|
Post by Corneille Black on Sept 11, 2017 15:59:01 GMT
El sol radiante que cubría aquella playa se veía reflejado en la arena, un cuerpo delgado sobre volaba la arena, al parecer no quería caminar sobre esta, tal vez por que era muy caliente o porque no estaba acostumbrada la chica a la arena. Entre sus recuerdos ella nunca había visitado la playa más que cuando sobre voló al llegar a Mirovia, lo admite intentó caminar sobre esta pero se asustó cuando se hundió por la arena que había en el lugar. Creía ella que no necesitaba zapatos especiales pero los suyos ya estaban llenos de arena por aquella experiencia.
Su piel clara no estaba acostumbrada a los rayos del sol, incluso ese mismo día su vestido era algo corto y sin mangas, encima suyo estaba una sombrilla protegiéndola de volverse bronceada cosa que realmente no quería. su vista no iba hacia el maravilloso mar que tenía enfrente, aquellos orbes negros miraban el habitad que crecía alrededor, como amante y trabajadora estaba buscando una flor en especial, se daba en esa temporada y era una de las flores que más duraban después de su floración. Se imaginaba tal cual lo había visto en el libro; Cinco pétalos unidos, de color rosado y persistente. Cáliz en forma de embudo, pentalobulado, de color verde en la base, membranoso en la base, y piloso al menos a lo largo de los nervios. Cinco estambres.
Esas características las susurraba para sí, así recordaría poco a poco lo que buscaba. En su visión al parecer le fue clara una de los estambres que tanto anhelaba, no era por una compra más que nada quería conocer como era la flor y ver si podría replantarla en su hogar, entre su emoción voló hacia ella pero una ventisca proveniente del mar alzó su vestido, acto seguido soltó ella su paraguas para bajar su vestimenta y no enseñar demás, aquél protector de sol voló la chica se agachó mientras pensaba si debía ir por este o era un caso perdido. -N-no estoy echa para la playa- Comentó en un susurró mientras caminaba torpemente sobre la arena.
|
|
Enzo
Los Grises
Posts: 77
|
Post by Enzo on Sept 12, 2017 1:03:36 GMT
Enzo había decidido tomar un descanso luego de una ardua jornada de trabajo. Había logrado pescar bastantes peces y una que otra langosta. Tendría un festín esa noche sin duda alguna. Ojalá que llegaran suficientes visitantes y así tal vez podría venderles o invitarles algo de lo que prepararía. En su mano sostenía una brocheta de pescado, que saboreaba mientras caminaba a la orilla del mar. Algunas gaviotas graznaban encima de él, pidiéndole por algo de lo que masticaba. El chico ya conocía a ese grupito de aves, eran muy molestas. Se habían acostumbrado ya a robar de la comida de los demás pero no permitiría que hicieran tal cosa con él.
Levantó la mirada, sólo para alcanzar a mirar a lo lejos a una jovencita que estaba teniendo problemas con su sombrilla y peor, su guardarropa. La sombrilla voló hasta sus pies por lo que la recogió, pensando que sería muy grosero de su parte no hacerlo; ya se veía que estaba en suficientes problemas. Con el objeto en una mano y su brocheta en otra, se acercó a ella. Se le veía preocupado, no había una pizca de burla en su rostro. -¿Estás bien?- preguntó mientras extendía su brazo para entregarle a la chica lo que se le había caído. -Creo que no es lo más conveniente traer vestido a la playa; el aire es engañoso- comentó con un aire de reproche, como si estuviera regañándola más no se borraba la sonrisa de su rostro. ¿Necesitas ayuda con algo? No te ves de por aquí-. La palidez de la muchacha le daba a entender eso, que no era alguien que visitara muy seguido. Tampoco quería ser insistente pero no perdía nada preguntando. De lo contrario, se marcharía en los mejores términos.
|
|
|
Post by Corneille Black on Sept 12, 2017 4:45:33 GMT
El cabello rebelde de la contraria lograba taparle su vista así que solo se dejó guiar por el sonido, extendió su mano intentando encontrar el equilibrio -S-si, s-solo no estoy acostumbrada -La tímida chica tartamudeó mientras sacudía su cabeza para quitar aquellos flequillos que tapaban su visión. Notó la voz preocupada y le miró un tanto confundida, agradecía profundamente que le hiciera esas preguntas pero no se explicaba porque lo hacía. Retrocedió levemente por sentido de seguridad pero se detuvo a pensar, no debía ser desconfiada, si se preocupaba por ella era por algo, no podría juzgarlo por eso. Por alguna razón cuando el contrario sonrió sus dudas de calmaron devolviéndole una tímida sonrisa, se elevó un poco con ayuda de sus alas para tomar su sombrilla que le ofrecía este.
Al escuchar aquél reproche la chica se sonrojó era inevitable para ella, siempre teniendo una quizá mala suerte siguiéndole constantemente en sus nuevos encuentros mientras conocía nueva gente, siempre era descuidada, sus grandes ojos bajaron a ver sus propios zapatos y rió nerviosamente mientras jugaba con su cabello -E-es una de mis primeras veces en la pla-playa, disculpa las molestias que causé -Dijo mientras alzaba ese paraguas que le servía para cubrir el sol, por el aire decidió que una mejor idea sería cerrarlo aunque aquello lastimaba un poco sus ojos con el reflejo del sol en la arena era difícil mirar hacia arriba por la altura del pelimorado. -Mu-muchas gracias por tu ayuda, so-solo buscaba una flor que crece en el mar, soy florista-.
Explico la chica, quizá no era buen momento para narrar lo que era, pero este parecía preocupado, era muy amable de su parte preocuparse por una chica como ella, no tendría nada de especial viendo una torpe arpía peleando con el viento, su vestido y la arena.
|
|
Enzo
Los Grises
Posts: 77
|
Post by Enzo on Sept 19, 2017 2:04:19 GMT
Enzo se vio totalmente sumido en la curiosidad, olvidándose casi por completo de lo ocurrido, ignorando totalmente sus disculpas. Ahora sólo tenía en mente esa flor que la chica decía estar buscando. Se llevó las manos a la cintura mientras que sus cejas expresaban su sorpresa y total intriga. Con una sonrisa le respondió, haciendo de lo más evidente que no quedaría sólo en indagar al respecto. -¿Flor? ¿Florista? Ah, no vienen muchos por acá a buscar flores. Eres muy inteligente andar tratando de hallar plantas fuera de lo común-. Se llevó una de las manos a la barbilla de pronto enfocando la mirada al cielo como si entre las nubes encontrara respuestas. -Puedo ayudarte si quieres- indicó de pronto. Su entusiasmo era bastante obvio.
Sin embargo, al darse cuenta de que no se había presentado, agitó la cabeza, causando que los cabellos se alborotaran un poco en el movimiento y por la brisa. -¡Qué mal educado soy!- exclamó llevándose ambas manos a la frente como si hubiera hecho lo peor del mundo. -No me he presentado; me llamo Enzo-. Extendió una de sus manos para que la jovencita, si deseaba, la tomara. -Conozco cada rincón de la playa; toda cueva y piedra. De seguro si me describes la flor, la encontraremos antes del anochecer- aseguró. Se sentía bastante confiado de que sería de ayuda para ella. Deseaba hacerlo; no había algo que respetara más que un arcano trabajador que se extendía de su zona de confort para brindar un servicio. La chica parecía estar comprometida con ofrecer variedad a sus clientes; debía ayudarle.
|
|
|
Post by Corneille Black on Oct 5, 2017 6:49:54 GMT
Un tema que siempre haría que la chica mostrara una cara de emoción: su gran amor por las flores. Aquél que siempre estuvo con ella incluso aunque su vida pareciera que estaba decayendo y no podía salir, el tema que podía levantar el ánimo de la más pequeño era simplemente el de aquellas flores cuidados, decorados, mientras investigaba cada vez más acerca de estas. -Creo que lo entiendo, no es normal encontrar muchas flores cerca del mar, pero aún así hay una que incluso dura más que las comunes -empezó a explicar la chica mientras acomodaba su vestido para no estorbarla al caminar - Se llama Clavelina de Mar o también se conoce como armeria, siempre están cerca de la costas o los bordes de los riscos, realmente en apariencia no es tan llamativa, pero quisiera estudiarla y más que nada verla ya que también es mi primera vez en una playa así -Dijo con entusiasmo mientras señalaba el alrededor con alegría. Antes de continuar le miró, recordó que parte de la desconfianza que tenía cuando lo conoció fue que era un completo extraño, ahora se alegraba que ese rostro que tenía enfrente tuviera un nombre por el cual llamar.
-Tienes razón, una disculpa igual por mis modales, Mi nombre es corneille, es un gusto conocerte -Le mencionó mientras enlazaba su pequeña mano contra la del más alto, la pequeña arpía se notaba la diferencia cuando estaba frente a alguien más alto que ella. -¿En serio me ayudarías? No sabría como pagarte eso más que con flores y decorado -Jugó con su cabello mientras le clavaba la mirada, no es como que este le estuviera pidiendo algo pero ¿No era educado ofrecer algo a cambio? No lo sabía por el momento, no se lo podía imaginar - Es una flor con cinco pétalos unidos de color rosado, las flores están unidas por lo que parece una forma redonda es rara la ocasión donde igual se muestren de color blanca pero es una posibilidad - Intentó con cada indicación mover sus manos a la par de tal manera que este le pudiera entender. -Si está en un risco puedo volar a ella, soy una arpía -Dijo un poco segura de si misma mientras le señalaba sus pequeñas alas de su espalda.
|
|
Enzo
Los Grises
Posts: 77
|
Post by Enzo on Oct 9, 2017 21:55:07 GMT
Enzo retiró la mano suavemente al recibir el saludo de la muchacha. No podía quitarse de la cabeza las imágenes de la playa, pensando en qué lugares podría encontrarse. Apretó los labios mientras sus ojos se entrecerraban ante la repentina misión que había aceptado llevar a cabo. Sin embargo, perdió total seriedad al escuchar que Corneille era una harpía como él. -¡Ah! ¿En serio? ¡Yo también!-. Extendió sus brazos, que se encontraban cubiertos por las mangas anchas de su bata. En poco tiempo comenzaron a extenderse varias alas blancas, largas y brillantes, con franjas negras en la base. Las movió suavemente, levantando un poco de arena debajo de ellas.
No es que no conociera a otras harpías pero en realidad, siempre le daba emoción encontrarse con los suyos. -Ah pero disculpa, no quería ser protagónico- devolvió las alas para adoptar una forma sellada, ocultando el blanco de su plumaje del sol. -Te seré sincero, jamás he visto plantas como esas por aquí, pero de encontrarse en algún lado, seguro que están cerca de las grutas-. Volvió a su gesto reflexivo antes de comenzar a caminar en dirección a tal lugar. -Es lo primero que se me ocurre… y por cierto… no tienes que pagarme- contestó algo avergonzado. No creía que algo tan simple como encontrar una flor debiese ser pagado de ninguna forma.
|
|
|
Post by Corneille Black on Oct 25, 2017 21:19:57 GMT
Ese entusiasmo del contrario la hacía sonreír, solo recordaba haberse encontrado hace mucho con otra arpía de la misma manera, le alegraba mucho tener a otro compañero de igual raza, aunque diferente a su plumaje. Al ver las alas de este entendió que parecía como si fuera un ángel con ello mientras ella tenía sus plumas manchadas de negro, un color bastante desagradable para algunos que incluso podía decir que estaba maldita con su propia especie.
Intentó concentrarse en este puesto que no tenía caso seguir pensando en comparaciones con el contrario puesto que la desviaría de sus propios pensamientos aquellos que eran más importantes que ponerse a pensar en su pasado o en lo que pasaría con ella.
-No tienes que disculparte, es agradable conocer gente de tu misma especie y tan alegre como tú –Le comentó mientras le brindaba una sonrisa parecida a esa que un niño dibujaría en la arena para demostrar que estaba alegre. –Agradezco mucho tu ayuda, más puesto que no conozco el lugar –Hablo mientras le seguía torpemente al no estar acostumbrada a la arena del lugar –Pero no puedo simplemente dejarlo pasar, una ayuda debería ser recompensada – Infló las mejillas empezando a formar un puchero por que la arpía más grande no quería aceptar su agradecimiento, debía haber una forma, no era por simplemente querer deberle algo, más que nada ella gustaba al ser ayudada dar algo como agradecimiento - ¿Te gustan las flores? –Le preguntó sabiendo que quizá esa era una forma de darle un obsequio.
|
|
Enzo
Los Grises
Posts: 77
|
Post by Enzo on Oct 27, 2017 1:02:55 GMT
Se llevó las manos a la cintura, escuchando con satisfacción a la jovencita quien se hallaba agradecida. Continuó su andar asintiendo a cada una de sus palabras; de verdad, no tenía nada qué agradecer. -Repito es un gusto ser de ayuda- dijo con su voz entusiasta. Sin embargo, se mostró angustiado al escuchar que ésta deseaba recompensar por su ayuda. Se detuvo de inmediato, colocando una de sus manos sobre el hombro de la pequeña arpía. -¡No! ¡Nada de eso!- dijo exaltado agitando con la otra mano su dedo índice. -No es necesario que hagas nada de eso Corneille; sí me gustan las flores, mucho, pero no es necesario que me des ninguna. No es molestia ayudarte y menos si es para tu trabajo-. Le apenaba muchísimo que alguien quisiera ir a tales extremos; Enzo era firme creyente de que entre comerciantes había que ayudarse y suficiente era con la camaradería.
Caminaron por la orilla hasta llegar al área donde la arena se volvía más rocosa y las olas chocaban con mayor fuerza. El rugido del mar era más intimidante en esa parte de la playa pero no lo suficiente como para aullentar al muchacho. Se detuvo, llevándose de nuevo las manos a la cintura mientras alzaba la mirada hacia un peñazco que no se encontraba tan lejos. -Creo que la flor que buscas crece en condiciones de mucha humedad; estoy casi seguro que está al tope de aquellas rocas- señaló con una de sus manos. Era difícil distinguir desde esa distancia. Bien podrían volar pero la brisa era demasiado fuerte y había mucha humedad en el aire; corrían el riesgo de ser derribados por la fuerza del viento y que sus alas se vencieran por el agua acumulada entre sus plumas. -Pero... antes de ir por ella, me entró la curiosidad- acotó girándose hacia ella con los ojos ligeramente entrecerrados. -Dicen que las flores tienen su significado, ¿cierto?- se cruzó de brazos, usando una de sus manos para colocarla debajo de su barbilla mostrándose pensativo. -¿Cuál es el significado de esa flor?-. Era un pésimo momento pero cuando una duda se sembraba en la mente del muchacho no había manera de esperar por respuesta.
|
|
|
Post by Corneille Black on Dec 11, 2017 22:55:41 GMT
Alzó la mirada al sentir aquel reclamo del contrario, notó claramente sus palabras viendo que esas palabras eran para dejarle en claro que esta vez, solo por esta vez dejaría de lado su educación ante la insistencia del contrario. Soltó un suspiro porque realmente dejaría que esta vez el chico ganara, infló levemente las mejillas era una pequeña forma de demostrarle que realmente estaba en desacuerdo con ello, pero lo aceptaba. Inclinó su cabeza para demostrarle que si haría lo que este le pedía.
Caminó con torpeza a su lado mientras le intentaba seguir, se le dificultaba, pero tampoco desearía ser una molestia, realmente era lamentable el como no podía caminar correctamente gracias a no estar acostumbrada, no entendía como la arena era tan diferente a la nieve que si estaba acostumbrada a caminar. Al ver que paraba se colocó a su lado inclinándose levemente para intentar recuperar el aliento, si le había costado un poco llegar hasta su lado, lo miró de reojo para luego escuchar aquél rugido que nunca había escuchado tan cerca, estaba fascinada pero temerosa de este, era como cuando un niño tiene miedo de lo que habrá en su habitación a oscuras, pero sabe que quizá si tendrá algo dentro de ella, giró su rostro para escucharlo atentamente y mientras recordaba lo que había leído alzó un poco la voz para no ser silenciada por el viento- No todas tienen un significado, además varía el significado dependiendo del color, como por ejemplo, un tulipán rojo sería amor puro, mientras un tulipán blanco es una señal de inocencia y humildad. En este caso la clavelina de mar es parte de la familia de las clavelinas que su significado es sutileza y galantería, por ejemplo, si la encontramos de color blanca, sería un recuerdo de una promesa, que en algunas bodas se usa de adorno para recordar la promesa del amor eterno que se juran –La chica explicó pausadamente recordando lo que siempre vendía y lo que leía en sus libros de flores. -Aunque en esta ocasión solo la deseo conocer por si un cliente la pide, realmente me gusta investigar las flores para estar preparada ¿Me entiendes? -Le mostró una sonrisa al arcano esperando que entendiera el sentimiento que se encontraba dentro de ella.
|
|
Enzo
Los Grises
Posts: 77
|
Post by Enzo on Jan 2, 2018 3:44:53 GMT
Enzo escuchaba fascinado a la explicación de la chica y comprendía bien. -Inteligente; nunca está de más tener algo por si surge la demanda- acotó con una sonrisa. Aunque no podía relacionarse del todo con su oficio puesto que él sólo vendía lo que pescaba; entendía que darse gustos un tanto vanidosos no tenía nada de malo. Se cruzó de brazos moviendo suavemente la cabeza para asentir a sus palabras. Las olas por su parte, rugían con fuerza al chocar con las rocas del peñasco, como si fuese una constante amenaza de lo que podía esperarles a ambos si se atrevían a tomar vuelo sobre esas aguas. Sin embargo, el joven era intrépido y en su carácter solía perderse a veces la prudencia. Pues bien, ¿qué piensas Corneille? ¿Nos arriesgamos a volar al tope o preferirías escalar? Yo creo que podemos darle la vuelta para estar del lado opuesto al mar- al decir lo último estiraba el cuello para ver si lograba tener una mejor visión de su punto de partida. Parecía que había unas rocas que prometían un inicio gentil y no tan complicado.
|
|
|
Post by Corneille Black on Jan 19, 2018 0:47:08 GMT
La chica miró al más alto, en su mente calculaba cada posibilidad de caer en el agua, pero un pequeño cosquilleo en su pecho la hacía aceptar, la velocidad del viento no era tanta como para que cayera al mar, recordaba que su primer vuelo fue hacia un acantilado, tirarse de uno no era nada agradable, pero a pesar de que pudo haberle generado un gran miedo al abrir sus alas y sentir aquel viento que le ayudaba a volar se sintió en su tiempo libre, sin preocupaciones por nada, solo era una harpía que volaba por los cielos.
Pocos recuerdos buenos tenía en su hogar por eso mismo los atesoraba mucho. Soltó el aire mientras formaba puños en sus manos y las alzaba -¡Vamos a hacerlo! -Exclamó emocionada, esa pequeña sensación de adrenalina recorría su cuerpo, las pequeñas alas que salían de su espalda se movían levemente entusiasmadas por ser usadas. Se despojó de sus zapatos y sin esperar la respuesta del otro cambió a su forma verdadera, sus alas se volvieron unas con sus brazos que al cubrirse de plumas se hacían uno solo. Sus manos se volvieron garras al igual que sus pies, todo su cuerpo estaba casi lleno de plumas aún su rostro se mantenía intacto había rastro de pequeñas plumas en su cuello, a pesar de que su raza era cuervo siendo un ave grande ella no cambió mucho de tamaño manteniéndose de su misma estatura sin crecer ningún centímetro. Se despojó de su vestido un poco difícil de sacar, pero no quería mancharlo en el vuelo. Lo dobló levemente para dejarlo en el suelo colocando sus zapatos encima para que no saliera volando.
Estiró sus alas mientras aleteaba emocionada y preparada para saltar al vuelo, miró al más alto esperando que este mismo la acompañara en esa pequeña aventura. Graznó emocionada gesto que le indicaba que la espera no quería que fuera más grande, ya quería brincar a volar en ese acantilado.
|
|
Enzo
Los Grises
Posts: 77
|
Post by Enzo on Jan 25, 2018 5:13:52 GMT
No pudo evitar sonrojarse al verla tan entusiasmada. Realmente le emocionaba ver a otros arcanos con tanta disponibilidad y energía al realizar actividades de su gusto. Lo que no esperaba era una total transformación que la hiciera despojarse de sus ropas. Echó la mirada hacia otro lado, no queriendo ser indiscreto. Por su parte, sacó sus alas mas no cambió la forma de su rostro; sólo sus patas y brazos comenzaron a transformarse para tomar el viento entre sus plumas. Giró al momento en que la chica grasnara, sonriéndole aún con el enrojecimiento en sus mejillas. -Vamos pues-. Dio un salto y sus alas comenzaron a moverse para ganar altura. El viento era necio y lo movía, alejándolo de las rocas, pero sus alas eran fuertes, por lo que podía hacerse rebelde en contra de la corriente de aire.
|
|
|
Post by Corneille Black on Jan 25, 2018 21:42:58 GMT
Emprendió el vuelo de cerca, poco le importó que este no se transformara, recordaba que la dirección del viento más abajo por las olas mismas era algo turbulenta, tanto que si se acercaba mucho al mar este último la tragaría y haría que su cuerpo chocara con aquellas rocas filosas que no debía ser una sensación agradable. Abrió sus plumas recordando que el viento rodeaba aquél acantilado haciendo que se elevara, pero si se acercaba demasiado podía chocar contra el propio acantilado, intentando prevenir aquello juntó sus piernas a su pecho de esa manera si se acercaba podría impulsarse hacia arriba intentando dominar el viento del día.
Su cuerpo era pequeño a diferencia del contrario por eso mismo necesitaba un mejor control de su cuerpo pues era más fácil que acabara de mala manera, aquellas preocupaciones se esfumaron poco a poco cuando en su vista divisó una pequeña cueva donde aquella flor que buscaba desde un principio, ahora la había encontrado; El problema ahora saber cómo podía tomarla, graznó lo suficientemente alto para que el contrario tuviera su atención, señalando aquella cueva que había hallado. Intentó con sus alas acercársele, pero la ventisca hizo que volara más arriba. Era algo difícil de momento, se sentía frustrada de ser tan pequeña y delgada en el cual no pudiera hacer nada, pero no se dio por vencida tan fácilmente.
Juntó sus alas para bajar y las abrió de nuevo para subir con sus patas se agarró de las rocas, mentiría si dijera que no le dolió, pero así podría apoyar sus manos en la parte de arriba e intentar entrar. Ya pasó lo más difícil, creo...Giró su cuerpo para ver al contrario, quizá el no tendría tantos problemas como ella.
|
|
Enzo
Los Grises
Posts: 77
|
Post by Enzo on Jan 30, 2018 23:20:23 GMT
Escuchó el graznido y como si fuese un comando, su atención se vertió de inmediato hacia la cueva. No lo pensó mucho y pegó más las alas contra su cuerpo para perder altura y ganar un poco de velocidad. Estaba acostumbrado a ese tipo de movimientos bruscos que de momento no pensó en lo que podría representar para alguien que no conociera los vientos en aquél lugar. Escuchó el aterrizaje de la otra mientras él ya se hallaba firme a la entrada de la cueva. -Lo siento, tal vez debimos haber escalado- sobó su nuca con cierta vergüenza, sin encontrar una manera de disculparse por su enorme falta de desconsideración. Intentó compensarlo al retirarse la gran camisola que llevaba encima para dársela a la chica y que cubriera su cuerpo en caso de querer volver a su forma sellada. -Toma, las cuevas a veces son frías- comentó sonriéndole, esperando a que Corneille tomara la ropa. Dio un par de pasos a la boca de la cueva, estaba demasiado oscuro, lamentablemente. Buscó entre sus ropas para ver si tenía algún pedazo de madera o algo que pudiera prender para usar para alumbrar su camino.
|
|
|
Post by Corneille Black on Feb 2, 2018 20:07:47 GMT
Que complicado había sido aquel aterrizaje, al bajar sus manos notó que la derecha dolía en cuanto la movía, miró su mano al parecer tenía solo una pequeña herida nada que no pudiera curar con un poco de hierbas. Colocó aquella mano herida detrás suya esperando que el contrario no notara aquella herida por el momento, no quería preocuparlo más cuando había escuchado de que este se lamentaba por no haber escalado mejor. Suspiró no era su culpa para nada, negó con la cabeza mientras se le acercaba y tomaba aquella vestimenta que le ofrecía, pero no se la colocó puesto que sabía que si en ese lugar la temperatura era baja sus propias plumas la cubrían mejor, era un cuervo al fin y al cabo estar en un clima frío era algo común en ella.
Notaba la oscuridad de la curva, pero ella justo no tenía problema con ello. Se acercó al más alto para tomar su mano. Empezó a caminar buscando lo que había visto desde afuera, agradecía tener sus ojos desarrollados para esa oscuridad que esta ocasión se le presentaba. Acercó la mano del contrario hacia su rostro de esta manera quería enseñarle a él que confiara en ella en aquella circunstancia, espera que aquella caricia indiscreta el más alto pudiera estar tranquilo por ahora.
Caminó unos cuantos pasos entre la oscuridad hasta parar y agacharse la había encontrado, a pesar de su visión era complicado ver con detalle la flor que necesitaba, ahora tendría que palpar bien la tierra para entrar donde iniciaba y ver si la podía sacar desde la raíz. En ese momento si aceptó la vestimenta de este para cambiar de forma, hacer todo ello era más fácil teniendo sus manos sin aquellas garras, pero al cambiar hizo un pequeño gemido, era complicada esa lastimada en su mano.
|
|