Post by Sieg Stahlzahn on Oct 16, 2017 21:18:06 GMT
Octubre, Lunes 30, 22:30 Hrs, Berlín, Alemania.
Misión: Reconocimiento del Territorio Enemigo del ''Ojo de Sangre''.
Encargados: Generales''Aullido Espectral'' Y ''Destello Sangriento''.
Misión: Reconocimiento del Territorio Enemigo del ''Ojo de Sangre''.
Encargados: Generales''Aullido Espectral'' Y ''Destello Sangriento''.
Habían sido unos arduos días de investigación, de tratar de usar cada pista que tenían para encontrar la guarida de sus enemigos jurados, El Ojo de Sangre. Cuando la esperanza iba decayendo al punto de que rendirse parecía ser una opción clara, pudieron dar con los primeros rastros que les permitirían dar el siguiente paso, la misión de reconocimiento del lugar. La Lider Lumina había escogido a dos de sus mejores guerreros para guiar aquella búsqueda, el General Sieg ''Aullido Espectral'', y la General Salem ''Destello Sangriento'', los cuales sin ninguna especie de duda, aceptaron aquella misión, preparando a varios de los soldados que los acompañarían a aquel lugar, tanto estrategias de ofensiva, como de defensa en caso de que algo pudiera amenazarlos, no era extraño el pensar que con todo lo que ocurría a las afueras de la Utopía, cualquier cosa podía ser considerado un peligro. La noche se había dejado caer, el momento de dar inicio a aquel plan ya estaba sobre ellos, y finalmente, como animales asechando a sus presas en medio de la noche, aquel reducido pelotón de dos generales y 6 soldados habían salido en dirección al lugar marcado de una manera veloz.
El paso entre las distintas rocas, arboles y arbustos del camino era sigiloso, no podían permitirse alertar a sus enemigos con su presencia sin antes estar seguros de en que territorio se encontraban. Sieg se detuvo, haciendo una señal con su mano a sus compañeros, sacando aquel mapa marcado para analizarlo con Salem.- Estamos cerca...- Dijo en un murmullo apenas audible para los soldados, guardando nuevamente aquel mapa y llevando su izquierda al mango de su Katana que se encontraba a un lado de su cintura. Los pasos continuaron tan solo acompañados por los sonidos clásicos de la noche, hasta que su caminar se detuvo lentamente en lo que parecía ser un prado con una numerosa cantidad de rocas alrededor, todas de un tamaño considerable. La oscuridad no les permitía observar con claridad el alrededor, todos se mantenían alerta mientras daban uno que otro paso sutil en aquel lugar, donde ni un murmullo se escuchaba, al menos, hasta que se dieron cuenta que varias sombras comenzaron a rodearlos, causando el sonido de las pisadas sobre el césped, lentamente Sieg y Salem se dieron cuenta de lo que se trataba, una trampa.
El enfrentamiento comenzó a llevarse a cabo en aquel lugar que se suponía les daría pistas sobre sus enemigos, pero no fue así en ningún sentido, tan solo encontraron una batalla donde se encontraban en gran desventaja numérica, Sieg no podía contarlos con claridad pero rodeaban los 20-25 enemigos. Su Katana bloqueaba los ataques de varios y contraatacaba a la vez que se preocupaba de dar apoyo a sus soldados, mientras Salem parecía encargarse de manera confiada de un grupo por su cuenta, siempre tan clásico de ella. Parecía que lograrían ganar esa batalla, pero lo que no se esperaron, fue que al parecer ese grupo no se encontraba solo. Refuerzos llegaron, otro gran grupo de enemigos, parecía que habían salido de la nada incluso.- ¡Nos atacan por la espalda, atentos!.- Exclamo Sieg mientras preparaba una retirada.- ¡Maestra, nos retiramos!.- Exclamo de gran manera, debian irse de ahi antes de que la cantidad numerica de diferencia les pasara la cuenta a sus soldados, pero estos enemigos no daban tiempo de reaccionar.
Los soldados acompañantes iban cayendo uno a uno, tan solo quedaban 3 con vida de aquel grupo de 6, pero algo iba para peor, Salem no habia previsto que otro enemigo se habia colado fuera de su vista, incapaz de notar que un ataque se dirigía por su espalda, Sieg lo noto, debía hacer algo, debía salvar a su Maestra. Aprovechando su velocidad se apresuro en correr en esa dirección.- ¡Salem, cuidado!.- Advirtió en un grito, pero cuando la ajena se había dado cuenta, el ataque ya iba en una dirección clara, el cuello del Destello Sangriento, pero antes de que aquella filosa arma impactara en el lugar que debía, Sieg logro desviarla con un bloqueo con su Katana, pero no todo salio tan bien, la punta de aquella arma se había acercado lo suficiente para dar un corte en medio del rostro del Licántropo.- ¡Agh...!.- Un quejido salio de los labios de Sieg, antes de dar un corte limpio a aquel enemigo frente a él, sintiendo la sangre recorrer su rostro.- No es nada... Estoy bien.- Comento a su Maestra, para luego voltearse a mirar a los enemigos restantes, no parecía haber huida posible, solo quedaba una opción, continuar la lucha.
El campo se había llenado de sangre tanto aliada como enemiga, el silencio ante los cuerpos caídos de los soldados que dieron su vida en aquel momento.- Danke für alles ... .- Comento arrodillado frente al cuerpo de uno de los soldados, que él mismo había entrenado, llevando un pañuelo para continuar limpiando la sangre de su rostro.- Encontraremos a esos malditos... Y los haremos pagar.- Sentencio levantándose, girándose a los 3 soldados vivos y a su maestra, para comenzar el camino devuelta a la gran Utopía del Escudo de Plata, para dar las malas noticias a Lumina, y a las familias de los caídos en esa cruenta batalla, con aquel recuerdo permanente en su rostro.
Danke für alles: Gracias por todo.