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Post by William Tolkien on Aug 30, 2017 3:45:10 GMT
Una vez el trabajo habia sido ejecutado, el hombre de cabellera rojiza y ojos de tres colores se dirigio hasta la playa Miroviana, donde a lo lejos se encontraban dos barcos, uno mas grande que el otro, tambien un hombre que no portaba las mejores prendas, el grumete del navio mas grande que habia llegado en un bote de remos, estaba esperando en la orilla cuando diviso a su capitan llegar. -¡Capitan Torturer!-Fue en ese preciso momento donde el pelirrojo le habia dado un golpe en la cara sin hacer ningun gesto mas que uno de total desagrado, el hombre cayo a la arena fina y aun con dolor miro a su capitan confundido pues no tenia ni la mas minima idea de lo que habia causado el enfado de su capitan, cuando Dustfinger grita. -¡¡Imbecil!!¡¡Eh dicho que una vez en tierra NO ME LLAMEN POR ESE NOMBRE!! ¡¿acaso eres un idiota que no logras comprender que los arcanos aqui si saben quien son verdaderamente huiran despavoridos y el trabajo se vera arruinado por tu incompetencia?!-En eso el grumete comprendio lo que habia ocurrido, disculpandose en el suelo con su capitan recibiendo patadas por parte de este y finalmente dejandolo malherido sin embargo no de gravedad, cuando un sonido entre los arboles capto la atencion del draconico que desenvaino su espada, sin embargo no era nada mas y nada menos que los hombres de Zobek, su colega de hace años que llevaban en sus brazos un saco de mimbre que se movia de un lado a otro, parecian cansados pero decididos en terminar lo que se les habia ordenado o las consecuencias serian las mas horribles para los marinos que al ver al rey pirata asentir dejaron el saco en la arena y permitieron pasar al Rakshasa que venia detras de ellos. -Bien, apesar de el percanse con Remus ese de la taberna el trabajo esta casi terminado, ahora la pregunta es...¿esta es la mujer que nos pidieron desaparecer?-
Dijo al contrario con duda y arqueando la ceja derecha, para sacar la carta que se le habia entregado por un mensajero que debio asesinar para que no corriera la informacion por toda la tierra. Fruncio el ceño un poco pues el nombre de la mujer no especificaba hasta que noto detras de la misma carta quien era aquella mujer. -Amalthea Cibeles...a protegida del soberano del invierno, vaya que precioso nombre tiene esta mujer pero...que triste que tengamos que deshacernos de ella, muestrala Zobek y date prisa o si no alguien nos vera.-
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Post by Zobek Reapersea on Aug 30, 2017 4:36:59 GMT
No había tiempo que perder, con un ritmo firme se abría paso entre la vegetación que estaba cerca de la playa de Mirovia, era seguido por sus hombres los cuales caminaban con demasiada pesadez para su gusto; el tiempo era un factor clave y no podían darse el lujo de desperdiciar valiosos segundos solo porque algunos estuvieran resagados. -¡¿Que demonios les pasa perezosos?!¡Están caminando demasiado lento!...- Gruño entre dientes tratando de que aquellos que lo seguían apuraran el paso, sirvió por unos momentos pero se notaba que estos estaban cansados, en especial aquellos que llevaban un saco de mimbre que se retorcía y se rotatoria tratando desesperadamente de liberarse. -Es inútil...- Comentó el moreno, era obvio que se dirigía a quien estaba dentro de ese saco intentando evitar lo inevitable. Habian pasado por una buena tanda de problemas para llegar a donde estaban y de ninguna manera iban a dejar que todo se fuera por la borda, después de todo los guardias de invierno habían supuesto un poco mas de problemas para ellos, pero nada que no se pudiera solucionar borrando su existencia.
Se estaban aproximando a su destino, el olor a agua salada se hacia cada vez mas fuerte indicando lo cerca que estaban de llegar al punto de encuentro, volteo a aquellos que llevaban la carga y le hizo seña de que se apresuraran , estos obedecieron, aceleraron su paso hasta que salieron de entre los arboles pisando la arena amarilla de la playa para que luego de unos momentos el rakshasa también apareciera justo detrás de ellos. El saco fue dejado en la arena para que después el hombre se acercara lentamente hacia su capitán y colega de tantos años con una expresión seria, miro sus característicos ojos de tres colores para asentir confirmando que el encargo se había llevado a cabo como se había planeado. -Estoy seguro de que es ella, estaba muy bien escoltada por un séquito de soldados y vaya que dieron pelea, lastima que no les sirvió de nada.
Obedeciendo las ordenes dichas tomo la tela de seguridad que tenia el saco para abrirla y dejar libre tan solo la cabeza de la mujer, unos cabellos blancos y brillantes emergieron del saco acompañados de un rostro atemorizado que estaba lleno de lagrimas ademas de una mordaza que evitaba que la albina gritara pidiendo ayuda. Tomo de la barbilla a la mujer obligando a que esta mirara al pelirojo, tenían a la persona correcta eso era obvio; miró a uno de sus hombres haciéndole una seña para que este acercara hasta Dustfinger y le entregara una tableta arcana, la cual pertenencia a la unicornio. -Tenemos a la unicornio correcta.- comento con una leve sonrisa en su rostro satisfecho por haber logrado su cometido. Luego se puso de pie para indicarles a sus hombres que la llevaran hacia el navío.
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Post by William Tolkien on Aug 30, 2017 5:11:49 GMT
La expresion ante el ver como la bolsa de mimbre fue abierta y mostrado el hermoso rostro de la mujer a quien estaban buscando habia desaparecido, estaba bastante complacido para señalar a Zobek y decir. -Pasaras unos dias en mi navio para verificar toda la informacion posible de esta mujer, ademas de que deberemos turnarnos para vigilarla, si llega a escapar te hare absoluto responsable y sabes las consecuencias de la estupidez.- Dijo para tomar del rostro a la mujer con fuerza, apretaba sus manos y esta lloraba aterrorizada mas aparte llena de dolor por el fuerte agarre, sin embargo noto como ella se movio de manera agresiva tratando de alejarlo de ella.
-Vaya estupida fiera, bien Bek, noqueala para llevarla a su nueva habitacion.-
Dijo una vez que subio al bote y el grumete herido habia comenzado a remar hacia el gran barco que a simple vista era un barco comun de mercantes pero debajo de todo ese cascaron de mercantes, algunos marinos limpiaban la cubierta, otros se dedicaban a acomodar los aparejos, los demas pescaban y otros solo mantenian las galeras, celdas y zonas de descanso tan limpias como para comer en el suelo, hasta que el capitan piso cubierta.
-¡Capitan en cubierta!- Gritaron unos, otros corriendo despavoridos a recibirlo como era debido, imponiendole respeto, el hombre esperaba a quienes traian a la dama que venia con Zobek inconsciente, para mirar a todos los marinos y decir.
-¡¡EL TRABAJO ESTA HECHO!!¡¿Y quien quisiera un momento a solas con la dama eh caballeros?- Decia sarcastico mientras otros hombres reian y celebraban lo que decia su capitan. -Sin embargo esto apenas comienza, debemos obtener lo mas exquisito de la boca de esta damisela en peligro HAHAAHAHA!- Este camino y le arrebato la botella de ron a un marino y dandole un trago dijo. -¡¡LLEVENLA A LA CELDA, ATENLA BIEN E IZEN LAS VELAS, DIRIJANSE HACIA MAR ABIERTO, LEJOS DE LA VISTA DE LOS ARCANOS CURIOSOS!!MUEVANSE RATAS DE CAMPO NO ME HAGAN REPETIRLO!!-
Dijo caminando hacia el timon para mover el barco en direccion hacia el mar abierto, mientras que Zobek era recibido como todo un heroe que llevaba a la mujer, cuando pasaron las horas el capitan bajo hasta donde se encontraba la mujer, en la misma celda que otra dama, una dama de cabellos de colores morados, azules y rosados, una hermosa sirena que habia tenido la muy mala fortuna de encontrarse en el camino de The Torturer, la miro complacido, sufriendo del dolor por sus escamas arracadas una a una, por los golpes que se le propinaron el olor a sangre era algo que le deleitaba de verdad, miro a la unicornio asustada, hasta escuchar sus suplicas. "¡N-No p-por favor señor n-no me haga daño se lo imploro!" Este sonrio sadico y una vez dentro del calabozo tomo la garganta de la unicornio con fuerza y dijo. -Sabes tu error fue enamorarte de un soberano...a alguien no le gusto en absoluto...que estupida eres...te hare sufrir tanto que desearas no haber conocido a ese tal...ASTHUR JAJAJAJA-
Fue asi como habia comenzado la golpiza, heridas de navajas, quemaduras de herramientas al rojo vivo,pero los golpes que le daba de patadas, de puñetazos en el cuerpo que le causaban placer al pirata eran lo peor, apesar de los horribles gritos de la unicornio, de la sirena, este solo continuaba su tortura, una vez sus puños llenos de sangre este se retiraba sin importarle si a sus marinos les molestaba o no.
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Post by Zobek Reapersea on Aug 30, 2017 17:55:12 GMT
Su capitán se notaba complacido por el momento, nada le agradaba que ver que sus planes estaban saliendo bien aunque eso no quería decir que iba a quedarse cruzado de brazos asumiendo que todo estaba hecho, sin duda alguna estaría atento para que nada modificara sus planes es por eso que el moreno asintió ante las ordenes de su capitán. -No tienes que recordarmelo, ya lo se muy bien. Ella no se ira a ningún lado.- comento mientras se rascaba la cabeza algo con una expresión de enfado mientras observaba al pelirrojo forcejear con la mujer, esta de verdad tenia una voluntad fuerte pues trataba con todas ses fuerzas de alejarse mas no había resultados en sus intentos. El rakshasa se acerco hasta la unicornio y sin inmutarse le dio un golpe en su cabeza lo suficientemente fuerte como para dejarla inconsciente en un instante ademas de herida en su cabeza, acto seguido la cargo como si se trata de una bolsa de papas para dirigirse hacia el bote de remos que los estaba esperando para acercarlos hacia el navío.
Tras un tiempo lograron llegar al barco, sus hombres tomaron a la mujer y todos juntos subieron al barco, los marinos corrían de un lado a otro para saludar al capitán o reportarle que las tareas que les correspondían ya habían sido hechas, el pelirojo gritaba anunciando su triunfo a la vez que el resto de los marinos coreaban el nombre su nombre con entusiasmo. Nuevas ordenes por parte de este resonaron a lo largo y ancho del barco, todos se pusieron en marcha y Zobek no fue la excepción tomo a la mujer para llevarla hasta su celda mientras se abría paso entre todos los marinos que gritaban celebrando su hazaña. Una vez que llego a donde se estaba hasta el las celdas tiro el cuerpo de la mujer en el piso, pudo notar que estaba recuperando la conciencia mas aun se le notaba perdida, el joven moreno se acerco hasta ella para luego tomarla de su mentón clavando sus ojos verdes en los de ella y haciendo su cabeza hacia un lado dejando a la vista la herida provocada por el golpe que la dejo inconsciente. -Bienvenida a tu nueva habitación, espero no te moleste compartir porque seguramente tendrás compañeros o compañeras en unas horas...- comento mientras liberaba su mentón de una manera un tanto brusca para luego alejarse lentamente con una leve sonrisa en su rostro.
-Espero disfrutes tu estancia a bordo.- Eso fue lo ultimo que dijo antes de desaparecer de la vista de la mujer dirigiéndose a cubierta. A las pocas horas una nueva adquisición fue llevada hasta la celda, se trataba de una hermosa sirena y bastante colorida ademas aunque el color que mas abundaba en ella en ese momento era el rojo de su propia sangre, Torturer no mostraba piedad con nadie y ellas no eran un caso aparte, tan solo dos infortunadas almas con un cruel destino en común. Los gritos provenientes del nivel donde estaban los prisioneros resonaron en todo el barco por unas horas hasta que no se los escucharon mas, no hacia falta ser experto para saber lo que había pasado, podían ver que tan cruel podía ser su capitán pero las que lo habían experimentado de primera mano fueron las capturadas quienes solo sollozaban por lo bajo desconsoladas.
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Post by William Tolkien on Aug 31, 2017 3:09:00 GMT
Si bien el plan estaba marchando perfectamente y en mar abierto el barco quedaba solamente obtener la informacion de todo lo que la unicornio sabia, mas si habia estado tan cerca de uno de los 4 soberanos de Mirovia, sabia que era la protegida del soberano del invierno, bajo a las celdas del mismo barco hasta dar con la joven unicornio que buscaba consuelo en la sirena, pero The Torturer solo les miro con una sonrisa lasiva, su siguiente plan para la sirena era matarla finalmente, no sin antes humillarla un poco mas por supuesto, este la saco de la celda y la torturo un poco mas, la unicornio le gritaba que la dejara que le hiciera daño a ella misma que a la pobre sirena, si bien ya habian pasado semanas desde su desaparicion y nadie habia dado señales de interes por esta misma.
-Se dan cuenta? nadie a venido por ustedes...a nadie les importan ni en lo mas minimo...-
Decia para dejar que Zobek se llevara a la sirena, habia sido encargado de supervisarlas por la noche y les escuchara hablar para en caso de que dijeran cosas verdaderamente importantes, le notificara, pero solo habia temas donde el GRAN soberano Asthur y los arcanos que les habian mostrado algo de compasion en el pasado, el capitan se mostraba bastante asqueado con tanta informacion, por lo que dejo a Zobek a cargo de ellas una vez mas, para que matara a la sirena y finalmente la tirara al oceano muerta, como seña de que nunca deben confiar en las personas equivocadas.
-Bien...ahora solo falta terminar el trabajo con esta señorita Amalthea, su cabello se vendera muy bien en el mercado negro Zobek, lo voy a comprobar y te dare orden si lo cortas o no de su craneo mal herido.-
Dijo mientras guardaba las escamas de la hermosa sirena que le habia arrancado una a una.
-Ya sacamos la informacion de Tsuyume respecto a Atlas el ultimo y Aqualia, el plan de saqueo esta mas cerca de realizarse que nunca, solo atamos los ultimos cabos sueltos y sera todo.-
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