Sorpresa Mañanera +17 (privado) (Jeriko - Salem) (TERMINADO)

Jeriko como siempre dormía como una piedra, soñando tal vez con algún día poder volar o alguna cosa parecida, como ya era su costumbre despertó y se estiró todo lo que pudo mientras seguía echado y soltaba leves gemidos, pero algo hizo que se detuviera algo no andaba bien, algo era diferente, sentía algo a sus espaldas, lentamente movió su mano izquierda hacia atrás para tocar lo que había tras él, sentía algo blando y duro era, un cuerpo, había alguien durmiendo junto a él, inmediatamente se asusto volteo y en efecto había un hombre mas grande que él y musculoso, Jeriko solo lo quedo viendo, era guapo pero quien era, Jeriko levanto las mantas para ver debajo y se dio con la sorpresa de que este hombre estaba completamente desnudo, Jeriko con miedo se volteo dando la espalda al arcano desconocido saco su tableta que estaba bajo su almohada y empezó a escribir en él chat


Luego de habalr con Sieg y Corina, decidió seguir sus consejos y golpear al intruso, se volteo para ver al arcano miro su rostro un rato y de pronto dio un grito, -PUÑETAZOOOOO!!!!!!!!!- grito Jeriko con una voz aguda mientras golpeaba en él rostro al arcano haciendo que este cayera de la cama, acto seguido Jeriko se paro sobre la cama y salto haciendo una pirueta para llegar a donde estaban sus armas, sujeto a Ninbel su guadaña y le grito al arcano, -Quien eres!!!!- le grito mientras lo apuntaba con la guadaña  

Estaba hablando emcerio?, este tipi era Salem? Esas dudas invadían su mente pero fueron calladas por un pensamiento, -eso es imposible- dijo Jeriko con toda seguridad, Salem era un gato que había conocido en el bosque de las hadas además si fuese él porque se paso todo este tiempo transformados en gato y no le dijo la verdad, pero claro cabía la posibilidad de que lo que él arcano decía era verdad, Jeriko ya ni sabia que creer pero cuando vio que Salem se le acercaba este lo amenazó con la guadaña, -quieto o te corto en dos- amenazó Jeriko mientras inclinaba mas su guadaña pero Salem seguía acercándose a lo que Jeriko respondió con un ataque certero de su guadaña 

Jeriko estaba confundido se supone que debió darle con su guadaña era imposible fallar estaba a un metro de distancia, pero no podía negar lo evidente el arcano frente a el había desaparecido para luego aparecer detrás de él, este lo sujeto por la espalda y lo sujeto con fuerza, apretando sus manos, empesando a forsajear pero un recuerdo llego a Jeriko él arcano estaba desnudo osea vulnerable, inmediatamente empezó a dar patadas hacia atrás intentando patear la entrepierna del arcano, pero solo lograba patear sus piernas al mismo tiempo Salem apretaba las manos de Jeriko con mas fuerza logrando finalmente que Jeriko suelte la guadaña 

Jeriko solo escuchaba atentamente lo que decía el arcano, no tenia otra opción estaba atrapado y la fuerza del arcano era superior  a la suya, se había limitado a no decir nada, lentamente Salem empezó a soltar a Jeriko hasta dejarlo libre, Jeriko giro sobre sus pies para poder ver a Salem cara a cara, -Salem- dijo en un hilo de voz y lo miraba con asombro, estuvo así unís segundos pero en un movimiento rápido Jeriko giro para poder golpear en la cara a Salem con el pie haciendo que este cayera de espaldas al suelo, Jeriko tomo una daga y salto sobre Salem, sentado sobre él Jeriko tenía la daga posicionada en él cuello de Salem, - si eres Salem dime algo que solo mi gato puede saber- amenazo Jeriko mientras apretaba su dagas mas al cuello del arcano 

Jeriko estaba sentado sobre el abdomen de Salem, se había quedado callado y asombrado, era verdad todo lo que decía, nadie podría saber esas cosas, todo eso lo hacia en la intimidad de sus casas donde vivía con, Julio, Kevin y Salem, alejó la daga que tenia en él cuello de Salem, bajo la mirada y levantó su camisón y tal como había dicho el arcano, no estaba usando ropa interior, levantó la mirada para ver a Salem quien solo lo miraba con una sonrisa, Jeriko soltó su camisón,  -porque fingiste ser gato todo este tiempo, porque no dijiste nada- decía Jeriko ya calmado mientras aun seguí sobre el abdomen de Salem