Knowledge and Innocence (PRIV. Lucian,Noitye, Wolfeimer.)

Wolfeimer estaba ya listo para partir junto con Noitye para buscar los libros en un cierto punto que estuvieran lejos de la manada, y a su vez no tan cerca de reapergate por los últimos acontecimientos ocurridos con la separación de las cortes y el nacimiento de los hijos de Fauce y Diana. Durante el camino, el clima estaba frió, la nieve en el suelo era suave y poco dificultosa para caminar.

Notaba el cachorro que la cara de Noitye era más diferente que las otra veces, no sonreía, no hablaba, algo le preocupaba. Odiaba verle esa infelicidad, aunque no era de su inconveniencia, Wolfeimer quería hacerle sentir bien a su "hermano".

Creo que...teníamos tiempo de no salir juntos ¿No?... ¿Está todo bien?

Aun el moreno estaba callado, parecía que no le habría prestado mucha atención o solo ignoraba sus comentarios pocos imprudentes. Pensaba que tal vez estaría él molesto por la imprudencia que hizo el cachorro cuando menciono el nacimiento de los cachorros por el chat .Al menos la caminata no les había durado mucho tiempo y pronto observaron a una persona junto con un ciervo. Si, era Lucian junto con su medio de transporte, tal como se le habría prometido en el chat, que no se comería a su transporte, el cachorro solía socializar con cualquiera que se encontrara en el camino, aunque a veces, puede encontrar algunos arcanos de mal humor.

El extraño saludo de Noitye le parecía algo seco para el cachorro. Definitvamente algo estaba mal, pero no era momento para preguntar eso frente al bibliotecario.

Hola señor Lucian, ¿ese es su medio de transporte? ¿puedo acariciar su cabeza? le prometo que no le daré ningún daño.

Para el era la primera vez en conocer a un ciervo como un animal de transporte, claro, a parte de los caballos, pero este era algo muy diferente a lo que había conocido en sus viajes y aventuras. Le parecía desde el lugar donde estaba un animal muy simpático

 El vástago observo la escena entre el joven licántropo que se llevaba aparentemente bien con su amado ciervo, después de todo Knjor desde que era un cervatillo jamás había mostrado agresividad ante los demás seres, únicamente en los tiempos de guerra donde tuvo que enfrentar cara a cara a la muerte misma en más de una ocasión, de las cuales prefería dejar sepultadas, sonrió ligeramente y escucho atentamente las opciones que tenían respecto a su estancia en aquella cueva que él había seleccionado, sin decir más asintió ante la idea de que ambos fuesen a obtener una cantidad considerable de leña, por lo que tomo el arnés con el que guiaba a Knjor y lo mueve hacia la cueva.

—Si esas opciones les parecen las más adecuadas, yo espero aquí pacientemente, claro está que iré formando el campamento para que los tres descansemos cómodamente, si no les molesta que yo acondicione el lugar en lo que ustedes hacen esa tarea...espero que arriben prontamente y no se vean envueltos en la tormenta. —

 Así pues, fue así como el vampiro camino hacia la cueva encontrándose con un pequeño pedazo de ͞cielo͟ al cual podrían llamar refugio por esa larga noche invernal, bueno en realidad el anochecer se encontraba próximo a llegar y permitir que la luna se apoderada de aquellos lares, fue así como permitió que el ciervo se acomodara de una manera más cómoda en la cueva, no sin antes extender una colcha bastante grande donde el ciervo se había echado a descansar, acomodo otras dos colchas que siempre traía extra, además de la manta de Knjor, nunca estaba mal prepararse de más, además de eso se inca frente a donde sería la fogata, acomodando unas rocas en círculo, bastante grande para que el calor de la fogata inundara la cueva, luego de eso salió a la intemperie, miro que los licántropos aun no volvían, pero sabía que el rastro lo encontrarían fácilmente, después de todo el olor de Knjor era atrayente para un licántropo, solo esperaba que fuera el adecuado.

—Bien, ahora solo falta algo para evitar que la nieve y el frio entren en la cueva...—



Dijo tranquilamente para caminar por la nieve y notar unos árboles grandes con ramas gruesas que aun yacían con hojas, aunque muy seguramente congeladas, servirían para una puerta, el vampiro camino sobre el tronco con su habilidad anti gravedad.

Anti gravedad: Aunque siempre este el piso, no significa que es la única ruta por donde caminar. Los arcanos con esta habilidad desafían las leyes de la física invirtiendo el centro de su cuerpo para poder trasladarse de cabeza o costado por cualquier superficie.

Subió hasta la copa del tronco para comenzar a arrancar las ramas con fuerza, una vez había logrado su cometido el vampiro sonrió victorioso y descendió a nivel del suelo de un salto, con las ramas más grandes para volver a donde se encontraba la cueva, colocando las ramas en la entrada de la cueva cubriendo esta, claro que dejando un espacio para que los licántropos los encontraran, entraran y taparan esta misma, para alimentar con avena y unas pocas bayas a Knjor mientras esperaba el arribo de los licántropos.

Despúes de dejar a Knjor con su dueño volteó su cara para escuchar la sugerencia que Noitye, afirmo su cabeza para verle la señal que le hizo, y analizando suposo que quería que le siguiera y fue tras el llegando a un sitio donde había varios árboles. De todos ellos se colocó junto a uno y comenzaba a saltar sobre las ramas.

Muy bien Wolf quédate aquí yo subiré para buscar algo de madera y juntos la llevaremos hacia la cueva, ¿Entendido?

Ok Noitye...solo ten cuidado con las ramas...creo que algunas son frágiles

Subirse a un árbol como ese era un reto para el moreno, algo que Wolfeimer jammás lo habría hecho, pero aún asi sentía algo de admiración por eso, algún día lo iba a hacer igual que el. Volteó su rostro para observar el paisaje. No quería dar mala noticia pero el clima del lugar se hacía mas frío, la y poco a poco se acercaba una neblina que cubría todo el lugar acompañado de la nieve que caía el cielo.



Menos mal que Noitye era muy hábil para cortar la madera con su cuchillo y pudo sacar la madera necesaria y bajo con rapidez para pasarle la madera a su hermano Wolfeimer mientras este lo recibia con una suave sonrisa.

Debemos apurarnos o la tormenta nos alcanzará.

Guiándose por su olfato, Wolfeimer junto a Noitye seguían el aroma de Knjor, era un alivio para el cachorro haberse encariñado con el ciervo. Lograron llegar hasta una cueva donde estaba cubierta de ramas con una pequeña abertura para entrar y salir, para ambos, era una sorpresa increible que parecía las puertas a una casa. Al entrar ya Lucían había preparado dos colchas para dormir. Observo el cachorro que ya Knjor se había acomodado bien y eso le pareció un alivio; por otro lado Noitye estaba preparando la fogata con la leña traida.

Mientras lo hacía, el cachorro se arrodillo para sacar algunas cosas especiales que traía en su bolso, entre ellas unos pedazos de carne ya condimentada y algunos montes verdes para el ciervo.

Bueno mientras se acomoda la fogota, yo acomodare algo para comer, obviamente no le puedo dejarlo ir asi sin comer nada tanto a usted como su amigo acompañante.. considéralo como una muestra de agradecimiento.. asi que..Señor Lucían..¿Cuanto tiempo ha trabajado como bibliotecario en Reapergate? Cuando ingrese como cortesano de la corte del verano hace tiempo, había llegado en ese lugar como accidente, a penas logre llegar al mercado negro, pero pude regresar sin problemas al templo...era un tipo de exploración que me habían asignado..pero no pude encontrar lo que buscaba, asi que decidi hacer un paseo por los alrededores, la ciudad es bastante pacífica, pero el mercado...bueno...no podría decirse nada agradable

El clima no perdonaba en aquella cordillera, el frío no era amable con nadie de aquel paraje congelado donde las condiciones climáticas podían empeorar por mero capricho, por suerte los tres arcanos tenían un refugio muy sólido para resguardarse, aunque no podían quedarse allí siempre, decidió no pensar en eso y concentrarse en hacer la fogata aceptando la ayuda del vástago. Encendió la el fuego con suma facilidad suspirando de alivio en cuanto la fogata estuvo lista ya que eso serviría para hacerle frente a la implacable tormenta que había al exterior, mientras tanto Wolfeimer parecía tener mucha curiosidad por saber mas sobre Lucian y no lo culpaba, él se sentía de la misma manera, no era un secreto que era bastante curioso pero en ese momento a pesar de que las ansias de preguntar eran bastantes guardó silencio dejando que su hermano hiciera las preguntas que quisiera y escuchando atentamente la respuesta del pelinegro.

Al parecer había pasado por mucho antes de que llegara a ser el encargado de la biblioteca, pero la parte que llamó mas su atención fue cuando mencionó lo de estar encerrado en un ataúd, eso no sonaba nada agradable y no pudo evitar preguntarse el porqué había terminado encerrado. ¿Algún crimen?. ¿Quizás un castigo?. No estaba seguro y solo podía especular las razones del porqué, definitivamente preguntaría por ello. - ¿Veinte años en un ataúd? ... Eso es mucho tiempo encerrado...- expresó luego de escuchar a Lucian responder, quería saber más sobre eso pero no deseaba saturarlo con preguntas. - Si no te molesta que pregunte... ¿Por qué terminaste en un ataúd?... Ah, si es muy incómodo no hace falta que respondas, entiendo que a veces la curiosidad es algo molesta.- su intento por no preguntar fue en vano pero ya lo había hecho solo esperaba que Lucian no se enfadara por su insolencia de todos modos si respondía o no a su pregunta era un tema aparte.

Nuevamente la voz del vástago se escuchó mencionando sus regalos, realmente se había olvidado de ellos debido a todos los otros temas de los que habían estado hablando pero realmente era una buena idea, recibió el pergamino de parte del pelinegro mirándolo con detalle. -Así que... estos son los pergaminos del deseo...- murmuró un poco en voz alta mientras lo miraba perfectamente enrollado, luego tiró de la cinta que lo mantenía cerrado para que este se abriera, repente se veía algo antiguo y habían algunos escritos en ciertos lugares con lo que parecían ser dibujos o letras, no estaba seguro. Sus ojos se paseaban por todo el papel hasta que se detuvieron en el centro del pergamino donde unas letras comenzaron a aparecer, el moreno se acercó un poco más al papel claramente sorprendido intentando leer lo que decía el pergamino, unas palabras aparecieron impresas como si siempre hubiera estado allí. "Amor y fortaleza".
El moreno soltó un breve suspiro desviando su mirada un momento, para que luego esta volviera al sitio donde estaban aquellas palabras para leerlas una vez más, sin embargo se encontró con algo totalmente distinto, un dibujo de unos ojos azules los cuales lo miraban fijamente, tenía la sensación de haberlos visto antes y en cierta medida se parecían a los ojos de Jundel pero no eran iguales, no sabía que era lo que el pergamino estaba diciéndole y eso le confundía bastante, se sentía algo perdido en ese momento.

El vástago se encontraba en total calma conforme el tiempo pasaba, Wolfeimer se había adentrado hasta donde se encontraba el ciervo descansando, Knjor solo alzo la cabeza semi adormecido por el calor tan reconfortante que la manta le estaba dando además de la fogata, fue entonces cuando los tazones de alimento le fueron entregados, olfateo un poco al licántropo y comenzó a alimentarse como era debido, las bayas primero como si fuesen unas golosinas y finalmente la avena sin embargo el hocico le había quedado verdaderamente manchado de las moras y frambuesas dejando tonalidades magenta en el pelaje del animal que miraba al pelinegro con curiosidad, moviendo sus orejas y dándole una lamida en su cara.


Mientras tanto el vástago estaba tan entrado en sus pensamientos después de haber terminado de explayar las respuestas hacia el licántropo más joven cuando una nueva pregunta fue lanzada.



Así fue como el caballero de ojos azulados miro al moreno y escucho aquella duda nueva, era lógico que preguntara pero…era algo que no sabía cómo explicarlo a detalle, sin embargo no dejaría a ningún arcano hambriento de conocimiento, por lo cual solo sonrió.



La curiosidad ¿molesta? Nunca debía ser algo malo sentir curiosidad, cuando pequeños sentimos curiosidad por todo a nuestro alrededor, la sed de conocimiento y aprendizaje era algo que cualquier arcano deseaba más que nada en el mundo y que nuestros padres alimentaban día con día, como bien se dice: “El conocimiento es poder” así que el vástago con una sonrisa calma se acomodó en su asiento y aclarando la garganta expreso.


—Vine en un barco hasta estas tierras custodiado con otros arcanos, en realidad ellos desconocían mi presencia en el navío, había varios que solo habían entrado en una extraña aura de euforia que podía sentir desde el lugar de mi descanso, mi ataúd sin embargo cuando una tormenta asolo el barco casi todos murieron menos algunos que…a pesar del hambre que sentía y la sed por sangre eran grandes, en secreto protegí, al llegar a esta tierra de paz, emergí de mi lugar pero no fui bien recibido por un clan de vástagos que preferían la sangre arcana y humana a la sangre animal, yo estoy en completa contra de la sangre que no fuese animal, en realidad de todo tipo de sangre en totalidad, cuando estos encerrándome en una celda me pusieron enfrente estando famélico algo que jamás creí volver a ver en mi vida…un humano.—


Trago en seco y suspiro ligeramente ante el simple fantasma del pasado, su piel se había erizado un poco pero no paro con la historia.


—En realidad no era un ser humano común, cualquiera esperaría a esos monstruos que mataban arcanos, un hombre mayor fuerte y diestro en el arte de la guerra o espada dispuesto a matarme por órdenes de los demás no-vivos sin embargo al emerger de las sombras era…solo una pequeña niña de no más de 6 años de edad, asustada…llorosa suplicando por su madre, la sed que sentía era tan grande que solo pensaba en los latidos de su pequeño corazón y el sonido de la sangre correr por sus venas, quería destrozar su garganta de una mordida, pero…no, no cedió ante los asquerosos deseos de asesinar, esos deseos de un monstruo por lo que abrace a la pequeña con mi cuerpo protegiéndola de los demás que me habían ordenado a matarla, hasta que un día me la arrebataron de mis brazos ya que yo estaba muriendo de hambre y sed, comencé a comportarme como…en realidad no estoy seguro, solo sé que sentía que moría poco a poco…desesperado por alimentarme pero nada saciaba esa hambre…cuando me encerraron en aquel ataúd para castigarme por lo que había hecho, sepultándome dentro de este durante esos 20 largos años…hasta que…un grupo de goblins me saco de mi encierro…aun me arrepiento de haberme bebido hasta la última gota de su ser…y siempre me pregunto si esa niña siguió convida o si la mataron al encerrarme.—


El vástago suspiro pesado cuando termino de contar aquella historia pero simplemente sonrió de forma forzada a los licántropos, no le molesto expresar esas palabras a quienes quizá podía depositar su confianza pues habían protegido a su hermano menor durante años, fue así como el moreno expreso sobre su pergamino del deseo al igual que el más joven tomaron sus pergaminos y miraron sorprendidos aquellos pedazos finos de papel, Noitye se veía abrumado con lo que leía pero fue cuando Wolfeimer salto de donde yacía sentado gritando.



El grito y como se había levantado nervioso provocando que una roca en el lugar adecuado hiciera que el licántropo cayera, fue cuando el vástago de forma rápida coloco su mano en la cabeza del licántropo impidiendo que se hiriera con las rocas, pero igual el impacto pudo haberlo lastimado, su mirada de paz se había transformado a una de completo horror cuando Wolfeimer había expresado esas palabras para decir.


— ¿Qué? ¿Qué le pasa a Jundel? ¡¿Qué viste en el pergamino Wolfeimer?!—


Fue entonces cuando un temblor se presentó, fue leve pero notable, un alud se había manifestado con los gritos del licántropo y el vástago mezclados a lo que el vampiro cubrió la boca de Wolfeimer para impedir aquellos gritos y puso su otra mano en sus labios dándole a entender a Noitye que se mantuviera en silencio y completamente quieto para decir en un susurro.


—Manténganse quietos…y no hablen fuerte…esto puede ser algo muy grave…si seguimos gritando…provocaremos una avalancha y quedaremos atrapados…shh…—

Dijo nervioso para ver a Wolfeimer y decir.


—Joven Wolfeimer, expréseme que es lo que le preocupa de mi hermano, necesito saberlo….por favor…—


Dijo con un ligero tono suplicante para adquirir el conocimiento de su hermano menor, no quería perder lo que le quedaba de familia, no podría soportarlo.