Hacia lo desconocido! (Cerrado)

Andaba en busca de unas plantas medicinales que le habían encargado, había pasado los últimos dias en los plantíos con su familia después de haber hecho varias entregas en Shangri Lax, la cuidadela y la playa de aqualia, allí una vez más su deseo de ir a aqualia se vio tristemente aplastado tanto por el desdén de un tritón, como por el hecho de que siendo una terrestre no le era posible llegar hasta allá, aunque estaba segura que ya tenían una forma para que otros pudieran entrar a la ciudad, pero no por nada los habitantes de aqualia eran conocidos por ser recelosos con sus cosas.
Se inclinó para recoger una de las plantas que tenía en la lista, arrancándola con cuidado y envolviéndola en una tela que contenía varias de la misma clase, así las clasificaba y a su vez no las estropearía. Llevaba consigo solamente su daga, su ocarina y una bolsa para guardar todo lo que buscaba y donde cargaba utensilios menores para casos de emergencia, era lo bueno de estar en el bosque de las hadas, no tenías que preocuparte de que alguien o algo te atacara por la espalda. Continuó su camino con tranquilidad a pesar de que todo en el lugar estaba más oscuro que de costumbre, así como los dias recientes, su madre insistía que era un mensaje de los dioses ante los sucesos recientes de poder entre los soberanos y Lysander Velfast, no podía negar que le preocupaba pero tampoco gustaba de pensar tanto en ello.

Entonces por el rabillo del ojo, divisó una pequeña silueta parada fija en medio de la nada, inclinó el rostro curiosa queriendo descifrar que era lo que observaba y al no encontrar nada fuera de lo común, se giró hacia él dando unos pasos en su dirección hasta quedar a pocos metros de distancia -oye... pequeño - habló con suavidad en caso de que su repentina llegada lo sobresaltara, torciendo la boca con algo de recelo, después de todo era extraño encontrarse con alguien tan absorto en la nada -está todo bien?

El enorme cazador había vuelto al cobijo del bosque de las hadas pese a lo que este significaba para él. La nostalgia de aquella dupla de exploracion le carcomia las entrañas, desde que Malak le habia dado el Regalo de Pandora su temple flaqueaba y hasta cierto punto le costaba trabajo sobrellevar sus sentimientos. Necesitaba recobrar la claridad y para ello debia ir al corazón mismo del bosque, el lugar que en donde quiera que existiera un bosque, se concentraria toda su magia, toda su tranquilidad y protección, algo que parecía no haber podido encontrar en su amada jungla.

Caminaba sin preocupación, sin interes en ocultar su presencia, no habia depredador que le superara en aquel bosque y los animales no parecían aterrados de su imponente presencia ¿Era tal la debilidad que sus ojos demostraban al punto que sus presas mismas parecían perdonarle la vida? Niku sacudió la cabeza, debía recuperarse, debía volver a ser firme y fiel a sus convicciones... La tierra de Mirovia había logrado hacer dudar al curtido cazador, aquel que había recorrido toda la tierra vieja, desprendiéndose de las posesiones mas pesadas que un ser tan longevo pudiese cargar; Recuerdos.

A lo lejos, pudo distinguir a otros seres, otros arcanos que quizá también buscaban algo en ese lugar. Si el aislamiento había probado no ser la mejor ayuda para su caso, tal vez rodearse de otros exploradores, como había ocurrido centurias antes, sanaría su roto corazón o al menos le dejaría una cicatriz más que olvidaría con el tiempo. "Una distracción" pensó, y con la intención de que aquellos arcanos no huyeran de su amenazador porte, tomó la forma sellada y se vistió con la camisa de algodón que llevaba en su bromoso morral de yute. Una vez fajado y con toda su indumentaria en su lugar se acercó, haciendo notoria su presencia a propósito para dejar muy en claro sus intenciones... Tal vez alguno de ellos voltearía y notaria al enorme tipo barbado y armado hasta los colmillos... sin correr...

 A Neena le encantaba el Bosque de las Hadas. Siempre que salía a explorar sus rincones andaba sin zapatos (aunque, a decir verdad, casi nunca andaba con zapatos, sin importar la situación) y disfrutaba bailando sola con los árboles, que se alegraban con su visita. Su forma verdadera destacaba muchísimo entre los troncos y las hojas del bosque, pues era más parecida a lo que uno podía encontrar cerca de la playa de Aqualia, o incluso de Shangri Lax, pero ahora se paseaba en su forma fated, que era mucho menos invasiva y más cómoda para los milenarios habitantes del lugar. Después de todo, no quería incomodar a sus cientos de anfitriones.

 Andaba buscando algo que pudiera llevarle de regalo a su hijo, alguna planta que este no poseyera y que ella no pudiera hacer crecer con sus poderes, pero, hasta ahora, su búsqueda había resultado inútil. Se sentó en un tronco a descansar, levemente cansada por las horas que llevaba caminando, pero infinitamente feliz. Era bueno respirar aire fresco y alejarse de los plantíos de vez en cuando. De repente, escuchó unos ruidos bastante cerca. Sonaba como gente. ¿Qué estaba pasando? La ninfa se puso de pie y avanzó hasta un punto donde un montón de arcanos estaban reunidos. Les sonrió a todos y los saludó con la mano. - ¡Hey! ¿Tienen una fiesta? -preguntó con la mejor de las intenciones-. A mi hijo le encantan las fiestas. Me llamo Neena, ¿puedo quedarme? 

Rosse andaba con un cesto de comida andando feliz por el Bosque de las Hadas, estaba preparada para realizar una fiesta de té, pero desafortunadamente se había perdido en el lugar donde lo iba hacer. Caminando por varias horas se dispuso a sentarse en medio de un circulo de hongos y comenzó a sacar la comida y la tetera con su té.

A punto de darle un mordisco, sus aletas detectaron la presencia de varios arcanos cerca de unos pasos hacia adelante donde estaba ella sentada. Rapidamente guarda su comida y se dirige hacia aquel punto de reunión desconocida. No sabía si se trataba de un grupo de malhechores o de un gremio en particular pero de su bolsillo saco un spay de colonia.

Ya faltaba unos centimentros más para llegar solo que habría que pasar por unos arbustos, respirando profundamente da un gran salto frente a todos los arcanos presentes y apunta su spay en lo alto grita en voz alta.

Que nadie se robe mi Tetera japonesa

La respuesta del pequeño fue rápida y muy sencilla, arqueó una ceja observándolo con suspicacia, sus orejas se movieron ligeramente al detectar más sonidos cerca independientes a los propios del bosque, pronto la figura de aquel sujeto bárbaro se hizo notar entre toda la flora verdosa y opaca del lugar, movió su mano con ligereza acercándola a su daga sin llegar a tocarla, alguien armado hasta los dientes en un bosque tan relativamente tranquilo no estaba simplemente de campo, era una medida de precaución más sin embargo empezaba a considerar la idea de que una daga tal vez no fuese una gran amenaza en contra de alguien como él.

De pronto la voz de una chica interrumpió sus pensamientos, movió el rostro solo un poco para verla bien, más su llegada había sido tímida en comparación a la ninfa que apareció poco después, -¿una fiesta?- balbuceó arqueando una ceja –acaso parecía una fiesta?- pensó finalmente dejando descansar su mano, aunque de todas formas se mantendría preparada, cual gato desconfiado.

Su gesto serio comenzó a relajarse al ver tantas personas y de entre ellas a Frits, ladeó el rostro pensativa, tal vez si se trataba realmente de alguna clase de reunión a la que había llegado por accidente, levantó una mano en forma de saludo dibujando una pequeña sonrisa ladina. Su atención se desvió entonces al pequeño que le había llamado la atención en primer lugar, y quien finalmente había decidió hablar, dirigió su mirada al lugar que él tanto observaba sin lograr ver nada exacto, su visión nocturna no era tan buena con le gustaría. De nuevo entonces la voz de una nueva chica irrumpió su silencio pensativo, giró el rostro hacia ella –primero es importante que no sepan que tienes eso en particular, no crees?- deslizó su vista por cada uno de los presentes, quienes en su mayoría si parecían visitantes frecuentes del bosque de las hadas, con cestas y ningún tipo de armas blancas.

Prestó atención al goblin obligándose a girar su cabeza en busca de alguna otra persona, encontrando la silueta de aquella joven cerca de ahí –secreto?- preguntó alzando las cejas, más su vista no permaneció mucho en él de nuevo, observó aquella niebla pasando entre ellos, agrupándose hasta formar a una esbelta y elegante mujer, la conversación no fue un secreto para todos y ante la confirmación de un lugar desconocido su desconfianza se vio convertida en interés. La mujer dejó en claro su posición mas no se opuso a la idea de que se unieran a ellos, entonces no habría problema en ir, la cosa estaba en si alguno de los demás allí también lo haría.

Ooc: No sé si les parece que 10 días es mucho tiempo, lo digo porque debido a eso se puede olvidar que se debe responder y sinceramente el thread nunca va a avanzar si realmente se esperan los 10 dias, yo voto por 6 días porque reconozco que también me la paso ocupada pero considero que es un buen lapsus de tiempo para la actividad.
Por otro lado, una pequeña observación Rosse, los sprays de colonia no existían en esa época, no es necesario que lo quites tampoco es un regaño, pero el equivalente a lo que quieres usar en aquella época sería un frasco de perfume antiguo.

...Ya de pronto había una muchedumbre ahí, no había nadie que pareciera de mayor peligrosidad hasta que...

-Oigan, hay un tronco hueco gigante súper cool por allá ¿lo quieren ver?-

Una diminuta criaturilla se expresó y a el le pico en lo mas profundo de la curiosidad, no había visto un ser así de chiquitín desde hacia mucho tiempo atrás, antes de llegar a Mirovia por lo que se apresuró a acercarse y mas ante la invitación a una aventura. Por un instante olvido que tal vez los otros presentes se estremecerían (juzgando únicamente por el hecho de que iba mas armado que todos ellos juntos) al verlo acercándose tan rápido, aunque no planeara nada de mayor importancia, inclusive la expresión de la chica que temía le robaran algo le entro por una oreja y le salio por la otra.

Los demás iban acercándose de igual manera, poco a poco hasta llegar al lado del chiquitín y entonces también sintió ese escalofrió que a él le crispó los pelos, estaba tan atento a la criaturilla que no vio en que momento su "Maestra" había aparecido tras del mini, parecía tener un desdén tanto a las Cortes como a compañía ajena pero al escuchar que aceptaba tanta audiencia vio ahí su oportunidad afirmada, una aventura! Trató entonces de mantener una distancia prudente de Maestro y discípulo, no quería entrometerse o interrumpir alguna charla que tuviesen de camino a la higuera hueca, miró de reojo para comprobar cuantos arcanos habían decidido seguir la invitación, pareciera que todos los presentes tenían alguna clase de sed por continuar lo que le pareció adecuado. Si tenían algún inconveniente ya tenían la ventaja numérica, sonrió de manera felina, no había pasado ni una hora y ya sentía las maravillas de "socializar"... En realidad lo que le emocionaba mas era la oportunidad de una aventura, no había dirigido una palabra a nadie aun.

Una rubia y una pelinegra iban a su lado, mas atrás una mujer de cabellos... Esos no eran cabellos...

La rubia había llevado la mano cerca de una pequeña empuñadura momentos antes, -Ha de traer una aguja- pensó y sonrió tratando de no soltar una risilla burlona, solo le salió un resoplido por la nariz antes de volver la vista al frente, mas compuesto volteó y les hizo una pequeña reverencia con la cabeza -Soy Niku, el cazador. No tengo idea de a donde se dirigen pero suena interesante, el chiquitín mencionó un tronco hueco, gigante...- dijo con claridad pero volumen moderado para al fin corresponder todos los saludos y respondiendo a la pregunta de la que tampoco tenia respuesta.

OOC: 6 días me parecen bien, cualquier personaje que elijas también, el que consideres que va a mover mas el plot hacia donde esperas .

Muchas cosas pasaron en un breve tiempo. Al momento que saludaba a el grupo de Arcanos presentes, se sumaron un par más, todos interesantes y diversos. Frits sonrió como le era habitual, dejando ver una inocencia evidente, acompañado de un leve movimiento de su cabello.

Intentó seguir con su mirada a cada Arcano que hablaba, e intentaba asociar esas voces con los rostros, para luego poder recordarlos. Conocer gente era una de las actividades favoritas del Kirin, y quería aprovechar la gran cantidad de Arcanos que allí habían.

Pese a todo, la aparición de la "Maestra" le causó un desconcierto bastante grande, y luego de oír todo lo que tenían que decir, titubeó un poco, no sabiendo si debía responder o no. Miró a la única persona que conocía: Laia, en busca de respuestas. Tras mirarla un momento, se dio cuenta que la mayoría -si es que no todos- los presentes se sumaban a esta "aventura" que se proponía, por lo que sacando su valor del colectivo, también habló entusiasmado. -Suena muy interesante! Soy Frits!- Sentenció finalmente. No iba armado, pero cargaba algunas pociones. Podía ser de utilidad si se prestaba la ocasión.