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Post by Galder Havelock on Sept 4, 2017 5:55:15 GMT
La cacería era bastante redituable esos últimos días, los arcanos más draconianos disfrutaban mucho de la carne roja y los más exigentes pedían especialmente algunas especies acuaticas para sus paladares finos. Estos debían ser entregados muy tarde o realmente muy temprano. O como solía decir Galder, tan tarde que era temprano. Todo debía estar perfecto para que las tabernas y restaurantes pudieran atender a su clientela el siguiente día laboral con todos sus ingredientes lo más frescos posibles. Y de ahí venía Galder, de la zona del mercado y de la taberna, sacudiendo el algo húmedo saco de los restos de agua sanguinolenta, eso de lavar en la fuente debía dejar de volverse maña o alguien iba a atraparle y regañarle.
Tal vez si, tal vez no. Como fuera, el kelpie navegaba por las callejuelas oscuras de lo más confiado. Su tranquilidad fue rota por un grito de auxilio no muy lejano que le hizo saltar sobre sus cascos y pegarse a un muro lo más rápido que pudo. Su espalda sintió el frío de la pared y sus ojos intentaron ver en la oscuridad solo iluminada por algunas farolas lejanas.
Nada. Era muy tétrico ahora que lo pensaba. Y justo hacía un rato había leído sobre los seres de ceniza en una conversación en su tableta. ¿Por qué a él? Abrió su tableta para pedir ayuda solo para ver algunos comentarios muy apresurados sobre alguien siendo perseguido ¿Y era cerca? ¡Eso era cerca!. Será mejor que vuelva al agua en cuanto pueda, sabía que no debía hacer esas últimas entregas . Retrocedió más, el pánico le ganó y pegó carrera, un kelpie no era muy veloz en tierra, pero ese en particular era algo cobarde cuando no estaba siendo un terco. El aroma a sangre estaba ahí antes de darse cuenta, dio media vuelta y buscó otra calle.
- Mierda, joder, oh por todos los dioses, arcanos y lores ¡Sangre! no, por ahí no- Y entre más se asustaba más perdía el control, y ya no era un kelpie en forma sellada correteando por ahí, era un equino negro con algunas motas en los flancos, algas en el cabello y orejas con forma de aletas.
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Post by Yaiza Huntkey on Sept 4, 2017 7:11:24 GMT
Y otra linda noche para vagabundear por las calles de la ciudad, en realidad solo caminaba por esos lares porque se había perdido al caminar medio borracho al salir de la taberna, por querer probar con algo un poco más fuerte este casi le tira al suelo después del segundo trago, ahora maldecía por lo bajo, si bien agradecía a su herencia el que el alcohol saliera rápidamente de su sistema, razón por la que ya podía pensar con suficiente claridad como para saber que en menos de una hora tendría un dolor de cabeza digna de haber intentado tirar un árbol a cabezazos también odiaba lo débil que era a cualquier bebida los de su gente.
De pronto algún extraño sonido, como un grito, resonó por las calles. Tal vez si estuviera más concentrado hubiera atinado a reaccionar, pero no era el mejor momento para este elfo, por suerte la visión que le siguió a el ruido logro espabilarle mucho más. Un extraño caballo de orejas raras se acercaba a buen paso en su dirección. -Esto si que es algo que no se ve todos los días.- Murmuro mientras una gran sonrisa se formaba en sus labios, se le había ocurrido una gran idea para sacarse la inestabilidad del cuerpo. -So muchacho... So- Dijo con bastante fuerza mientras se ponía en el camino del equino dispuesto a detener su carrera, tal vez no era la mejor idea que se le podía ocurrir, pero tampoco es como que estuviera en sus cinco sentidos en ese mismo instante.
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Post by Galder Havelock on Sept 4, 2017 15:34:52 GMT
La carrera en pleno pánico apenas si le dejaba ver por donde iba, no por la velocidad sino por cómo se formaba una visión de túnel. Había pasado ya un par de callejuelas pero el aroma a violencia y sangre estaba aferrado a su nariz. Para un cazador no soportaba muy bien un ataque contra otro arcano, o ponerse en peligro frente a otros arcanos violentos desconocidos. Algo se atravesó en su visión de túnel, una figura humanoide y robusta que le hizo encabritarse sobre sus patas traseras y cocear al aire. Resopló y sacudió la cabeza con impaciencia, más que dispuesto a seguir corriendo hasta encontrar una fuente de agua en la cual escabullirse a zona segura, lejos de gritos, sangre y mensajes ominosos de violencia. Tal vez morder al elfo que se interponía en su lugar.
- ¿Quién eres? ¿Qué quieres? - Giró en su sitio un par de veces sacudiendo las orejas hacia atrás; le temblaban las ancas con el nerviosismo y el deseo de seguir trotando lejos de ahí. -Hay problemas, no es sitio seguro. Sangre y gritos, asesinato- no se había acercado a corroborar eso, pero a como olía de sangre no dudaba que así fuera.
- ¿No has visto los mensajes? ¿qué haces aquí afuera? ¡muévete! -
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Post by Yaiza Huntkey on Sept 4, 2017 18:45:19 GMT
El “caballo” al que estaba intentando calmar de la nada le respondio con lengua entendible. – Wow... o e vevido mucho mas de la cuenta...- Mirando al equino de arriba abajo y notando por primera ves los detalles en su arquitectura. -O eres un Arcano... La verdad me agrada mas la primera idea, seria interesante estar alucinando por primera vez.- Ignorando la urgencia en el tono y comportamiento de su interlocutor saco de su cinturon un pequeño saco lleno de moras, se sirvio un par y se lo ofrecio.-No tengo para nada claro de lo que estas farfullando, pero creo que deverias calmarte un momento, el panico solo complica las cosas por lo general, ten come un poco y cuentame que te sucede.-
En situaciones así siempre se le venian a la cabeza las enseñansas de su padre, la unica forma de contrarestar una emboscada o un ataque por sorpresa era concervar la mente fria, analizar las la situación con calma y reaccionarde manera inteligenre, así se evitaba atrevesar sin querer a un compañero con tu arma.
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Post by Galder Havelock on Sept 5, 2017 2:26:07 GMT
- ¿Qué? ¿Qué clase de broma de mierda es esa? ¿Qué más podría ser? - chocó sus cascos varias veces contra el suelo en su nerviosismo por quedarse en un solo lugar, cambiaba su peso de un casco a otro y daba pequeños brinquitos nerviosos sacudiendo un poco su melena, las cuentas y las algas chocaban también entre si. Era un gran corcel, muy brioso pero evidentemente asustado. - Hubo un ataque, aquí en plena ciudadela ¡Aquí!- señaló hacia las callejuelas más atrás con su hocico. Abrió y cerró las aletas de sus orejas y las pegó contra su cráneo a la vez que olfateaba por sí el aroma a sangre se acercaba. Eso le bastaría para salir en otra carrera. En cambio olió las moras. Resopló un par de veces y acercó su hocico a la tentadora golosina mientras se explicaba.
- Escuché los gritos y había aroma a sangre, sangre de arcano supongo, no de animal, ninguna bestia no sensible gritaría así. Fue jodidamente horrible- Se acercó más al elfo y hundió su hocico en el costalito con fruta, devorando varias bayas. Terminó empujando con su cabeza el pecho del elfo. - No es seguro aquí afuera para idiotas borrachos, muévete -
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Post by Yaiza Huntkey on Sept 5, 2017 3:05:31 GMT
-No es una broma, en serio, solo no esperaba ver un caba... Emmm...- No estaba muy seguro del nombre de su raza, podia recordar que le habian mencionado acerca de arcanos que adoptaban la forma de caballos acuaticos, pero el nombre se le escapaba en ese momento -¿Hipocampo?- Aventuro no muy seguro. Si bien la advertencia del muchacho desperto los sentidos de Yaiza y este rapidamente se puso alerta, aguzando el oido y tensando un poco mas los hombros decidio mantener sus sonriza amable y mirada relajada ante su interlocutor, se notaba que el ya estaba nervioso por los dos y no deseaba asustarlo mas de lo que ya estaba. -¿Alguien mas sabe del ataque, tal ves algun guardia o alguien que pueda alludar?-
Cuando su nuevo amigo termino de comer guardo su saco de moras en su cinturon, aunque no tenia todos los detalles, el muchacho no parecia estar mintiendo y si bien la cituación le picaba la curiosidad y deseaba ir a investigar Yaiza sabia que si le dejaba solo este se pondria a correr de nuevo y podria terminar atropellando a alguien. En cuanto le empezaron a empujar el pecho se puso a un lado de su interlocutor mientras desenganchaba de su sinturon sus ganteletes y se disponia a ponerselos. -No comparto tu opinion respecto a los borrachos, pero supongo que tienes razon respecto a la seguridad, ballamos juntos debe haber alguna pozada por aquí cerca donde podamos refugiarnos y de paso avisarle a alguun guardia se vemos alguno patrullando por las calles.-
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Post by Galder Havelock on Sept 5, 2017 4:20:24 GMT
Alzó las orejas con interés al escucharlo dudar. ¿No esperaba encontrarse con que? ¿¡Hipocampo!? respingó y resopló molesto por la confusión. Él no iba llamando a los elfos vampiros o al revés. Mordisqueó el saco en venganza. Se lo merecía. ¡Ahí está! ahora tienes un saco un poco más mordisqueado que antes de insultar mi orgullo equino, con algunas hebras sueltas. Cuán terrible era la venganza de Galder. Mejor le hubiera salido al elfo llamarlo caballo directamente, caballo acuático hubiera bastado. ¿Por qué se daban esas confusiones?
- ¿Parezco un hipocampo? - resopló y se acercó hasta rodear un poco al elfo, mirando en dirección de donde había llegado. - Soy un kelpie, soy obviamente más interesante y bonito que un hipocampo - remarcó la palabra hipocampo como quien dice una grosería. Estupidos caballos snob . - No lo se, no me encontré con nadie más en este camino-
Esa calle le parecía aun más oscura y tenebrosa que hacía unos minutos. Lla protección de los números le parecía una buena idea. Aun cuando el elfo oliera poco fiable, era mejor que el loco asesino que estuviera suelto por ahí. - Tampoco iba a ponerme a tocar puertas. Aunque ahora que lo pienso, hubiera sido lo más sensato, buscar refugio al interior de algún lugar - pero eso significaba hacer ruido, llamar en voz alta tal vez, atraer la atención del posible asesino loco. Le temblaron las ancas.
- Olía muy fuerte a sangre - la víctima bien podría estar muerta por lo que sabían. - Será mejor.. hacer eso, si. Estoy totalmente de acuerdo- olfateó con curiosidad los guantaletes. En esa forma todos los olores, sonidos y movimientos le ponían muy nervioso.
- ¿Qué tal conoces la zona? solo suelo estar aquí para entregas- su voz bajaba de nuevo a un susurro, temeroso y algo apresurado.
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Post by Yaiza Huntkey on Sept 5, 2017 6:32:29 GMT
-Bueno tampoco es como para que hagas un drama, recordaba que habian dos tipos de caballos marinos, pero nunca recuerdo cual es cual. - Su sonriza se borro por medio segundo al ver como mordisqueaban su bolsa, era una buena bolsa y ahora estaba toda percudida, pero rapidamente lo dejo pasar mientras se prometia internamente que en algun momento le devolveria el fabor. -Por cierto, soy Yaiza, Yaiza Huntkey. - Menciono al recordar que habia olvidado por completo presentarse.
-De donde vengo si alguien se encuentra en el punto de que necesita pedir alluda a los demas es porque debe ser algo muy serio y siempre le prestan alluda. - Comenta con algo de aire soñador por recordar los viejos tiempo ignorando el temblor del equino.
-Solo espero que nadie aya muerto aun, eso si que seria algo sumamente tragico. - Mientras caminaban trataba de mantener le mirada siempre al frente mientras permanecia tan atento como pudiera a cualquier sonido.
-No la verdad es que no, solo vengo a la ciudad de ves en cuando a tomar o a entregar algun trabajo, aunque no debe ser demaciado dificil dar con algun lugar seguro, solo deveriamos acercarnos a la sona del mercado y deveriamos dar con una posada o algo parecido. - Yaiza seguia escuchandole perfectamente pese a que su interlocutor susurraba, pero el en cambio simplemente hablaba a tono normal.
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Post by Galder Havelock on Sept 6, 2017 3:22:26 GMT
- Espera a que alguien te confunda con una ninfa o un duendecillo y hablamos - la venganza de la bolsa había sido solo el comienzo, el mismo karma se encargaría de ello. No, no realmente. Solo estaba estresado, no quería ni debería ser tan malicioso con quien era amable con él. Además, el elfo le parecía familiar. ¿Le había visto antes? tal vez al pasar. Mirovia era grande pero no tan grande.
El nombre no le decía nada, si le conocía era de hace mucho o en alguna taberna se lo había topado. Si, eso es más probable . Galder era uno de los mirovianos que disfrutaba de sus ratos de ocio y placer hedonista frente a una buena taza de cerveza, había conocido a muchos arcanos ahí, en diferentes estados de embriaguez. Más satisfecho por su conclusión asintió con su gran cabeza.
- Yaiza, un placer. Soy Galder Havelock- olfateó su cabello y resistió el impulso de mordisquear. - Te agradezco que me interceptaras, las cosas pudieran ponerse aun más violentas - era fácil imaginar a alguien caído bajo sus cascos. Alguien más pequeño, ya que el elfo había sido suficiente para frenarle, pero un hada o un goblin no hubiera corrido con la misma suerte. - Era una zona solitaria, creo que por eso se dió el ataque ahí… era cerca de la zona de los herreros - a esas horas no había mucho negocio abierto por ahí.
- Me preocupa más que si alguien murió significa que tenemos un asesino loco suelto - bufó y se relamió el hocico. - Los mensajes en la tableta pedían ayuda, no fue una discusión que se saliera de control- avanzó un poco más deprisa, sus cascos resonando contra el suelo en su prisa por llegar a alguna parte, la que fuera. - ¡Luces!- y ruidos de gente. Finalmente podría sentirse un poco menos nervioso. Se adelantó con presteza solo para recordar que estaba un poco equino en el momento.
- Ah, mierda - estaba tan nervioso que no había modo que cambiara a su forma sellada.
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Post by Yaiza Huntkey on Sept 7, 2017 2:01:48 GMT
Ante las palabras de su compañero no pudo evitar perderse por un momento en el cielo estrellado recordando su vida antes de llegar a Moravia. -Lo han hecho, cientos de veces, a decir verdad, cuando era pequeño. Algunos simplemente no sabían que era y otros simplemente lo hacían para molestarme, pero la verdad nunca me ha importado.- Su sonrisa tomo por un segundo un tinte más melancólico.
-El placer es mío Galder, y no te preocupes, por suerte no hay prácticamente gente a esta hora, así que tampoco es que hubiera pasado nada realmente grave, no al menos considerando el ataque.- Comento con aire despreocupado, no conocía mucha gente en la isla, pero sabía que había gente bastante poderosa y que sabían defenderse si lo fueran a necesitar. -Ese es un dato importante, significa que tendrán que aumentar la seguridad por la zona de ahora en adelante.-
-O tal vez fue una de esas cosas de ceniza, nunca he visto una dentro de la ciudadela, pero eso no impide que aparezcan por aquí verdad.- Comento para luego recapacitar que el olor de esas cosas es demasiado característico como para que alguien como Galder no lo hubiera mencionado. Finalmente ruido de personas se acercaban a ellos, cuando las luces fueron visibles pudo jurar que su compañero dio un pequeño brinco de alegría hasta que este se detuvo maldiciendo. -Que sucede ahora, ¿hueles más sangre?- Pregunto mientras apretaba los puños listos para actuar.
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Post by Galder Havelock on Sept 7, 2017 4:06:28 GMT
- No, no es eso. Creo, dame un momento - no era que tuviera la nariz más potente por ahí, solo un olfato normal para un corcel marino. Cualquier aroma a sangre el elfo lo identificaría también. Alzó la cabeza para asegurarse. No había aromas metálicos o violencia en el aire.
- Nada. Pero no es eso lo que me preocupa- empujó su barbilla contra su propio pecho, dejando que su melena cayera hacia el frente y ocultara más su rostro para no mostrar la vergüenza por su condición actual. Algunas cuentas coloridas tintinearon al chocar alegremente entre si. Era un corcel muy bonito si uno pasaba por alto la piel un poco más lisa, las orejas extrañas y las algas verdes entre los mechones negros. Más bonito que su forma sellada. Como humano era flaco y desgarbado, muy poco intimidante o agraciado, más con las patas que más veces que no mantenían sus cascos. Tal vez eso le hizo volver a su forma natural, como un kelpie no era lo más hábil en tierra, pero dos patas eran mucho más inestables para huir que cuatro. Chasqueó de nuevo uno de sus cascos contra el piso de piedra - Temo que estoy un poco atorado en esta forma - explicó con timidez. No podía entrar a una posada así, tendría que ¿Quedarse afuera? ¿Asomar la cabeza por la ventana?
- Esto es tan incómodo - y humillante. ¿Qué clase de arcano no podía cambiar a voluntad? uno muy nervioso al parecer. Ahí iba toda buena reputación que tuviera de sus anteriores aventuras, cacerías y luchas. Portándose como un potro cobarde.
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Post by Yaiza Huntkey on Sept 8, 2017 18:06:31 GMT
Mientras su compañero se debatía internamente Yaiza se detuvo un rato para observar a su alrededor y aprovechar para escuchar los ruidos nocturnos, le estaba empezando a agradar la ciudadela a esas horas, sin tanto ruido que le atacase las orejas. Pese a lo agitado que había encontrado a Galder bastante asustado esta era una noche muy tranquila, al punto que no podía evitar preguntarse si este simplemente le habrá dado un ataque de pánico, después de todo aun parecía bastante alarmado y a la ves un tanto incómodo.
Ante sus palabras se preguntó que tan complejo era el asunto de sellar su aspecto, él nunca lo necesitó ni en su juventud por el mundo ni mucho menos ahora en Mirovia, naturalmente el pasaba desapercibido y si necesitaba mostrarse ante humanos simplemente se ponía algo en la cabeza y eso bastaba y sobraba para que nadie le reconociese… Aunque suponía que su carácter atípico ayudaba a que nadie le pudiera reconocer con facilidad. Entre meditación y meditación saco de nuevo su saco de moras y se comió un par, luego le tendió la bolsa a Galder, con algo de suerte la comida le relajaría un poco.
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Post by Galder Havelock on Sept 10, 2017 4:43:43 GMT
- Eres muy amable~ - agachando las orejas tomó un bocado de fruta, estaba sorprendido por la paciencia del elfo, no tanto por la amabilidad. Se preguntó en silencio a que se debía ese comportamiento tan poco común cuando se ofrecía a su persona. ¿Era que le había visto asustado? no, cosas así le habían sucedido antes; no que huyera de un asesinato o un ataque en un callejón, otros conflictos. Y no solía salir muy bien parado aunque solo fuera la víctima. El pobre kelpie asustado huyendo de alguno que otro problema.
Claro. A Galder no se le pasó por la cabeza que su actitud había sido el principal motivador del recelo de otros arcanos. Ser toqueteados cuando se trataba de calmar a un kelpie no debía ser muy agradable. Pero el descarado corcel no podía ponerse en ese punto de vista, así que masticaba ignorante las bayas.
- Espero no interrumpir demasiado tu noche - mordisqueó la fruta y luego sin resistir volvió a buscar el saco en las manos del otro para hundir el hocico en él. Tomándose muchas libertades. ¿Que iba a hacer? ¿Espantar al pobre y traumatizado kelpie? la lengua larga tomó varias bayas disminuyendo el contenido del saco drásticamente.
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