Post by Maeralya Halerin on Aug 29, 2017 0:53:48 GMT
Nombre: Maeralya Halerin
Género: Femenino
Edad: 102
Raza: Kirin
Corte: Verano
Lugar de Residencia: Ciudadela, cuando no está de viaje
Ocupación: Exploradora con interés en botánica.
Stats:
• Fuerza: ★★
• Inteligencia: ★★★
• Social: ★★
• Agilidad: ★★★
• Defensa: ★★
Habilidades raciales:
Carisma. Tienen facilidad de palabra y para relacionarse con la gente, logrando crear un aura de confianza. Esto no significa que puede manipular o seducir gente pero tiene mejores posibilidades.
Belleza Extraordinaria. Por naturaleza, la belleza con la que cargan estos seres es de una intensidad mayor a la común por lo que tienen ventajas al tratar de seducir a sus objetivos.
Piel de Acero. La piel de estos arcanos posee propiedades que los hace mucho más resistentes a heridas y magia más no inmunes. El poder de protección es proporcional a la edad del arcano.
Personalidad: Una personalidad voluntariosa, pero ligeramente pesimista. No gusta de las aglomeraciones sociales, ni de seguir reglas que no sean las propias, siempre y cuando su rebeldía no presente algún tipo de problema, de los cuales rehuye de la mejor o peor forma. Tendencias solitarias y taciturnas, no le gusta establecerse en un lugar por mucho tiempo.
Hay una cara de Maeralya que pocos conocen, y esa, es la que muestra en sus misiones o cuando aprende algo nuevo. Mucho más cálida, receptiva ante los demás, la Kirin ensombrecida parece iluminarse con luz propia ante las novedades o la naturaleza indómita.
Secretamente, desconfía de todo y todos, pues ha sufrido más de alguna traición en el pasado, ello, y dado su intelecto, causa que muchas veces piense las cosas de más y vea malas intenciones donde no las hay. “Ante la duda, abstente” es su lema frente a las relaciones sociales, y se alejará de ellas sin mirar atrás ante el mínimo recelo.
Historia: Draconia ha sido durante generaciones el hogar de la familia de Maeralya o al menos de su padre, el único de sus progenitores a quien conoció. Posee muchos medio hermanos y hermanas, con los cuales no guarda relación alguna. Sin tendencias territoriales como sus familiares, no se sentía arraigada a la tierra rojiza y siempre humeante de Draconia, por lo cual, no bien pudo asegurarse de conseguir el sustento por su propio esfuerzo, emprendió lo que en un principio creyó una simple aventura, que, con el paso de los años, se transformó en su modo de vivir.
La curiosidad, aquello que le llevó fuera del hogar paterno, se transformó también en su fuente de aprendizaje primaria. En cada lugar visitado, cada persona que encontraba, aprendió algo nuevo. Remedios para algún mal, leyendas milenarias y hasta chismes de las cortes. Para ese entonces, la primera edad de libertad, Maeralya era una Kirin amistosa y allegada a los desconocidos, quienes no dudaban en compartir con ella su comida además de sus conocimientos.
Fue durante su estancia breve en la frontera del bosque de los susurros, en que recibiría la que podría ser la lección más importante de su vida.
Convencida de que los rumores tenebrosos no eran más que disparates e ignorancia, por si misma decidió recorrer los límites de aquel lugar. El segundo día allí, se encontró con una silueta errante entre los árboles. Una llovizna leve empapaba en ese momento a Maeralya, que no consiguió mantener el fuego de su fogata encendido. Acudió a paso raudo tras aquella presencia, tanto como si necesitaba ayuda como si podía proporcionársela a ella, pero no respondió a sus llamados. Tan solo se quedó quieto y en silencio.
Con meras indicaciones, llevó a Maeralya a guarecerse bajo un árbol hueco, blanco debido a la vida que seguramente se extinguió de él hace mucho tiempo.
Una voz sutil respondió a sus preguntas. La joven se confió, secando su largo cabello rubio mientras estudiaba a aquel nuevo desconocido. Sumamente reservado, este no proveía más que de dudas y verdades a medias a la joven, quien parecía cada vez más interesada en su presencia. A la caída de la noche, y ante el agotamiento de Maeralya, este ser se aprovecharía para atacarla sigilosamente, bebiendo, en contra de su voluntad, de su sangre hasta el grado de dejarla inconsciente.
Al amanecer, la Kirin apenas podía moverse. Logró sobrevivir a ese ataque, y nunca más regresó al bosque de los susurros.
No ha pasado mucho tiempo desde aquella experiencia, por lo cual, esa sombría sensación de vulnerabilidad sigue a la joven a donde va.
Datos curiosos:
─ ✾ Le disgusta la comida picante
─ ✾ Es muy observadora de su entorno
─ ✾ Adora la hidromiel dorada
─ ✾ Es una excelente nadadora, y es algo que le gusta mucho hacer
─ ✾ Cada vez que sospecha de alguien (ya sea por algo real o una simple paranoia) tiende a tocar su cuello, aquel lugar donde sufrió la mordida aunque no queda huella en su piel.
─ ✾ Suele tener pesadillas respecto a lo sucedido, y a ver a aquel vampiro entre multitudes.
─ ✾ La naturaleza le brinda paz, y le hace sentir más relajada.
─ ✾ Ha aprendido muchas cosas durante sus viajes, aunque los conocimientos que maneja mejor son los relacionados al mundo vegetal, ya sea como comestibles o remedios para distintos males.
─ ✾ Aprendió a petición de su padre a defenderse con una espada larga, la cual no ha usado desde que salió de Draconia. Posee bastante habilidad, sobretodo gracias a su agilidad.
─ ✾ Sus habilidades de supervivencia al aire libre, son altas.
Imagen complementaria:
Creditos por imagen a Hoshino Arika
Género: Femenino
Edad: 102
Raza: Kirin
Corte: Verano
Lugar de Residencia: Ciudadela, cuando no está de viaje
Ocupación: Exploradora con interés en botánica.
Stats:
• Fuerza: ★★
• Inteligencia: ★★★
• Social: ★★
• Agilidad: ★★★
• Defensa: ★★
Habilidades raciales:
Carisma. Tienen facilidad de palabra y para relacionarse con la gente, logrando crear un aura de confianza. Esto no significa que puede manipular o seducir gente pero tiene mejores posibilidades.
Belleza Extraordinaria. Por naturaleza, la belleza con la que cargan estos seres es de una intensidad mayor a la común por lo que tienen ventajas al tratar de seducir a sus objetivos.
Piel de Acero. La piel de estos arcanos posee propiedades que los hace mucho más resistentes a heridas y magia más no inmunes. El poder de protección es proporcional a la edad del arcano.
Personalidad: Una personalidad voluntariosa, pero ligeramente pesimista. No gusta de las aglomeraciones sociales, ni de seguir reglas que no sean las propias, siempre y cuando su rebeldía no presente algún tipo de problema, de los cuales rehuye de la mejor o peor forma. Tendencias solitarias y taciturnas, no le gusta establecerse en un lugar por mucho tiempo.
Hay una cara de Maeralya que pocos conocen, y esa, es la que muestra en sus misiones o cuando aprende algo nuevo. Mucho más cálida, receptiva ante los demás, la Kirin ensombrecida parece iluminarse con luz propia ante las novedades o la naturaleza indómita.
Secretamente, desconfía de todo y todos, pues ha sufrido más de alguna traición en el pasado, ello, y dado su intelecto, causa que muchas veces piense las cosas de más y vea malas intenciones donde no las hay. “Ante la duda, abstente” es su lema frente a las relaciones sociales, y se alejará de ellas sin mirar atrás ante el mínimo recelo.
Historia: Draconia ha sido durante generaciones el hogar de la familia de Maeralya o al menos de su padre, el único de sus progenitores a quien conoció. Posee muchos medio hermanos y hermanas, con los cuales no guarda relación alguna. Sin tendencias territoriales como sus familiares, no se sentía arraigada a la tierra rojiza y siempre humeante de Draconia, por lo cual, no bien pudo asegurarse de conseguir el sustento por su propio esfuerzo, emprendió lo que en un principio creyó una simple aventura, que, con el paso de los años, se transformó en su modo de vivir.
La curiosidad, aquello que le llevó fuera del hogar paterno, se transformó también en su fuente de aprendizaje primaria. En cada lugar visitado, cada persona que encontraba, aprendió algo nuevo. Remedios para algún mal, leyendas milenarias y hasta chismes de las cortes. Para ese entonces, la primera edad de libertad, Maeralya era una Kirin amistosa y allegada a los desconocidos, quienes no dudaban en compartir con ella su comida además de sus conocimientos.
Fue durante su estancia breve en la frontera del bosque de los susurros, en que recibiría la que podría ser la lección más importante de su vida.
Convencida de que los rumores tenebrosos no eran más que disparates e ignorancia, por si misma decidió recorrer los límites de aquel lugar. El segundo día allí, se encontró con una silueta errante entre los árboles. Una llovizna leve empapaba en ese momento a Maeralya, que no consiguió mantener el fuego de su fogata encendido. Acudió a paso raudo tras aquella presencia, tanto como si necesitaba ayuda como si podía proporcionársela a ella, pero no respondió a sus llamados. Tan solo se quedó quieto y en silencio.
Con meras indicaciones, llevó a Maeralya a guarecerse bajo un árbol hueco, blanco debido a la vida que seguramente se extinguió de él hace mucho tiempo.
Una voz sutil respondió a sus preguntas. La joven se confió, secando su largo cabello rubio mientras estudiaba a aquel nuevo desconocido. Sumamente reservado, este no proveía más que de dudas y verdades a medias a la joven, quien parecía cada vez más interesada en su presencia. A la caída de la noche, y ante el agotamiento de Maeralya, este ser se aprovecharía para atacarla sigilosamente, bebiendo, en contra de su voluntad, de su sangre hasta el grado de dejarla inconsciente.
Al amanecer, la Kirin apenas podía moverse. Logró sobrevivir a ese ataque, y nunca más regresó al bosque de los susurros.
No ha pasado mucho tiempo desde aquella experiencia, por lo cual, esa sombría sensación de vulnerabilidad sigue a la joven a donde va.
Datos curiosos:
─ ✾ Le disgusta la comida picante
─ ✾ Es muy observadora de su entorno
─ ✾ Adora la hidromiel dorada
─ ✾ Es una excelente nadadora, y es algo que le gusta mucho hacer
─ ✾ Cada vez que sospecha de alguien (ya sea por algo real o una simple paranoia) tiende a tocar su cuello, aquel lugar donde sufrió la mordida aunque no queda huella en su piel.
─ ✾ Suele tener pesadillas respecto a lo sucedido, y a ver a aquel vampiro entre multitudes.
─ ✾ La naturaleza le brinda paz, y le hace sentir más relajada.
─ ✾ Ha aprendido muchas cosas durante sus viajes, aunque los conocimientos que maneja mejor son los relacionados al mundo vegetal, ya sea como comestibles o remedios para distintos males.
─ ✾ Aprendió a petición de su padre a defenderse con una espada larga, la cual no ha usado desde que salió de Draconia. Posee bastante habilidad, sobretodo gracias a su agilidad.
─ ✾ Sus habilidades de supervivencia al aire libre, son altas.
Imagen complementaria:
Creditos por imagen a Hoshino Arika