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Post by Fierro Basquiat on Apr 24, 2017 22:50:23 GMT
-Ah---- por fin - Inhaló lentamente y exhaló de una manera ruidosa mientras apretaba con ambas manos las tiras de su gigante mochila. Se adentró en la ciudadela que no había visitado en meses, las cosas habían cambiado un poco, pero de todas maneras siempre cambian un poco pues el ritmo de vida aquí es bastante apresurado. Era de madrugada casi amaneciendo, pero ya a estas horas se podía ver un gran número de comercios a la distancia como de costumbre aunque el que más llamó su atención fue uno de flores que por sus lindos colores le distrajo de su objetivo principal, al parecer estas venían del bosque de las hadas, o el Templo de Primavera o eso supuso. Se acercó y notó que la comerciante era muy atractiva, gentilmente le sonrió y de igual manera pasó sus dedos sobre hortensias, tulipanes, dalias, lirios, narcisos, nomeolvides, y demás. Los colores lo dejaron embobado por unos tantos quince minutos y al notar que el nuevo comercio de flores se instaló donde normalmente él instala su mini tienda, su sonrisa se desdibujó de sus labios. Se dió la media vuelta y perdió el interés en la chica, al final, había que buscar otro sitio para abrir la tienda y poner las armas a la vista de posibles clientes.
Mientras buscaba un lugar en donde situarse en la plaza del mercado, lo único que sus ojos pudieron encontrar fue un espacio en un callejón entre la tienda de pócimas, que lamentablemente estaba al lado de un basurero y la pastelería. Fierro, molesto por el olor de la mezcla de químicos, flores y comida; abrió su mochila a regañadientes y extendió una tela bastante larga donde expuso sus más nuevas armas y escudos para ojos de los clientes. Se dijo a si mismo en su mente - Vamos, todo esto lo hago para poder comer y vivir, es sólo un día ....al lado de la basura- Y esperó desde temprano a que llegara el primer interesado en su arte.
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Denard Fantôme
Los Grises
El pasado es solo una sombra que yo mismo puedo pisotear
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Post by Denard Fantôme on Apr 24, 2017 23:06:05 GMT
El cielo estaba aún oscuro, aunque pequeñas manchas de distintas tonalidades cálidas ya se notaban en el cielo, el aire aún soplaba de una manera tan deliciosa para la piel, que los que se levantaban muy temprano, tenían como premio tener aquellos momentos de paz antes de que la gente comenzara a salir de sus hogares a hacer tareas diarias, mientras tanto, aún un hombrecillo barría la piedra al lado de una fuente.
Todo estaba tan calmado que se pudo notar una sombra en el cielo.
Con una fuerza imparable, una criatura de color sombrío caía de entre las nubes de la mañana, algunas plumas volaron de un lado a otro, y antes de que Fierro pudiera si quiera quejarse de lo sucedido, la criatura impactó en su puesto de armas, tirando todo a su paso hasta que la sombra rodó, dando en un bote de basura. |
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Post by Desdemona Grimm on Apr 24, 2017 23:07:02 GMT
Apenas salía de la taberna; tardó toda la noche en sacarle información a un orco necio que había robado un collar muy preciado. Un mercader de Reapergate la había contratado para recuperarlo. De primera intención se negó, pensando que no era un caso digno como para que perdiera su tiempo de aquella manera pero todo cambió una vez que el hombre la acusara de mediocre. Eso fue suficiente para despertar su rabia y disponerse a recuperar el objeto perdido. Triunfante, ya con la joya en su bolsillo, caminaba entre los callejones, observando el contraste entre las personas que recién comenzaban el día y las que apenas estaban juntando las pestañas. Gente miserable vomitando en las esquinas o simplemente tirada a media calle, víctimas de una noche de borrachera y quién sabe qué otras cosas más.
Al pasar por una de las callejuelas percibió un olor de lo más desagradable; inevitablemente arrugó la nariz girando su rostro en aquella dirección. Olía... terrible. Pero eso dejó de llamarle la atención, en cambio, vio a un muchachito entre la pestilencia, sacando algunas armas de una gran mochila. Mh... No estaría de más acercarse. Ya le hacían falta algunas armas de corto alcance. Caminó lentamente hacia él, mirándolo por encima para echar una ojeada a lo que apenas sacaba de su gran bolsa. Lo escuchó mascullar lo cual le causó bastante gracia. Esa molestia con la que hablaba era música para sus oídos. -Espero que lo que traigas en esa bolsa no refleje el ambiente en el que has decidido poner tu negocio- reía burlonamente al decir esto. A Desdemona le importaba poco causar una mala impresión... al contrario, parecía alimentarse de aquella negatividad. De pronto una sombra parecía cubrirla y antes de que pudiera reaccionar, algo chocó contra ellos, tirando todo a su paso. Una criatura torpe de seguro. Desdemona cubrió su rostro con sus antebrazos, no estando completamente segura de lo que había sido.
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Post by Eiko Mendell on Apr 24, 2017 23:10:32 GMT
Justo en esa mañana tan fresca que se podía observar por los caminos de la ciudadela de Mirovia y en su amplio y maravilloso mercado, venia una joven dragona desde Reapergate pues su objetivo era conseguir nuevas armas a un precio justo. Pues nunca estaba de mas comprar algo nuevo para su oficio por el cual se le haría sumamente necesario, esta joven se había levantado temprano camino por medio del bosque de los susurros por la tierra este para poder llegar a la cuidadela y luego al mercado. Esta joven de un aspecto un tanto serio y cerrado dio un gran suspiro luego de haber transitado todo el camino hacia su destino. Al llegar al mercado pudo observar los primeros rayos de luz alumbrando su rostro puesto que en Reapergate no se observa eso por ningún lado, tan solo ladeo su sonrisa al ver tantos Mirovianos empezando su día a día -Muy bien, armas...necesito armas- Dijo mientras comenzaba a caminar entre los puestos de tan concurrido e tranquilo mercado, el olor de las flores, los colores de las pócimas no podían evitar llamar la atención de Eiko por el cual se distraía cada segundo con alguno nuevo.
Tan solo sacudió su cabeza y continuo su camino en busca de armas, ah de admitir que la vista era esplendida. Todos allí eran tan cálidos como la misma palabra, amables, pacientes y respetuosos mas que ese dulce aroma a las panaderías atraía a su delicado olfato. -Me encanta venir aqui... es muy entretenido- dice a si misma mientras miraba sus alrededores manteniendo una dulce sonrisa.
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Post by Ryu Agasakami on Apr 24, 2017 23:57:50 GMT
Era bien temprano, y como era de costumbre Ryusouke se encontraba ya en su puesto de trabajo, Era inicio de semana así que el mercado estaría prontamente repleto de ciudadanos y extranjeros para comprar alimentos y medicinas, incluso armas. Por el momento estaba todo tranquilo y se dispuso a dar una vuelta en los alrededores. Pocos negocios permanecieron cerrados o ya estaban calentando los hornos, cocinas y hogueras para trabajar y luego abrir sus puertas a los clientes, pero como siempre, un puesto en particular siempre cambiaba de posición. Era difícil y lo entendía, pocos eran los que tenían suerte de conseguir un local y entre esos, estaba Fierro. Lo logró ver a una distancia prudente , esperando no estuviera intentando vender de sus gemas engañosas pero antes de que incluso el chico se pudiera poner cómodo una criatura gigante impacta contra su mercancía. -¡!- Coloca una mano en el mango de su espada y se acerca con un trote , haciendo menear su cabello y larga cola.
-¿Estáis todos bien? |
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Post by Fierro Basquiat on Apr 25, 2017 1:00:39 GMT
Feliz de haber terminado de organizar todo, Fierro volteo a sus alrededores a ver si hacia contacto visual con alguna persona que pasara cerca, con una gran sonrisa trataba de llamarle la atención a quienes posaban sus ojos en su mercancía. A lo lejos pudo notar una Baphomet que venia camino a su puesto, no pudo evitar notar sus piernas bien formadas y quedarse viéndolas un poco acalorado.
Al momento de iniciar conversación un fuerte impacto sorprendió a Fierro, quien gritó del susto, y lamentablemente destrozó su pequeña instalación. Fierro fue azotado unos cuantos pasos atrás y su mano se posó en un charco de agua sucia para mantener su equilibrio. Viendo al ser que había dañado su pequeño esfuerzo matutino y permanecía encima de su larga tela, no aguantó y a en seguida levantó un brazo para insultarle - PERO QUÉ, ERES IMBÉCIL O QUÉ DIABLOS?!-
Fierro con desdén miró al dragón que se acercó a socorrerles -NO, No estamos bien mis espadas y escudos salieron volando y estarán sabrán los dioses donde! ...Tenía un montón- dijo exaltado pasando su dedo índice y pulgar por la sien. A lo lejos se podía ver otra persona que estaba en camino a la tienda, pero por el debido episodio, Fierro pensaba que era un cliente ya perdido y no tenía remedio.
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Denard Fantôme
Los Grises
El pasado es solo una sombra que yo mismo puedo pisotear
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Post by Denard Fantôme on Apr 25, 2017 1:16:12 GMT
De la basura comenzó a moverse la sombra, a pesar de que tantas plumas negras andaban por aquí y por allá, no se alcanzaba a ver qué era realmente, tan solo unas patas de león sobresalieron de tantas bolsas de porquería y media. Poco a poco, los gruñidos de una bestia cambiaron a unos más humanos. Una mano se puso contra las bolsas de basura, y se levantó, tomando su cabeza, Denard se sostenía con todas las fuerzas que le quedaban del bote sucio, quitó su mano en cuanto se dio cuenta de que estaba tocando algo repulsivo.
--Mierda... --Se dijo para sí, había sido un golpe muy fuerte, tocó su cabeza esperando no haberse abierto el cráneo, pero solo había varios rasguños profundos, y uno que otro golpe provocado por la caída. Cuando se puso de pie completamente, volteó a ver al molesto mercader, ¿Le estaba gritando a él? Al divisar las plumas negras sobre el destrozado puesto de Fierro, no era necesario ser el mejor detective del mundo para darse cuenta de que había sido él. Aún así no dijo nada, aún estaba algo mareado por el aterrizaje forzoso y el horrendo olor a basura. Necesitaría un buen baño después de esto.
Su camisa estaba desgarrada, como si a penas hubiera tenido tiempo de transformarse, y lo único que portaba además de aquellos trapos, eran sus calzoncillos, similar a unos shorts cortos de color negro, Denard no se inmutó demasiado, debía de alegrarse de por lo menos conservar algo.
--Caballero --Dijo con el tono más cordial posible, a pesar de que aún algo de humo sobresalía de su cabeza, y tenía un ojo medio cerrado, mirando a Fierro con una pequeña sonrisa. |
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Post by Eiko Mendell on Apr 25, 2017 1:33:55 GMT
A tan solo minutos de seguir sus pasos por el mercader, acercándose a lo que era el puesto de fierro...aun asi el olor tan molesto y putrefacto a basura hizo que de inmediato frunciera el ceño -
Uh?..que olor es ese..-
menciona con sumo desagrado mientras buscaba tapar su fragil olfato para luego ser sorprendida por algunas armas voladoras que iban hacia su dirección cosa que de inmediato reacciona tomando una con su mano que llego a milimetros del rostro y la otra la tomo con su extremidad extra -su cola- sumamente sorprendida e atonita no sabía que decir hasta notar el presunto "problema" de la dirección en donde vivieron dichas armas comienza a caminar pensando
Que es lo que acaba de pasar...
Mira a el alto dragon, al chico sacudiendo su mano mientras presumía estar bien cuando no ega asi, mira las armas que tenia en sus manos y se acercó preguntando de manera ingenua y tranquila.
-Disculpa ¿Estás armas son tuyas?
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Post by Fierro Basquiat on Apr 25, 2017 2:37:45 GMT
-Caballero ¿el qué? - dijo Fierro volteándose señalando con su mentón en pose desafiante. Viendo al ser con rabia - Hiciste volar todo! Ahora ve por todo!-
Fierro volteó su cabeza y vió una mujer con aspecto bastante joven que con una dulce voz le preguntó si las armas en el suelo eran las suyas. Fierro dejó salir humo por sus fosas nasales para controlar su ira y respondió de buena manera. -Si son mías, pero faltan unas cuantas....-
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Post by Desdemona Grimm on Apr 25, 2017 4:20:40 GMT
No supo en qué momento apareció tanta gente pero todos parecían sólo estar estorbando. Qué fastidio. Sin embargo observó divertida que quien acababa de hacer tal alboroto no era otra persona que el Señor Denard. Se llevó las manos a la cintura para dejar una risa de lo más estruendosa. Vaya que se movía con tanta gracia... Notó que frente a sus pies un par de puñales se encontraban sobre el suelo, se agachó con cuidado para tomarlos e inspeccionarlos de cerca. Se veían muy bien hechos y de un metal bastante valioso... parecía que eran de plata. Caminó hasta el jovencito que se encontraba sumamente alterado por la pérdida de sus artefactos, no estaba de más. Si alguien llegara a su estación de trabajo e hiciera un mierdero de todo, seguramente que ella estuviera igual... aunque bueno, tal vez masticando del cráneo del ofensor, pero podía decirse que era lo mismo. -¿Tuyos?- le dijo con los cuchillos aún muy cerca de su cuerpo, no parecía querer entregárselos, sin embargo, sólo estaba tentando al chico.
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Denard Fantôme
Los Grises
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Post by Denard Fantôme on Apr 25, 2017 4:44:15 GMT
--Lamento haberle causado este infortunio, señor --Denard comenzó a caminar hacia Fierro, recogiendo algunas cosas --No era mi intención caer a más de trescientos metros de altura sobre su puesto de armas --La daga que tenía en sus manos era sin duda preciosa, su amor por las armas sobrepasaban todo el dolor o vergüenza que estaba pasando en ese momento, la acercó a su rostro y entrecerró los ojos, estaba a punto de preguntar cuanto costaba cuando cuatro hombres alados, los cuales parecían gárgolas por lo feo de su rostro, sobrevolaron el cielo.
--¡Hey! ¡Ahí está! --Gritó uno de ellos, apuntando a Denard. El hombre de cabellos negros y mirada serpenteante volteó hacia los monstruos con el ceño fruncido.
--¿Qué hacemos jefe? Hay más de ellos ahí abajo.
--Matémoslos y listo --Dijo el más grande, frunciendo el ceño.
Dicho esto, las cuatro criaturas tocaron el suelo con sus patas, dirigiendo sus miradas a los presentes alrededor de Fierro, no debía de quedar ningún testigo vivo. |
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Post by Ryu Agasakami on Apr 25, 2017 4:48:48 GMT
-Calma, Fierro, no han volado tan lejos..-
Dijo mientras estiraba su mano libre para alcanzar unas que habían quedado clavadas en la pared del negocio vecino y se la entrega a su conocido. La situación era un desastre, basura y armas por todos lados, pero era fácil saber y distinguir que había ocurrido y quien fue el culpable. Miró hacia el hombre de cabellos negros, aún ligeramente en llamas, parecía no estar al tanto de con qué había chocado y el daño que pudo haber causado..o que efectivamente causó. Ryusouke suspiró pesadamente mientras se acercaba al agresor, fuese o no un accidente, había cosas por pagar. -Oye..tú. - Se acercó hombre, ni se inmutaba, ¿acaso era un idiota? había orden y reglas que seguir en la ciudad. Sin más que otra cosa, y aprovechando estaba tranquilo y las otras dos chicas presentes ayudaban a Fierro con sus armas apreezó a Denard de las muñecas utilizando su cola. -Queda usted detenido-
Apenas dicho eso unos cuantos seres alados aparecieron. Demonios. ¿Acaso nadie sabía las Reglas? NO VOLAR EN EL MERCADO! . Esto lo hizo suspirar cansado, aburrido y más que todo hastiado de las criaturas horrendas que se hacían presente, más cuando estas amenazan con matarlos sonrió a la par que alzaba la ceja.
-Por las leyes de Mirovia, debo recordarle que esta es uan teirra de paz, y de lo contrario a proceder con sus ideas de "asesinarnos" me temo que pagará las consecuencias. -
Recitó su típica advertencia mientras sujetaba su espada, dando un par de pasos para no lástimas a los presentes. Enseguida las personas del mercado cerraron sus negocios y salieron corriendo. Una lucha se iba a llevar acabo..o quizás le funeral de esos cotorros .
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Post by Narrador on Apr 25, 2017 4:53:05 GMT
Otra advertencia chicos. Denard, saltaste el turno que Fierro había puesto. Iba a rolear, Desdemona y luego Ryu. Como ya roleaste tú voy a asignar los turnos definitivos y por favor respétenlos. Fierro Denard Desdemona Eiko Ryu
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Post by Fierro Basquiat on Apr 28, 2017 5:59:06 GMT
-SI SON MÍos.....- dijo Fierro primero con voz altanera luego al notar que se trataba de la "mujer roja" su voz cambió un poco pero seguía alterado, no le importó que se los acercara a su cuerpo, al contrario, le tenía el ojo bien puesto por si se los robaba. Ya había caído en juegos así anteriormente y por tonto, bien tonto, así que esta vez, ignoró la belleza del Baphomet.
Fierro entre dientes escuchó la disculpa de Denard, no le pareció suficiente pero controló un poco su ira. Al ver al guardia se calmó un poco más, pues haría justicia aunque le parecía extraño que el supiera su nombre, cuando él ni le conocía. A lo lejos escuchó unas voces extrañas y buscó con su mirada los causantes. Fierro observa que Ryu trata de arrestar a Denard pero las circunstancias le impiden que finalice satisfactoriamente con el arresto, pues unos seres extraños se acercaron de manera hostil a ellos.
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Denard Fantôme
Los Grises
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Post by Denard Fantôme on Apr 29, 2017 0:42:08 GMT
A punto de siquiera explicarse sobre la situación, un par de esposas se engancharon en sus muñecas, frunció el ceño, y a punto de decir algo, prefirió preocuparse por asuntos más importantes, como los monstruos que tenían frente a ellos.
--Creo que será mejor que los arreste a ellos, señor --Dijo, juntando sus manos, lo más calmado que podía.
Uno de los monstruos dio el primer ataque, dando un salto, batiendo sus alas con furia, se dirigió a Ryu soltando una carcajada, y sacó una daga de entre sus alforjas. El segundo, se dirigió a Desdemona, al saber que era un ser más "demonio" que cualquiera de los otros presentes, decidieron arremeter hacia ella, dando un fuerte golpe con sus puños, el tercero de ellos, se dirigió a Fierro, soltando un gruñido de batalla, listo para acabar con cualquiera que se metiera en su camino, y el cuarto, decidió tomar acción sobre Denard, aprovechando que estaba atado.
Al dirigir su puño a su rostro, Denard se agachó de pronto, haciendo que el monstruo siguiera su camino hasta toparse con Eiko, Denard volteó hacia atrás frunciendo el ceño, ¿Acaso osaba a golpearle la cara? ¿Con qué viviría entonces?
(Ooc: omg, lamento la confusión, se me fue el rollo D: Pero ya me ubiqué) |
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