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Post by Deleted on Oct 8, 2017 17:04:46 GMT
Ya hacía una semana que la dragona compartía habitación con Tramalli y en todo aquél tiempo a pesar de que habían recuperado la armadura de la chica la goblin no había tenido tiempo en conseguirle algo de ropa puesto que tenía el abrigo y la armadura no había problemas pero sabía que no solo podría vestir aquello por toda la vida, así que ese sábado en la mañana se levanto temprano y se vistio a toda prisa mientras la dragona seguía dormitando en la cama, preparo un rápido desayuno y me acerco hasta la dragona quien sigue recostada- Vamos vamos arriba, tenemos muchas cosas que hacer hoy -Comento con ánimos le gustba ir al mercado no solo porque podía vender su mercancía y ganar dinero (Cosa que adoraba) Sino porque tambien podía pasear y ver algunas cosas lindas para comprar, no podía evitar gastar lo que ganaba era quizás su manía de goblin por acumular cosas, en cuanto la dragona termino de comer la espero en la entrada de la cueva para viajar juntas hasta la ciudadela tenía su carreta y su caballo (Pony) Listos para el largo viaje, fue bastante apacible viajar de esa manera aunque quizás hubiese sido mas rápido llegar volando pero Tramalli se había negado rotundamente tenían todo el fin de semana para disfrutarlo, y eso harían, era casi mediodía cuando notaron al fin las puertas de la ciudadela.
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Post by Marcelline Aavedra on Oct 9, 2017 14:35:21 GMT
"¡Vamos,vamos.Arriba!" Esas fueron las palabras que me trajeron del profundo sueño en el que me encontraba y que, con tanto entusiasmo me pedía me levantara. Por mi parte, entre pucheros y "un ratito más" tardé en reaccionar a las palabras de la pequeña y, al darme cuenta de a quien pertenecía aquella vocecilla salté de entre las sábanas y me apuré a alistarme. Corrí hacia el baño(No sin antes pedir permiso de usarlo, por supuesto) y me dí una ducha "express". Luego de secarme y vestir mi tan preciada armadura (Que gracias a Tramali había logrado encontra) mi tan sensible olfato me guió hacia el almuerzo que había preparado la goblin, el cual comí con las mismas ansias que desprendía la chica. Mientras almorzaba hacía pequeñas pausas para observar a la chica sentada frente a mí. Ya hacía una semana desde que gentílmente me había ofrecido asilo y, aunque aún no me terminaba de acostumbrar mi confianza hacia ella había credido bastante. Y no es que antes no confiara en ella, sino que ahora ya no me apenaba mucho y me era más facil convivir con ella. Además, desde lo ocurrido aquella noche me propuse ser yo misma. No quería fingir ser alguien que no sólo para agradarle a la goblin. Si la chica llegase a sentir algo por mí quisiera que fuera por mi persona. Mas eso no quiere decir que no le demostrara el cariño que siento hacia ella. Mientras me deleitaba con su presencia (Y su comida) me surgió la duda de por que se encontraba tan emocionada, así que decidí preguntárselo. En cuanto supe el por que su exaltación me apresuré a comer y al terminar (Luego de recoger y liimpiar los trastes) me encaminé hacia la entrada con una gran emoción en el rostro y andando a saltos. Ahí, Tramali me esperaba paciente sobre su carreta. Luego de comprobar que las puertas de la mina se encontraran cerradas la goblin nos encaminó hacia el mercado. Debido a mi repentina emoción por conocer la ciudadela me la pasé haciéndole preguntas a la pequeña en todo el trayecto. Obviamente cuidando en todo momento no fastidiarle. Aunque, el sacarle conversación ayudó mucho a que el viaje más que tedioso fuera tranquilo y placentero. Y aún cuando no habláramos el simple hecho de pasar tiempo a su lado me sacaba un enorme suspiro del pecho. El tiempo pasó y a lo lejos se comenzaron a divisar unas estructuras un tanto extrañas para mí. - ¿¡Esa es la ciudadela!? ¡¡¡Tramali, Tramali. Ahí está!!! - exclamo levantándome de golpe y señalando con entusiasmo el lugar.
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Post by Deleted on Oct 13, 2017 14:50:22 GMT
La goblin respondio todas las dudas de la joven dragona con paciencia y se le podía ver soreír en cuanto divisaron los muros de la ciudadela y parecía mas ansiosa mientras mas se acercaban hasta los establos exteriores, la goblin estaciono la carreta y la dejo con el encargado del lugar, cuidarían del animal a cambio de unas monedas luego de tomar sus cosas (Su pala y una pequeña bolsa de explosivos incluidos) La goblin caminaba a paso tranquilo mientras miraba el camino que iba a seguir pero sin perder de vista a la dragona, sabía que podría emocionarse demasiado distraerse y perderse en aquella ciudad.
-Vente el mercado esta más adelante -Comento tomandola de la muñeca, no había mucha gente por las calles supongo que lo normal todos en forma humana puesto que esta era en cierta forma norma de la ciudadela para el buen vivir de todos los habitantes, el día claro dejaba ver la variedad de tiendas que iban haciendose más variadas a medida que se acercaban al centro de mercado, donde había mas vida, decenas de personas se movían por aquí y por allá buscando productos, haciendo trueques, discuetiendo precios regataeando, en fin un hervidero de actividad- Ten cuidado, los de la mala vida aprovechan aquí tambien -comento al oído de la dragona.
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Post by Marcelline Aavedra on Oct 17, 2017 12:30:23 GMT
En cuanto menos me dí cuenta la carreta había traspasado la entrada del lugar y se dirigía a una especie de establo, en donde, obviamente cuidarían del transporte de Tramali. Ambas bajamos del vehículo y mientras la pequeña tomaba sus cosas yo dejaba atras aquella actitud infantil para tomar la que realmente me caracterizaba. Claro que, no podía negar que me encontraba realmente emocionada, mas ya no podía comportarme como una chicuela inocente o tratar de aparentar algo que no era. Así que inhalé un gran bocadón de aire y lo solté con un largo y profundo suspiro, el cual resonó en el interior del casco. - Lo siento, estoy algo emocionada. - comenté un tanto nerviosa sin perder aquel porte firme que me caracterizaba. Caminé justo detrás de la goblin, siguiendo cada uno de sus pasos al mismo tiempo que me deleitaba con las novedades que mostraba el lugar. En él había muchas cosas que jamás había experimentado. En especial la libertad con la cual podía caminar por las calles. Y es que, simplemente no pude darme ese lujo en mi infancia debido a la estupidez humana que me había mantenido en las sombras la mayor parte de mi vida. Mi curiosidad no pudo faltar y quien se llevó la carga de ésto fue la pequeña, quien fue bombardeada de preguntas sobre todo objeto que nos cruzara por enfrente. - ¿Qué es eso? ¿Para qué sirve? Ohh y,¿Eso otro? - preguntaba con aquella pizca de emoción en mi voz, mas siempre cuidando no volverme una molestia para la chica, quien me tomó de la mano cuando comenzamos a adentrarnos al lugar. Mientras más caminábamos el camino se iba cerrando y eso por la gente que se encontraba en el lugar. Cientos de voces ambientaban el lugar y uno que otro grito le daban aún más vida a aquel mercadilo. Yo por mi parte me sujeté con ambas manos de la chica y acerqué mi oido a ella para escuchar sus indicaciones. - ¿Los de la mala vida? - me cuestioné, pensando a que se habría querido referir con "mala vida". Aún así era mejor prevenir que lamentar, por lo que decidí reforzar mi porte y vigilar muy de cerca a la pequeña. Si fuera necesario sería su guardia personal. Ahora toda mi atención se había centrado en la pequeña, vigilando con recelo todo lo que ocurria a su alredor. Y aunque daba una apariencia seria y de caracter fuerte mantenía mi comportamiento afectuoso con la pequeña, tomandole de la mano o por la cintura de vez en cuando. - ¿A donde nos dirigimos? ¿Qué es lo que piensa hacer? - le exclamé con una trémula voz dracónica tratando de aparentar aún más caracter mientras que en las sombras llenaba de caricias su mano.
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Post by Deleted on Oct 24, 2017 15:43:46 GMT
La goblin le explicaba todo lo que sabia a la dragona, parecía ser que la muchacha nunca había pasado mucho tiempo en una ciudad o algo por el estilo, quizás podría preguntarle sobre ella luego no había querido hacerlo para evitar temas complicados luego de la pequeña discución la primera noche- Los de la mala vida es como solemos decir a quellas personas que le gusta tocar lo que no es suyo -Comento en respuesta a la dragona, luego de aquello se quedo callada con una sonrisa no iba a decirle a donde iban hasta que llegaran quería que la sorpresa fuera absoluta y completa caminaron entre el gentio la goblin podía sentir las caricias que la dragona hacía en su mano aquellos pequeños gestos de ella simplemente la sorprendían de vez en cuando, siguieron hasta llegar a la entrada de un edificio, la goblin se detuvo y entro halando a la dragona con ella.
Adentro había la mayor variedad de prendas de ropa y vestidos- Estamos aquí para comprarnos ropa nueva -Exclamo la goblin mientras que detrás del mostrador se asomaba la dueña del local, era una mujer de una estatura parecida a Tramalli, al parecer otra goblin, ambas se abrazaron parecían conocerse de antes conversaron un poco y luego Tramalli se acerco otra vez a la dragona- Marcelline quiero presentarte a mi prima Amatista -La otra goblin se inclino como señal de saludo a la dragona- Así que tu eres Marcelline, vaya Trammi no mentía al decir que tienes una buena medidad -Comento mirando a la dragona de arriba a abajo- ¿Quieren empezar con las medidas o prefieren dar una vuelta por ahí viendo alguno de mis modelos primero? -Pregunto paseando su mirada de una a la otra. Tramalli sonrió y se hizo cargo- Miraremos un poco primero, luego podrás tomarnos las medidas -Comento guiñando el ojo a su prima.
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Post by Marcelline Aavedra on Oct 24, 2017 21:28:41 GMT
A pesar de que mis preguntas fueron respondidas, Tramali no mencionó nada sobré el lugar a donde nos dirigíamos. Y aunque ésto me extrañaba no le dí mucha importancia. Tal vez simplemente haríamos uno de esos tantos negocios que ya antes me había mencionado. Pero, ¿Realmente unos cuantos trueques podían provocar aquella emoción en la goblin? Tomado nuevamente un porte amenazante, dejé a un lado aquella duda absurda y me concentré en cuidar a la pequeña por el resto del recorrido. No pasó mucho tiempo antes de que la chica frenara el paso frente a un edificio y me halara para entrar juntas a él. Dentro se encontraban un sin fin de atuendos para dama. Vestidos, ropa de todo tipo y más. Era más que obvio que la goblin me había traído para comprarme ropa y aunque la idea me emocionaba, tambien me incomodaba. De alguna forma tendría que pagarle todo lo que había hecho por mí. A pesar de que por dentro sentía unas inmensas ganas de abalanzarme hacia aquel montón de ropa mi expresión no perdió aquel toque de seriedad. Pues aunque me encontraba emocionada no podía bajar la guardia. O al menos eso pensé antes de que una joven saliera detras del mostrador y abrazara a Tramali, rompiendo así mi postura seria e incluso provocando en mí un ligero recelo hacia ella. Rápidamente, volví a erguir mi cuerpo y me despojé del casco por respeto. Al mismo tiempo mantuve la mirada en alto, tratando de no ponerle mucha atención a las pequeñas. Por fortuna, Amatista resultó ser su prima y a lo que veía tambien pertenecía a la raza goblin. La pequeña mercader se presentó ante mí con bastante respeto, saludo que fue de la misma forma correspondido. La chica hizo un comentario que me hizo romper nuevamente mi porte,añadiendo ahora un leve rubor a mis pecosas mejillas. - ¿B...buena medida? - le murmuré intentando no demostrar lo avergonzada que estaba al sentir su mirada recorriendo mi cuerpo. Luego de ésto, Tramali decidió que viéramos los modelos que había, cosa que agradecí ya que realmente moría por deleitarme con tan bellos atuendos. - Tramali... - le susurro acercándome a ella, rompiendo por completo aquella posición tan incómoda. - ¿Cuál atuendo le gusta para mí? - Al hacer ésta pregunta siento una inmensa pena que me obliga a desviar la mirada y mi rostro se vuelve un tomate. - M...me gustaría probármelos para usted, Tramali.- Tratando de ser discreta volteo a ambos lados, mirando por el rabillo de los ojos a Amatista para asegurarme que no me escuchara. - Y... creame que algún día le pagaré por ésto. P...por todo lo que ha hecho por mí. A...así que descuide. Puede comprarme cualquier prenda que sea de su agrado. La portaré con gusto. - Dicho ésto y con las mejillas hinchadas me alejo un poco de ella y, posando las manos en la espalda la observo ansiosa de ver qué prendas me escogerá.
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Post by Deleted on Oct 25, 2017 3:28:15 GMT
Tramalli escucho aquello y no supo bien como reaccionar, olvidaba a ratos lo extrañamente dispuesta que estaba aquella dragona a que ella dominara su vida pero aún así le parecía en cierta forma un gesto tierno la tomo y empezó a ver que modelos habían por allí disponibles, lo primero que debían encontrar eran algunas batolas para que la dragona pudiera estar en casa y no tardaron mucho antes de encontrar algunas de seda y otra de terciopelo que la goblin considero apropiadas, habiá de varios colores pero dejo que fuera la dragona quien los escogiera, la luz entraba tenuemente por las ventanas cuyas cortinas estaban corridas, la dueña del lugar había desaparecido por el moment aunque Tramalli mantenía una sonrisa tranquila y algo extraña dibujada en el rostro mientras seguía mirando algunos otros modelos de ropa.
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Post by Marcelline Aavedra on Oct 26, 2017 21:49:12 GMT
La goblin, sin pensarlo me arrastró hasta el sin fin de prendas y comenzó a buscar algo para mí. Antes de que me diera cuenta la chica había encontrado algo para mí. Al parecer eran una especie de vestidos, pero más pequeños y de aspecto íntimo. Pues en mi vida había visto a alguien vestirlos por la calle. Los materiales que las componían eran muy suaves. De hecho, si no me equivocaba uno de ellos era seda. Tela suave y fresca que alguna vez me había mostrado Talos cuando estabamos a su cuidado. Y aunque la chica escogió las prendas me dió libertad de escoger los colores. - B...bueno... - murmuro aún colorada, tomando de entre las batolas una en especial. - Ésta es suave y cálida como la melena de un gato. Así que la tomaré.- Le extiendo la prenda a la chica evitando un poco el contacto visual e inmediatamete finjo buscar la otra. Aquella batola hecha de algo llamado terciopelo teñía un color similar a la tez de la goblin. Escogí intencionálmente un color similar por que al sentir la agradable tela me hizo recordar a Tramali y el tacto de su piel. Y aunque para mí era algo obvio tan sólo esperaba que la pequeña no se diera cuenta de aquello. - Y...y ésta, será la segunda. - De igual forma saco de entre la ropa una segunda pijama, pero esta vez del otro material (el cual estaba segura que era seda) y por supuesto, de un color diferente, siendo éste bastante similar al de las perlas. - ¡Mírala! Es muy suavecita. ¡Y fresca! - exclamo dándole una última caricia antes de entregárselo a la goblin. Y aunque la emoción me invadia, me sentía dudosa sobre aquella úlltima prenda. - Tramali... este... eso no es seda, ¿Cierto? - le pregunto algo preocupada, acercándome a ella y viéndola con seriedad. - Si no me equivoco, es muy dificil de conseguir. Y por lo tanto, bastante cara. - Al terminar aquella oración agacho el rostro y, sin levantar la mirada observo los alrededores. Tal y como lo presentía, Amatista no se encuentra en la habitación. Además, las ventanas estan en su mayoría cubiertas, por lo que nadie al exterior del edificio puede vernos. Así pues, aprovecho la situación para acercarme más a la goblin. Mi rostro se encuentra más colorado de lo normal. De igual forma mis mejillas se encuentran tan hinchadas que logran cerrar un poco mis ojos. Es más que obvio lo que pienso hacer. Me agacho un poco y deposito un beso rápido y cariñoso en los labios de la chica. Me quedo inmovil, manteniendo mi rostro al lado del suyo. -Lo lamento. Sólo... neceitaba hacerlo. - Dicho ésto, vuelvo a mi postura normal y desvio la mirada de Tramali. - No es necesario que gaste tanto en mí. No me sentiría a gusto -
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Post by Deleted on Oct 27, 2017 23:18:18 GMT
La chica se ve feliz al ver la ropa y elige un buen par de colores aunque la tercera pijama le pillo de sorpresa, aunque luego la muchacha cambio aquella expresión de alegría a una seriedad, pero luego recibo aquél pequeño beso y aunque nunca lo admitire en voz alta lo disfruto, si bien aún no se que sentir ante aquella dragona disfruto cada gesto que tiene conmigo, al final suelta la sopa de porque se preocupa tanto por la ropa, de inmediato pongo mi dedo en sus labios para detener sus palabras- Escucha si hago esto es porque quiero y porque me gusta hacerlo así que por favor aceptalo -Es lo único que digo antes de escuchar los pasos de Amatista acercarse, de inmediato la llamo animada- Prima, escucha encontramos algo pero ella quiere probarselo ¿Puedes guiarla por mi? -Pregunto mientras le entrego las prendas y mi prima se lleva de la mano a la dragona hasta el lugar de los vestidores la goblin se despidio con un gesto mientras se metía entre los estantes a buscar un poco de ropa para ella.
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Post by Marcelline Aavedra on Oct 29, 2017 23:49:43 GMT
Antes de que pueda decir una palabra mäs el dedo de la chica se posa en mis labios, dándome la orden de guardar silencio. Justo eso es lo que hago y aún apenada escucho a Tramali dar su punto de vista. Y aunque realmente no me agrada su idea logra convenserme. Odio la inmensa ternura que me provoca y lo extremádamente linda que puede llegar a ser conmigo. Por que, justo por eso no soy capáz de afrontarla. Bajo la mirada al suelo y me pierdo por un momento pensando en la goblin. Pero unos pasos que resuenan por el lugar inrrumpen en mi mente y me hacen voltear hacia ellos. Se trata de Amatista. Inmediatamente guardo mi distancia y vuelvo a erguir mi postura, esta vez con más naturalidad. Tramali le pide que me coduzca hacia los vestidores, lo que me hace recordar lo que le dije hace un momento. ("¡Es verdad!¡Le dije que me los probaría para ella!") Pienso exaltada mientras volteo a ver a Tramali y con una sonrisilla penosa le digo que la estaré esperando. Siguendo las órdenes de mi ama sigo el paso de la azulada, la cual me toma de la mano y me lleva hasta los vestidores. Por fin llego a los probadores, no sin antes darle un último vistazo a la rojiza. Por alguna razón, su simple imagen me llena de calidez el pecho. Calidez que baja de golpe al recordar que Amatista también está ahí. Por la verguenza intento no bajar la mirada hacia ella, rezando porque no se haya dado cuenta. - M...muchas gracias, Amatista. - murmuro amable mientras la suelto de la mano y tomo la primer prenda: la batola de terciopelo. Una vez escogida la prenda doy un par de pasos hacia el probador, frenando mis pasos al percatarme de algo. - Ehh... ¿Amatista? - murmuro nuevamente al mismo tiempo que volteo hacia la pequeña. - S...sé que puede sonar tonto, pero... - Volteo completamente hacia ella, dejando a mis espaldas la entrada dell vestidor y, seguido de eso camino hacia atras hasta haber entrado por compreto a la cabina. - R...realmente no sé como... usar... ésto. ¿P-podrías ayudarme? -
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Post by Deleted on Oct 30, 2017 5:10:12 GMT
Ahora era la rojiza quién se había perdido de vista Amatista guiaba con prisa a la chica a los vestidores pero noto la mirada hacía la dirección en donde había estado su prima- ¿Ves algo que te guste? -Pregunto a la dragona en voz algo baja mientras reía por dentro, era divertido ver lo obvia que podía ser aquella dragona en cuanto a su relación con su prima, pero esta le había informado que no la presionara tanto o podría resultar en algo malo- Vamos estoy segura que la ropa te quedara divina -Es entonces cuando la dragona se detiene para hacerme una confesión, la goblin se ríe en voz alta- vamos no te preocupes es fácil pero primero deberás quitarte esa armadura ¿No querrás dañar la ropa cierto? -Comento aquella encargada mientras la empujaba hacía una de las cortinas, definitivamente empezaba a entender el interés de su prima por esta muchacha- Una vez que te quites la armadura me avisas y te ayudo -Comento cerrando la cortina para que ella se cambiara con tranquilidad.
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Post by Marcelline Aavedra on Oct 31, 2017 1:40:08 GMT
La pequeña azulada se muestra cordial y responde a mi petición, pidiéndome que antes de todo me despoje de la armadura. Al oír ésto siento un poco de pena, mas intento no demostrarla. Le respondo asintiendo con la cabeza e inmediatamente cierro la cortina. Me encuentro bastante nerviosa, lo cual suena tonto si estamos hablando de alguien que ha pasado por eso bastantes veces. Además, la chica se nota seria y super profesional. Debo parecer estúpida por comportarme de esa manera. Dejando mis problemas de timidez a un lado me apresuro a quitarme aquella armadura, la cual provoca un sonido seco al caer al piso. A pesar de su gran peso las deposito con cuidado tratando de no maltratar el suelo. Una vez que me he despojado por completo de la armadura quedo únicamente cubierta por aquel traje de fina tela que uso para cubrir mi cuerpo. Gracias al cielo tengo unos cuantos de repuesto escondidos en la armadura, por lo que esos días junto a la goblin no me había sido problema portar mi armadura. Esos delgados trajes son esenciales a la hora de portar el blindaje, pues evita que éste me incomode. Dudo por un momento. ¿Será maleducado mantener el traje? Por que realmente estoy tratando con una profesional y... Dejo de pensar y después de lanzar un rápido y fuerte suspiro que quito el traje. Ahora estoy completamente desnuda y aunque ésto me mata de vergüenza me centro en la idea de que estoy tratando con una profesional. - Y...ya me la he quitado, así que... puedes pasar. - murmuro con una voz suave intentando aparentar naturalidad. Y a pesar de todo no puedo evitar cubrir mis partes mientras espero recargada a la pared que la goblin entre a ayudarme.
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Post by Deleted on Oct 31, 2017 2:22:13 GMT
Amatista espero pacientemente en la entrada del vestuario sostenía las prendas de ropa mientras miraba a su alrededor sonriendo su prima parecía estar ocupada con los preparativos que habían planeado solo esperaba que ella no necesitara ayuda para aquello, en cuanto escucho la voz de la muchacha corrió la cortina y entro al vestidor que gracias a dios era amplio vio a la dragona y aunque se tapaba el cuerpo se podía notar que tenía buena silueta "Vaya al parecer mi prima no pierde el gusto" Penso la azuleja.
-Bueno no esta mal, puedo trabajar con esto ven dejame ayudarte -Colgo dos de las prendas en un garfio en la pared y espero a que la chica se despegara un poco de la pared- Vamos no voy a morderte ni nada -Comento con una sonrisa luego paso las telas por la piel de la muchacha era extrañamente suave para lo tosca que se veía la armadura, le ayudo con los amarres y anudo con firmeza haciendo que la tela se ajustara a su cintura y pecho pero quedara algo holgada abajo- Si quieres puedes aflojera un poco más y quedara mas holgada arriba, ven vamos al cristal de afuera para que te veas mejor -comento tomandola de la mano y llevandola a un enorme espejo junto a los vestidores.
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Post by Marcelline Aavedra on Oct 31, 2017 4:10:17 GMT
La pequeña salió de entre las sabanas y colgó las prendas en una especie de gancho. Mientras ella se movía como si nada yo sentía que la cara se me caía de la pena. Pues aunque me dispuse a no tomarlo tan intimo me era imposible no sentir pena. Ante las palabras de la chica di un paso al frente y dudosa bajé los brazos, despegándome así de la pared al tiempo que dejaba expuestas mis partes. Y aunque estaba muy nerviosa todos aquellos sentimientos se desvanecieron cuando observé que, exactamente como lo había pensado la goblin ni se inmutaba ante mi desnudez. Eso sin duda alguna me tranquilizó mucho más. Una vez que la azulada terminó de ayudarme me tomó de la mano y me llevó consigo a una pared cerca de los vestidores. En ella se encontraba un espejo enorme, capáz de reflejar el cuerpo completo de una persona. Suspiro. No hago nada más que mirar al espejo entre asombrada y conmovida. Me mantengo inmóvil por unos segundos ycuando por fin hago movimiento alguno es para girar hacia la chica. - ¿Re...? ¿Realmente soy yo?- Mi rostro se encuentra totalmente conmovido. Y ni que decir de mi voz. - ¡Whaow! N...ni siquiera me reconosco. - La emoción que siento en ese momento se hace presente y giro hacia el espejo para verme de nuevo. Frente a mí se hace presente de una versión mía que no conocía. - Nunca pensé que podria verme tan... femenina. - Le digo sin apartar la vista del espejo. - ¡Tramali! - exclamo de golpe al recordar a mi pequeña ama, volviendo al nerviosismo de antes con un bonus de preocupación. - ¿¡Q-qué pensará de mí!? - Voltéo hacia donde se supone se encuentra la rojiza y al no verla aprovecho para tomar a Amatista por la mano y dirigirme hacia los vestidores. Una vez dentro del probador que antes había usado me percato del acto que he hecho frente a la azulada. Tratando de no complicar las cosas me quito la pena por un momento y me siento en el lugar para quedar lo más similar a su altura. - L-lamento lo de antes. - digo mucho más tranqula que antes, pero manteniendo aquella pizca de verguenza en mi ceño. - La verdad es q-que... *suspiro* Tramali me gusta. - Al decir ésto siento una inmensa pena que me hace ocultar el rostro. - Tan sólo... Es que... Realmente espero que le guste. ¡A-además de que no quiero que me vea si no hasta más tarde! -
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Post by Deleted on Oct 31, 2017 4:57:47 GMT
Amatista miro a la dragona realmente lucia preciosa en aquella ropa incluso demasiado preciosa- Eres una chica en buena forma estoy segura que hay un afortunado por alli -Aqunque sabia la verdad queria molestarla un poquito, lo que no esperaba fue la abrupta accion de la dragona, de nuevo en el vestidor algo asustada pudo ver a la chica ponerse sumamente nerviosa, no se si la dragona lo note pero la goblin escucha paso en las afueras del vestidor Tramalli ha vuelto de su busqueda y si todo iba de acuerdo al plan estaria lista- Marci, prima ¿Esta todo bien? -Se escucha la voz de la rojiza algo preocupada- Si dame un momento -exlama la azulada y luego mira a la dragona con dulzura sin darle tiempo de nada la toma del rostro y la besa en los labios, luego la mira con cariño- No te preocupes, por favor cuida a mi prima -Luego con una fuerza de la que nadie la creeria capaz se coloca tras la dragona y la emouja hacia afuera a traves de la cortina, en cuanto esta sale puede observar a Tramalli frente a ella usando un corset y unas medias largas de seda complementando con un pequeño velo todo el conunto es de color blanco resaltando en la rojiza piel de la goblin, en cuanto ve a la dragona hay una pizca de satisfaccion y felicidad en sus ojos- Estas muy guapa.
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