Post by Tallha on Sept 17, 2017 2:45:43 GMT
Los buenos ánimos no se los podía quitar nadie, portaba una alegre sonrisa mientras observaba sus alrededores, caminaba a buen ritmo para llegar al gran lago, daba palmaditas siguiendo el compás de una canción recurrente en su mente. Su amigo Yvarr le había dado la noticia de unos peces que estaban habitando en el gran lago de las hadas, le parecía una buena idea para contribuir a la comunidad y de paso ganar un poco de dinero al vender los ejemplares… o una aún mejor: ¡Comerlos! No se imaginaba que tipo de peces podrían ser pero ella adoraría degustarlos, además la pesca no era nada difícil, no al menos las veces que lo había intentado.
Había volado gran parte del trayecto y aunque sus pies dolían un poco no se arrepentía de haber caminado el resto. Admiraba la singular belleza del manto de agua, ese era sin duda su segundo primer elemento favorito. Se quitó las correas del bolso, colocándolo en el suelo sentándose al lado sobre la grama creciente a orillas del agua y procedió a desatarse las tiras que mantenían justas las sandalias. No tenía una técnica prevista para darles caza, cuando tenía ganas de pescado simplemente se sumergía y tan sólo usaba sus garras para conseguirlos, ¿sería igual de fácil con estos? No lo iba a saber hasta intentarlo. Hizo a un lado las sandalias y se levantó, hizo unos cuantos calentamientos, movimientos que le causarían gracia a quien la viera. Entre eso observo el paisaje de los inicios del bosque de las hadas preguntándose quiénes, aparte de las susodichas, habitaban en él; al igual un recuerdo floto por su mente de cuando llego a sus oídos el nombre del bosque de los susurros, le daba mucha curiosidad sobre cómo sería. Dio fin al ejercicio, con una sonrisa y sin importarle el seguir usando su vestido se preparó para zambullirse en el lago.
Había volado gran parte del trayecto y aunque sus pies dolían un poco no se arrepentía de haber caminado el resto. Admiraba la singular belleza del manto de agua, ese era sin duda su segundo primer elemento favorito. Se quitó las correas del bolso, colocándolo en el suelo sentándose al lado sobre la grama creciente a orillas del agua y procedió a desatarse las tiras que mantenían justas las sandalias. No tenía una técnica prevista para darles caza, cuando tenía ganas de pescado simplemente se sumergía y tan sólo usaba sus garras para conseguirlos, ¿sería igual de fácil con estos? No lo iba a saber hasta intentarlo. Hizo a un lado las sandalias y se levantó, hizo unos cuantos calentamientos, movimientos que le causarían gracia a quien la viera. Entre eso observo el paisaje de los inicios del bosque de las hadas preguntándose quiénes, aparte de las susodichas, habitaban en él; al igual un recuerdo floto por su mente de cuando llego a sus oídos el nombre del bosque de los susurros, le daba mucha curiosidad sobre cómo sería. Dio fin al ejercicio, con una sonrisa y sin importarle el seguir usando su vestido se preparó para zambullirse en el lago.