Post by Sieg Stahlzahn on Sept 14, 2017 3:37:27 GMT
2 largos años han pasado desde que deje aquel lugar, desde que me fui por una decisión propia, una decisión que quizá no fue la mejor, ni por la razón, ni por lo ocurrido después. La verdad es que ha sido difícil acostumbrarme a lo pacifico que puede llegar a ser esta isla, vengo de un lugar donde la guerra era lo único que veía, y muy pocas veces pude sentir la tranquilidad que siento día a día en estas tierras, ¿Sera porque mi espada siempre estuvo cubierta de sangre? Es lo más probable, y no solo mi espada, si no mis propias manos. No puedo contar la cantidad de vidas que arrebate empuñando mi arma en nombre de un bien mayor, muertes que si bien en un principio atormentaron mis noches, al cabo de unos días, semanas, e incluso meses, se volvieron rutina, cada batalla, cada guerra que libre a lo largo de las décadas se volvían una experiencia que usaba en las batallas posteriores, pero, lo curioso es que mi vida no ha cambiado mucho en ese sentido, me gano la vida de la misma forma, asesinando, y aunque no son personas, siguen siendo seres vivos. Llega a ser curioso que hasta el día de hoy jamas me he arrepentido de aquellas vidas arrebatadas, después de todo, eran ellos, o nosotros, pero de alguna forma, todo acabo en desagracia. Me he preguntado en varias ocasiones: Si me dieran una oportunidad, de escoger cambiar aquel pasado, ¿Lo haría? La verdad, no tengo una respuesta para eso, para mi, todo ocurre por una razón, y se que si cambiara eso, una desgracia igual o peor podría ocurrir. Solo me queda disfrutar de lo que me queda de vida, en estas tierras, viviendo cada día, y no solo por mi, si no por todos mis compañeros que murieron ese día, por mi familia que en paz descanse, y mantener el juramento que hice el día de mi partida: ''Rhonan, prometo usar mi espada siempre por el bien de los demás, en tu nombre, el que me enseño la maestría de este arte, y en nombre del Escudo de Plata, quienes me dieron una nueva razón para estar vivo''.