Ajani
Soberano del Verano
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Post by Ajani on Apr 27, 2017 18:50:52 GMT
-¿Velfast? – Alzó una ceja mirando a Aesther directamente a los ojos. – No debes seguir consejos o sugerencias de ese vampiro… No es de fiar. – Torció la boca y cruzó los brazos. Aesther podía ser muy tonta de vez en cuando ( o siempre, según Ajani ) y eso le preocupaba. Dejó salir un suspiro, dejando caer sus brazos hacia los costados, rendido ante la petición de Aesther. – De aacuerdoo… Iré a tu fiesta. Pero solo porque es tu cumpleaños. – Tuvo que ceder al final, después de haber viajado hasta acá, traerle regalos e invitarlo personalmente, ya no le quedaban muchas escapatorias para decir que no. – Pero no pienses que me la voy a pasar ahí toda la fiesta, solo iré un rato. – Puso sus manos sobre la cintura, mirando hacia otro lado intentando denotar indiferencia.
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Aesther
Soberana de la Primavera
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Post by Aesther on Apr 27, 2017 19:07:23 GMT
La advertencia de Ajani le resultó un tanto extraña, ¿por qué decía eso? Aquél hombre no había sido más que amable con ella. Quería cuestionarle pero la noticia de que iría a su evento hizo que se olvidara del asunto. -¡El tiempo que sea!- exclamó dando un pequeño salto. -¡Te vas a divertir Ajani! ¡Voy a hacer que te preparen un platillo especial!-. En su cabeza comenzó a repasar todo lo que tendría que preparar para la llegada del Soberano. Si bien, de sus otros tres hermanos, era el más exigente y caprichoso, lo era con justa razón. -Pero tienes que bailar conmigo; quiero que ese sea mi regalo- comentó en un tono travieso. Sentía que debía apartarle un baile o de lo contrario, no habría lugar para ella con tantos cortesanos queriendo pasar un rato con él durante la fiesta. Ajani era sumamente popular, incluso en las demás cortes. Todos los ojos estarían sobre él una vez que pusiera un pie sobre el Templo de la Primavera.
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Ajani
Soberano del Verano
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Post by Ajani on Apr 27, 2017 20:03:30 GMT
-¡¿BAILAR CONTIGO?! NI LO SUEÑES! – Exclamó furioso, con un notorio rubor en las mejillas. Apretó los puños y se cruzó de brazos nuevamente. – Eso no es parte de lo que acordamos. Te dije que solo asistiría a tu fiesta. ¿Qué eso no es regalo suficiente?¿Tener al Rey del Sol en tu propia celebración? Hmp! – Cual gato molesto, movió la cola de un lado a otro, latigueándola sobre el suelo y levantando un poco de polvo con la punta de esta. ¿ Pero qué se había creído Aesther? ¿Acaso lo miraba como su payaso? ¿Por qué, después de tantos años, no lograba madurar? Ajani tuvo que morderse el interior de su mejilla, aún sintiendo el rostro muy caliente. Esperaba que, gracias a su tez morena no se notara tanto. ¿Acaso era una reacción a la vergüenza? Quizá al enojo… O posiblemente a algo más.
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Aesther
Soberana de la Primavera
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Post by Aesther on Apr 27, 2017 20:19:57 GMT
Aesther cerró los ojos ante el sobresalto por el estruendo que la voz de Ajani provocó. Usó sus manos como refugio para taparse la cara mientras escuchaba decepcionada. Tenía mucha ilusión de bailar con él pero parecía ser que eso no sucedería; bueno... de todas formas seguramente que sus otros hermanos accederían con gusto. Bajó lentamente las manos, una vez que el silencio volvió a rondarlos. -Está bien, tienes razón. Que vayas es regalo suficiente; no sería lo mismo si no vas. Lo siento, creo que me dio algo de soberbia- comentó llevándose las manos a sus mejillas para someter el sonrojo que brotaba de su vergüenza.
Se quedó mirando el rostro de Ajani, molesto, alterado y sonrojado. ¡Por los Dioses! Aesther abrió sus ojos con algo de impresión... claro... todo tenía sentido. Se negaba a bailar con ella porque... -Claro... es que no sabes bailar...- dijo en voz baja con cierta sorpresa. Era como encontrar la pieza faltante a un rompecabezas. ¡Por supuesto! Debía ser eso; qué ternura. El rostro de Aesther volvió a iluminarse. -No te preocupes, no le diré tu secreto a nadie- tomó al rakshasa de las mejillas, como si intentase reducir aquél sonrojo que seguramente tenía tan incómodo al Rey del Sol. Aesther tocaba sin pudor y sin permiso, sin oprimirse el cariño que sentía, totalmente ignorante de que sus acercamientos podían ser de lo más incómodos para cualquiera y que tal vez... sólo tal vez, aquél sonrojo en el rostro del Soberano de Verano no era culpa de nadie más que de ella.
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Ajani
Soberano del Verano
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Post by Ajani on Apr 28, 2017 20:47:59 GMT
-¡¿QUÉ?!- Eso era lo más estúpido que podía asumir Aesther. ¿Qué no sabía bailar? Estaba seguro que bailaba mucho mejor que ella! Esta mujer le iba a sacar un úlcera del coraje, estaba seguro de ello. La cosa es que el no quería bailar junto a ella. Torció la boca y volvió a cruzar los brazos otra vez. – Ya veremos eso, Aesther. Ya veremos. – Caminó hacia la salida del templo, con la cara seria y cuando al fin llegó, relajó los hombros y suspiró rendido. – Será mejor que te vayas yendo, la noche cae y volar con lo vientos fríos es peligroso. – No era que se preocupara, era simple sentido común… O, eso creía el.
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Aesther
Soberana de la Primavera
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Post by Aesther on Apr 28, 2017 21:12:23 GMT
Siguió a Ajani con una chispa de esperanza en su pecho. ¿Era eso un sí? Bailaría con ella, qué emocionante. Su corazón no podía estar más lleno de gozo. Sin embargo, esta vez consideró que mejor debía quedarse callada. Parecía estar poco a poco induciéndolo a hacer como ella quería por lo que se daría por servida ahora. El atardecer estaba en todo su esplendor ya, empapando de colores cálidos las copas de los árboles. Busco con la mirada al joven dragón que tan amablemente la había traído, quien conversaba con los guerreros del templo. Al verla, bajó la cabeza, indicándole que estaba listo para servirle en cuanto fuera necesario. -Oh, es cierto... No traje nada de abrigo; tienes razón- comentó un poco preocupada debido a que era demasiado sensible a los cambios de clima. -Gracias por recibirme hoy y por aceptar mi invitación-. Su energía bajó un poco al saber que tendría que regresar a casa; sentía dificultad de marcharse y más porque sabía que al volver ya habría caído la noche y se encontraría rodeada de su propia soledad.
Se acercó lentamente al Soberano para abrazarlo, esta vez con más delicadeza, antes de darse la vuelta para subir a aquél dragón y desaparecer en el horizonte. Debía preparar todo para la fiesta y ahora que el Rey del Sol había dicho que tendría acto de presencia, todo debía de estar especialmente hermoso para su visita; nada podría arruinar su celebración, no estando Ajani y el resto de sus hermanos ahí.
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