Tsuyume
Los Grises
When I was down, when I was hurt You came to lift me up.
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Post by Tsuyume on Aug 31, 2017 5:54:52 GMT
(OOC: imagen hecha por la user de Torturer)
El día había comenzado tranquilo sin contratiempos o sorpresas inesperadas, la sirena había regresado de su hogar tras haber finalizado el festival de Cortejo al cual había asistido, tuvo que viajar hasta la ciudadela puesto que la cede de dicho evento era en ese lugar; había sido una experiencia bastante peculiar y tras haber pasado tiempo desde que el festival termino considero que era tiempo de regresar a su hogar en Aqualia y también visitar a sus tíos para no perder el contacto con ellos ademas de que podría comentarles cuan bien la paso en el festival. Sin embargo no todo había sido tan tranquilo con el final del evento, había sido testigo de una serie de situaciones demasiado aterradoras en el canal de comunicaciones de la tableta arcana las cuales la tenia demasiado nerviosa por esos días.
Podía recordarlo bastante bien y todavía seguía generando una sensación desagradable en su ser... Primero las palabras dichas por Rallis... las cuales eran bastantes turbias ademas de que no anunciaban nada bueno y por otro lado ese pedido de auxilio que Amalthea había escrito, justo después de eso alguien se había apoderado de su tableta hablando desde ella como si le perteneciera. Todo eso había causado conmoción entre los arcanos preguntándose que era lo que le había sucedido a esa mujer la cual llevaba semanas sin ser vista y para hacer mejor las cosas este individuo quien tenia su tableta no daba mayores pistas sobre su paradero.
Terminó de almorzar con sus familiares pero "aun es temprano" pensó mientras se dirigía hasta la cuidad sin quitar la mirada de su tableta como siempre solía hacerlo. Había una charla bastante normal en el canal de comunicaciones, nada tan raro o demasiado llamativo, decidió unirse a la conversación como pocas veces solía hacerlo, un arcano nuevo, quien era un comerciante, se estaba hablando pidiendo un guía pues había llegado hace poco y no conocía demasiado las aguas que rodeaban Mirovia, la sirena gustosa se ofreció a brindarle ayuda y mostrarle todo lo que conocía. Una vez que termino de arreglar donde iban a encontrarse se dirigió hacia el lugar en cual habían acordado reunirse nadando con toda calma mientras tarareaba una alegre canción. Llego hasta las aguas que estaban en las cercanías de la playa y subió a la superficie para buscar con la mirada el barco del señor Dustfinger hasta que lo encontró un tanto alejado de las costas de la playa. La sirena no se detuvo a cuestionar nada y se nado hasta las cercanías del barco para luego subir a la superficie.
No lograba ver a ningún marino desde donde estaba pero podía escucharlos, parecían estar ocupados con su labores así que preguntaba si tendría que gritarles para que le avisaran al capitán que ella había llegado, cuando estaba a punto de hacerlo se detuvo al ver como un hombre moreno se asomaba desde la cubierta mirando al mar. -Amm... ¡Disculpe! ¡Aquí!- Dijo mientras movía sus manos haciendo ruido con el agua así poder llamar la atención del hombre, lo que había resultado ya sabia de su presencia, mas este no mostró reacción alguna, solo se quedo observándola con una expresión aburrida en su rostro esperando a que esta volviera a hablar. -Este... soy Tsuyume. Yo vine aquí porque el señor Dustfinger necesitaba un guía.- comento con una sonrisa mientras miraba al hombre desde el agua. Este por fin cambio su expresión mostrando algo de interés para responderle. -Ahh, claro... ya veo. Bien espera aquí, yo iré a avisarle a Dustfinger que su guía ha llegado.- una vez que termino de hablar el hombre desapareció de su vista mientras que la pelirosada se quedo en el agua aguardando que el comerciante viniera.
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Post by William Tolkien on Sept 1, 2017 4:17:24 GMT
Los marinos nunca estaban atentos al oceano, nunca estaban con su atencion fija en estas mismas, todos y cada uno tenian una labor que desempeñar, algunos estaban limpiando de Proa a Popa de Babor a Estribor el barco, otros estaban arreglando los aparejos, median la velocidad del viento, unos arriba en las vergas revisando las ataduras de las velas que habian sufrido fallas por las tormentas que atravezaron con el paso de los años, unos limpiaban los Fanales que debian cambiarles de aceite y limpiados los cristales de los mismos cuidadosamente cada dia, otros se escuchaban dentro de el enorme navio el como eran acomodadas las cosas del polvorin del barco, donde se encontraban las multiples armas del barco. Sin embargo la sirena no habia sido observada o mas bien tomada con importancia hasta que el segundo a bordo, el teniente la habia escuchado decir que era la guia hacia Aqualia que el mismo capitan invito hacia su barco, despues de unnos momentos el capitan se encontraba dormitando en su Camara del capitan, descansando despues de un largo dia de torturas en su navio cuando la puerta fue tocada, este murmuro entre dientes molesto, detestaba que le interrumpieran cuando se levanto para abrir la puerta de golpe gritando. -Espero que sea IMPORTANTE!- exclamo bastante furioso para encontrarse con su teniente. -Escupelo!- fue en ese momento en el que se le explico que habia una sirena que solicitaba encontrarse con el para auxiliarlo con la direccion hacia Aqualia, llamada Tsuyume. -Tsuyume...Tsuyume....AH! ya se!, subanla con ayuda del ancla y que me vea en la proa, no tardare en ir hacia ella.-
Dijo cerrando la puerta, unos marineros tuvieron las ordenes de ir a levantar el ancla, claro despues de decirle a la sirena que se agarrara de esta, una vez la joven en cubierta el capitan se mostro frente a ella, acomodadas sus prendas con una sonrisa grande, aunque la cicatriz en su boca era algo no muy agradable de ver este dijo. -Señorita Tsuyume, bienvenida a nuestro barco, espero que mis muchachos no le hayan hecho daño!- Dijo riendo un poco para acercarse a la sirena. -Debo admitir que ussted desborda belleza, como toda una sirena que es...¿nos auxiliara con la informacion para Aqualia? Algunos morimos de emocion al escuchar sobre esa hermosa ciudad...- Dijo mirando a sus hombres con alegria y uno que otro reia.
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Post by Tsuyume on Sept 1, 2017 19:13:01 GMT
La pelirosada permaneció en la superficie esperando que el comerciante se asomara o que le dijera que es lo que iba a hacer, no tenía mucha prisa por lo que lo solo se quedó observando al horizonte por unos momentos. Las aguas estaban bastantes calmas y no había indicios de que el día iba a desmejorar, los sonidos de los marinos trabajando aún podían escucharse y la sirena se preguntaba si había llegado en buen momento pero luego negó con su cabeza pues el mismo Dustfinger la había citado en ese lugar y a esa hora por lo que suponía que estaba bien. Se tomó su tiempo para observar con detenimiento el barco del comerciante, se veía bastante bien cuidado debido al trabajo de su tripulación, tal y como debía verse el barco de un comerciante; se preguntaba desde donde había viajado, por todos a quienes habría conocido seguramente tendría muchas historias que contar.
De repente sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz del mismo hombre moreno con quien había hablado hace un momento quien le decía que ya había hablado con Dustfinger y que debía subir a bordo del barco, aunque no sabia muy bien como iba a hacer para subir a bordo, una vez mas la voz del hombre hablo con la solución al pequeño problema mientras el resto de los marinos se preparaban para subir el ancla. -¿Dices que me suba en el ancla?... Eh... Claro...- respondió algo insegura por la idea mientras se sentaba en el ancla y se sujetaba bien de esta para no caerse, una vez que estuvo lista los marinos comenzaron a subirla. El hombre moreno tomo a la sirena en sus brazos para luego esperando a que esta tomara su forma sellada, la sirena cambio su cola por unas piernas en unos momentos y luego piso el suelo del barco estando rodeada por todos los marineros que se encontraban a una distancia prudente de ella.
Sin duda alguna captaba la atención de todos los tripulantes pero no parecían tener intensiones de hacerle daño, o al menos eso era lo que ella veía, poco después el sonido de unos pasos se hicieron presentes y los hombres dieron el paso al comerciante que se aproximaba hacia ella con una sonrisa la cual era amable pero lo que llamaba mas la atención era esa cicatriz en su boca. La sirena no quería ser grosera y quedarse mirando esa marca bastante desagradable pero por ese era un rasgo bastante llamativo, hizo su mejor esfuerzo e ignoro la cicatriz para devolver el saludo del pelirojo con la misma amabilidad que el había tenido con ella. -Señor Dustfinger, mucho gusto en conocerlo y sus hombres fueron muy amables, tiene aquí una buena tripulación.- Expreso con calma mirando a los marinos presentes. -Ah... muchas gracias por su cumplido señor aunque no creo ser tan hermosa.- respondió riéndose levemente, -Por supuesto señor, voy a ayudar con lo que pueda. ¿Hay algo que desee saber en particular?.
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Post by William Tolkien on Sept 2, 2017 17:47:57 GMT
El hombre sonrio complacido ante verla caminar hacia el, estaba muy tranquilo aunque la sonrisa aun estaba en su rostro.
-Que bellas palabras nos dedica señorita, hara que muchos aqui se sonrojen con ellas, pero bueno permitame presentarme, soy Dustfinger el mercante de los mares lejanos, cualquier cosa que desees yo la tengo y te sorprenderia saber que cosas tengo, pero no es tema de charla, ahora lo que queremos hacer es aprender el camino hasta aqualia.-
Dijo escuchando las hermosas paabas que salian de los suaves labios de la arcana cuando pregunto. "¿Hay algo que desee saber en particular?" en eso el pirata sonrio pero ahora no era una sonrisa amistosa, se acomodo el cabello y dijo.
-Por supuesto, lo que queremos hacer nosotros es solamente una cosa señorita....-
En ese momento los marinos se acercaban lentamente hasta donde el capitan y la sirena pues cerraban salidas, el capitan al moverse el cabello se mostro su mirar, unos ojos de tres colores, para sonreir mostrando esos colmillos draconicos intimidantes.
-Queremos obtener todas las riquezas de Aqualia...y matar al guardian...espero no me des problemas señorita por que...seria desafortunado que tenga que matarte...tan pronto...-
ooc:Disculpa la respuesta corta,hoy no tengo tiempo para una mas larga espero la siguiente solucionarlo!
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Post by Tsuyume on Sept 3, 2017 18:47:26 GMT
El pelirojo mantenía su sonrisa tranquila mientras hablaba, se presentó como era debido para luego relatar sobre su ocupación y todos objetos con los que había comerciado. Todo hasta ese momento era normal, un ambiente apacible y tranquilo, pero algo cambió de un momento a otro en el rostro del capitán del navío; ya de por sí su apariencia no inspiraba demasiada confianza, mas que nada debido a la horrenda cicatriz en su rostro, pero la actitud que este había tenido hasta ese momento no hacía pensar que tenía malas intenciones. Sin embargo todo había dado un giro de 180 grados, esa sonrisa que se alzaba en su rostro no se parecía en nada a la que había tenido hasta hace tan solo unos momentos, las palabras dichas por este tampoco parecían tener buenas intenciones.
La sirena estaba de pie en medio de toda la tripulación, quienes se movían sigilosamente por toda la cubierta, no se había percatado de los movimientos de los marinos puesto que su atención estaba centrada sobre el comerciante quien había dejado al descubierto uno de sus ojos el cual había permanecido oculto bajo su cabello rojizo. Tres colores... algo verdaderamente peculiar, entonces lo recordó... esas palabras que había leído tiempo atrás por parte de Rallis... "ojos de tres colores que traen dolor y muerte"; la tranquilidad en el rostro de la pelirosada desapareció progresivamente, casi en cámara lenta recordó todo lo que había leído ese día en la tableta arcana. "No puede ser..." se dijo a sí misma, "¿Rallis estaba hablando de él cuando dijo todas esas cosas?...", la sirena se quedó pensando y en ese momento es donde se dió cuenta de todo.
"Una unicornio"... "esa debió ser Amalthea... quien fue raptada por... y cuando el mencionó una sirena cantante hacía referencia... ¿a mi?...", negó con la cabeza , no quería creer lo que estaba sucediendo mientras veía al pelirojo acercarse lentamente, mostrando esos dientes amenazadores y revelando sus verdaderas intenciones. -N-no puede ser......- solo pudo decir eso con apenas un hilo de voz a la vez que retrocedía lentamente. Lo siguiente que vio fue una sombra en frente su rostro y luego sintió como era amordazada con rapidez sin darle tiempo a impedirlo. Comenzó a forcejear pues ahora los marineros estaban intentando atar sus manos y sus piernas para dejarla complatamente inmovilizada, logró dar un golpe certero a quienes intentaban someterla,sin embargo los hombres habían logrado atar bien sus manos hacia atrás; pero todavía tenía una pequeña oportunidad de escapar puesto que aún no lograban atar sus piernas. No lo dudó, apenas vio un hueco entre los marinos que la acorralaban se precipitó corriendo por la cubierta hasta el borde del barco para tratar de saltar y volver a la seguridad de las aguas. Pudo llegar hasta al borde del barco escapando por muy poco de los marinos que se le abalanzaron encima, tomó impulso como pudo y saltó desde donde estaba cambiando sus piernas por una cola de pez en plena caída. Podía ver las aguas azules del océano acercarse, era su ruta de escape, una vez que se lograra sambullirce podría escapar fácilmente y dar aviso de donde se encontraba Amalthea, esperaba poder lograrlo.
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Post by William Tolkien on Sept 3, 2017 23:32:12 GMT
Cruel y frio como los vientos del oceano, el hombre de cabellos rojos, que con el paso del tiempo en el que goberno los mares se podria decir como una leyenda que con la sangre de sus inocentes su cabello paso a ese color, su barco apesar de ser tan limpio, para los sentidos mas delicados, el olor a sangre estaba impregnado en este navio, los marinos por ordenes de su capitan comenzaron a tomar a la sirena, la amordazaron y ataron sus brazos, el hombre pelirrojo noto como la mujer forcejeaba con tanta fuerza que de una patada logro que unos hombres la soltaran. -No puedo creer que varios hombres fueran incapaces de someter a una mujer!-
Dijo furioso al notar como la dama salia apesar de encontrarse amordazada y sometida de las manos, este gruño levemente para caminar hasta la orilla y sabiendo como era prohibido por su mismo codigo pirata, mostrar la forma verdadera, este dejo su sombrero de lado. -Si escapa sera un riesgo verdaderamente grande, TENIENTE! USTED ESTA AL MANDO EN MI AUSENCIA! UN DIA PARA QUE RETOME MI FORMA SELLADA!-
Exclamo para sacarse el sombrero rapido y saltar al agua, la sirena habia conseguido caer al oceano y nadar lo mas pronto posible, si bien era veloz, era pequeña y muy buena para escapar o eso creyo cuando noto que no le lanzaban arpones, redes o cuerdas para atraparla, no seria de sorprender que los marinos se habian rendido en su busqueda,pero no fue asi. Un sonido aterrador inundo esa zona marina como si algun ser enorme, aterrador e incluso haria temblar el corazon mas valeroso de cualquier guerrero existente, mientras la sirena nadaba con velocidad una enorme sombra se postro a su lado, un gran hocico del tamaño del pequeño cuerpo de la femina le asolo a su lado derecho, en ese momento se abrio mostrando aquellas fauces y con un solo colmillo, con un solo mordisco habia perforado la aleta de la sirena, un gruñido fue expulsado por nada mas y nada menos que un dragon serpiente marina, este que tenia a la sirena, olio la sangre que salia de la aleta que acababa de morder, para jalarla con gran fuerza y lanzarla hasta que salio del oceano, volando por los aires y estrellandose de manera estrepitosa contra la proa del barco,para poder asi, darles tiempo a los piratas de tomar a la sirena, atarla y llevarla hacia la celda del barco. Este al que la habian llevado, tenia manchas de sangre, que tenia muchos objetos de torturas y tambien que tenia miembros de cuerpos arcanos mutilados, ojos, orejas, colas, colmillos, inclusive cabello y lengua, solo en una parte del barco, las demas habitaciones estaban cerradas para los ojos de los curiosos. Ahora habia una sola pregunta para la mujer pelirosada...¿que sera de ella ahora?
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Post by Tsuyume on Sept 4, 2017 1:19:21 GMT
Sintió el agua del océano cubrirla por completo, lo había logrado, sus posibilidades de escapar aumentaron considerablemente pero aun no eran del cien por ciento; aun debía nadar lo mas rápido que le permitiera su cola de sirena para alejarse del navío, aunque eso le resultaría un tanto complicado pero no imposible. No se detuvo a pensar y comenzó a nadar sin mirar hacia atrás, debía alejarse rápido, debía dar aviso de donde se encontraba Amalthea para así también cambiar la predicción de Rallis. ¿Como había sido tan ingenua? eran las preguntas que estaban en su cabeza en ese momento, se culpaba por el hecho de haberle dado tanta confianza a ese arcano que decía ser un comerciante pero que en realidad era alguien despiadado quien no tenia buenas intensiones, de haber sido mas cautelosa... de haberse quedado en las aguas... ahora no estaría nadando para salvar su vida.
Suponía que ahora que se encontraba en su elemento poseía la ventaja, no seria la primera vez que le tocaba escapar nadando por lo que suponía que esta vez lograría su cometido pero su pensamiento fu interrumpido cuando noto que estaban tirando cuerdas, redes y hasta algunos arpones pequeños para poder capturarla nuevamente, logro esquivar todo aquello que le lanzaban pero empezaba a cansarse, afortunadamente gracias a la adrenalina y el instinto de supervivencia no dejaba de avanzar esforzándose para no bajar su velocidad. Uno de los arpones paso muy cerca de esta lo cual la desconcertó e hizo que se detuviera unos instantes en pánico, era igual que ver un pequeño animal el cual era perseguido ver como las posibilidades de escaparse se esfumaban justo en frente de sus ojos, poco después un segundo arpón se dirigió hacia ella a toda velocidad, ella logro esquivarlo torpemente mas el objeto punzante rozo sus colorido cabello cortándolo un poco.
La sirena se encongio por el miedo de casi ser atravesada, estaba temblando y su respiración era agitada mas no debía parar, tenia que seguir nadando pues todavía no estaba a salvo, comenzó a tomar velocidad una vez mas, las lagrimas se asomaban desde sus ojos aunque claro estando bajo el agua no eran visibles. Volteo para ver si todavía trataban de cazarla a base de redes o arpones, pudo quedarse tranquila al ver que ellos habían desistido mas esa tranquilidad no duro demasiado al escuchar un rugido proveniente de cerca del barco; un escolofrio recorrió todo su cuerpo y algo en su interior le decía que un peligro mucho mayor se aproximaba, debía huir y debía hacerlo ya. Volvió a nadar desesperada por alejarse de sea lo que sea que venia hacia ella, noto por su visión periférica como una enorme sombra se quedaba a su lado acompañada por esos rugidos tenebrosos, la mujer contemplo con horror las fauces de aquella bestia marina que estaba dándole caza acercarse cada vez hacia ella; no importaba que tan rápida fuera, ese dragón marino lo era aun mas.
Lo siguiente que sintió fue un dolor terrible en su aleta, pudo ver sangre en el agua, luego sin ningún esfuerzo fue arrastrada por el dragón y finalmente lanzada como un mero objeto sin vida fuera del agua. Todo paso en cámara lenta para ella, estaba aterrada pero nada podía hacer para evitarlo, podía sentir el aire golpear contra su cuerpo, era la señal de que estaba en caída libre y momentos después... dolor y oscuridad. El cuerpo de la mujer inconsciente quedo tendido en suelo del barco, la sangre emanaba de su aleta perforada y los marinos se acercaron para atarla con mas cuerdas y luego llevarla hasta su celda. Todo estaba oscuro... tenia mucho dolor... Poco a poco fue abriendo sus ojos, estaba completamente inmovilizada, a pesar del dolor trato de liberarse con desesperación pero fue inútil, entonces pudo notar donde se encontraba, una celda, escuchaba el océano por lo que supuso que seguía a bordo del barco. Ese lugar parecía salido de una pesadilla, un olor a muerte y podredumbre estaba impregnado en las paredes las cuales tenían manchas de sangre, había restos sobre el piso, solo podía ver los barrotes de metal pero nada mas alla. Estaba asustada, desconsolada, temía por su vida... en ese momento no podía pensar en otra cosa que no fuera la muerte, unos llantos ahogados por la mordaza que aun llevaba en su boca comenzaron a escucharse en ese silencio de cementerio acompañados de otros pocos sonidos, no podía hacer mas que esperar para ver que iba a suceder con ella.
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Post by William Tolkien on Sept 4, 2017 3:39:26 GMT
Las horas pasaron, el dia transcurrio con gran velocidad para un amanecer de un nuevo dia, cuando el barco se sacudio, despues de uno largo transcurso de tiempo el capitan aunque quejandose leve por la forma sellada pisaba los tablones hasta llegar a la celda, miro con su sonrisa a la joven y entro a la celda para quitarle la mordaza y darle a beber algo, sabia que usaria su canto para que el se sumiera a sus ordenes pero sabia que con eso que le habia dado eso se acabaria al menos por un tiempo para que le diera informacion.
-Bien, ahora comenzamos mi linda sirena...-
Poco a poco le fue imposible a la dama retomar esas piernas que tenia en forma sellada ¿por que? ¿un paralizante?¿un veneno? era un misterio que solo el draconico conocia, para tomarla con sus brazos y dejarla en una mesa atando sus manos sobre su cabeza y la base de la cola misma.
-Dime...¿hacia donde esta Aqualia?-
Dijo sacando unas pinzas y levantar una escama de la cola de la sirena. - Responde con cuidado o las consecuencias seran...- Dijo y saco una escama de golpe de la cola de la sirena mirando con deleite la sangre brotar. -que exquisito....grito....¿responderas?-
Decia para comenzar a sacar una escama tras otra, no le importaban las suplicas no le importaban los gritos, las lagrimas, la tortura habia comenzado y eso era lo mas leve. -Me conociste como Dustfinger pero...en realidad mi nombre es The Torturer, pirata de lo mas lejanos mares ¿crees que ese nombre me lo gane por ser un mercante? en absoluto, ese nombre me lo gane por ser alguien cruel...Oh mira ya casi termino con este lado ¿ahora hablaras?- Decia sacando mas escamas de la cola.
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Post by Tsuyume on Sept 4, 2017 13:09:15 GMT
Solo habían pasado algunas horas desde que había recobrado la conciencia pero para la sirena parecían ser años, su aleta perforada aún derramaba algo de sangre sobre el piso de la celda en la que se hallaba y tenía dolores en la espalda, brazos y cabeza producto de esa estrepitosa caída en la cubierta del barco. La pelirosada se mantenía cabizbaja todavía con algunas lagrimas en sus ojos, trataba de no concentrarse en la muerte que la rodeaba y no quería pensar que sus restos podrían ser los siguientes en formar parte de la celda en la que se hallaba. En ese momento, estando sola en ese sitio de mala muerte y sabiendo que no podría escapar por sus medios, deseaba mas que nada tener algo de compañía, odiaba estar sola, lo detestaba, no lo soportaba. Unos sonidos cercanos a ella la distrajeron brevemente haciendo que alzara la cabeza buscando el origen del ruido que había captado su atención, sin embargo no conseguía ver nada por lo que asumió que se trataba de alguna rata u otro roedor. De repente el barco entero se sacudió bruscamente por unos momentos y luego otros sonidos captaron se hicieron presentes en esa fría y semi oscura habitación, esta vez ella sabía perfectamente de que se trataba, eran pasos... unos pasos lentos que resonaban en todo el lugar y los cuales se escuchaban cada vez mas fuertes.
La respiración de la mujer se detuvo por un momento, conteniendo el aire y temblando debido al terror de saber quien se acercaba hasta ese lugar, aunque suponía de quien se trataba y esperaba equivocarse; lamentablemente estaba en lo cierto, se traba de Dustfinger. Este se quedó de pie mirándola unos momentos, esos ojos tan fríos como los del dragón de las profundidades le asustaban, trató de alejarse de él pero... ¿Hacia donde iba a escapar?, de un momento a otro este ya se encontraba frente a ella para quitarle la mordaza y hacerle beber por la fuerza un líquido que quien sabe que es lo que era. La garganta de la mujer quemaba, era como si hubiera bebido miles de cuchillas las cuales rasgaban todo a su paso con el filo de sus hojas sin mencionar que su sabor también era horrible lo que provocara que tuviera arcadas; luego de eso trataba de subir la voz y usar su canto hipnotizante pero no podía... apenas quería cantar sentía punzadas en la garganta las cuales no hacían mas que empeorar cuanto más intentara hacer uso de su canto.
Las palabras del pelirojo se escucharon algo distantes para la sirena quien no volvió a abrir la boca para responderle, solo se quedó mirando la puerta de la celda la cual había quedado abierta atrás del hombre. Vio una nueva oportunidad de escapar, pero para ello debía tomar su forma sellada y aunque le sería dificil correr rápido debido a la herida no tenía nada que perder; pero su sorpresa fue enorme al darse cuenta que no podía asumir su forma sellada aunque lo intentara, una vez mas comenzó a desesperarse... otra oportunidad de escapar que no podía tomar. Fue tomada por el supuesto comerciante para luego ser dejada sobre una mesa siendo atadas sus manos y también su cola de sirena. El hombre demandaba saber donde estaba Aqualia mas la sirena con terror en su rostro estaba decidida a no revelar nada, temblaba pero sus labios estaban sellados o eso creía hasta que escuchó un ruido metálico y luego... -¡AAAAAAAHHHH!- el grito de dolor se escuchó en toda la habitación, la sirena no lo podía creer, ese sujeto le había arrancado una de sus escamas. Dolía demasiado, y sabía que la sangre empezaba a brotar de la herida, se sentía como si le hubieran arrancado una uña de sus dedos, sumamente doloroso.
Solo se escucharon gritos por parte de la sirena, no importaba cuantas escamas arrancara ni cuanto dolor estaba sintiendo en ese momento solo gritaba o a veces suplicaba que el pelirojo se detuviera. -Y-ya... ba..sta... ¡AAAAAAHHHH!- respondió con algo de voz, después de tantos gritos su garganta le quemaba hasta para hablar, su respiración era agitada y tenía varias lágrimas en su ojos. -N-no... te...lo.. di-ré...
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Post by William Tolkien on Sept 6, 2017 0:10:30 GMT
Habian pasado ya varias horas en las que el capitan se encontraba torturando de esa forma a la sirena pero...sin duda la mujer era de fuertes convicciones, pues se negaba aun a responder su pregunta, para fruncir el ceño, estaba muy furioso ante este hecho, no queria que la arcana se negara mas a lo inevitable, moriria tarde o temprano si esta no cooperaba, por lo que dejo de arrancar las escamas coloridas, camino alrededor de la mesa donde estaba la sirena que tenia espasmos del dolor por las escamas arrancadas, se dirigio hasta donde tenia unos frascos con corchete, unas cajas de madera y varios utencilios pequeños en los cuales colocaba todas las partes mutiladas de los arcanos que tuvieron el desafortunado incidente de toparse con el temible barco pirata, tomo uno de los frascos destapandolo con gran facilidad, para colocar todas y cada una de las escamas que habia esparcidas por la mesa donde estaba trabajando, cerro este con facilidad y lo coloco en su lugar, tenia metodos para hacer hablar a la sirena y unos muy buenos pero tendria que ahorrarse un poco, penso cual metodo seria el mas adecuado para hacerla hablar y rapidamente algo llego a su mente con facilidad.
-Vamos, te presentare a una persona que seguro te agradara conocer.- Decia mientras cortaba las sogas con su navaja para levantar a la chica en sus brazos y caminar hasta las celdas mas y mas lejanas de donde se encontraban, pasos lentos, pegajosos quiza por la humedad del barco por el agua marina o por la sangre que fue limpiada arduamente por los marinos pero aun yaciente lo pegajoso de esta misma, caminaron hasta llegar a una celda que no tenia barrotes, estaba totalmente cerrada, para abrir la pequeña abertura que era la ventana donde pudieron observar un arcano que estaba en los huesos, tenia las piernas como muñones por que se las habian cortado, los ojos vendados, ensangrentadas las vendas de estos mismos, tenia horribles latigazos en la espalda, para mirar a la sirena y decir el pelirrojo.
-El antes era un fiero corsario en los mares de europa, nos persiguio durante meses para apresarnos...¿sabes cual fue su destino? es simple, lo llevamos a una trampa su barco y cada uno de sus hombres fueron mutilados frente a sus ojos por que el no queria darnos la informacion que necesitabamos para robar unos artefactos de una santa iglesia, el oro español es el mas anhelado en las tierras lejanas, pero...no dijo ni una sola palabra, logramos obtener a su esposa...sus hijos...¿te imaginas que les paso a ellos?.-
El hombre se movia muy apenas, parecia solo un cuerpo carente de alma, que solo escuchaba y extrañamente no exclamaba ni un sonido, el pirata sonrio de lado y le susurro a la mujer al oido. -Fueron destazados de maneras horribles, el hombre suplico a gritos que a sus hijos y esposa no les dañaramos, un hacha y cada parte del cuerpo fue arrancada...imagina el exquisito sonido que surgio de cada hueso roto, cada grito...todo por que el no quizo darnos la informacion que queriamos....asi fue cuando a el le toco sufrir en carne propia lo que sus marinos, su familia habian sufrido...le arrancamos las uñas de las manos y de los pies...le dejamos en el mastil por 40 dias sin agua ni sombra, lo peor llego despues...permiti que algunos de mis hombres abusaran de el, finalmente cuando solto toda la información, fue cuando le sacamos los ojos…- Sonrio gozando lo que había causado pero ¿Por qué lo tenia ahí?¿con vida?¿por que no terminaba con la miseria del pobre hombre? Este simplemente dejaba que la mujer mirase el terrible escenario del hombre que no parecía exclamar sonido alguno.
-Te preguntaras el por que no habla o gritaba cuando estabas encerrada aquí…bueno a las sabandijas y topos pagan de una manera…- Dijo para sacar su cuchillo y lo puso en su boca haciendo una señal. –Le corte la lengua de un tajo,ahora solo es una muestra para aquellos que no cooperan y mueren…asi que tendras que cooperar señorita o terminaras como el pobre hombre ¿eso quieres?-
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Post by Tsuyume on Sept 6, 2017 13:46:55 GMT
Quien sabe cuanto tiempo había pasado, el dolor que sentía la tenía bien conciente pero había perdido la cuenta de cuantos habían pasado, su cola de sirena estaba adolorida y ensangrentada, además de que el dolor en su garganta estaba casi insoportable. ¿Cuantas escamas había perdido ya?... no podía responder a la pregunta pero eso no importaba, sin importar que tantas escamas perdiera, que tanto dolor sintiera, ella no iba a revelar nada de lo que el pelirojo deseaba saber, prefería morir que poner en peligro al resto de los habitantes de Aqualia. El hombre dejó de arrancar sus escamas al ver que ese método era poco efectivo para su propósito, la sirena se sentía muy nerviosa de saber que es lo siguiente que haría, vio como todas sus preciosas escamas eran llevadas para ser depositadas en un frasco, el sonido de estas chocando unas contra otras le recordaban al sonido de las monedas chocando entre sí, aunque para la sirena no significaba nada mas que la prueba del dolor que había sufrido.
La voz del hombre llamó su atención, ¿Presentarle a alguien? ¿Que es lo que pretendía hacer?... las sogas que la mantenían atada a la mesa fueron cortadas, mas aquellas que se hallaban en sus muñecas seguían allí igual de ceñidas; fue alzada como si se tratara de un saco de papas y luego fue llevada por un pasillo hasta lo que parecía ser otras celdas. El camino no fue largo, una ves allí llegaron hasta lo que parecía ser otra celda pero esta estaba completamente cerrada, se podía distinguir las divisiones se una puerta y en esta había también una pequeña ventana la cual fue abierta por el pirata para que la sirena observara el interior. Adentro estaba oscuro mas se podía apreciar medianamente que alguien se encontraba allí, era otro arcano, quien estaba demacrado y mutilado; apenas la sirena lo vio un escalofrío recorrió todo su cuerpo haciendo que se estremeciera, estaba en pánico y comenzó a forcejear para dejar de ver aquella horrible escena, sin embargo el hombre agarró su rostro firmente para evitar que dejara de mirarlo.
Escuchó la historia de ese pobre arcano quien yacía entre esas cuatro paredes y que por alguna razón seguía con vida, aunque se notaba que ya no le quedaba mucho tiempo; las lágrimas comenzaron a asomarse desde sus ojos color ambar, estaba temblando una vez más gracias al terror que sentía y gracias a lo que había visto y oído. Escuchar sobre el destino de la tripulación de ese corsario fue le causó un vuelco en el corazón más no fue tanto impacto cuando mencionó a la familia de ese hombre; no quería escuchar nada pero no podía impedirlo. Sintió la respiración del pelirojo justo en su oído y su cuello lo cual hizo que le dieran escalofríos y se encogiera por el terror, posteriormente se escucharon las palabras relatando lo que había sido de la esposa y de los hijos de ese arcano. El relato fue espantoso, la sirena temblaba con cada palabra que revelaba más sobre aquella historia, la pregunta de porqué ese arcano no decía una palabra fue respondida con la revelación de que le habían cortado la lengua.
La pelirosada respiraba entrecortadamente debido al pánico que estaba sintiendo, no paraba de temblar y las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos; se preguntaba que tan distinto sería su destino... ella temía por su vida pero no quería traicionar a su gente, no quería ver a nadie más sufrir a manos de ese desalmado criminal que se hacía pasar por un comerciante. -Y-yo... no... quie...ro...- apenas se oían sus palabras, entrecortadas por su respiración irregular, había flaqueado por unos momentos pero luego sacudió su cabeza, no iba a dejar que ese sujeto se saliera con la suya. Tomó una buena bocanada de aire intentando calmar su respiración y los latidos de su corazón a causa del pánico para luego comenzar a hablar. -Tendrás. .. que buscar a alguien más. . q-quien pueda ayudarte con tus planes... No conseguirás... información de mi.- le respondió con una sonrisa desafiante a pesar de que seguía temblando un poco, no estaba dispuesta a ceder ante él.
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Post by William Tolkien on Sept 7, 2017 3:27:29 GMT
The Torturer tenso la mandibula ante oir que la mujer aun seguia firme a no darle la informacion que quiere, esto le hizo enfurecer, para cerrar de golpe la ventanilla y dirigirse hacia la mesa una vez mas, la amarro aunque no quisiera la sirena, una vez la dejo en ese lugar se miro en sus ojos una ira profunda, muy probablemente la tortura de verdad ahora comenzaria, el hombre camino a paso duro, pasos firmes hacia un estante donde saco de un cajon de madera unos guantes de herrero, duros y gruesos que soportaban altas temperaturas o electricidad, se los coloco y camino hacia la hembra para darle vueltas a una rueda que estaba al costado de la mesa, gira...gira....gira...la mesa se levanto para dejar a Tsuyume colgada, una vez en la posicion que el queria Torturer camino hasta donde las escaleras y grito. -TENIENTE, TRAIGANME UN CUBO DE AGUA Y A MIS AMADAS AMIGAS PARA UNA REUNION! LA ESTUPIDA AUN SE RESISTE A HABLAR!-
Varias risas se escucharon y varios hombres corrieron para bajar el teniente un gran cubo de agua y colocarlo en la aleta de la cola de la sirena, para meter esta en el agua, en eso Torturer tomo algo que le habian entregado que sonaba aterrador, unos hisseos potentes con un sonido de choques, el hombre venia con dos grandes anguilas electricas en las manos que de no haber tenido los guantes problablemente seria electrocutado por las mismas, pero simplemente miro a la dama y sonrio, para decir. -Si hablas te permitire ahorrarte el dolor que te haran sentir mis pequeñas...¿que dices?- Al notar como la mujer le nego una vez mas la ayuda no tuvo remedio, sonrio con malicia y dejo caer a las anguilas en el agua que instantaneamente mordieron a la sirena, dandole poderosas descargas electricas, Torturer se regocijaba ante la notable escena de los gritos de ese poderoso dolor mas aparte que nadie pudiera auxiliarla, pero la sirena no decia nada, eso lo molestaba, lo molestaba enserio, mientras era electrocutada miro hacia afuera y noto como el sol se estaba poniendo, se estiro con pereza y dijo. -No haya nada mas reconfortante que despues de un largo dia de trabajo ir a descansar, pero que triste que no quieras cooperar, te habria permitido descansar de este suplicio...-
Tomo la llave de la habitacion de tortura y se la guarda en el bolsillo, dejo de lado esos guantes de herrero mientras que la mujer gritaba de inmenso dolor debido a la electricidad que estaba recibiendo, las dolorosas descargas electricas de aquellos animales, Torturer camino hacia la salida y salio de la habitacion pero antes de cerrar la puerta dijo. -Que duermas bien Tsuyume...~ -
Pasaron esas largas horas de noche, los marinos que estaban en sus respectivos lugares de sueño no parecian inmutarse con los gritos de la mujer que poco a poco se quejo afonica de tanto gritar, el pelirrojo bajo con una charola de comida notando a la mujer que daba brincos del dolor y no gritaba mas, sonrio complacido para acercarse a ponerse los guantes y sacar las anguilas depositandolas en su respectivo balde a cada una, dandole finalmente un respiro de tan horrible suplicio, acomodo de un golpe la mesa dejando caer esta misma de golpe y se sento a un lado mordiendo una hogaza de pan, para mascarla con cuidado y cuando lo habia molido perfectamente, acercarse a la mujer y darle un beso profundo permitiendo que la comida machacada entrara por la cabidad contraria, alimentando a la mujer que se veia verdaderamente mal. -Hm...no esta mal, tampoco permitire que mueras de hambre, ahora coopera conmigo o te dejare tener un destino peor que las anguilas...- Decia esto para comenzar a tocar su pecho, pasar su mano desde donde era la entrada de la mujer para el apareamiento hasta llegar a su clavicula. -Tienes un cuerpo precioso...seria una pena que mis hombres disfruten de este cuerpo antes que el hombre "ideal"...aunque debo admitir que...acariciar estos pechos...y robarte la virginidad, me gustaria darme el privilegio para mi...pero no eres mi amada mujer perfecta, asi que tendre que rechazarte....- Dijo para comenzar a manosear el busto de la sirena aun cubierto por aquellas prendas, miro como los pezones de la mujer se endurecieron poco a poco, sonrio y saco su navaja para comenzar a cortar las prendas de Tsuyume. -¿acaso te esta excitando esto? eres una mujer bastante sucia..- Decia mientras que termino de romper las prendas, para mirar el desnudo torso de la mujer, que tierna vista pero...no era perfecta, no era su mujer perfecta. Comenzo a idear el como poder humillar mas a la joven, para tomar su menton y sonreirle de manera macabra. –Creo que tengo un mejor plan para ti…mis hombres han estado solos por mucho tiempo, las mujeres de aqui son tan escasas para satisfacerlos…asi que…tendras que ayudarnos con eso…ven vamos a que sientas el verdadero placer de la vida~-
Tomo a Tsuyume y le amarro las muñecas para llevarla hacia la habitacion de los marinos, quienes miraban a Tsuyume con deseo, lujuria desenfrenada, pero eso no le import a Torturer, quien les dijo a todos de un grito. –AVER SABANDIJAS, LA DAMA ESTA LISTA PARA QUE LA USEN COMO MEJOR LES PAREZCA PERO TENGAN EN CUENTA UNA COSA…- Dijo para acariciar la zona intima de Tsuyume y con sus dedos abrir los labios vaginales de ella mostrando el interior. –ESTA PARTE ES INTOCABLE, AQUEL QUE SE ATREVA A QUITARLE LA VIRGINIDAD SE LAS VERA CONMIGO, LES CORTARE EL PENE CON MIS PROPIAS MANOS! Pero…este lado…- Dijo para palpar el recto de Tsuyume -Esta disponible~ su linda boca tambien lo esta, espero le den por mucho tiempo para que esta se vuelva loca o de placer o de dolor~ eso si, me reservo el derecho a elegir a quien le dara este placer de un trato especial con su tierna boca~-
Exclamo para tomar a Tsuyume y ponerla de “Rodillas” frente a su entrepierna, Torturer señalo a quien le daria ella ese exquisito placer, el pirata elegido se acomodo sentandose mientras los piratas reian y gritaban que se esforzara o el capitan la mataria, para abrir su pantalon y mostrar su pene erecto, Torturer sonrio para tomar a la mujer de la cabeza y restregar este mismo en sus labios para comenzar con el “trabajo” pero eso no era todo, el teniente tambien se acerco, para rozar su pene en el recto de Tsuyume, amenazando con ingresar a sus adentros. –Esto es lo que ganas cuando no cooperas…disfruta~-
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Tsuyume
Los Grises
When I was down, when I was hurt You came to lift me up.
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Post by Tsuyume on Sept 7, 2017 5:42:50 GMT
Sabia que el contrario estaba bastante enfurecido, seguramente no estaba acostumbrado a que se negaran a sus demandas luego de que amenazara con tan horribles torturas pero ella a pesar de que tenia miedo no se iba a dejar vencer, debía ser fuerte por todos los habitantes de Aqualia, los que conocía y los que no. El estruendo de esa pequeña ventana cerrándose abruptamente hizo que saltara del susto, ahora era evidente... sentía que había cavado su propia tumba pero... eso había sido así desde el momento en que se había ofrecido como guía. Fue llevada una vez mas hasta la mesa de tortura donde fue dejada como si solo fuera un cuerpo sin vida sobre esta y posteriormente fue atada una vez mas a pesar de que aun se resistía pero la lucha fue inútil; esos ojos de tres colores la miraron una vez mas desbordando ira y cólera para luego caminar por la habitación, desde donde se encontraba no llegaba a ver lo que estaba haciendo pero intuía que no era nada bueno. De repente la mesa de donde se encontraba comenzó a inclinarse hacia adelante sin previo aviso lo cual tomo a la sirena por sorpresa, pero esta no se cayo debido a que estaba bien atada; lo siguiente que oyó fue al hombre clamar por algunas cosas.
Lo siguiente que paso fue que su cola fue parcialmente sumergida en el agua, no tenia idea de que es lo que el contrario planeaba, escuchaba la risa de los marineros y también algunos hisseos; esto hizo que la mujer se pusiera en alerta hasta que luego pudo ver de que se trataba, el estaba sosteniendo anguilas eléctricas en sus manos para luego amenazar con dejarlas caer en el agua si no comenzaba a decir todo lo que sabia. -No gracias...- Respondió decidida a afrontar las consecuencias de su negativa y efectivamente las anguilas fueron soltadas en el agua y los choques eléctricos no tardaron en sentirse, la mujer gritaba de dolor mientras que tenia leves espasmos debido a los choques que venían uno tras otro sin descanso. El pelirrojo se retiro de la habitación con la intensión de dejarla con las anguilas toda la noche y así sufrir el dolor de los choques toda la noche no sin antes desearle que pasara una muy buenas noches. Paso toda la noche en vela debido al dolor, ya no quedaba voz para que se escuchara de parte de ella, sus ojos estaban hinchados por el llanto y con unas notables ojeras; el pelirrojo volvió a hacerse presente en la habitación para retirar las anguilas y que la mesa volviera a su posición original.
La sirena estaba agotada, sin decir una palabra con algunos espasmos que habían quedado de aquellos choques eléctricos, observo al pirata mirarla con una sonrisa satisfecha para luego sentarse a su lado mientras mordía una hogaza de pan, luego de unos instantes se puso de pie y se acerco hasta la boca de mujer para unir sus labios en un beso profundo y forzado; la sirena forcejeaba pero no tenia la fuerza suficiente para conseguir detener al contrario por lo que el pan semi-masticado paso desde las fauces del hombre hasta la boca de la pelirosada sin ningún problema. Una vez que ese beso termino la sirena comenzó a toser y a tener leves arcadas por lo asqueroso de la situación, una vez mas el pelirrojo exigió que la sirena le dijera lo que sabia mas la sirena aun se negaba. El tacto en su pecho la hizo saltar del susto para que sus ojos se abrieran como platos denotando lo asustada que estaba, una vez mas comenzó a pelear mientras sentía la mano del hombre recorrer su cuerpo lo cual le causaba escalofríos y unas ganas de salir de ese lugar lo mas rápido posible.
Una vez mas no pudo hacer nada, estaba a merced del pirata quien manoseaba sus senos sin reparo alguno, la sirena lloraba mientras sacudía la cabeza y se retorcía sobre la mesa intentando alejarse de quien abusaba de ella, fue despojada de la única prenda que cubría su torso dejando este al desnudo y luego de un breve discurso del pelirrojo la tomo una vez mas para llevarla a otro sitio. Fue dejada en otra habitación donde no sabia que es lo que iba a pasar, se sentía muy mal, como si hubiera miles de cuchillos sobre ella, el hombre comenzó a hablar de nuevo y sus palabras la aterraron aun mas; se arrastro por el piso quedando contra la pared y luego volvió a sentir la mano del hombre tocar esa zona tan sensible haciendo que tuviera un pequeño espasmo mas no podía emitir sonido alguno. Para empeorar las cosas el capitán de la nave clamo que iba a elegir un marino de entre todos para que este tuviera el placer de usar su boca, la sirena se negaba rotundamente no quería tener nada que ver con ninguno de los hombres presentes, iba a ser usada como un simple objeto para que ellos saciaran sus deseos carnales, eso era algo que quería evitar a toda costa.
¿Que podía hacer en el estado en que se encontraba? Nada, fue puesta de "rodillas" frente al marinero elegido, el pene bien erecto de este se acerco hasta su rostro, trataba de evitarlo pero le era difícil ya que estaba siendo sujetada, sintió que algo caliente estaba rozando desde atrás lo que le provoco mas sensaciones desagradables, su boca fue abierta por la fuerza y el miembro del marinero fue introducida en esta hasta casi llegar a lo profundo de su garganta. Las lagrimas se deslazaban desde sus ojos, se sentía horrible, tenia dificultades para respirar con eso en su boca y movían su cabeza a la fuerza sobre el pene del marinero quien se notaba bastante excitado. Una vez que el capitán dio la señal el resto de los marineros entraros como si se estuvieran disputando el ultimo baso de agua del desierto, súbitamente la cabeza de la sirena fue empujada para que el sexo del marinero saliera de su boca eyaculando sobre su rostro. Esa sustancia blanquecina y caliente en su cara... se limpio un poco, su vista estaba borrosa y toda la habitación daba vueltas, comenzó a sentirse mareada para luego terminar cayendo sobre el piso de madera del lugar escuchando las risas de los marineros las cuales parecían cada vez mas distantes y podía como varias manos recorrían todo su cuerpo por unos instantes hasta perder la conciencia por completo. Todo estaba oscuro, ya no podía sentir nada mas de lo que estaba pasando, deseaba quedarse sumida en ese sueño para no tener que volver a toparse por aquellos hombres otra vez pero era imposible... tarde o temprano debía despertar.
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