Post by Blitz on Dec 3, 2017 16:38:58 GMT
La muchacha mascaba su bocadillo genuinamente satisfecha, no solo porque la carne estaba bastante buena, sino tabién porque al parecer los dos machos ya se conocían entre sí -al menos hasta cierto punto- y la conversación fluía de manera sosegada. Sus orbes esmeralda se movían de un lado a otro siguiendo las palabras de sus acompañantes, como una especie de ping pong imaginario, y no pudo evitar sonreír por lo bajo, tal vez no todas sus ideas eran malas después de todo. El sol ya se encontraba en su punto más alto y creba refrescantes sobras bajo la copa de los árboles más cercanos, sin embargo ella ya había pasado suficiente tiempo bajo cubierta, así que optó por moverse unos centímetros más adelante para recibir la mayor cantidad de rayos solares posibles. La sensación agradable de calor extendiéndose y despertando cada célula de su cuerpo vigorizaba todo su ser. Tragando silenciosamente, dejó que el metálico sabor de la sangre y la textura rugosa de la carne llenaran su paladar.
Cerrando los ojos por un momento, su mente retrocedió un par de segundos a lo que el mayor, Raymond, había dicho:
-"Estuve poco tiempo en ese pueblo; dos semanas cuanto mucho, y fue hace más de un siglo en realidad."-
Esas palabras, por alguna razón, calaron en su corazón provocándole una ligera punzada. Por supuesto que las personas mayores habrían estado en su tierra natal antes de la caza de licántropos, al parecer él macho la habría eludido por unos 10 u 11 años, si hubiese llegado un poco más tarde... bueno, eso era cosa del pasado. Sin embargo, eso quería decir que él probablemente si la había visto cuando aún era una pequeña cachorra, a lo mejor nisiquiera lo recordaba porque en aquel tiempo Blitz solía vestirse y actuar como todas las niñas de su pueblo: usando vestidos simples, jugando con ruedas de madera y haciendo competencias para ver quién podía lanzar más lejos un guijarro en la superficie del lago. Mordió su labrio inferior en símbolo de ansiedad, por ahora no quería incomodar a su invitado con preguntas que tal vez podrían excluir a su otro "hermano", tal vez en otra ocasión...
Los recuerdos de su pasado eran bellos, pero a la vez estaban llenos de falsedad. Ella nunca había sido libre de mostrarse como era al 100%, siempre tuvo que limitarse, esconder bajo una sonrisa todo lo que ella quería decir y hacer frente a los demás... su naturaleza salvaje a veces era demasiado...entusiasta, por decir lo menos. Estaba en la naturaleza de todos los hijos de la luna, al menos en su fase de cachorros, ser juguetones y un tanto burscos, realmente había sido un milagro el que los aldeanos no se hubiesen percatado de la niña que parecía no envejecer y tenía fuerza bastante particular. Sin mecionar que antes sus pequeños dientes se asemejaban bastante a los de un perro, eso había sido verdaderamente complicado de explicar.
Una suave brisa la trajo de vuelta a la realidad, el aroma de alguna hierba desconocida llenó sus pulmones por unos segundos, y la calma volvió a su alma. A veces se dejaba sorprender por cosas del pasado, como si sus memorias fuesen una compleja madeja de lana que a veces intentaba desenredar. Muchas de las cosas que pasaron antes habían sido horribles y la marcaron, literalmente, de por vida, pero también había descubierto su fascinación por los humanos, por sus leyendas, y por su estilo de vida. Moviendo la cabeza de lado a lado, como si quisiera ahuyentar esos pensamientos, Blitz decidió sumergir esos pensamientos en lo profundo de su psique con ayuda de un poco de hidromiel.
-"Gracias Raymond.....ten Blitz..dáselas a él...veo que tienes mas experiencias que yo.... es mi primera vez que la como cruda....gracias...por ser..casi mentor para mí...quizas en la próxima reunión les pueda preparar Relleno de filete... ese tipo de platillo si hay que cocinarla, pero sé que les gustaría a todos en la manada probarlo.
"-
Sus palabras sonaban un poco tímidas, tal vez era porque el mayor de los licántropos era mucho más escueto y directo al hablar, eso denotaba la diferencia, no solo de edades, sino también de la clase de experiencias que habían enfrentado cada uno. Raymond era callado y reservado, probablemente porque había sido testigo de muchos enfrentamientos y habría perdido camaradas en otros tiempos, Wolfeimer parecía tener mayor habilidad en lo social, tratando de manera muy similar a Blitz a hacer amigos. No, probablemente esa palabra fuese demasiado corta, lo que él tal vez esperaba era crear una familia con los miembros de la manada. Cada uno era un mundo complejo de emociones, recuerdos y anhelos, la jóven cachorra solo podía esperar y ver hacia donde estos nuevos lazos iban a llevarlos... sus instintos le gritaban que posiblemente algo podría suceder en el futuro que alterase todo lo hermoso que hasta el momento había estado viviendo en Mirovia.
La ojiverde se apresuró a recibir con ambas manos la carne que se le estaba entregando y se la pasó con cuidado al mayor, inclinando un poco la cabeza en señal de respeto como su maestra Shinaja'e le había enseñado. Volviéndose al otro para responder, añadió:
-"¡Eso suena realmente delicioso! A mi me gusta siempre probar cosas nuevas, lamentablemente la cocina no es mucho lo mio... ¡pero puedo ayudarte a limpiar después de concluida la comida!"-
Cerrando los ojos por un momento, su mente retrocedió un par de segundos a lo que el mayor, Raymond, había dicho:
-"Estuve poco tiempo en ese pueblo; dos semanas cuanto mucho, y fue hace más de un siglo en realidad."-
Esas palabras, por alguna razón, calaron en su corazón provocándole una ligera punzada. Por supuesto que las personas mayores habrían estado en su tierra natal antes de la caza de licántropos, al parecer él macho la habría eludido por unos 10 u 11 años, si hubiese llegado un poco más tarde... bueno, eso era cosa del pasado. Sin embargo, eso quería decir que él probablemente si la había visto cuando aún era una pequeña cachorra, a lo mejor nisiquiera lo recordaba porque en aquel tiempo Blitz solía vestirse y actuar como todas las niñas de su pueblo: usando vestidos simples, jugando con ruedas de madera y haciendo competencias para ver quién podía lanzar más lejos un guijarro en la superficie del lago. Mordió su labrio inferior en símbolo de ansiedad, por ahora no quería incomodar a su invitado con preguntas que tal vez podrían excluir a su otro "hermano", tal vez en otra ocasión...
Los recuerdos de su pasado eran bellos, pero a la vez estaban llenos de falsedad. Ella nunca había sido libre de mostrarse como era al 100%, siempre tuvo que limitarse, esconder bajo una sonrisa todo lo que ella quería decir y hacer frente a los demás... su naturaleza salvaje a veces era demasiado...entusiasta, por decir lo menos. Estaba en la naturaleza de todos los hijos de la luna, al menos en su fase de cachorros, ser juguetones y un tanto burscos, realmente había sido un milagro el que los aldeanos no se hubiesen percatado de la niña que parecía no envejecer y tenía fuerza bastante particular. Sin mecionar que antes sus pequeños dientes se asemejaban bastante a los de un perro, eso había sido verdaderamente complicado de explicar.
Una suave brisa la trajo de vuelta a la realidad, el aroma de alguna hierba desconocida llenó sus pulmones por unos segundos, y la calma volvió a su alma. A veces se dejaba sorprender por cosas del pasado, como si sus memorias fuesen una compleja madeja de lana que a veces intentaba desenredar. Muchas de las cosas que pasaron antes habían sido horribles y la marcaron, literalmente, de por vida, pero también había descubierto su fascinación por los humanos, por sus leyendas, y por su estilo de vida. Moviendo la cabeza de lado a lado, como si quisiera ahuyentar esos pensamientos, Blitz decidió sumergir esos pensamientos en lo profundo de su psique con ayuda de un poco de hidromiel.
-"Gracias Raymond.....ten Blitz..dáselas a él...veo que tienes mas experiencias que yo.... es mi primera vez que la como cruda....gracias...por ser..casi mentor para mí...quizas en la próxima reunión les pueda preparar Relleno de filete... ese tipo de platillo si hay que cocinarla, pero sé que les gustaría a todos en la manada probarlo.
"-
Sus palabras sonaban un poco tímidas, tal vez era porque el mayor de los licántropos era mucho más escueto y directo al hablar, eso denotaba la diferencia, no solo de edades, sino también de la clase de experiencias que habían enfrentado cada uno. Raymond era callado y reservado, probablemente porque había sido testigo de muchos enfrentamientos y habría perdido camaradas en otros tiempos, Wolfeimer parecía tener mayor habilidad en lo social, tratando de manera muy similar a Blitz a hacer amigos. No, probablemente esa palabra fuese demasiado corta, lo que él tal vez esperaba era crear una familia con los miembros de la manada. Cada uno era un mundo complejo de emociones, recuerdos y anhelos, la jóven cachorra solo podía esperar y ver hacia donde estos nuevos lazos iban a llevarlos... sus instintos le gritaban que posiblemente algo podría suceder en el futuro que alterase todo lo hermoso que hasta el momento había estado viviendo en Mirovia.
La ojiverde se apresuró a recibir con ambas manos la carne que se le estaba entregando y se la pasó con cuidado al mayor, inclinando un poco la cabeza en señal de respeto como su maestra Shinaja'e le había enseñado. Volviéndose al otro para responder, añadió:
-"¡Eso suena realmente delicioso! A mi me gusta siempre probar cosas nuevas, lamentablemente la cocina no es mucho lo mio... ¡pero puedo ayudarte a limpiar después de concluida la comida!"-