Post by Takato Kawahana on Oct 14, 2017 20:27:35 GMT
Nombre: Takato Kawahana
Género: Masculino
Edad: 182 años (Nació el último día del año viejo)
Raza: Kitsune
Afiliación: La resistencia [Afiliación a la Tribu de la Luna Plata]
Lugar de Residencia: Tierras del Norte/Semi Nómada
Ocupación: Académico [Omega/Segundo al mando de la Tribu de la Luna Plata*]
Stats: 12 estrellas a repartir. Recuerda que una vez puestas tus estrellas, no las puedes cambiar. El máximo que puede tener cada stat es 5 estrellas.
• Fuerza: ★★★
• Inteligencia: ★★★
• Social: ★★★
• Agilidad: ★★
• Defensa: ★
Habilidades raciales: Puedes escoger hasta 3 habilidades pertenecientes a tu raza. Porfavor Escribe su nombre y su descripción.
Afinidad Elemental (Fuego). Pueden controlar pequeñas cantidades de fuego, hacerlas flotar o aventarlas a distancia. Su fuerza de proyección es equivalente a su fuerza física.
Aura pacífica. La presencia de estos seres puede atraer o amansar animales de toda clase, además de tranquilizar personas, hacerlas incluso entrar en confianza, el poder de esta aura es equivalente a la edad del arcano y no siempre es efectiva. Si el arcano está de mal humor o deprimido esta habilidad se anula. No se puede combinar con la habilidad de Intimidación.
Belleza Extraordinaria. Por naturaleza, la belleza con la que cargan estos seres es de una intensidad mayor a la común por lo que tienen ventajas al tratar de seducir a sus objetivos.
Agudeza Sensorial - ( Oído ) (Por ser parte de La Resistencia) . Su sentido del oído/olfato es más avanzado que otros arcanos de su especie. Esta habilidad es controlada a cualquier edad, sin embargo son altamente sensibles a sonidos y olores muy agudos pudiendo aturdir al arcano.
Personalidad:
Analítico y sagaz, busca siempre tener toda la información necesaria antes de emitir un juicio. Vive con pasión y cree en sus ideales, y así mismo los defiende con lógica y solidez, buscando casi siempre el bien común (la paz de salomón, de alguna forma). En público deja ver pocas expresiones, y usualmente está callado meditando su siguiente paso. En confianza, se vuelve un Arcano muy relajado y tierno, debido a la necesidad que tiene de mostrar emociones y la forma en la que las reprime.
Historia:
Nacido de la unión entre un Kitsune y una licántropo en Cipango (Actual Japón), Takato creció junto a sus hermanos de camada en una familia funcional y acomodada. Lejos de los hombres, vivían las costumbres de su lado paterno. Abrazaban su lado Arcano, lo que los hacía especiales y diferentes a la humanidad, día a día. Educado en las artes, la danza, música y oratoria, el joven Kitsune rápidamente se volvió un estudioso de las costumbres de su pueblo. Muy joven empezó a viajar con sus hermanos a conocer las costumbres de otras tribus y pueblos Arcanos, pero el apego de muchos de ellos al embriagante y tóxico “ser humano” eran incomprensibles para ellos. Escribió un libro sobre el tema, dando uso a su formación académica, y con los años, comenzó a buscar una respuesta, un motivo al ¿Por qué? de la vergüenza a la que se exponían esos Arcanos con tal de vivir libres. No lograba comprender cúal era el motivante a poner tan por encima la supervivencia por sobre la vida. No le importaba ver Arcanos en su forma sellada, sino verlos comportándose como humanos, ensuciando lo que tocaban, intoxicando la tierra y quitándole valor a sus orígenes Arcanos.
Todos estos años de estudio del comportamiento y cultura de otros pueblos Arcanos e incluso de algunos humanos, lo llevaron a pasar noches y días, y meses y años en su forma verdadera, con otros animales. Años en los cuales la gran caza amainaba pero seguía latente, como una herida abierta. Los zorros se le acercaban, aunque fuese diferente. Lo hacían parte de sus manadas, o intentaban pelear con él por territorio. Jugaban con él como uno de los suyos y compartían sus vidas con él. Y así con todo el ecosistema de los bosques que habitó. Sus costumbres eran más predecibles, pero al mismo tiempo, más puras. ¿Por qué podían los animales aceptar a un ser diferente, aunque parecido, pero los humanos no? Muchos dilemas pasaban por su activa mente, y su descontento era evidente. No podía cambiar a aquellos que habían echado raíces en la tierra envenenada, ya que también lo estaban. Pero, sabía que en algún lugar habitaban Arcanos que pensaban como él, que vivían como él. Sabía gracias a su madre que los licántropos solían vivir en manadas, pero ¿Donde? Ella había llegado huyendo de la gran guerra hacía muchos años ya, y al Takato vivir alejado de todo por tanto tiempo, sabía ya no la volvería a encontrar.
Quería dejar su huella, una pata marcada en la húmeda tierra, simbolizando su naturaleza. No le gustaba esconderse, debía encontrar una salida. Fue en esos tiempos que una pequeña manada de Kitsunes guiados por una Kirin y sus hijos dieron con él. Era evidente habían pasado años entre los hombres, y sus costumbres eran evidentemente humanas. Pero, ahora estaban ahí, en el mismo bosque que él, de la misma forma que él. La Kirin era amable y maternal, y sus hijos -mucho más pequeños que Takato- aún estaban aprendiendo la diferencia entre el bien y el mal, entre los Arcanos y los hombres. Al Kitsune le parecían fascinantes las diferencias que esta manada había traído a su bosque. Escribió sobre ellos, todos ellos, incluido él mismo, estudiando y dando uso a lo que había aprendido en esos años.
Un buen día, mientras las flores del cerezo cubrían el pasto con su gentil caricia, uno de los Kitsunes de la manada llegó con noticias de cambio, noticias de una Tierra prometida. Se hablaba de paz, armonía y un lugar para los Arcanos. Takato, dichoso por ese descubrimiento, se armó del valor necesario para abandonar a esa pequeña familia que había compartido con él y junto con otros dos Kitsunes emprendió el viaje. Sumido en sus pensamientos, no recuerda mucho del viaje. Pero si recuerda la decepción que se llevó al llegar a Mirovia, y ver que, pese a que no habían humanos, los Arcanos la habían vuelto una tierra igual a la de donde procedían. ¿No habían aprendido nada de los errores de sus ancestros y de los hombres? No entendía la obsesión que tenían por humanizar todo, y en lugar de aprovechar sus propios dones, se valían de comportamientos tan humanos como el odio, la discriminación y la envidia para subsistir. Pero ya no había vuelta atrás. Vagó por Mirovia por seis años, conociendo sus rincones y estudiando a los Arcanos que allí habitaban.
Su suerte cambió al encontrarse a un licántropo que se había asentado hace poco tiempo en la montañas del norte con su hembra. Le bastó escucharlo y verle por unas horas para saber que era a quien había estado buscando. Sabía que las manadas de lobos eran orgullosas y discriminaban, pero eso no le impidió de mostrarle sus respetos y buenos deseos. Sorpresa se llevó cuando el licántropo se acercó a él y le ofreció refugio en ese lugar. No era manada sino una tribu, y como tal, buscaban el bien común de sus integrantes. En esos momentos llevaban muy poco tiempo asentados, y la llegada de Takato fue algo necesario para seguir adelante. El líder necesitaba un consejero, alguien en quien confiar, y pronto, Takato se volvió en ese alguien.
Datos curiosos:
-Durante sus años viviendo como un zorro algunas veces le cantaba a la luna.
-Mantenía sus pertenencias en un escondite para poder mantenerse escribiendo
-Sus hermanos tomaron distintos caminos, pero el recuerdo de cada uno sigue vivo
-Lleva unos 35-36 años en Mirovia
-No se opone a la civilización, sino a las vías humanas de relacionarse con los demás.
-Es lo que se consideraría “De mente muy abierta”.
-Aún practica su canto y danza dentro de la tribu. Las artes plásticas las ha dejado de lado, pero también ha seguido escribiendo.
-Lleva un registro de los asuntos de la tribu.
-Los otros Kitsunes con los que viajó a Mirovia decidieron vivir en los bosques en su forma Verdadera, tal como habían hecho en Cipango.
-Su naturaleza lo hace cuestionar casi todo, pero evita hacer comentarios inadecuados de no ser necesario.
-Le gusta el pescado ahumado, la carne poco cocida y los huevos.
-Sabe realizar cualquiera de las tareas básicas de la tribu como lo son cazar, pescar y recolectar, además de cuidar a los animales que llevan consigo para subsistir.
-Asumió el rol de mediador dentro de la tribu, por lo que siempre está en los consejos.
En su forma Verdadera se ve mas o menos así, aunque con cuatro colas. (Esto es sólo una referencia)
www.furaffinity.net/view/6119789/ by Sebastian Silverfox (Editado)
Casi nunca usa su forma Sellada, pero en su forma Fated es un hombre de 175cm, rubio y de rasgos vulpinos. Orejas puntiagudas, colas peludas y vestimentas tipo oriental (kimono) rojos y blancos. Sus ojos son azul perlado en ambas formas.
*Se incluye la Tribu de la Luna Plata cómo ancla argumental buscando crear un grupo formalizado dentro del foro.
Género: Masculino
Edad: 182 años (Nació el último día del año viejo)
Raza: Kitsune
Afiliación: La resistencia [Afiliación a la Tribu de la Luna Plata]
Lugar de Residencia: Tierras del Norte/Semi Nómada
Ocupación: Académico [Omega/Segundo al mando de la Tribu de la Luna Plata*]
Stats: 12 estrellas a repartir. Recuerda que una vez puestas tus estrellas, no las puedes cambiar. El máximo que puede tener cada stat es 5 estrellas.
• Fuerza: ★★★
• Inteligencia: ★★★
• Social: ★★★
• Agilidad: ★★
• Defensa: ★
Habilidades raciales: Puedes escoger hasta 3 habilidades pertenecientes a tu raza. Porfavor Escribe su nombre y su descripción.
Afinidad Elemental (Fuego). Pueden controlar pequeñas cantidades de fuego, hacerlas flotar o aventarlas a distancia. Su fuerza de proyección es equivalente a su fuerza física.
Aura pacífica. La presencia de estos seres puede atraer o amansar animales de toda clase, además de tranquilizar personas, hacerlas incluso entrar en confianza, el poder de esta aura es equivalente a la edad del arcano y no siempre es efectiva. Si el arcano está de mal humor o deprimido esta habilidad se anula. No se puede combinar con la habilidad de Intimidación.
Belleza Extraordinaria. Por naturaleza, la belleza con la que cargan estos seres es de una intensidad mayor a la común por lo que tienen ventajas al tratar de seducir a sus objetivos.
Agudeza Sensorial - ( Oído ) (Por ser parte de La Resistencia) . Su sentido del oído/olfato es más avanzado que otros arcanos de su especie. Esta habilidad es controlada a cualquier edad, sin embargo son altamente sensibles a sonidos y olores muy agudos pudiendo aturdir al arcano.
Personalidad:
Analítico y sagaz, busca siempre tener toda la información necesaria antes de emitir un juicio. Vive con pasión y cree en sus ideales, y así mismo los defiende con lógica y solidez, buscando casi siempre el bien común (la paz de salomón, de alguna forma). En público deja ver pocas expresiones, y usualmente está callado meditando su siguiente paso. En confianza, se vuelve un Arcano muy relajado y tierno, debido a la necesidad que tiene de mostrar emociones y la forma en la que las reprime.
Historia:
Nacido de la unión entre un Kitsune y una licántropo en Cipango (Actual Japón), Takato creció junto a sus hermanos de camada en una familia funcional y acomodada. Lejos de los hombres, vivían las costumbres de su lado paterno. Abrazaban su lado Arcano, lo que los hacía especiales y diferentes a la humanidad, día a día. Educado en las artes, la danza, música y oratoria, el joven Kitsune rápidamente se volvió un estudioso de las costumbres de su pueblo. Muy joven empezó a viajar con sus hermanos a conocer las costumbres de otras tribus y pueblos Arcanos, pero el apego de muchos de ellos al embriagante y tóxico “ser humano” eran incomprensibles para ellos. Escribió un libro sobre el tema, dando uso a su formación académica, y con los años, comenzó a buscar una respuesta, un motivo al ¿Por qué? de la vergüenza a la que se exponían esos Arcanos con tal de vivir libres. No lograba comprender cúal era el motivante a poner tan por encima la supervivencia por sobre la vida. No le importaba ver Arcanos en su forma sellada, sino verlos comportándose como humanos, ensuciando lo que tocaban, intoxicando la tierra y quitándole valor a sus orígenes Arcanos.
Todos estos años de estudio del comportamiento y cultura de otros pueblos Arcanos e incluso de algunos humanos, lo llevaron a pasar noches y días, y meses y años en su forma verdadera, con otros animales. Años en los cuales la gran caza amainaba pero seguía latente, como una herida abierta. Los zorros se le acercaban, aunque fuese diferente. Lo hacían parte de sus manadas, o intentaban pelear con él por territorio. Jugaban con él como uno de los suyos y compartían sus vidas con él. Y así con todo el ecosistema de los bosques que habitó. Sus costumbres eran más predecibles, pero al mismo tiempo, más puras. ¿Por qué podían los animales aceptar a un ser diferente, aunque parecido, pero los humanos no? Muchos dilemas pasaban por su activa mente, y su descontento era evidente. No podía cambiar a aquellos que habían echado raíces en la tierra envenenada, ya que también lo estaban. Pero, sabía que en algún lugar habitaban Arcanos que pensaban como él, que vivían como él. Sabía gracias a su madre que los licántropos solían vivir en manadas, pero ¿Donde? Ella había llegado huyendo de la gran guerra hacía muchos años ya, y al Takato vivir alejado de todo por tanto tiempo, sabía ya no la volvería a encontrar.
Quería dejar su huella, una pata marcada en la húmeda tierra, simbolizando su naturaleza. No le gustaba esconderse, debía encontrar una salida. Fue en esos tiempos que una pequeña manada de Kitsunes guiados por una Kirin y sus hijos dieron con él. Era evidente habían pasado años entre los hombres, y sus costumbres eran evidentemente humanas. Pero, ahora estaban ahí, en el mismo bosque que él, de la misma forma que él. La Kirin era amable y maternal, y sus hijos -mucho más pequeños que Takato- aún estaban aprendiendo la diferencia entre el bien y el mal, entre los Arcanos y los hombres. Al Kitsune le parecían fascinantes las diferencias que esta manada había traído a su bosque. Escribió sobre ellos, todos ellos, incluido él mismo, estudiando y dando uso a lo que había aprendido en esos años.
Un buen día, mientras las flores del cerezo cubrían el pasto con su gentil caricia, uno de los Kitsunes de la manada llegó con noticias de cambio, noticias de una Tierra prometida. Se hablaba de paz, armonía y un lugar para los Arcanos. Takato, dichoso por ese descubrimiento, se armó del valor necesario para abandonar a esa pequeña familia que había compartido con él y junto con otros dos Kitsunes emprendió el viaje. Sumido en sus pensamientos, no recuerda mucho del viaje. Pero si recuerda la decepción que se llevó al llegar a Mirovia, y ver que, pese a que no habían humanos, los Arcanos la habían vuelto una tierra igual a la de donde procedían. ¿No habían aprendido nada de los errores de sus ancestros y de los hombres? No entendía la obsesión que tenían por humanizar todo, y en lugar de aprovechar sus propios dones, se valían de comportamientos tan humanos como el odio, la discriminación y la envidia para subsistir. Pero ya no había vuelta atrás. Vagó por Mirovia por seis años, conociendo sus rincones y estudiando a los Arcanos que allí habitaban.
Su suerte cambió al encontrarse a un licántropo que se había asentado hace poco tiempo en la montañas del norte con su hembra. Le bastó escucharlo y verle por unas horas para saber que era a quien había estado buscando. Sabía que las manadas de lobos eran orgullosas y discriminaban, pero eso no le impidió de mostrarle sus respetos y buenos deseos. Sorpresa se llevó cuando el licántropo se acercó a él y le ofreció refugio en ese lugar. No era manada sino una tribu, y como tal, buscaban el bien común de sus integrantes. En esos momentos llevaban muy poco tiempo asentados, y la llegada de Takato fue algo necesario para seguir adelante. El líder necesitaba un consejero, alguien en quien confiar, y pronto, Takato se volvió en ese alguien.
Datos curiosos:
-Durante sus años viviendo como un zorro algunas veces le cantaba a la luna.
-Mantenía sus pertenencias en un escondite para poder mantenerse escribiendo
-Sus hermanos tomaron distintos caminos, pero el recuerdo de cada uno sigue vivo
-Lleva unos 35-36 años en Mirovia
-No se opone a la civilización, sino a las vías humanas de relacionarse con los demás.
-Es lo que se consideraría “De mente muy abierta”.
-Aún practica su canto y danza dentro de la tribu. Las artes plásticas las ha dejado de lado, pero también ha seguido escribiendo.
-Lleva un registro de los asuntos de la tribu.
-Los otros Kitsunes con los que viajó a Mirovia decidieron vivir en los bosques en su forma Verdadera, tal como habían hecho en Cipango.
-Su naturaleza lo hace cuestionar casi todo, pero evita hacer comentarios inadecuados de no ser necesario.
-Le gusta el pescado ahumado, la carne poco cocida y los huevos.
-Sabe realizar cualquiera de las tareas básicas de la tribu como lo son cazar, pescar y recolectar, además de cuidar a los animales que llevan consigo para subsistir.
-Asumió el rol de mediador dentro de la tribu, por lo que siempre está en los consejos.
En su forma Verdadera se ve mas o menos así, aunque con cuatro colas. (Esto es sólo una referencia)
www.furaffinity.net/view/6119789/ by Sebastian Silverfox (Editado)
Casi nunca usa su forma Sellada, pero en su forma Fated es un hombre de 175cm, rubio y de rasgos vulpinos. Orejas puntiagudas, colas peludas y vestimentas tipo oriental (kimono) rojos y blancos. Sus ojos son azul perlado en ambas formas.
*Se incluye la Tribu de la Luna Plata cómo ancla argumental buscando crear un grupo formalizado dentro del foro.