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Post by Braxton on Sept 4, 2017 5:06:56 GMT
De pronto, en el rugido de un relámpago, el dragón oculto entre las nubes salió disparado hacia ellas con las garras bien puestas al frente. Cayó en picada a toda velocidad, con las alas dobladas haciendo que no hubiese resistencia en el aire e ir aún más rápido. Todo pasó en un santiamén, el ser ya se encontraba a pocos metros de ellas como para lograr atacar sin fallar, a menos que tuviesen algo con que contra atacar.
El diluvio se dejó caer del cielo mientras mas y mayores truenos rugían en el cielo. El olor a sangre se había lavado del cuerpo del dragón, pero su sed de la misma seguía intacta.
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Post by Deleted on Sept 6, 2017 20:39:43 GMT
Su respiración se volvió pesada al tratar de contener su dolor, no era un hueso roto ni nada por el estilo pero simplemente no se sentía del todo bien, su cabeza punzaba al igual que sus heridas y su cuerpo pesaba mucho más de lo normal, sin embargo este no era el momento para mostrar debilidad, debía aguantar todo lo que pudiera para salir ilesa... o con vida.
-Suena a un gran plan- bufó frustrada observando de reojo a la mujer, no parecía muy fuerte pero si muy segura de si misma, quizás Avara terminaría por sorprenderse de sus habilidades, pero hasta no ver no creer. El rugir de las nubes captaron su atención casi de inmediato y observo como el enemigo se aproximaba a toda velocidad, huir no era una opción pues ya estaba demasiado cerca, a su mente llegó la imagen de HgridModdir y comenzo a cuestionarse ¿Qué haría ella en su lugar? la respuesta llegó rápida y clara como el agua: Luchar
A esa velocidad y dispuesto a atacar lo que fuera que tuviera enfrente, dudaba mucho que aquel individuo pudiera maniobrar para esquivar un ataque y con esa línea de pensamiento, volvió a inhalar profundamente soltando de nueva cuenta una llamarada directa, siendo un dragón o no, con lluvia o sin ella, el fuego quemaba y mucho.
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Zoe
La Resistencia
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Post by Zoe on Sept 12, 2017 1:31:38 GMT
La otra dragona atacó con una llamarada al momento en que el enfurecido extraño descendía de los cielos a toda velocidad. No había tiempo para pensar y en esa distancia el agua no haría para detenerlo. Rápidamente envolvió su propia espada en el agua, lanzándola cuan rápido pudo al cuerpo del otro que ahora estaba envuelto entre la lumbre y el humo de éste al apagarse con la lluvia. Si su plan funcionaba, el metal del arma serviría como un pararrayos y de esa forma atraería la electricidad al cuerpo del dragón. Si lo lograba, lo haría caer, tal vez paralizarlo.
Esperaba que funcionara, de lo contrario sabía que no viviría para contarlo. Estaba a una distancia considerable de su aliada, tal vez no tendría suficiente tiempo ni espacio para rescatarla de un ataque directo y seguramente mortal. Su única oportunidad recaía en una probabilidad… no sabía qué tan pequeña pero esperaba de verdad que fuese efectivo. Aún así, sabiéndose prácticamente muerta, se mantuvo en pie, con la mirada pegada a la imagen del otro, como si con eso fuera suficiente para atravesarle el cuerpo.
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