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Post by Linux on Sept 2, 2017 16:13:17 GMT
Una suave brisa surcó los alrededores moviendo la grama creciente y las hojas y pequeñas ramas de los árboles cercanos del bosque de las hada, el cielo despejado teniendo casi en su punto más alto al sol, a pesar el clima se mantenía fresco. Las aguas claras del lago se extendían por delante de ella, con algunos peces saltando salpicaba agua y creaban ondas a su alrededor; era una lástima que ella no pudiese admirar su entorno, se encontraba sentada dentro de él en una batalla con su cabello. Había pasado ya casi una semana sin peinarlo teniendo grandes nudos en él, no tenía más que sus manos y el agua para intentar ganar pero terminó dándose por vencida a los pocos minutos. Suspiro estirando los brazos por sobre su cabeza recostándose sintiendo el agua chocar contra su cuerpo viendo nada más que el azul del cielo, le importaba lo más mínimo el que sus ropas estuviesen mojadas, después caminaría un poco para que se sequen. Nuevos pensamientos llenaron su cabeza siendo estos del qué haría con su vida ahora, ya tenía un lugar para pasar la noche quizás y hasta se terminase quedando ahí. Otro suspiro salió de sus labios para después ser seguido de palabras cantadas a la nada, su voz era ciertamente terrible, no tenía habilidad para el canto pero era algo que le gustaba hacer en su soledad.
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Post by Maeralya Halerin on Sept 2, 2017 16:31:11 GMT
—Debo mantener los gastos al mínimo— Se dijo Maeralya a sí misma, contando los mirlos que conservaba en una bolsita de piel que no se desprendía de su cinturón. Allí llevaba también un par de dagas y algunos implementos de primera y segunda necesidad. La espada a su espalda rechinaba en cada uno de sus pasos. Lo bueno, es que estaba en aquel lugar reluciente de espesor arbóreo. Sólo calma en manifiesto de un manto cargado de colores de paz.
Su mirada se concentró entonces en el lago. Se quedó quieta, recorriéndolo con la vista de forma pausada. Tan calmo, que era como un espejo del cielo despejado. ¿Sería buen momento para darse el lujo de nadar? Miró a los al rededores para verificar que no hubiera nadie que le impidiera cumplir aquel capricho, pero, fue en ese momento que aquel canto inusual la alertó.
Lo extraño, es que la joven no sintió miedo, quizá por la influencia del ambiente, y ladeó apenas el cuello para observar aquella silueta tan quieta; una visión de nostalgia que parecía ensimismada en su propia voz y la visión del cielo. La kirin sintió envidia de su tranquilidad, de su confianza en estar en aquel paraje sin nada que temer. Así era ella, antes de caer en el Bosque de los susurros.
—Buena tarde— Se atrevió a saludar avanzando hacia ella, algo que no hacía desde hace muchísimo tiempo. ¿Había olvidado como interactuar apropiadamente en una presentación? Era posible, porque boqueó un instante antes de volver a articular palabra —Usted… ¿Cree que pueda pescar algo en este lago?— Se reprendió en seguida por lo absurdo de su pregunta, y sus mejillas se colorearon debido a la pena que le causaba su torpeza. |
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Post by Linux on Sept 2, 2017 16:47:12 GMT
Su canto paro al escuchar una voz. Se levantó lentamente con el agua cayendo de sus cabellos, algunas gotas directo en su rostro, se acomodó algunos mechones pegados en la cara y volteó hacía de dónde provenía la voz. Encontrándose con una joven de cabellos rubios. –Oh, buenas– contestó con una sonrisa, en verdad lo era. Se cruzó de piernas esperando que la chica se acercase más. –Um… ¡Claro! He visto algunos peces de tamaño considerable– apuntó hacía el lugar, aunque quizás los peces nadaron a otro lado del lago aún podían haber algunos allí. Una sonrisa volvió a decorar sus labios ante las mejillas sonrosadas de la chica.
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Post by Maeralya Halerin on Sept 2, 2017 16:58:15 GMT
Pestañeó con rapidez un par de veces. Facciones amistosas… ¿Por qué había visto antes sonrisas y no le causaban esa sensación de verdadera alegría? Quizá realmente estaba aprendiendo a leer las segundas intenciones de los demás y era capaz de reconocer la falsedad…
—¿Sí? — Se acercó un poco más, con cuidado de no pisar el agua y espantar su posible almuerzo —Me alegra, realmente estaba pensando en nadar pero…— La observó más detenidamente, estaba empapada, pero aquello parecía no molestarle. Una sonrisa se manifestó en su rostro, débilmente, a pausas, no alcanzó a llegar hasta sus ojos. —… ¿Primero se nada y luego se come? ¿O al revés?
Buscó una roca en la cual dejar su pesada mochila. La espada emitió un ruido sordo al impactar con la piedra. Maeralya se aprontó a abrirla y buscar entre sus pertenencias los utensilios para pescar —Usted…¿Come pescado?— De pronto notó que había preguntado dos cosas absurdas antes de su nombre… No tenía remedio —Yo… yo soy Maeralya. Es decir, soy yo misma, pero mi nombre es Maeralya— Enredada en sus palabras, miraba dentro de la bolsa para no mirar el rostro de aquella desconocida y volver a enrojecer de verguenza por su poca elocuencia. |
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Post by Linux on Sept 2, 2017 17:41:26 GMT
Asintió acomodándose mejor el cabello haciéndose una trenza ignorando los nudos. –Pues depende, ¿tienes mucha hambre?– preguntó jugueteando un poco con el agua creando con su brazo una ‘ola’. Miró curiosa el bolso y espada que ella portaba, formándose una vaga idea de su profesión. –No suelo hacerlo pero sí– finalmente se levantó sin hacer apoyo de sus brazos, su vestido se encontraba pegado a sus piernas y abdomen chorreando el exceso de agua. Se hecho el cabello hacía atrás caminando hacía la joven con la intención de presentarse mejor. –Soy Linux, un gusto– dijo quedando a su lado extendiéndole la mano.
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