Martina
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Post by Martina on Sept 17, 2017 10:00:26 GMT
La elfo reviso su notas un par de veces para asegurarse todo estuviera en orden. Todo estaba marchando bien en su trabajo como sastre, había empezó a estudiar el grimorio trajo con ella de su hogar, Parma. Era un libro muy complicado.. muchas páginas se encontraban en lenguas elficas muy diferentes a las que ella sabía, así que por ahora se concentraría en recetas sencillas.
Con ayuda del grimorio podría empezar a estudiar cómo elaborar objetos con propiedades magicas pero estos requerían más materiales además de la tela y los hilos.. Haría caso a la advertencia de un amigo de no intentar nada que pudiera meterla en problemas e intentaría comprar los ingredientes de personas que se especializaran en el área. De esa forma incluso podría apoyar a otros comerciantes como ella, así que todos saldrían beneficiados. Su meta era poder crear algo que pudiera ser de utilidad para muchos.
Había tenido la fortuna de encontrar a alguien que podría ayudarla con eso, un comerciante con el cual habia charlado a traves de la tableta. Al parecer se trataba de un viajero y tenía con él muchos objetos especiales y unicos en su clase los cuales vendía. No era la primera vez Martina compraba materiales a otros, ya lo había hecho en el pasado con cazadores para tener pieles y cuero.. aunque era la primera vez debía ella buscar a un proveedor en una taberna. Bueno, seguro tenía sus razones. La elfo ya había visitado ese lugar en ocasiones pasadas así que pronto se encontró en las puertas de aquel establecimiento. Se quedó un momento en la puerta, intentando ver si podía distinguir a aquella persona de entre las demás. “… cual de todas esas personas será Dustfinger?.. “
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Post by William Tolkien on Oct 11, 2017 2:23:39 GMT
Su trabajo habia sido bastante laborioso, exceptuando la venta de la yegua blanca que habia obtenido tiempo atras, habia recibido una buena patada por parte del hermoso ser, pero nada lo satisfacia mas que hacer pagar o castigar a todo aquel que le hiciera o desobedeciera todos sus caprichos, asi fue como decidio que era hora de darse un merecido descanso, claro como el era el capitan y lider de sus hombres podia darse el lujo de ir a tomar algo en lugar de romperse la espalda trabajando, aunque lo haria de igual manera.
—¿Que es mejor que obtener mas riquezas? ¡Por supuesto! un exquisito tarro lleno del mejor ron Miroviano y un gran plato de comida hecho por la bellisima señorita Giselle, hm... me pregunto si la señorita Martina llegara para nuestras negociaciones...bueno si no viene igual la grata compañia de Giselle cura cualquier mal.—
Dijo para si mismo y dirigirse hacia la taberna del dragon ahogado, observando una pequeña elfo que se encontraba en la puerta...aunque no le gustara decirlo se encontraba estorbando...asi que le toco el hombro para decir.
—Hey bombon, sera mejor que desocupes la entrada, algunos arcanos pueden ser algo...bruscos y no lo digo solo por los que tienen su forma sellada, si no que viene una orda de orcos que beben aqui seguido, por alla.—
Dijo señalando para levantarla facilmente tomandola de la cintura y moverla a otra parte ya dentro del establecimiento, una vez termino sonrio a la chica para ir a sentarse en una mesa. —¡¡Hey tabernero sirvame ron y que no pare, tambien su mejor comida que hoy vengo con nuevas riquezas!!—
Una vez grito eso y se fue a sentar al fondo de toda la taberna el encargado rapidamente sonrio, ese Nekomata que servia las bebidas y entregada a la mesera. "—Nya enseguyda señor Dustfinger!—" Grito el felino mientras servia el tarro para el cliente mas habitual, claro con leves aires de que si no lo atendian ademas de perder un buen cliente, se podria poner el ambiente algo hostil con el.
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Post by Martina on Oct 12, 2017 22:59:39 GMT
Aun permanecía en la puerta un poco insegura sobre en qué dirección debía dirigirse. La taberna era grande y había muchas mesas con arcanos de diferentes oficios y razas, desde la puerta seria mas facil identificar a quien buscaba y que ir preguntando o dirigirse a mesas sin realmente saber.
El toque en su hombro llamó su atención y giro hacia el hombre se dirigía a ella - “ !- Lo lamento, buscaba a alguien y no tengo idea como se vee- eh?! -” aquella persona la había tomado de la cintura y la habían movido a un extremo de la taberna a una mesa. Al ser un elfo su cuerpo no era muy pesado así que moverla de esa forma no era cosa difícil.
Su mirada se llenó de confusión y pregunta a ver si esta era la persona buscaba, de no ser así seguro estaba en frente de un extraño que parece había bebido demasiado - “....dust...finger? “ - le dice mientras se acomoda en una de las sillas para no llamar tanto la atención estando parada. - “ Se trata de us-.. de ti?” - había pensado dirigirse de forma formal pero tomando en cuenta el lugar donde se encuentra lo mejor sería dejar eso a un lado, bajo la mesa lentamente llevaba su mano sobre uno de sus guantes, para revisar algo escondía ahí se encontrara en su lugar.
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Post by William Tolkien on Nov 17, 2017 4:42:07 GMT
El arcano se encontraba tan ensimismado en su nueva bebida, la deliciosa botella de ron que ansiaba beber con tanta alegría, era lo que más le reconfortaba después de por supuesto el sexo y quizá una que otra cosas que principalmente se guardaba para si mismo. Miro a la mujer peli naranja que estaba sentada con una cara de confusión, que tierna era, lástima que mi corazón ya está apartado pensó para si dando un gran trago a su vaso de ron, luego de ese trago miro a la tabernera e hizo una seña con la cabeza, la segunda ronda había comenzado casi casi justo al iniciar la primera, luego de eso suspiro pesadamente para sonreirle coqueto a la elfo y luego decir.
—Parece que alguien quedo completamente abrumada por que la cargaran¿acaso nunca le habían tomado de la cintura? Me sorprendería que no por su gran belleza ¿Señorita...?...—
Pronuncio esto último esperando escuchar un nombre cuando su atención regreso a la bebida alcohólica que nunca era suficiente, era como todo tipo de dragón existente sobre la tierra, un alcohólico y no estaba para nada avergonzado por esto al contrario podría hacer una competencia con cualquier arcano que pisara la taberna y beber sin parar hasta que uno cayera noqueado por la bebida pero el no, nunca caía rendido lo cual era algo gratificante, luego suspiro pesado después de varias horas de espera para oír la voz de un arcano decir.
"—¡¡Miren nada más, si es nada más ni nada menos que el mejor mercader de Mirovia, Dustfinger!! ¿Haz traído acaso lo que te eh pedido?—"
El pelirrojo miro de reojo al arcano que parecía ser un posiblemente Cebero, para asentir mientras sacaba de su morral que estaba cubierto por lo que sería su gabardina una copa de oro, se la lanzo y después de terminar su merecido trago expresar.
—Nunca dejo a un buen cliente sin lo que desean, lo que pidas yo lo tengo ya lo sabes, un Cálizbañado en oro y fragmentos de Naga, te traerá suerte y fortuna créeme, ahora
paga.—
Decía estirando la mano esperando su pago, recibiendo una bolsa de 200 mirvos, fue como el hombre con ojos de tres colores movió la mano como si midiera el peso de la bolsa, no tuvo que contar las monedas para darse cuenta...¡¡Había menos Mirvos de los que debían ser!!, esto causo que el ಯmercanteರ se levantara de golpe, soltó la bolsa y en un parpadeo había una enorme y filosa espada en la garganta del cerbero que trato de timarlo diciendo.
—A mi nadie se me escapa sin pagar lo que me deben, no quieras jugar conmigo perro...tú decides...o me pagas lo que acordamos y una diferencia por este mal trago...¡¡O TE JURO QUE TE CORTO LA GARGANTA!!—
En eso el hombre le dio temeroso por su vida una bolsa aparte de Mirvos, esta vez incluso era más de lo acordado, Dustfinger había sonreído victorioso y soltó al cerbero con facilidad dejando que huyera despavorido, para pagar a la tabernera por el mal momento y permitiendo que la música continuara en la taberna una vez más, luego de ese momento el arcano se sentó en la mesa nuevamente junto a la mujer o al menos cerca de su mesa mientras que bebía, no había nada que le gustara también como el oro y...¿a que dragón no le gustaban las riquezas? Bueno eso nadie sabía, no era un hombre que presumiera de su especie.
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Post by Martina on Nov 20, 2017 7:25:28 GMT
La elfo no solía asistir mucho a tabernas, claro eso no quería decir que fuera una extraña para la bebida. A veces lo hacía aunque parece la diferencia de habito era bastante, para cuando se dio cuenta le habían servido un trago el cual le dejaron en la mesa.
- “ No realmente.. elfos no somos tan..” –debía tener cuidado con su elección de palabras, después de todo no sabía si él conocía a otros elfos y no debía generalizar - “ ..amigables como para tener contacto físico con otros tan rápidamente, a menos que despierten nuestro interes con el tiempo. ” - Hizo una pequeña pausa y estaba por mencionar los materiales cuando otra persona se había acercado a él y comenzaban a charlar. Parece debía esperar, bueno.. Mejor ahora para darle una pequeña probada a aquel trago le habían dejado.
Llevo su mirada hacia su bebida dándole un pequeño trago (COUGH---) se llevó el dorso de su mano a la boca para esconder como torcía la boca ante el sabor tan fuerte tenia aquella bebida. La elfo estaba acostumbrada a vino y bebidas un poco más suaves o a base de frutos.. que era esto que le habían servido? No iba a ser descortés , le daria otro pequeño sorbo a aquella bebida cuando Dustfinger levanto su voz amenazando seriamente a otro hombre, lo cual hizo la elfo casi escupiera la bebida “ …………..??!” -había despegado sus ojos de el solo unos instantes y la escena había cambiado tan rápidamente solo observaba. El hombre huía y el chico de cabello rojo sonreía.. Entonces.. todo acabo bien? Hubo un pequeño silencio antes de que ella volviera a retomar la conversación, intentando ser casual, lo más casual que alguien que acababa de escuchar una amenaza de muerte pudiera ser.
“….Ha ha! H-H-hey has probado esta bebida? ” -no, no… no se le daba para nada ser casual. ( Claro que él ha probado esto! Estas en una taberna!) –Se decía a si misma después de escucharse decir una pregunta tan obvia. Se llevó la mano a la cara sintiendose algo ridicula, mientras con la otra buscaba en sus bolsillos una hoja de papel con una lista. Mejor iba directo al grano.
“ Creo sabes a que e venido, escuche tienes objetos interesantes que vender, y la verdad yo busco ingredientes para poder incrementar la calidad de mi trabajo.” -le dice colocando la lista en la mesa, ahí venían listados cosas como escamas, perlas, pieles y mas. – “Una prenda que pueda ser capaz de tener propiedades mágicas exige materiales que yo nunca había visto antes…” - en realidad Martina solo era un sastre y no una cazadora, ella compraba materiales a los que los proveen, todo era un negocio y debía buscar un proveedor.
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Post by William Tolkien on Dec 2, 2017 3:14:04 GMT
Luego de haber tenido ese pequeño percance de tu trabajo el pelirrojo se veía bastante relajado, en verdad parecía más bien que había ganado un premio muy gordo debido a la felicidad que desbordaba en su rostro, para tomar aquel exquisito trago que estaba esperando por tocar sus labios, en eso pudo notarse la cicatriz en su mejilla que era verdaderamente profunda, incluso podría notarse que aún estaba abierta y podrían verse sus colmillos, claro si la persona que la miraba era bastante fijada.
Después de que le dio un trago a su bebida dio un suspiro de inmenso placer personal, para girar su mirada de tres colores hacia la elfo, notando su lindo rostro, sus orejas puntiagudas, cabello ciertamente peculiar para un elfo al menos eso pensó el “mercante”, sonrió ante lo que decía la jovencita y después su mirada de tranquilidad dio un giro de 180 al comprender que la jovencita lo estaba buscando para un encargo especifico ¿cosas para poder así hacer mejores atuendos? ¿Acaso era una especie de confeccionista o sastre? Qué curioso pero en cierta forma no había nada más perfecto que esto, necesitaba un vestido así que ayudar al a joven no era problema.
—En efecto tengo muchos objetos que podrían serle de verdadera ayuda, en mis bodegas cargo con muchos tesoros de todo el mundo y para usted quizá los libros de magia no sean suficientes, cuento con una máquina de coser hecha de oro puro, pero no solo es una máquina que luce bien por sus brillos y joyas no, también es una maquina mágica que a toda prenda que haga, se tiñe con un manto de gamas brillantes, es perfecta para los vestidos más hermosos, eso si su magia dura cierto tiempo y hay que hacer un hechizo de belleza divina, la habilidad de algunos arcanos existentes como los seres de luz y ciertos terrenales.—
Expreso hacia la señorita mientras se acomodaba mejor en su asiento y pedía otro poco de bebida, notando que la dama no parecía beber casi tanto como el, le pareció tierno, como una niña pequeña desconocedora de los males del mundo y por supuesto las tentaciones como el alcohol y el sexo, curioso pero en cierta forma lógico, no hay seres más “puros” que los elfos en todas las razas existentes, excepto los elfos oscuros por supuesto.
—Puedo ver que el Ron no es una bebida muy de su agrado señorita, siéntase en la libertad de pedir algo completamente distinto ¿le parece vino? Quizá eso vaya mejor con usted que se encuentra indispuesta al alcohol puro, ya sabe algunos marinos como yo, preferimos bebidas bastante fuertes a solamente vino, pero sin ánimos de presumir, yo soy todo un conocedor de vinos.—
Dijo con una sonrisa para hacer señas al tabernero y luego mirar al a muchacha.
—Regresando al negocio, si le parece adecuado podemos ir a mi navío e inspeccionar usted misma la máquina y los libros de magia antiguos que hay en la bodega, solo por esta ocasión le permito probar el objeto en cuestión, para que vea que en verdad hace maravillas con las telas y seguramente usted con esa máquina se volverá la más famosa modista de Mirovia, por supuesto después de Jean Pierre. Que admito que su trabajo es sublime. —
Después venia lo que el dragón consideraba lo más importante de un buen negocio, el pago que debía efectuar la elfo.
—Respecto a lo más importante señorita, el pago. No me gusta como habrá notado, que me tomen por tonto, yo vendo calidad y como tal quiero que se me pague de la misma forma en la que entrego mis productos, si se pasa de lista conmigo le tocara el filo de mi espada, pero como veo que usted es una buena persona hare un trato con usted. —
Dijo sentándose más cerca de la chica mirándola directamente a los ojos, a modo no de intimidación, si no de total confianza, después de todo así se ganaba la vida.
—Le daré un descuento, esa máquina más dos libros de magia que usted prefiera por 200 Mirvos de oro, tenga en cuenta que la máquina de coser de oro sale exactamente 1,000 Mirvos de oro y cada libro cuesta 250 Mirvos de plata, así que es casi un regalo, pero ese descuento es a cambio de algo sumamente importante y espero no me decepcione señorita…Quiero que me haga un vestido para mi mujer, bueno la mujer a quien deseo obsequiárselo, pero no debe ser un vestido simple, quiero el mejor vestido que sus delicadas manos puedan hacer y con ayuda de la máquina y los libros confió en que podrá hacerlo.—
Decía mientras tomaba un trago que recién le servían y le entregaban una botella de vino muy viejo pero afrutado, era dulce al paladar, mas aparte una hogaza de pan ligeramente tostado, con toques ligeros de ajo y parmesano acompañado con un trozo de queso y carne, buenos acompañantes para el vino.
—De no cumplir con lo que estoy esperando, significa que me devolverá los objetos y yo el dinero, simple ¿no le parece?... ¿entonces acabando de disfrutar de esta reunión, vamos al barco, revisa la mercancía…acepta?—
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Post by Martina on Dec 8, 2017 2:54:39 GMT
Se ponía notar el buen humor que emitía la persona frente a ella, la elfo no prestaba mucha atención a cosas como apariencia física e intentaba mantenerse concentrada si se reunía con alguien para hablar de negocios, por lo general era alguien que jugaba bastante pero esto era importante para ella y sabía que podían no tomarla en serio si se distraía.
Se llevó la mano al mentón al escucharlo, libros de magia? Eso podría interesarle, pero las habilidades de Martina con la magia eran casi nada, el tipo de magia ella debía aprender era el poder elaborar objetos con propiedades mágicas, que fueran de algún tipo de utilidad para aquellos que las usen, no cree tener tanto talento como para dominar algo más complicado. Su cejas se levantaron al escuchar sobre la máquina de coser pero.. de oro puro? Claro, Un objeto así seguro podía creer cosas únicas.. pero comprar un objeto hecho completamente de oro es algo no podría pagar. No duda de las palabras de Dustfinger, pero no debía ella ser codiciosa, deberá primero obtener materiales para terminar las vestimentas indicaban su grimorio antes de pensar en otras cosas.
“ Me gustaría ver esos libros, en realidad yo tengo conocimiento muy limitado sobre la magia, creo estudiar más sobre el tema podría ayudarme con mi trabajo. Sobre la máquina de coser.. creo podríamos haber sobre eso un poco más a futuro” -bajo y miro sus manos, protegía estas con sus guantes, después de todo para un artesano sus manos son su herramienta más valiosa. – “Creo necesito dominar la aguja con mis propias manos antes de pensar en adquirir un artefacto como ese” - La elfo confiaba en sus propias habilidades pero aun creía podía mejorar. Comparada con su maestro sastre ella era un nivel inferior.
Su rostro enrojeció al escuchar el noto ella no podía beber con facilidad el Ron. No era muy buena mintiendo y seguro pudo notar su expresión al beberlo. – “Gracias, el vino estaría mejor.” - torció un poco la boca al escucharlo hablar sobre vinos. Ella no asistía tanto a tabernas para saber de alcohol, de hecho pasaba tanto tiempo dedicándolo a trabajar no le daba tiempo de hacer cosas triviales como beber - “ ah… pues.. No había conocido a un marino antes, no es un oficio común en elfos. Somos seres muy conectados con bosques y montañas… es poco común escuchar de elfos que vivan cerca del mar o tengan oficios relacionados al mar” . Ahora que lo pensaba ella nunca había puesto pie en un barco. Era un elfo sastre, alguien como ella no tiene asuntos en el mar.
Su mirada se cruzó con la del pelirrojo, ella también era una comerciante así que sabía en qué dirección iría la conversación. Se llevó una mano a la mochila que colgaba de su cinturón para sacar un pequeño saco el cual dejo sobre la mesa. – “Si se trata de dinero no es problema, pagare la cantidad indicada por los objetos sean de mi interés y desee llevarme conmigo” - había dejado una cantidad bastante razonable de Mirvos en el saco sobre la mesa – “ Me temo la máquina de coser deberá esperar, hago mi trabajo mejor si es con mis propias manos. Aunque de verdad necesito ingredientes.. “ - su boca aún seguía abierta pero no podía decirlo. No era fácil para ella decir quería comprarle ingredientes que podían proceder de otras razas. Escamas, plumas, garras, cabello y cosas así. Sabia el los tenia, lo había escuchado decirlo antes. – “ … Bueno creo tu sabes cuales son.” .
La elfo no esta seguro ahora con que tipo de persona esta tratando, el pelirrojo podía llegar a ser bastante intimidante pero se sorprende por la petición le a hecho. ( Un vestido para su …mujer? ) La conclusión a la que llega es que debe de tratarse de su novia o esposa. Un hombre que le regala un vestido a su novia.. la idea de esto hace que una sonrisa se asome por el rostro de Martina, pensando se trataba de un gesto encantador. La elfo veía tan poco de eso estos días – “ Claro! ~ Hacer un vestido no será nada difícil, aunque necesitare las medidas de su…” -ahí va de nuevo a sonreír haciendo un esfuerzo por no decir novia o esposa- “ …su mujer. Y si quiere sea de algún material especial puedo hacerlo sin ningún problema.” - Desvió un poco la mirada preguntándose si se trataba de un vestido de novia. Tal vez juzgo demasiado rápido a este hombre y en realidad era una persona gentil?
La mente de Martina estaba empezando a divagar, pensando en listones y ramos de rosas blancas.. solo respondió sin realmente escucharlo - “ Claro, acepto!” - de haber puesto atención le hubiera dicho nunca antes se había subido a un barco.
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Post by William Tolkien on Dec 12, 2017 4:29:27 GMT
El pelirrojo se había quedado en silencio escuchando a la jovencita que se había negado a adquirir aquella mágica máquina de coser, era extraño cuando un arcano rechazaba una de sus ofertas y más aún cuando bajaba su precio de manera tan crítica, estaba prácticamente regalándola pero eso no era el caso, la elfo había aceptado el ir a su barco y adquirir los libros de sus galeras rebosantes de cosas varias que cualquier arcano envidiaría por tener en su poder, el hombre sonrió bastante tranquilo y le dio un último trago a su bebida embriagante, no hacia efecto alguno en él, el alcohol, pero eso sería otra historia ahora lo que tenía más importancia era que debía llevar a su cliente por los libros de magia que tanto ansiaba además de las medidas de su amada, que fortuna que tenía un vestido de Nameless perfecto para la ocasión, era uno que ella había dejado de usar por desgaste que tenía, así que sería perfecto para no tener que tomar las medidas físicamente a la arcana.
—En ese caso señorita Martina, cuando usted esté lista para partir hágamelo saber, yo tengo que ir a recoger unas cuantas cosas al mercado, le comprare más cosas que mi mujer me ha pedido que le lleve antes del anochecer, ya sabe algunas damas adoran los presentes de quienes las cortejan, veré que puedo encontrar que sea de su agrado, la espero en el muelle en una hora, no se tarde señorita. —
Dijo levantándose del asiento y pagar lo que pidió la elfo y lo suyo con los Mirvos que acababa de adquirir, después de todo la elfo le había agradado indudablemente, pero como cualquiera supondría, era demasiada confianza ¿o no? El arcano le sonrió una última vez para caminar hacia la salida despidiéndose de los dueños de la taberna saliendo finalmente de la taberna y así dirigirse al mercado.
Pasada la hora en la que tenían que encontrarse el marino se encontraba en el muelle junto a un enorme barco color perla con velas blancas, estaban a unos días de zarpar al siguiente puerto de Mirovia en Shangrilax probablemente o al menos una zona cercana a la misma, el hombre se cruzó de brazos esperando divisar al a elfo mientras que comía una manzana recargado en el navío.
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Martina
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Post by Martina on Dec 14, 2017 22:48:57 GMT
Quería ser cuidadosa y no gastar más de lo que debía, o en el peor de los casos endeudarse. Poco a poco la elfo empezaba a desarrollar un interés en finanzas y tomaba más atención a como manejaba su dinero, la razón más lógico se debía a que ahora ella trabajaba por su cuenta para poder salir adelante y cada moneda era fruto de su trabajo. Además se trataba de un proveedor nuevo y quería empezar obteniendo cosas que pudiera ella cargar en sus propios brazos.
Asiente ante el comentario quedándose algo pensativa, presentes para cortejar… debe ser agradable para aquellas personas tienen citas y el flirteo como parte de sus vidas diarias. Un comerciante principiante como ella no podía darse el lujo de poner algo así en sus prioridades, al menos no hasta que termine sus proyectos. – “De acuerdo, Lo veré allá” -le dice levantándose de su asiento, agradece la invitación al verlo pagar y se dice a si misma regresarle el favor si llega a presentarse otra ocasión similar. Camina hacia la puerta despidiéndose para luego entender a lo que habían acordado (….Muelle?) Ella no había tenido oportunidad de visitar el mar o los muelles, claro tenía experiencia con un pequeño bote a unos metros de la orilla en un lago en lugar de donde ella venia pero no había puesto pies en una embarcación antes. Seguramente no es tan diferente.
Reviso el contenido de sus bolsillos un par de veces antes para asegurarse todo estuviera en orden antes de dirigirse a los puertos, al tratarse de un lugar nuevo se vio obligada a preguntar por ahí, terminando con muchas indicaciones difíciles de seguir . Los marineros se expresan de maneras tan extrañas.. proa..babor.. boya.. También hace un par de notas mentales y llevar ropas diferentes la próxima vez se acerque a hombres pasan meses en el mar. Después de perderse un par de veces alcanza a ver al hombre de cabello rojo, camina hacia donde esta inevitablemente levantando la mirada hacia la embarcación - “….. realmente se puede vivir sobre el mar?” -pregunta sonaba un poco incrédula, pero los elfos son seres viven en bosques y la idea de vivir en el mar puede llegar a sonar extraña para ellos.
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Post by William Tolkien on Mar 25, 2018 18:09:55 GMT
El arcano se encontraba sumido en sus pensamientos mientras sus hombres manejaban sus tareas como era debido, todos y cada uno en su respectiva tarea mientras el capitán del barco se enfocaba únicamente en una cosa, su trabajo como “mercante” esperando por supuesto que la hermosa dama que había conocido en el bar en busca de un grimorio se presentara, no era algo que le sorprendiera, muchos arcanos anhelantes de conocimiento por la magia, compradores de objetos que eran de colección, joyas o inclusive cosas varias deseaban entrar a la bodega del Enchantress Maryam, no le incomodaba en absoluto mostrar aquellos tesoros mientras estuvieran dispuestos a pagar un buen precio como la dama había expresado.
—Vaya, el mar está muy calmado este día eso me reconforta, no tendremos que preocuparnos por ir en alta mar… ¿hm?—
Noto unos tímidos pasos de alguien que no había visto jamás el muelle o más aun, jamás había visto el océano mismo, era la joven Martina que caminaba con timidez por los muelles, por las tierras marinas y por donde yacían los marineros vendiendo pescado fresco y cosas varias, sonrió con calma mientras veía como se acercó la fémina hasta él y hacia una pregunta un poco torpe, en realidad no le molesto del todo era algo común, los elfos no eran gente del mar en totalidad.
—Le sorprendería saber cuántos de su especie yacen viviendo en alta mar, en las tierras antiguas antes del mismo dominio del hombre, los elfos vivieron en tierra hasta la conquista de la tierra media como la conocíamos, estos fueron los que decidieron que la vida en tierra había terminado abriendo paso a los caminos por el vasto océano, eso era lo que cuentan los viejos textos aunque claro, es mejor ver para creer… ¿no le parece? Acompáñeme a cubierta, de ahí puede ver mejor y podremos pasar a donde están los grimorios señorita Martina—
Sonrió de lado a pesar de tener aquella cicatriz horrible en su mejilla izquierda, no parecía si quiera importarle si lucia desagradable o no, ciertamente era indiferente en heridas físicas o cicatrices, la vida nunca era misericordiosa con los que enfrentan a la muerte, al destino mismo incluso, el marinero era todo un misterio que no todos podrían conocer, camino directamente hasta la trampilla que daba ingreso al navío de color aperlado con detalles dorados, un barco verdaderamente hermoso que llevaba una mujer tallada en madera justo en el frente del barco, las botas resonaban contra la madera húmeda por la misma humedad en el aire, una vez arriba del todo pudieron verse mejor los múltiples hombres que corrían de un lado a otro buscando completar sus tareas diarias, unos le sonreían a la alfa otros solo pasaban de largo concentrados en sus trabajos, uno que otro se quedaban embobados por la belleza de la misma dama, pero el más alto, de cabellos carmín no se inmuto ante la belleza de la dama pues su corazón ya le pertenecía a alguien más, una mujer que no tenía nombre…
Camino por entre los hombres mostrando cada parte de su navío, cada detalle y adorno resaltante, como también presento a ciertos hombres que trabajaban bajo su mando, luego abrió la puerta que conducía a la galera donde guardaban los tesoros que vendían diciendo.
—Después de usted, señorita…—
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Martina
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Post by Martina on Mar 29, 2018 2:02:12 GMT
Un muelle crujía suavemente mientras caminaba sobre él, no era como si tuviera la necesidad de ser silenciosa u ocultar su presencia, había quedado con alguien en aquel lugar y debía hacerse notar ya había llegado. Logrando alcanzar al hombre de cabello rojo escucho atentamente la respuesta tuvo para su pregunta, se sorprende un poco sobre la información le estaba brindando, a simple viste no parecía una persona tan culta, bueno eso era culpa del estereotipo acompañaba a los hombres que pasaban su vida en bares y embarcaciones. Fuera de su hogar de origen la elfo solo había llegado a conocer a otros dos como ella y ciertamente eran bastante diferentes pero ninguno vivía en el mar. – “ Supongo que si se desea conocer otros lugares el viajar sobre el agua es algo que debe pasar eventualmente” -responde, ella misma había hecho su primer viaje sobre el mar para poder llegar a Mirovia. Asintió y subió a cubierta. Nuevamente Dustfinger estaba ofreciendo más de lo que ella necesitaba, aunque no era de sorprenderse, era un comerciante al igual que ella y eso era parte del trabajo de ambos.
Aprovecho la ocasión para mirar a su alrededor, no sabía cuándo iba a ser la siguiente vez visitar una embarcación así que sacaría el mayor provecho de esta visita. Las personas a su alrededor se mantenían ocupadas haciendo… bueno Martina no tenía idea de que estaban haciendo al tener cero conocimiento en navegación. Pero podía sentir ocasionales miradas sobre ella lo cual hizo apresurara su paso manteniéndose cerca de su anfitrión. Se detuvo al mismo tiempo mientras abría una puerta para que ella pasara – “ Sobre lo que solicite.. no e traído ninguna mochila o saco para poder transportar los “materiales” , quería saber en qué estado se… encontra…ban… “ -su mirada se perdió, olvidandose completamente de la conversacion y sus ojos quedaron clavados ante la cantidad de objetos brillantes había en aquella habitación, aunque ella se tomara muy en serio su trabajo y los negocios había esa partecita dentro de ella que amaba las cosas brillantes , ocasionalmente sacaba de ella reacciones algo involuntarias. “……Todoestanbonito….” -sacudió su cabeza- “ ES DECIR- en este momento estoy intentando dominar un grimorio de artesano, si tiene más por ahí me gustaría uno que me pueda ayudar a saber sobre otras razas ..” -no le admitirá es muy ignorante con respecto a tantas cosas debido a que convivio con elfos casi toda su vida, no era capaz de poder diferenciarlos a simple vista a menos que estos mostraran sus formas selladas. De hecho no sabía que era Dustfinger. - " Tu puedes.. distinguir a otros con solo verlos ? Es algo raro.. quizas porque yo no poseo la habilidad de cambiar mi forma como otros .. no puedo entender lo que es tener 2 cuerpos " -tal vez estaba siendo un poco vulgar al dirigirse a el en primera persona, pero era una seña de confianza y esperaba una respuesta honesta.
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