Post by Deleted on Nov 5, 2017 20:17:35 GMT
Nuestra tribu luego de unos días finalmente optó por moverse de aquellas tierras gélidas las cuales hasta este momento nunca entendí el porqué estábamos allí, solo sabía que era una idea terrible, me jodía de frío, pero al menos ahora ya no estaríamos allí. Luego de aquellas incesantes noches en las que el aire a bajas temperaturas apenas te dejaba cerrar los ojos, y eso que ni siquiera era la época más fría del año, por lo que me resultaba difícil mentalizarme el como sería estar en aquellas épocas en las que el frío sería mortal para aquellos que no tuvieran las habilidades para mantener calor.
Cuando escuché a Takato decir que nos moveríamos me motivó a finalmente dejar de encerrarme en mi tienda para no morirme de frío por lo que rápidamente tomamos nuestras cosas y comenzamos a movilizarnos. Aunque ya habíamos recorrido distintos lugares de esta tierra incluso algunas repetidas varias veces, jamas me cansaba de ver las maravillas que poseía estas tierras, desde su fauna totalmente esplendida la cual solo hacía que me enamorara más de aquellas criaturas traídas a este mundo, hasta su flora la cual era totalmente exquisita, teniendo flores de todos tipos y alimentos que parecía imposible que hubiesen tanta variedad en estas pequeñas tierras, pero allí estaban, no era un sueño, una historia, era una realidad, por lo que alimentarse aquí era muy sencillo. El viaje que nuestra tribu emprendió no fue tan largo de lo esperado pues al final terminamos situándonos en el Bosque de las hadas, aunque nuestro objetivo era llegar a las playas de Aqualia. El bosque era en ese momento bastante tranquilo, el aire era fresco y los sonidos de la naturaleza eran pintorescos, me gustaba atesorar esos momentos en que la naturaleza no es dominada por la mano de aquellos que la perturban. El canto de las aves resonaba entre el frondoso follaje de los árboles, era música simplemente hermosa, me costaba trabajo entender el como los humanos y los Arcanos que optaron por seguir sus pasos no podían notar esta belleza, era como si su mente estuviera contaminada y solo quisieran destruir... Eso me apenaba un poco...
Finalmente encontramos un claro en el cual podíamos descansar antes de tener que partir otra vez, por lo que trataría de disfrutar este ambiente natural, en que mi conexión con la madre naturaleza sería potente. Cerca había un lago en el cual podríamos beber y bañarnos o como me gusta llamarle "purificarnos" para mi cosas que al simple ojo suenan simples para mi pueden tener un significado más profundo. Aunque bueno aveces si soy bastante rebuscada cuando tengo que dar significado a cosas que no lo necesitan. Las tiendas finalmente estaban armadas, los niños jugaban bastante felices, eso me alegraba bastante, ver aquellos niños corretear de un lugar a otro. Me daba algo de nostalgia y melancolía, pensaba en que alguno de esos niños podría ser mío, pero aún así me alegraba por las madres de aquellos pequeños. En esos momentos en que la tristeza me invadía quería solo distraerme para no sentir esas emociones que son bastante fuertes y potentes. Aunque no está mal sentirse triste o agobiado, a mi parecer eso solo era una distracción a la hora de hacer cosas de suma importancia, por lo que para distraerme solía hacer diversas cosas. De mi tienda en la cual habían unas verduras las cuales guardaba para cuando me diera hambre tomé un repollo. Al salir vi a Takato a lo lejos, no podía ver muy bien lo que estaba haciendo así que solo me escondí tras un arbusto con mi repollo, le di un suave beso y con fuerza se lo arrojé a Takato
Cuando escuché a Takato decir que nos moveríamos me motivó a finalmente dejar de encerrarme en mi tienda para no morirme de frío por lo que rápidamente tomamos nuestras cosas y comenzamos a movilizarnos. Aunque ya habíamos recorrido distintos lugares de esta tierra incluso algunas repetidas varias veces, jamas me cansaba de ver las maravillas que poseía estas tierras, desde su fauna totalmente esplendida la cual solo hacía que me enamorara más de aquellas criaturas traídas a este mundo, hasta su flora la cual era totalmente exquisita, teniendo flores de todos tipos y alimentos que parecía imposible que hubiesen tanta variedad en estas pequeñas tierras, pero allí estaban, no era un sueño, una historia, era una realidad, por lo que alimentarse aquí era muy sencillo. El viaje que nuestra tribu emprendió no fue tan largo de lo esperado pues al final terminamos situándonos en el Bosque de las hadas, aunque nuestro objetivo era llegar a las playas de Aqualia. El bosque era en ese momento bastante tranquilo, el aire era fresco y los sonidos de la naturaleza eran pintorescos, me gustaba atesorar esos momentos en que la naturaleza no es dominada por la mano de aquellos que la perturban. El canto de las aves resonaba entre el frondoso follaje de los árboles, era música simplemente hermosa, me costaba trabajo entender el como los humanos y los Arcanos que optaron por seguir sus pasos no podían notar esta belleza, era como si su mente estuviera contaminada y solo quisieran destruir... Eso me apenaba un poco...
Finalmente encontramos un claro en el cual podíamos descansar antes de tener que partir otra vez, por lo que trataría de disfrutar este ambiente natural, en que mi conexión con la madre naturaleza sería potente. Cerca había un lago en el cual podríamos beber y bañarnos o como me gusta llamarle "purificarnos" para mi cosas que al simple ojo suenan simples para mi pueden tener un significado más profundo. Aunque bueno aveces si soy bastante rebuscada cuando tengo que dar significado a cosas que no lo necesitan. Las tiendas finalmente estaban armadas, los niños jugaban bastante felices, eso me alegraba bastante, ver aquellos niños corretear de un lugar a otro. Me daba algo de nostalgia y melancolía, pensaba en que alguno de esos niños podría ser mío, pero aún así me alegraba por las madres de aquellos pequeños. En esos momentos en que la tristeza me invadía quería solo distraerme para no sentir esas emociones que son bastante fuertes y potentes. Aunque no está mal sentirse triste o agobiado, a mi parecer eso solo era una distracción a la hora de hacer cosas de suma importancia, por lo que para distraerme solía hacer diversas cosas. De mi tienda en la cual habían unas verduras las cuales guardaba para cuando me diera hambre tomé un repollo. Al salir vi a Takato a lo lejos, no podía ver muy bien lo que estaba haciendo así que solo me escondí tras un arbusto con mi repollo, le di un suave beso y con fuerza se lo arrojé a Takato