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Post by Salem Exitium on Jan 9, 2018 22:58:53 GMT
-Aquí tienes tu ropa- Pronuncio en un tono neutro mientras dejaba la bolsa frente a Salem en la mesa, Sieg se le había adelantado, demasiado rápido, ella había entretenido su mente pensando el a mejor forma de hacerlo sufrir sin romper las leyes de esa isla, suspiro dejándose caer en su silla y abriendo un poco más el escote de su traje, tomo el vaso y de un solo sorbo bebió todo su contenido restante, mirando de reojo al licántropo – Eso fue bastante piadoso Sieg – reclamo en un ligero tono molesto, entrecerrando los ojos – Pero es mejor así… Cosas como esta me hacen volver a cuestionarme porque la tortura es ilegal – Murmuro aun mirando al licántropo y esperando a que el peli naranjo se vistiera de una buena vez, no podía dejar que aquel hecho le arruinara la noche, bien, era algo que ya le había sucedido antes, los hombres y los arcanos podían ser igual de bajos, dejándose llevar por sus instintos más sucios – Incluso los puercos son mejores- murmuro sin querer, buscando con la mirada a la mujer que les había atendido y al verla, le sonrió de forma suave, pidiéndole con gestos simples más alcohol
-Bien, dejando de lado ese importuno…- comenzó, volteando a ver a Salem- quisiera saber un poco más de usted señor Salem, además del nombre, de su profesión algo más tiene que hacer… ¿En qué le gusta invertir su tiempo? – Pregunto de forma curiosa, acomodándose en la silla para apegarse más al licántropo y por debajo de la mesa, comenzar a picarle la pierna con el dedo, solo por fastidiar, debía calmarse o las cosas se saldrían de su control y seguramente empezaría una gran pelea en la taberna, además, molestar a su viejo amigo era divertido, ver sus caras, esas pequeñas micro expresiones, tampoco es como si él no le devolviera de alguna forma aquella travesura
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Post by Sieg Stahlzahn on Jan 12, 2018 15:09:38 GMT
Finalmente, la pelirroja había hecho entrega de la ropa al cambia formas, cosa que lo calmaba de cierta manera pues era desagradable tenerlo desnudo en ese lugar. Poca importancia le tomo al hecho de que había causado cierto revuelo en la taberna por su acto apresurado, aunque sabia, que si no lo hacia él de esa forma, su antigua maestra podía tomar cartas en el asunto de manera muy distinta.- ¿Piadoso? Eso creo, solo tenia que ponerlo en su lugar, no matarlo por eso.- Exclamo mientras se mantenía con la vista en su jarra de alcohol, dando un sorbo de esta, como amaba el sabor de ese licor en especifico, y considerando su gran resistencia al alcohol, podía beberlo bastante sin perder algo de consciencia o sin aburrirse.- Tú... Olvidalo.- Comento dejando escapar un suspiro ante el comentario de la tortura. Jamas había aprobado esos métodos, aunque tampoco los cuestionaba pues sabia que la mente y la voluntad podían quebrarse de esa forma, cosa útil... Pero aun así, simplemente detestaba el hecho de que la tortura fuera algo real, en todos los sentidos, y que Salem recurriera de manera tan normal a ellos, era algo que le cuestionaba el porque de su respeto hacia ella ''Porque le dio sentido a mi vida con su enseñanza...'' Claro, esa era la mayor razón, su lealtad era clara a pesar de todo.
La mujer de ojos anaranjados no tardo mucho en volver a poner su atención en el hombre frente a ellos, luego de que este se vistiera de una vez. Algo le llamo la atención y lo hizo desviar su mirada a la mujer a su lado. Esos piquetes en su pierna no le molestaban, realmente apenas los sentía, pues la sensibilidad en varias partes de su cuerpo se había vuelto casi nula por todas las heridas que había obtenido en las múltiples guerras. Termino de beber su jarra de cerveza, dejando escapar un suspiro mientras sus dos acompañantes hablaban, ¿Realmente tenia que estar ahí? En el fondo solo se sentía como un mal tercio. No tardo en levantarse, negando a la mesera que se acercaba con los tragos para que no hiciera entrega de la nueva jarra de ron.- Recordé que debo realizar un encargo, disfruten del resto del día.- Exclamo de manera calmada, dejándole a la mesera la paga de su licor, acomodando sus cosas y retirándose dándole una ultima mirada a los dos individuos, saliendo así de la taberna.- Deberías dejar de meterme en estas cosas... .-Murmuró para si mismo, comenzando a caminar en dirección a la salida de la Ciudadela.
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Post by Salem Lensher on Mar 13, 2018 23:34:00 GMT
El pelirrojo no era un experto en esto parejas, pero sabia que había tensión entre esos dos arcanos que tenia en frente, -gracias por mi ropa- dijo sonriente mientras tomaba sus pertenencias para vestirse, tomo primero su pantalón y se levantó poniendo su pantalón delante de el para que no se le vea la entrepierna, se inclino hacia adelante y se puso el pantalón sin que se le viera la entrepierna, un verdadero trabajo duro para el pelirrojo ya que normalmente no le importaba que los demás lo vean desnudo, ya que como el decía -"no hay nada de que avergonzarse"- ya con pantalones, solo se puso su chaleco y sus zapatos y ya estaba vestido
mientras el pelirrojo se vestía no había prestado atención a la conversación que sus compañeros de bebida habían mantenido, una vez ya sentado solo pudo escuchar la pregunta que le hizo la mujer, -pues, que te digo, soy un hombre libre, me gusta divertirme a donde sea que vaya, atrapar y golpear a uno que otro arcano buscado y luego cobrar la recompensa para después ir a beber a un bar y lego despertar en una cama desconocida con una chica desconocida, lo normal supongo- rió por su respuesta pero fue interrumpido por la decisión de Sieg quien informó que se retiraba, -venga hombre, no te vayas, nos estamos divirtiendo- habló el pelirrojo pero sus palabras no impidieron que se vaya
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