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Post by Deleted on Sept 15, 2017 2:34:56 GMT
"Sigue el camino de flores rojas" Flores rojas... Flores rojas... ¿Qué flores rojas? Habían unas flores grandes, hermosas y llamativas, así como unas pequeñitas y casi imperceptibles, habían de todos tamaños y formas, así que... ¿Cómo elegir? Primero eligió las que parecían ser corazoncitos, las cuales la llevaron por un largo recorrido por toda la selva hasta llegar al desierto, en donde la pobre sirenita casi se quema debido a su blanca piel, aunque por suerte no pasó de broncearse un poquito nadamas. Luego, eligió las flores más grandes, las cuales hicieron que caminara y caminara en círculos por horas y horas hasta que llegó al bosque de las hadas, en donde descansó un tiempo en el verde pasto para recuperar las energías y recolectó algunas moras para comer. Y por último, eligió las pequeñas, las cuales después de algunos minutos solamente la llevaron hacia aquella hermosa (y ruidosa) cascada que tanto anhelaba ver... ¿POR QUÉ NO ELIGIÓ PRIMERO LAS PEQUEÑAS? Como sea.. ¡Ah... Agua por fin! Ondine estaba tan cansada y sus piecitos ya le dolían tanto que sin pensárselo dos veces se lanzó al agua, donde tomó su forma fated y chapoteó un ratito, sin percatarse ni por un momento de que no estaba sola, y que unos ojos hambrientos la estaban vigilando desde la espesura de la vegetación. No pasó mucho rato para que de los arbustos saltara por fin un tigre al ataque, lo cual causó que la sirena diera un grito debido a lo desprevenida que estaba y casi por instinto saltara a colgarse bien alto con ayuda de sus tentáculos de unas ramas cercanas, desde donde miró al hambriento felino mirarla fijamente e intentando saltar y alcanzarla. - ¿Q-QUÉ NO SABES QUE LAS MEDUSAS SON VENENOSAS? - Reclamó al tigre de forma molesta y muy asustada, para luego mirar a todos lados en busca de alguna ruta de escape, pero ya no habían ramas lo suficientemente gruesas alrededor y arriesgarse a colgarse de las pequeñas y que se rompieran no era verdaderamente una opción. - ¿Por qué a mi? - Se lamentó la pequeña, resignándose a quedarse ahí abrazada de la rama hasta que el tigre se cansara y se fuera por cuenta propia.
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Malak Ruko
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Post by Malak Ruko on Sept 15, 2017 21:53:21 GMT
El incubo se encontraba en su morada oportunamente, disfrutando de la agonía del aburrimiento que le reclamaba su atención casi por completo, no fue sino hasta que sus suplicas de atención o de señales de vida fueron contestadas por la tableta, aun cuando fuera una sola persona no fue mayor su alegría al leer que se trataba de la pequeña sirena que había conocido apenas si brevemente en la playa, fue inevitable que no hablara de forma sobre protectora con ella, pues algo despertó en el un extraño sentimiento, no la veía como una amada ni como una amiga sino algo un poco mas profundo ... quien sabe que seria.
como avisaba que vendría algo paso por su mente, no era de los que les gustaba recibir invitados sin algo con lo que se pudiera acompañar, incluso si no fueran a hablar de nada, la comida siempre llenaría un silencio o daría algo de que hablar. y así dirigió su camino para adentrarse a los manglares en busca de algunas hojas para preparar algo de té y comer con los pastelillos y galletas que había traído de la ciudadela, un té de jazmín seria delicioso o quizá de rosa imperial, el que fuera ... sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho a lo lejos un grito familiar que hizo que se dirigiera en otro camino.
al acercarse a este se dio cuenta que se trataba de nada mas que Ondine, su niña la cual escapaba de un tigre ... bueno, escapar en cierta forma pues este no estaba del todo interesado en ella sino en jugar con los mantos de ropa que llevaba en su ropa, -oh, que hace este tigre aquí atormentando a esa pobre niña?- se acerco finalmente al tigre al cual acaricio empezando por las orejas. no lo resistió y termino sucumbiendo en el piso, mostrando su estomago y patas haciendo un leve ronroneo. -Ondine, pequeña baja de ahí, este gato no te hará nada~- finalmente exclamo mientras acariciaba el estomago del felino - puedo ver tu trasero desde aquí, baja ya- decía con su tono maternal, observando como era que ella se aferraba a las ramas. honestamente si fuera el también un gato haría lo mismo
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Post by Deleted on Sept 16, 2017 0:58:07 GMT
La pequeña estaba fuertemente aferrada al árbol con brazos, piernas e incluso usando sus tentáculos como una soga que la amarraba a la rama, pero al escuchar aquella voz que se acercaba a la distancia no pudo evitar soltarse un poquito y voltear en esa dirección, topandose con la grata sorpresa de que se trataba de nada más ni menos que Malak, su salvador. - ¡N-No te acerques! ¡Te va a... - Gritó la pobre sirenita al ver que el tigre seguía ahí abajo, cosa que al parecer no le importó tanto al incubo, el cual se acercó de forma segura e incluso se puso a acariciarlo como si fuera un gato domestico. - ... ¿Comer? - La actitud del tigre había cambiado drásticamente, por lo que la confusión no se hizo esperar en la medusa, la cual aún no hacía ni el intento de soltarse a pesar de que ya se le había dicho que no le haría nada. Aún tenía miedo y se encontraba algo alterada, por lo que sin importarle la amabilidad de su amigo, negó en repetidas ocasiones con la cabeza mientras se volvía a aferrar a la rama. - ¡Noquieronoquieronoquiero! ¡Gatos y peces no se llevan bien, todos lo saben! - Respondió ante el primer comentario del chico, pero al escuchar el segundo, el miedo pareció esfumarse de repente, dejando en su lugar una absoluta y profunda vergüenza. [Es...Está viendo mi trasero...] Pensó la sirenita mientras abría más de lo normal sus ojitos y su cara comenzaba a colorarse lentamente, pues debido a que era una sirenita inexperta en tierra, apenas y podía ponerse una falda para "parecer normal" fuera del agua. ¿Eso significaba que también podía ver...? - ¡Kyaaa! ¡NO MIRES! - Chilló mientras tomaba los extremos de su falda y los doblaba hacia adentro mientras que también cerraba sus piernas, haciendo que la tela se ajustara a sus piernas y así no se pudiera ver nada hacia el exterior, lo que causó que sus tentáculos resintieran todo su peso y terminaran por soltarse de la rama, haciendo que la pequeña cayera una vez más al agua y salpicara de agua todo su alrededor. Unos segundos después, la cabeza de la sirena emergió entre las aguas, dejando ver así su carita toda colorada y sus ojitos llorositos. ¿Por qué siempre terminaba en situaciones tan desafortunadas?
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Malak Ruko
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Post by Malak Ruko on Sept 16, 2017 23:45:57 GMT
Al ver aquellos ojos y cabello salir por sobre el agua una sonrisa salio de sus rostro, pareciera que últimamente no tenia situaciones en donde pudiera sentir esa paz en el como para permitirse reír por motivos simples, simplemente se acerco a la orilla de aquel pequeño charco del que callo y sentándose en el suelo metió sus pies al agua mientras miraba a Ondine con una sonrisa apacible. -parece que solo atraes problemas mi pequeña Ondine- decía mientras jugueteaba con el agua en sus pies y acariciaba las hojas que había conseguido y escarbaba en el suelo, descubriendo algunas de las florecillas rojas que había mencionado
mientras veía como era que la sirena se dejaba ser en el estanque hasta que se sintiera cómoda en el estanque el jugueteaba con su cabello hasta que fue después alcanzado por el tigre que lo tumbo al suelo y comenzaba a acariciar con la nariz y lamia el rostro causando le cosquillas pero finalmente un trueno salio por entre los cielos anunciando una lluvia prominente. el tigre huyo
-Mi niña, sera mejor que salgas aun debemos ir a mi casa a tomar el té y comer unos pastelillos- decía mientras el viento soplaba suavemente acariciando el cabello de este -ven mi niña, en mi casa te daré algo para que este seca- finalmente se levanto mirando a Ondine, esperando a que ella decidiera salir del agua y se acercara a el, como ella era un ser de agua supuso que la lluvia no seria molestia y como el siempre acostumbraba a la humedad en sus ojos, ademas que necesitaba de la lluvia, así el té seria mas delicioso. tomo su canasto en donde llevaba ahora sus hojas y sus flores
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Post by Deleted on Sept 19, 2017 0:30:30 GMT
Después de quedarse un ratito en paz en el agua esperando a que se le bajara la vergüenza y lo colorado de la cara, y también al ver como el tigre se iba y Malak le pedía que saliera del agua, decidió que era tiempo de obedecer, pero cuando ya estaba nadando hacia la orilla un gusanito de la curiosidad invadió su mente y la hizo recordar sobre lo que estaban hablando en la tableta anteriormente. Ésto combinado con el hecho de que se acercaba una tormenta, le dio una idea bastante infantil (y quizá eficaz) de hacer que su amado amiguito le enseñara la cosa interesante que había mencionado antes, por lo que paró en seco y se giró para poder ver al íncubo una vez más con una sonrisilla entusiasmada y malvada en el rostro.
- ¡Saldré si me enseñas a hablar con personas a través de un libro! - Dijo en un tono animado mientras sacaba sus manitas del agua y las juntaba frente a su carita. - Te prometo que seré buena y no te interrumpiré en las explicaciones. Sólo una vez y no lo pediré más, ¿Si, si, sí? Anda, di que sí. - Insistió con aquel brillo emocionado en su mirar mientras que las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer, siendo acompañadas de un aire algo fuerte.
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Malak Ruko
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Post by Malak Ruko on Sept 20, 2017 22:58:40 GMT
Por un momento miro a la sirena que se encontraba en el agua, sus exigencias eran bastante precipitadas pues el ya se había ofrecido a enseñar le eso pero una sonrisa fue lo que salio de sus labios mientras observaba como era que ella se contoneaba en el agua como una nena pequeña de las que había visto en Reapergate de cuando el era niño, sin embargo el cielo se mostraba poderoso y fuerte como siempre y aun cuando no hubiera empezado la llovizna el ya la veía venir -hehe esta bien mi niña, pero para eso necesito cosas necesarias ...- un silencio paso por poco tiempo -pero las tengo en mi casa, por lo que deberemos ir y después de comer te enseñare- termino agachando se en dirección a la sirena, sonriendo le.
finalmente escudriñaba por entre su canasto viendo que había algunas cosas que no tuvo por contemplado así que durante un momento salio lejos de la zona de visión de la sirena, buscando entre las hiervas unas plantas pequeñas pero que de igual forma poseían unas espinas largas, estas eran tan frágiles que le costo un momento tomar una pues se rompían con facilidad
después volvió a acercarse con la sirena -estas lista mi niña?- dijo mientras cargaba su canasto y cubría con las hojas de té y flores aquella espina, estas hojas eran de un aroma tan fuerte que rápidamente se mezclo con el aroma de la tierra mojada que arrastraba el viento a la distancia -oh mi niña, deberemos darnos prisa si queremos llegar antes de que nos bañe el agua de lluvia- dijo sonriendo mientras dirigía algunos pasos en dirección a su hogar -vez aquella copa de árbol? la que es de colores rojos y naranjas- decía mientras daba una pausa a la respuesta -es a ese lugar al que iremos, mi hogar se encuentra dentro del tronco de ese, solo que se sube escalando unas escaleras- finalizo a la sirena
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Post by Deleted on Sept 27, 2017 0:18:20 GMT
- ¡WIIIII! - Fue la única respuesta de la sirenita, la cual comenzó a nadar en círculos e incluso ondeaba sus tentáculos con alegría. - ¿Ya había dicho que eres el mejor? No... Creo que no... ¡ERES EL MEJOR, MALAK! - Gritó alegremente mientras por fin se acercaba a la orilla, pues ya había comenzado a sentir las gotas y no sería bueno exponer a su querido amigo a un resfriado por andarla esperando.
En el momento en que la medusa iba saliendo del agua y se exprimía un poco el agua de la ropa y del cabello, se distrajo completamente y al voltear nuevamente ya no vio a su compañero, por lo cual su gesto se tornó un uno de confusión. - ¿Malak? - Preguntó en un tono no tan alto y comenzó a voltear de un lado a otro, buscándolo con su mirar. [¿Ya se iría? Oh no... ¿Y si vuelve el tigre ya que me ve solita?] Ondine juntó sus manitas frente a su rostro y volteó hacia la dirección en la que se había ido el tigre, preocupada. [No quiero ser comida de gato...]
Repentinamente la voz del incubo se hizo presente nuevamente desde la dirección contraria, por lo que la boticaria pegó un salto por el susto y volteó hacia él. - ¡AY! Pensé que te habías ido sin mi y que el tigre había vuelto. - ;-; Respondió la sirena mientras se tomaba su pechito sintiendo su corazón a mil por hora. - Por mi no hay problema con mojarme un poquito, después de todo ya estoy empapada. - Dijo de forma divertida mientras comenzaba a seguirlo y sacudía sus bracitos, haciendo que salpicara un poquito su ropa. - ¿N-Nunca te has caído de ahí? - Cuestionó, viendo el árbol donde yacía la morada de su amigo de manera algo intimidada. Desde su experiencia de vuelo con Velfast, la pobresilla le había tomado miedo a las alturas.
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Malak Ruko
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Post by Malak Ruko on Sept 28, 2017 21:53:43 GMT
al ver a la sirena como se pavoneaba y celebraba algo tan simple una leve sonrisa se dibujaba en su rostro, la felicidad de aquella le hacia sentir una envidia fuerte la cual carcomia su pecho pero, el estaba feliz por ella ahora
-para nada mi niña, me feliz al sentir un poco de agua en mi rostro- dijo ante las preocupaciones de la sirena
al escuchar las preguntas de la pequeña ser de mar una ceja se arqueo en su rostro pensando en sus experiencias con su morada, era cierto que era de gran altura y con unas proporciones descomunales pero, que se esperaba de un árbol tan viejo como mirovia misma, acaricio su barbilla con una de sus manos y analizo la altura del árbol para ver si alguna vez se había caído -supongo que alguna vez debí de haber lo hecho pequeña, pero realmente no lo recuerdo hehehe- termino con una risa un tanto nerviosa pues el no recordar le hacia sentir pena por la mala memoria
finalmente llegaron a lo que parecía una cesta de considerable tamaño con dos sogas en ellas, sogas tan gruesas y fuertes que casi eran del grosor del brazo del incubo. este finalmente se subió a la cesta mientras le hacia espacio a la sirena para que se subiera en ella también. mientras tomaba la soga que quedaba libre sujetando la a su cintura -sube pequeña, sera divertido-.
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Post by Deleted on Oct 17, 2017 23:25:19 GMT
Al ver como el incubo se subía tan tranquilamente a aquella cesta y se sujetaba la cuerda a la cintura, la sirenita tuvo un mal presentimiento y le llegó un mareo terrible, por lo cual se hizo algunos pasitos hacia atrás y sacudió un poquito la cabeza. Como si aquello no fuera suficiente, las nauseas aparecieron repentinamente al escuchar como le pedía que subiera, por lo que comenzó a negar fuertemente con la cabeza mientras juntaba sus manitas a forma de súplica. - ¡He cambiado de opinión! ¡Mejor me voy a mi casita! - Respondió casi a modo de berrinche mientras se daba la vuelta y se disponía a irse por donde había venido, pero oh sorpresa, el tigre que hace un rato casi le pegaba un infarto estaba asomandose desde un arbusto cercano.
- . . . - El tigre y ella se miraron por algunos segundos, mas el tigre decidió romper aquella tranquilidad y saltó del arbusto, por lo que la sirena pegó un gritillo y salió corriendo hacia donde estaba Malak, subiéndose casi de un salto desesperado a la cesta y abrazándolo fuertemente. - ¡NO DEJES QUE ME COMA! - Suplicó la sirenita mientras ocultaba su rostro en el pecho ajeno, temblando de miedo mientras se aferraba a él.
Sin embargo, el tigre no parecía querer comersela del todo, pues en cuanto vio que se había subido a la cesta con el joven, éste se retiró y se perdió otra vez entre la vegetación. Quizá sólo estaba devolviendo el favor...
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Post by Malak Ruko on Oct 22, 2017 23:19:34 GMT
En ese momento en que vio como la sirena desistía por si bajar o subir la canasta una profunda tristeza le había entrado en su pecho aun que bien no podía culpar la pues los seres de agua prefieren estar abajo y no arriba, esto solo lo mostraba con una cara de tristeza en su rostro la cual intentaba no hacerla notar tan fuerte mientras la veía como se retiraba por donde venia
Después un sonido alarmante le hizo levantar la cara de susto cuando vio que finalmente que la sirena se había abrazado a el, sujetándolo con fuerza en un abrazo que le hizo sonreír plenamente mientras le miraba el rostro tan delicado e inocente que tenia esta -jamas- en ese momento dio un jalón de golpe a la "cuerda que sujetaba aquel canasto elevando los por los cielos como si de un pequeño juguete se tratara ese canasto
Después de que el canasto se calmara del golpe y solo se quedara ahí levitando, el viento soplo levemente golpeando en el rostro de ambas criaturas el calor del sol que resaltaba apenas por el brillo que producía pues el arrebol comenzaba a invadir apasionadamente el cielo -puedes mirar si gustas mi niña- le dijo a la sirena mientras poco a poco iba jalando la cuerda para subir poco a poco hasta la "casa" del incubo -esta siempre ha sido mi parte favorita de esto- dijo mientras poco a poco mientras subían los rallos se luz comenzaban a teñirse por pequeños "cristales que había colocado colgando de la copa del árbol las refracciones que hacia la luz a través de ellos hacia que los colores del arcoiris se plasmaran en los cuerpos de ambos hasta de que un golpe suave su destino se anuncio pues habían llegado a la casa del incubo. la cual era un orificio enorme en el tronco del árbol
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Post by Deleted on Oct 24, 2017 21:06:27 GMT
Los primeros momentos después de sentir como se elevaban rápidamente fueron totalmente aterradores para la pequeña sirena, la cual se aferraba más y más a él con aquellas manitas temblorosas que, junto con sus ojitos cerrados con fuerza y su expresión asustada, la hacían ver cual niña pequeña. El tan solo sentir como se desplazaban la llenaba de pavor, uno tan puro y fuerte que de no ser porque sabía que se encontraban a algunos metros del suelo ya se hubiera desmayado.
Sin embargo, al escuchar la amable voz del íncubo que no parecía no temer ni un poco a comparación de ella, la pequeña medusa se atrevió a abrir lentamente sus ojos y volteó hacia enfrente, topando su mirada con aquella hermosa vista que resultaba del brillo del arrebol junto con las delicadas gotas de lluvia, las cuales hacían parecer como si estuviesen cayendo desde el cielo pequeñas chispas de fuego. Poco a poco el miedo de la mujercita bajó y bajó, lo que fue notorio cuando dejó de aferrarse tan fuertemente al joven y ahora sólo lo abrazaba con una intensidad normal, ahora sonriendo debido a la belleza que se mostraba ante su mirar.
Como si eso no fuera poco, pronto los ojos de la pequeña chica blanquecina se inundaron por el brillo de mil colores, los cuales se impregnaron en ellos e hicieron ver aquella escena como el hermoso cuadro de un artista extravagante. - ¡Ohh! ¡Es tan bonito! - Dijo la sirena con impresión en su voz, mirándose a sí misma y luego desviando su mirada hacia el interior del tronco del árbol. - Nunca había siquiera imaginado algo así... ¡Vives en un lugar precioso al igual que tú! - Admitió mientras elevaba su mirada hacia los ojos del joven, sonriéndole de manera resplandeciente.
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Post by Malak Ruko on Oct 29, 2017 23:13:23 GMT
"vives en un lugar precioso al igual que tu" solo fue cosa de un pequeño cumplido para hacer algo que alguien nunca jamás había logrado pues una extraña sensación recorrió su pecho hasta su rostro volviendo sus mejillas en un tono rosado y... un dolor nunca conocido en su pecho, supuso que era por el peso de haber llevado a alguien finalmente a su hogar pues nunca nadie había llegado a ir tan lejos. -g-gracias mi niña- cubrió su rostro con una de sus manos mientras con la otra se aferraba a la cuerda para poder levantarse suavemente e inconscientemente desprenderse de aquel dulce abrazo bajarse del canasto hacia la entrada de su casa y ya que una vez estaba completamente seguro y firme en esta extendió la mano a la sirena para que esta también se bajara -ven- le dijo mientras a los ojos le miraba sin darse cuenta que aun el sonrojo era evidente en sus mejillas
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después de sujetarla y ver que se encontrara en un lugar seguro tomo su canasto en el cual llevaba sus cosas y lo sujeto nuevamente en sus manos después se dirigió a la sirena y mirándola le sonrió amablemente -por favor pasa, es tu casa- después le miro a la sirena mientras abría lo que sería una puerta de lo más sencilla, arañada y con rastros de quemaduras pero al abrir la puerta un salón grande fue el que se abrió a sus ojos, iluminado de dulces tonalidades celestes, naranjas, rosadas e inundado por la luz que llegaba a entrar por el arrebol pues una enorme ventana era la que daba finalmente la vista al mar ,muebles llenos de cristalería, gemas en las esquinas, orquídeas en las mesas, esculturas en estanterías, y una pintura enorme sin terminar en el fondo
-por favor toma asiento- le dijo a la sirena mientras dejaba el canasto en su mesa y con cuidado abría la silla para que se sentara pero en ese momento entonces pensó "pero esta mojada, si se mantiene así podría tener un resfriado”... en ese entonces sin decir nada se dirigió a lo que sería una pequeña puerta de la mitad del tamaño de el a la cual tuvo que agacharse para entrar. y al salir salió con dos telas den las manos y se acercó a la sirena que estaba sentada poniéndole por sobre sus hombros pequeños y delicados la primera de las telas que era una especie de tela bordada en algodón rosado -con esto podrás secarte mi pequeña- diciendo esto con su rostro cerca a la mejilla de la sirena ... por un momento se vio tentado a poder juntar sus labios con la piel de la sirena pues esta se veía tan suave y dulce ... "QUE DEMONIOS ESTAS PENSANDO!!!?" después pensó separándose finalmente de esa posición y simplemente se sumergió en la tela que había traído para él la cual era una tela de menor calidad, áspera y con aspecto de haber sido usada durante años y años -espero que mmmmmh- (sonidos de secarse) -no recojas un resfriado mi pequeña-
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Post by Deleted on Nov 9, 2017 7:26:28 GMT
Justo cuando creía haber comenzado a oír a un bello espíritu de la naturaleza entonando una canción romántica solo para ellos y ver el mundo iluminado por una bella luz casi celestial, llegó a sentir como si aquel momento hermoso y perfecto fuera a durar para siempre y por siempre, más aquella confortante sensación cesó tan pronto como el joven apartó sus suaves y cálidos brazos de ella para sujetarse y cubrirse la cara por alguna extraña razón. Tras ello, la sirena se vio anclada una vez más en su gris e insegura realidad, lo que hizo que se percatara de que tal vez había pasado demasiado tiempo pegada a él y ahora quizá estaba molestándolo, así que prácticamente el pensar en ello la obligó a retroceder una vez el cesto había quedado estético para retomar su compostura mientras que Malak bajaba, ocultando su mirada tímidamente al hacerlo. Sin embargo, el oír nuevamente la dulce voz del incubo y el ver su mano extendida hacia ella hizo que elevara nuevamente su cabecita hacía él, lo que causó que notara el sonrojo que se había apoderado del rostro ajeno. - V-Voy... - Contestó en un tono bajito pero feliz, el cual era en su mayor parte causado por lo enternecedor de aquella escena que sus ojos contemplaban. Así pues, sintiendo un montón de mariposas en su interior, tomó la mano que le era ofrecida para poder bajar con seguridad y se colocó poco después al lado del alto joven gracias a su ayuda... Nisiquiera se percató de que había comenzado a sonreír debido a ello.
Una vez más obedeció al escuchar las indicaciones del muchacho, dando como respuesta el simple asentir con su cabeza y adentrándose lentamente en aquel lugar, siendo bienvenida por una puerta de lo más peculiar: Tenía rasguños, tenía quemaduras... ¿Qué clase de cosas había presenciado y aguantado para terminar en un estado así? Fue la pregunta fugaz que recorrió la mente de la sirena, la cual no dijo nada al respecto y tan solo se limitó a acariciarse un poco sus propias manos debido a lo heladas que las sentía, pero todo aquello pronto pasó a segundo plano cuando vio como la puerta se abría y revelaba lo que protegía.
La vivienda de Malak era impresionante y muy hermosa; Finas esculturas por aquí, gemas por allá, incluso una hermosa vista hacia el mar que llamó inmediatamente la atención de la medusa y causó que sus ojitos comenzaran a brillar. Pero lo que más le llamó la atención, sin duda, fue una gran e imponente pintura que estaba al fondo de aquella morada, la cual capto enteramente su atención y permaneció mirándola incluso cuando el joven le ofreció un asiento y se fue, por lo que fue una gran sorpresa el sentir aquella suave y hermosa tela cayendo sobre sus hombros.
- Oh... G-Gracias... - Dijo la sirenita mientras daba una leve reverencia, levantando después la mirada tan solo para observar como Malak secaba su hermosa cabellera con aquel trapo que traía entre manos. Verdaderamente el agua que había tenido la sirena encima se había secado hace un rato ya, quizá porque era una criatura marina cuya piel absorbía con facilidad el agua que caía en ella o tal vez por el viento al que se había expuesto al subir a aquel árbol. Sea como sea, el frío comenzó a invadir su cuerpecito y la hizo envolverse un poco en aquella manta mientras escuchaba la preocupación del íncubo por su salud, lo cual hizo que desviara la mirada y ocultase un poco la cara entre la fina tela para que no fuese evidente su sonrojo.
- N-No me enfermaré a cambio de que me abraces. - Musitó en un tono demasiado bajo, ocultando incluso más su rostro debido a la pena que el decir aquello le trajo.
¿Por qué había dicho eso? ¿Fue un impulso, o quizá un deseo que no pudo guardarse para sí misma? Fuera lo que fuera, esperaba que no la hubiera oído realmente... ¡Qué vergüenza!
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Malak Ruko
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Post by Malak Ruko on Dec 2, 2017 0:39:59 GMT
Mientras se secaba el cabello el incubo había creído escuchar algo por lo que quitando los harapos que tenia en su cabeza volteo a ver a la sirena expresando una mirada un tanto confundida ... algo iba a salir de sus labios pero un "mande?" pero conforme miro a la sirena las palabras se iban desapareciendo de su mente mientras nuevamente ese golpeteo en su pecho aparecía ... un golpeteo extraño ... un golpeteo que hacia que el aliento se le arrebatara mientras la miraba atentamente a la sirena cubrirse con la manta que le había dado, pero poco fue el tiempo que le duraría esa tortura pues rápidamente volvió en si y con un extraño y sutil nerviosismo se dirigió a lo que seria su intento de cocina la cual constaba de algunas piedras planas encimadas una sobre otra sobre otra en la cual al tope estaba la leña y una rejilla de metal -s-sabes hehe aun te debo una taza de té- finalmente se escucho el traqueteo de las cosas moverse y al final ... el sonido de la leña encender se -con esto podremos entrar en calor- finalmente se acerco a la sirena aun que no lo pensó bien en ese momento pues solo pensaba en tomar algunas de las hojas que había llevado en el canasto pero finalmente cuando recordó en el momento poco antes de retirar la mano finalmente miro y recordó que aquel bulto de tela era Ondine la miro con los ojos un tanto espantados pero ... con sonrojo -p-perdón no era mi intención estorbar ...te- finalmente se alejo con las hojas en la mano
Después se arrodillo frente a la sirena y le extendió las manos a la sirena -cual de estas dos ... te gustaría probar?- le dijo a la sirena mientras le enseñaba las hojas que tenia en sus manos acercando las a lo que el creería fueran las rodillas de la sirena -mira ... estas hojas son de un fruto cítrico y saben demasiado bien te lo aseguro amor y estas son de una flor la cual solo crece cerca de las zonas nevadas- finalmente con las hojas en la mano reacciono a lo que había dicho antes pero no dijo nada "idiota idiota idiota idiota" mientras su rostro se tornaba un tanto rojo pero finalmente la miro a la sirena un tanto nervioso esperando por que no lo halla notado solo encontraba un tanto de consuelo en un pequeño rincón de su interior ... nuevamente aquel dolor que se le presentaba "que demonios pasa conmigo? este dolor ya no es normal... sera que me he enfermado de algo?"
Después de poco de haber pensado entonces que era lo que le pasaba volvió a ver a la pequeña sirena que se mostraba frente a ella.... "su rostro siempre se ha visto tan ... hermoso? ... tiene un cabello tan ...lindo .... QUE DEMONIOS ESTOY PENSANDO!?" poco después entonces miro por encima de ella y vio la que seria su pintura inconclusa y con un poco de juegos de perspectiva una epifanía fue la que le llego en su mente, un alivio hermoso que tanto resolvió tanto una duda como lleno una inquietud en lo profundo de su corazón ... pero debería esperar
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Post by Deleted on Dec 3, 2017 5:11:00 GMT
"Afortunadamente" no hubo una respuesta a lo que había murmurado ni mucho menos el abrazo tal y como ella había "deseado", pero por alguna razón aquello no le agradó del todo, por lo que tan sólo pudo bajar la mirada para después cerrar sus ojos, acariciando un poco su tersa piel en la suave tela en la que se hallaba escondida a modo de consolación. Al menos la manta era tibia...
El ruidoso movimiento de los utencilios de cocina del íncubo fueron los que hicieron que la chica volviese en sí, abriendo los ojos inmediatamente y dirigiendo la mirada hacia donde estaba el joven, el cual estaba hablandole de manera extrañamente nerviosa. ¿O será que tenía frío? Oh, había encendido un poco de leña, entonces seguro que si tenía frío pronto se le iba a quitar. - Ah... S-Sí... El té. - Respondió en un tono bajo y suave, viendo después como el joven se acercaba hasta el punto de habersele echado encima, lo cual causó que la pobre sirenita intentara hacerse para atrás por instinto, aunque aquello de nada sirvió, pues aún así sintió claramente el cuerpo ajeno sobre el suyo. - M-Malak... - Dijo con un hilillo de su voz mientras sacaba sus manitas de entre la tela, llegando a tocar un poco su torso para hacerle notar que estaba ahí, cosa que el joven pareció entender claramente, pues se apartó después de aquello.
En sus manos habían algunas hojitas que no tardó en ofrecerle arrodillándose ante ella, incluso explicando el sabor y la procedencia de cada una. Ay... Era tan educado y géntil, incluso si no fuera así el tan sólo verlo en aquella posición le traía bellos recuerdos que hacían palpitar tanto su corazón que hasta sentía como si se le fuera a salir del pecho, pero... ¿Ehh...? ¿Cómo le había dicho? -¿A-Amor? - Repitió sin pensarlo con un tono entre sorprendido, alegre y nervioso mientras se quitaba la manta de la cabeza, dejando que su rostro y su larga cabellera se asomaran una vez más. El calor del fuego sin duda estaba haciendo efecto y las mejillas rosadas de ambos arcanos eran la prueba... ¿O sería que aquel sonrojo era a causa de algo más?
Quizá el que Malak hubiese dicho esa palabra había sido una confusión, un recuerdo que volvió en forma de una ilusión o quizá incluso ella había escuchado mal, así que sólo decidió hacer como si nada hubiese pasado y acercó su mano hacia la hoja de los frutos cítricos, pero en vez de tocar la hoja o incluso señalarla, decidió rodear la mano del chico con las suyas, indicando esa como la elegida para el té. - M-Me gustaría probar ésta, Maly... - Respondió por fin, sonriendo al sentir el calor de su piel. - Por favor... -
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