trabajo en un barco de mercancías y todo le fue perfectamente: Sobrevivía bien, dormía bien, comía bien… Pero la soledad comenzaba a abrumarlo profundamente. Vagó por aquí y por allá, conviviendo con compañeros y haciendo contactos, pero no amigos… Hasta que aquel lluvioso día después de un desembarco en Corea encontró a un pequeño niño rubio y moribundo, el cual estaba aferrado a un pequeño bulto envuelto de trapos y ya ni siquiera tenía fuerzas para quejarse del dolor que lo envolvía. ¿Quién había sido capaz de dejar a un niño solitario en tal estado? ¿Por qué los humanos pasaban como si nada al lado de él y lo miraban con desprecio? Al parecer los humanos en lo único que eran buenos era observando el sufrimiento de los otros con indiferencia, con asco y sin compasión. Él no tuvo el corazón de piedra como para abandonar a aquella pequeña alma en desgracia, así que acogió a aquel niño y lo cuidó, alimentó y crió como a un hijo, más ambos se miraban mutuamente cual hermanos.
Mientras el tiempo transcurría ambos aprendieron, confiaron y se cuidaron el uno al otro, eso sí, dejándose llevar mucho por los impulsos y aprovechándose demasiado de los humanos cuando había oportunidad. La vida siempre y sigue siendo buena junto a Min, incluso cuando las cosas se ponen violentas y extrañas.
Tan extrañas que ahora viven en un lugar lleno de arcanos, del cual él no tiene ni una idea de cómo funciona ni del por qué están allí.
Al menos tiene a Min, y es todo lo que verdaderamente necesita.
Datos curiosos:
- No sabe cómo funciona Mirovia, él sólo vive a su ritmo.
- No habla mucho, incluso hay personas que creen que es mudo.
- No es muy inteligente… Pero está aprendiendo a leer y escribir gracias a Min.
- Es amable con los niños ya que le recuerdan a sus hermanos menores.
- Fue Min quien lo bautizó como Goody y desde entonces prefiere que le llamen así.
- Muchas veces suele comportarse como un perro.
- Tiene un novio llamado Labiacarpi. A decir verdad no sabe cómo terminaron juntos, sobre todo porque casi no le habla. Aun así lo quiere bastante y lo defiende con garras y dientes.
- Debido a su naturaleza con tres cabezas, suele tener cambios bruscos de personalidad. Goody sigue siendo el dominante. Min ha nombrado a sus otras dos personalidades Kagura y Homura.
- Kagura es bastante relajado y amigable, mientras que Homura es un estricto cascarrabias.
- Es fan de la comida picante.
- Conoce el bosque de los susurros al derecho y al revés.
- Aún hoy día busca la manera de quitarse el grillete del cuello.
- Es sobre protector.
- Mide 2.15 m.
Imagen complementaria: -En procesooo.-