Atlas
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Post by Atlas on Apr 26, 2017 7:10:51 GMT
Por un momento, se preguntó que tan molesto podía ser tener el cabello así de largo. En el agua, al menos, este fluía acorde a la dirección en que uno nadaba. Pero en la tierra, se comportaba de una manera rebelde y desordenada cuando era empujado por el viento. Qué molestia...
Atlas apoyó ambas manos sobre la arena, levantándose con un poco con dificultad para poderse re acomodar sobre el suelo. Se posicionó para esta boca arriba y poder simplemente voltear su rostro hacia un lado para poder seguir conversando con el unicornio. ( Lo traicionaban sus sentidos? ¿Acaso estaba interesado en seguir una plática? ) No. Debía ser simple cortesía. Después de todo, lo había ayudado a que sus heridas dejasen de sangrar. Afuera, podía respirar con su nariz y llenar sus pulmones de aire. Infló el pecho y dejó salir un largo suspiro que le ayudaba a lidiar con el dolor. - He tenido demasiado de rarezas. No me vendría mal algo de normalidad de vez en cuando...- Dijo en tono sarcástico.
Se quedó en silencio al escuchar a Kaira decir que nunca había visto el mar. ¿Cómo era posible? Bueno... suponía que para el no era la gran cosa. Habiendo nacido y crecido ahí. Pero si podía entender que era difícil no asombrarse ante tan inmenso cuerpo de agua. Sin duda alguna, la maravilla más grande del planeta y la razón por la cual había vida en el.
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Post by Kaira Voll on Apr 26, 2017 19:53:37 GMT
Plácidamente continuaba arreglando su cabello con los dedos, se le veía fatal; enredado, húmedo, lleno de tierra... y con lo que a él le gustaba estar desarreglado. Un poco preocupado, lo observó como se acomodaba, parecía que no, pero estaba bien pendiente de su estado, y de ser necesario pasaría la noche con él para cuidarle.
— Bueno, creo que yo he tenido demasiada normalidad en mi vida que alguna aventura no estaría mal... — Ese pensamiento no lo tenía días antes, todo eso fue desde que sus amigos le estuvieron motivando a salir de la monotonía de la vida citadina. — Hahaha, mi cabello es un caos... que vergüenza— terminó por rendirse dejandolo así como estaba, solo intentó hacer un enorme chongo y no verse tan despeinado.
— ¿Qué es lo que más te gusta de Mirovia? — soltó la pregunta mientras se sacudía la arena de las manos con un par de palmadas. — Yo no conozco mucho... No mentía cuando dije que nunca había visto el mar, es la primera vez que salgo de mi pueblo... — confesó — Hasta ahora solo veía el cielo y me preguntaba como serían las cosas en los alrededores. — Dirigió su mirada para observarle, su rostro brillaba con una sonrisa radiante. — ¡Es increíble lo que uno puede encontrar! — Entonces, reparó en que estaba hablando de más y quizás estaba aburriendo al más grande ahí junto a él, y sintiendose apenado calló.
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Atlas
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Post by Atlas on Apr 27, 2017 2:38:39 GMT
Si, en efecto el cabello que se traía ese muchacho era un caos, pero de nuevo, no era nadie para juzgarle en estos momentos. ¿Por qué se preocupaba tanto como lucía su cabello si era un chico? Bueno... Estaba de más decir que no se veía como tal. ¿Quizá no le gustaba ser un hombre? Supuso que esa podía ser la razón. A el tampoco le gustaba ser lo que era pero lamentablemente, no había manera de cambiarlo. A veces uno simplemente tenía que trabajar con lo que tenía y seguir adelante. Al menos Kaira, a pesar de tener un género bastante ambigup, no era un ser monstruoso y horripilante como lo era el.
¿Lo que más le gustaba de Mirovia? En realidad... - No conozco Mirovia. - Confesó. Jamás había salido de Aqualia y no lo haría. No podía ni quería hacerlo. Volvió suspirar, poniendo su vista sobre el cielo. ¿Cuánto tiempo había pasado ya? El sol parecía llegar a su pico máximo...
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Post by Kaira Voll on Apr 27, 2017 2:53:57 GMT
El calor era cada vez más intenso ¿ya era medio día? levantó la mirada para ver el cielo hasta que la respuesta del mayor le hizo volver toda su atención a él.
— ¿Tampoco? — Supuso que quizás era por que alguien como él no podría salir del mar tan fácil y sería un poco complicado conocer otras tierras. — Ya veo... — Con toda la confianza del mundo, avanzó donde estaba acostado el gigante arcano y acarició parte de su hombro. — Quizás somos tan distintos como pensamos... — dejó escapar una risa y sin más, volvió a tomar asiento en la arena, esta vez, recargando su espalda en Atlas.
— Saldré de viaje con unos amigos porque quiero conocer más lugares además de la ciudadela de Mirovia... Intentaré sacar algunas pictografias de los sitios que visite y te las enviaré. Así conoceremos Mirovia juntos. — Quizás el guardián del océano no estaría de acuerdo a aquella idea, y como no quería sonar como una molestia... — Claro... si te estás de acuerdo... — pidió su consentimiento.
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Atlas
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Post by Atlas on Apr 27, 2017 3:36:54 GMT
Atlas vió con un poco de desaprobación el gesto de Kaira de acercarse y tocarlo, pero se guardó sus comentarios esta vez. Ya habría momento para decirle que no apreciaba ser tocado de ninguna manera. Carraspeó su garganta ligeramente, y puso su mirada en otra parte para no ver a Kaira a pesar de que aún lo sentía cerca. El sol estaba cada vez más insoportable...
Al escucharlo decir que viajaría, sintió un pequeño pique de nostalgia. El también solía viajar por todo el mar, estando casi seguro que ya lo había recorrido todo. Al escuchar la propuesta de Kaira sobre conocer Mirovia por medio de pictografías, Atlas pudo sentir como su quijada se trababa. Era un sentimiento de tristeza y coraje combinados. Pero también, se sentía conmovido por la amabilidad de el unicornio. Arrugó un poco el entrecejo cuando lo sintió recargarse sobre el. Le había agarrado demasiada confianza muy rápidamente. Se quedó callado un momento y luego, alzó su gigantesco brazo para tomar una parte de su capa y posicionarla de una manera que hiciera una sombra considerable debajo de el y el unicornio. - Haz lo que quieras. - Le dijo. No parecía ser la respuesta que el otro esperaba, pero tampoco era una negación.
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Post by Kaira Voll on Apr 27, 2017 4:07:57 GMT
Su naturaleza sociable a veces le traicionaba tomandose confianzas demás con la gente que apenas conocía; por lo menos el tritón no se quejó o eso pensaba, como no alcanzaba a ver su cara...
La respuesta tan seca y cortante le confundió un poco ¿le habría molestado? quien sabe... igual, le tomaría la palabra. — Oh, sí lo haré... — La acción de cubrir a ambos del sol le pareció un lindo gesto, quizás no era tan malo como aparentaba ser. — ¡Gracias! — Ahora bajo la sombra el calor era más tolerable, incluso podía sentirse un poco más fresco, pues el viento no dejaba de correr y revolotear su cabello. Se quedó callado por varios minutos, ya no sabía qué decir. Jugaba con sus pies en la arena mientras pensaba en qué lugares visitaría primero o qué le gustaría ver a él. Entonces, despertó de su trance un poco preocupado. — ¿Cómo te sientes? ¿Duele mucho? — Quería ayudar pero el desgaste de detener la hemorragia lo había dejado agotado, si tan solo fuera más fuerte... angustiado, flexionó sus piernas y las abrazó apoyando su mentón en las rodillas, quedando encorvado un poco cabizbajo.
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Atlas
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Post by Atlas on Apr 27, 2017 4:51:54 GMT
Cerró los ojos, agobiado por el calor del sol. Escuchó a Kaira seguir hablando y luego todo se tornó en silenció irrumpido por el tronar de las olas sobre la playa y el chirrido de las gaviotas sobrevolando sobre esta. Estuvo a punto de quedarse dormido cuando escuchó al unicornio volver a hablar. Le preguntaba si le dolía, que cómo estaba. Si, si dolía y no se sentía nada bien, pero al menos estaba tranquilo con eso. Eran sensaciones que no desconocía en absoluto. El dolor, la frustración, la pena y la soledad. No obstante, no creía necesario que el chico supiera. De cierto modo, no quería tenerlo más tiempo ahí y tampoco quería que el perdiera su tiempo.
- No, estoy bien. - Mintió.
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Post by Kaira Voll on Apr 27, 2017 6:06:46 GMT
La respuesta no fue del todo sincera, pues la respiración pesada lo delataba. Poniéndose de pie se apartó saliendo de la sombra de la enorme capa del tritón. — Ya veo... con que estás mejor... — sonrió fingiendo que no le importaba.
— supongo que entonces es mejor que me marche... — muy a su pesar tendría que irse... y aunque a pesar del trato cortante del mayor le había alcanzado a agradar aunque sea un poco. — ... entonces... te mandaré las pictografias... — sacudió su ropa y sin muchas ganas se dio la vuelta para ir a buscar su caballo.
Sentía que algo había hecho mal... pero más bien, muy probablemente era el otro que no dejaba que se acercaran.
Detuvo la marcha volteando a mirarle... cansado, adolorido y débil. — Si no querías que me quedara me lo hubieras dicho... no tenías que mentir... porque es más que claro que no estás bien.— dijo con la voz entrecortada. Quizás el tritón era de la pocas personas que no le daba un trato especial por ser él, y eso le agradaba... o simplemente solo era una persona huraña sin ganas de conocer a nadie y vivir en soledad. — Quiero pensar que no eres como dices ser... — hizo una pausa intentando encontrar las palabras exactas para no hacerlo enojar... más si era el caso.
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Atlas
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Post by Atlas on Apr 27, 2017 7:48:58 GMT
¿Cómo es que se había dado cuenta que le había mentido? Hasta la pregunta era necia. Por supuesto que nadie le creería lo que acababa de decir. No en ese estado, ni con esa respiración forzada.
El unicornio se puso de pié y caminó lejos de Atlas, dispuesto a marcharse. Por una parte, el tritón sintió alivio de que al fin estaría en paz. Sin embargo, había algo en ese chico que no le molestaba del todo. Si, era parlanchín y tenía una vestimenta rara, pero no parecía ser tan malo. De pronto, de dio la vuelta y le dijo aquello, tan asertivamente y a la vez, dolido. Atlas torció la boca, no apreciando el ser regañado de aquella manera, aunque el unicornio tuviese toda la razón. No tenía por qué mentirle pero tampoco quería que nadie se preocupara por el. No lo merecía.
Atlas se quedó callado y giró la cabeza hacia otro sitio, solo para comenzar a hacerse hacia el agua. Utilizó todas las fuerzas que le quedaban para ya no ser solamente un ser varado en la arena. Se veía lo difícil que era cargar todo ese peso con solamente dos brazos. Por más titánicos que fuera, el guardián temblaba para poderse llevar hacia el mar.
No había mentira en como el decía ser. Un uraño antisocial, un pobre diablo. Un deprimente remedo de hombre que no podía esperar a morirse. Y quizá, solo quizá, alguien de buen corazón.
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Post by Kaira Voll on Apr 27, 2017 19:34:12 GMT
En silencio observaba al enorme hombre arrastrarse con dificultad hacia el mar; el solo ver como sus brazos temblaban por el esfuerzo le quebraba algo por dentro... odiaba no poder ayudar a la gente que lo necesitaba... pero quizás esta vez no podía hacer nada cualquier esfuerzo sería inútil. Menos si el otro no quería ser ayudado.
En el poco tiempo que pudieron conversar notó que el tritón no sonreía en lo más mínimo, al contrario, siempre frunciendo el entrecejo y apenas decía palabra. Por un momento pensó en que él pudo haberlo hecho molestar... pero no encontraba nada. Quizás era así, siempre triste y solitario.
— ¡No te rindas! ¡vendré a verte otra vez! — afirmó.— Hay muchas cosas acá que aún debo conocer y... ¡me gustaría compartirlo contigo! —Gritó animado en cumplir esa promesa... aunque solo era una promesa que se hizo el mismo porque quizás al guardián del mar no le interese, él lo haría por ambos. — Te escribiré... es una amenaza! — bromeó.
Lo veía arrastrarse, yéndose al mar... sin esperar alguna respuesta de su parte, estaba seguro de que no la habría pero... aún así se aseguró de que el otro supiera que no lo dejaría de lado tan fácilmente.
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Atlas
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Post by Atlas on Apr 28, 2017 14:58:02 GMT
Mientras se hundía en el profundo azul, las palabras del unicornio amenazado que volvería resonaron en su mente. ¿Por qué? ¿Para qué? Había alguna razón para querer volver a ver a un completo desconocido? ¿Sería agradecimiento por haberlo llevado a la orilla? No... No le dijo gracias en ningún momento, y el tampoco lo hizo. ¿Se daba por entendido? No quiso pensarlo más y dejó su mente pensando en que pronto debía volver a su guardia y que... más al rato, revisaría su tableta.
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