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Post by Min Naoto on Sept 11, 2017 22:49:13 GMT
Algunas (escasas) veces, Min disfrutaba de salir a recolectar leña para su posada por su propia cuenta, por lo que salía vestido para la ocasión con sus casi abandonadas prendas masculinas, un hacha... Y un saco del tamaño de una persona promedio, por si acaso. La tranquilidad del bosque y la neblina casi tan densa como la que cubría la mente enferma de aquel rubio lo hacía sentir tranquilo, en casa, por lo que no temía el caminar por su propia cuenta en semejante bosque, eso sin mencionar que ya se sabía de memoria cada rincón de aquel maldito lugar. Eso sí, tomaba sus precauciones y prefería tomar cualquier otra forma que no fuera la suya para no ser descubierto, puesto que... ¿Qué clase de "mujer" tímida era capaz de levantar tanto peso por su propia cuenta?
Dando hachazo tras hachazo, el ahora "pelinegro, pálido y apuesto" hombre silbaba una melodía con tranquilidad mientras golpeaba, rebanaba y separaba un montón de troncos de gran tamaño, los cuales después de iba apilando en una piramide al lado suyo cada que terminaba de cortarlos como era debido. Aquello estaba casi listo y al parecer nadie se había atrevido a perturbar su paz, por lo que tal vez el saco que llevaba para "hacer truquitos de desaparición" quizá ahora serviría para transportar la madera de una hacia el almacén de su hogar. Era una pena que nadie hubiese querido jugar con él...
Partiendo el último tronco y habiendo preparado todo para irse, el shapeshifter decidió tirarse en las hojas muertas y descansar un poco antes de emprender camino, abriendo los botones de su camisa para poder retomar algo de aire y liberarse de aquel molesto calor que le había causado tanto trabajo, el cual incluso lo había hecho sudar. Iugh, odiaba el sudor, pero al menos a aquel cuerpo marcado y escultural parecía irle bien aquel brillo que le proporcionaba dicho liquido. - Joder, me siento estúpido. - Murmuró con su tono de voz "natural", mientras comenzaba a acariciar su abdomen con la punta de sus dedos. - Aunque hermoso... -
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Post by Labiacarpi on Sept 14, 2017 15:57:35 GMT
Un elfo con capucha se paseaba silencioso por entremedio de los árboles esqueléticos y las sombras fantasmales del bosque maldito. Qué curioso era para Labiacarpi ir tan cubierto, casi iba en contra de su filosofía de vida. Al menos debajo de la pesada capa negra y grisácea llevaba ropas más acordes a sus gustos: ajustadas, cortas, sensualmente andróginas. Avanzaba rápido y silencioso por el casi imperceptible camino del Bosque de los Susurros, rogando llegar a tiempo para ver a Goody y poder quedarse más de una hora con él. En medio de ese maldito laberinto natural, incluso parecía que el tiempo corría de forma diferente.
No le importaba la amenaza de un monstruo saliendo de las sombras, era tan bueno huyendo como disparando flechas asesinas con su arco, pero tanta soledad hacían que se pusiera a pensar, y detestaba tener que pensar. Comenzó a concentrarse en el ambiente tétrico del lugar, buscando algo con qué interesarse lo suficiente como para dejar de escuchar sus propias ideas, y fue así como logró oír un ruido extraño. Toc, un golpe seco, y luego algo pesado cayó sobre las hojas, provocando que crujieran. Su instinto fue más fuerte y su cuerpo comenzó a moverse en dirección al extraño ruido antes de que su cerebro mandara el mensaje de "peligro, esto es una mala idea".
Resultó ser una muy, muy buena idea. No sabía quién era el leñador que estaba espiando, pero sí sabía todo lo que le gustaría hacer con él, joder, es que era magnífico. ¿Le gustarían los hombres? ¿Sería rudo o gentil? ¿De qué tamaño la tendría? Labiacarpi se mordió el labio inferior imaginándose la respuesta.
Suficiente imaginación, era hora de pasar a la acción. Empujó por sobre los hombros y hacia atrás la tela de la capa, para que así su cuerpo delgado pero bien formado pudiera ser apreciado por el sexy leñador. Se acercó por el costado, meneando las caderas, y levantó una mano cuyos dedos se movieron coquetamente a modo de saludo.
- Hey -dijo con voz cargada de erotismo y falsa inocencia-. Estoy perdido en el Bosque y quería saber si puedes ayudarme a salir, o si me puedo quedar contigo. No muerdo... a menos que quieras.
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Post by Min Naoto on Sept 15, 2017 8:06:07 GMT
Repentinamente su tranquilidad y agradable descanso se vieron interrumpidas por algún bobo ruidoso que se iba acercando. Sus pasos eran demasiado ruidosos y lentos como para no notarlos, así que con molestia y todo "el leñador" abrió los ojos, volteando hacia el origen del sonido e inevitablemente topando la mirada con una molestia, un estorbo, un conocido y nada apreciado elfo que se iba acercando mientras saludaba de forma ridícula con la mano y mencionan algo sobre estar perdido con aquel tonito tan fingido. ¿Labiacarpi perdido en el bosque de los susurros? Por favor, si ya hasta podría atreverse asegurar que se había follado a su cerbero en cada maldito árbol del lugar.
Ahh... De no ser porque Min no estaba "en carne propia" ya le hubiera contestado de manera ácida y nada amigable como de costumbre, pero ya que al parecer tenía al rubio comiendo de su mano debido a la confusión que todos solían experimentar cuando se transformaba en alguien más, decidió aprovechar la situación para divertirse un rato. Total, ¿Qué podía perder? Además, no creía que Goody se molestara demasiado si tomaba prestado su juguete por un ratito~ Al fin y al cabo, ¿Qué no ellos compartían todo? - Ahh... Por supuesto que puedes quedarte conmigo, precioso. - Contestó en su tono varonil y fingiendo interés, levantándose un poco del piso para ahora quedar sentado mirando fijamente hacia él, posando discretamente de manera sensual. - A decir verdad no me gustaría que me mordieran... Pero quizá ser yo el que muerda... -
Aquellas palabras fueron dichas en la mayor forma erótica posible, pero a pesar de aquellas palabras, el "pelinegro" no hizo nada por acercarse o ir más allá de las palabrerías, pues aun debía descubrir si el elfo en verdad era tan ingenuo como para caer en una trampa barata como esa. [No, no creo... Goody no saldría con alguien tan estúpido.] Pensó en sus adentros, aunque no dejó ver ni una pizca de sus verdaderos pensamientos por medio de su lenguaje corporal.
A pesar de "esperar" la reacción del elfo ante lo que acababa de decir, el shapeshifter decidió arriesgarse un poco más y soltó la larga cabellera negra que tenía sujeta con un moño, dejando libre el aroma dulce y primaveral que impregnaba su cabello. Sin embargo, aquella escena duró poco, pues comenzó a peinarse una vez más con la excusa de que "se había soltado el cabello para arreglar cualquier imperfección y no para seducir".
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Post by Labiacarpi on Sept 16, 2017 5:45:01 GMT
¿Acercarse a un extraño con un hacha? Claro, por qué no, después de todo acababa de llamarlo "precioso" y podría servirle tener un par de monedas extra si es que lograba llevarlo de vuelta a Reapergate con él (o si cogían ahí en el Bosque de los Susurros, el elfo estaba abierto a opciones). De nuevo ignoró por completo esa pequeña alarma en su cerebro que le decía que tuviera cuidado, que el peligro se olía a kilómetros de allí. Con una sonrisa coqueta decorándole el rostro y un brillo lujurioso apoderándose de su vista, no se sentó exactamente al lado del leñador, sino apoyado en un árbol cercano. Era una lástima que no hubiera un árbol más cercano, pero tuvo que conformarse. Lo devoró con la mirada mientras que el hombre se peinaba, pensando en la suerte que había tenido al encontrárselo.
Apenas el guapo pelinegro acabó de peinarse, Labiacarpi se acercó un poco más, quedando a una palma de distancia. - No me molestaría ser mordido... pero puedo hacer mucho más que solo eso. -"Por un módico precio", agregó en su mente, pero ya llegarían a eso. Se acercó otro poco-. ¿No quieres probar?
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Post by Min Naoto on Sept 18, 2017 21:47:39 GMT
Había caido. Joder... ¡Había caído!
[QUÉ ESTÚPIDO ES, NO PUEDO CREERLO.] Una tenue sonrisilla casi burlona se dibujó por un instante en el rostro del leñador, mas no tardó en disolverse y darle paso a una "honesta" sonrisa coqueta, que fue acompañada por algunas lentas y delicadas caricias que brindó al cercano rostro del elfo mientras le miraba lascivamente. - ¿Aquí y ahora? - Preguntó, mirando a sus alrededores como si estuviese buscando a alguna persona o cosa que pudiera estar observando aquella escena, pero como era de esperarse no había nadie a la vista. - ¿Por qué no? - Se respondió a si mismo mientras se levantaba lo suficiente del suelo como para poder acercarse sin dificultad y así empujar al rubio hacia atrás, arrinconándolo contra el árbol en el que se había apoyado anteriormente.
[En verdad es una zorra fácil. Goody, ¿Por qué te fijaste en alguien así?.] Pensó mientras se acercaba y acariciaba levemente sus suaves labios con los de Labiacarpi, casi como si estuviese a punto de darle un gentil beso que más tarde daría paso a cosas más turbias. Sin embargo, no lo hizo y sólo se limitó a sentirlo por un breve momento para después separarse de forma abrupta y voltear hacia otra parte, riendo incrédulamente en un tono bajo al hacerlo. - ¿Cual es el truco? - Cuestionó y le miró a los ojos a modo de "te atrapé", siendo su mirada acompañada de una sonrisa pícara. - Nadie llega ofreciéndose así sólo porque sí... ¿Qué tienes entre manos, belleza? ¿Me vas a asaltar? -
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Post by Labiacarpi on Sept 20, 2017 1:55:05 GMT
Rudo, definitivamente este tipo era de la clase de hombre que le gustaba jugar rudo. A Labiacarpi no le sorprendió en lo más mínimo, tenía ganas de que el leñador lo partiera a la mitad como si fuera un leño, pero no se esperaba que reaccionara tan rápido. Ese asalto, esas manos tan fuertes tomándolo por sorpresa y empujándolo contra la madera del árbol (ni siquiera se inmutó por el golpe que se dio con el puto árbol, aunque sabía que le iba a salir un chichón), toda la escena mandó pequeñas descargas nerviosas por su cuerpo y lo hicieron remecerse. Sus ojos verdes se abrieron, envueltos por completo en sorpresa, lujuria y encanto, pero volvió a cerrarlos al sentir los labios del leñador jugar con los suyos propios.
Con sensualidad y hasta con cariño, el elfo dejó que sus manos se deslizaran por la espalda del extraño, buscando poder sentir algo de piel caliente. Sus dedos recorrieron el cuerpo del hombre por debajo de la camisa, empujándolo más y más cerca de él. Lo miró fijamente y respondió a su pregunta con una sonrisa ladina, coqueta, hambrienta. - No hay trampas, no te voy a robar -Acercó su boca a su rostro perfecto y varonil, pero sus labios se desviaron y le dio un suave beso en el cuello-. Seré tuyo por un par de mirvos. Haré lo que quieras, cómo quieras... -Desde su cuello, comenzó a subir, besándolo y disfrutándolo hasta volver a encontrar su boca. Había reservado el mejor beso para el final, pero no lo dejó probar su lengua. Eso se reservaba para los que pagaban-. ¿Qué te parece?
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Post by Min Naoto on Sept 26, 2017 1:16:06 GMT
El sentir el tacto de sus labios contra su piel desnuda le dio un escalofrío, pero no un escalofrío de excitación, sino uno de horror. [QUECOÑOESTÁSHACIENDOÉSTONOSESUPONEQUETÚMETOQUESCERDOINMUNDOEWWEWWEWWEWWEWWEWWWWW.] A pesar de su asco interno, Min continuó con su semblante sexy y relajado, correspondiendo pasionalmente al último beso que le fue dado. - Parece justo. Muy bien, ¿Ves ese saco de ahí? Mi bolsa de mirvos se ha quedado en el fondo, así te daré tanto como quieras después de habernos divertido un rato. - [Me refiero a mi propia diversión, claro.] Pensó en sus adentros, más pronto dejó todo pensamiento de lado y se acercó una vez más para poder besarlo.
A decir verdad le daba tremendo ascazo el intentar darle un beso con lengua, así que intentó distraer las pasiones enfocándose en llenarlo de caricias. Fue recorriendo delicadamente desde su cabello, su cuello y su espalda con sus manos, pero al llegar hasta su trasero fue donde aprovechó y lo apretó con fuerza, poniendo la excusa de que lo iba a acercar para así tirarse de espaldas al piso y mantenerlo encima de él. [Comienzo a pensar seriamente en si en verdad quiero hacer ésto o de una vez le digo que soy yo... Ugh, wakala, no quiero tocarlo más.] - Demuéstrame que vale la pena gastar en ti, niño bonito. -
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