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Post by Baromio on Nov 6, 2017 2:20:39 GMT
Muchas cosas habían pasado, no paso mucho de la muerte de los Reyes y el príncipe todavía no había mostrado su rostro a su pueblo, el ambiente en el reino era tenso, el pueblo desconfiaba del heredero.
Se escuchaban los caballos galopar en silencioso y pacifico bosque, una carroza de la nobleza se adentraba a lo mas puro de este, lo acompañaba un caballeo que hacia aun mas ruido, parecía un gran soldado con su caballo acorazado, las placas sonaban muy fuerte al ritmo que iban pero lentamente era menos ruidoso, ya llegaban a su destino.
-Mi Rey, ya hemos llegado a nuestro destino, qui se encuentra el arcano que pidió conocer- El soldado bajo de su caballo y se quito el casco para luego colgarlo en este, un tono muy oscuro de rojo en su cabello y unos ojos oscuros que parecía que se comerían todo a su paso. Camino hacia la carroza y abrió la puerta para que el noble de esta bajase.
-Perfecto Capitán Goteur, de aquí en mas yo me encargare- Un hombre alto de cabellos muy blancos y largos se bajo de la carroza, del mismo porte que el soldado a diferencia de este el noble tenia una mirada pesada, los ojos medio cerrados y una sonrisa corta, tomo el hombro del soldado para luego seguir su camino hacia la cueva frente a ellos.
Estaba todo muy oscuro y húmedo, huesos por todas partes adornaban lo poco que se podía ver de esta, el noble recito unas palabras para luego lanar de su mano unos brillos dorados, unos segundos después toda la cueva se ilumino de color amarillento, prosiguió a seguir su camino para llegar al final de la cueva. Un arcano negro como la noche con cabello blanco como las nubes se encontraba al final de la cueva, se estaba tratando de ocultar de esa luz dorada, como si le tuviese miedo o si le incomodara.
-Mi señor, mi príncipe que bien que lo encuentro, espero poder ayudarle- El noble se arrodillo tocando cuidadosamente la espalda del arcano, este se dio vuelta para mirarlo muy confundido, unos ojos rojos como la sangre y brillantes como la luna observaron al hombre quien le decía príncipe, intento hablar pero no podía, era como un animal salvaje, solo soltaba ruidos sin sentidos. Se podían ver una cantidad aterradora de huesos por doquier, parecía que en cualquier momento saltaría sobre el noble pero el arcano no sintió ningún impulso de matarlo solo lo miraba hipnotizado.
La corta sonrisa del noble albino creció y con ambos brazos cubiertos de magia en un movimiento rápido y seguro, golpeo la cara del arcano haciéndole caer de golpe inconsciente sobre los huesos, el sonido retumbo en toda la cueva, -Perfecto, espero no haberle lastimado mucho-.
El sonido se escucho con fuerza afuera, el soldado alertado por esto corrió hacia dentro para socorrer al joven, no sabia que era el sonido y se imagino cualquier cosa, aquel arcano era muy peligroso y dejar al noble ya le pareció mala idea y ahora el sonido lo preocupo mucho - ¡¡BAROMIO, REY LACOSTE!!- cuando llego donde ambos estaban quedo impresionado, el arcano estaba tirado en el suelo y el noble estaba parado frente este, se volteo a mirar al soldado y responderla -Shhh...el soberano duerme, no queremos despertarlo, ¿verdad Claus?-, el soldado confundido le miro tratando de comprender lo dicho -Mi rey el no...- luego recordó en que consistía su viaje.
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Post by Baromio on Nov 6, 2017 16:53:50 GMT
El soldado levanto en brazos al arcano con gran dificultad por su gran peso -Increíble cuanto pesa este enano, ¿de donde sacara tanto peso?- mientras lo cargaba el noble le seguía por detrás observando al arcano inconsciente con gran alegría, por el momento todo estaba saliendo bien para el.
-Lo cargaremos en el techo de la carroza Claus, tengo unas cuerdas con que afirmarlo para que no ocurra un accidente-, ambos hombres salieron de la cueva y se dirigieron a la carroza para cargar al arcano y poder llevárselo de ese lugar -Mi señor,¿ las cuerdas no le dañaran?, sobre todo por que tiene que estar bien firme para no caerse-, mientras hablaba lo subía con cuidado a la parte superior del vehículo, el noble sonrió y con lapides saco una daga y golpeo la pierna del arcano intentando cortarla pero fue inútil, las escamas eran demasiado duras para poder cortar aunque sea un poco, el soldado quedo sorprendido, la piel en forma sellada del arcano eran las mismas escamas de forma liberada, -Increíble,¿como es posible esto estando en su forma sellada? esto podría cambiar el rumbo de los combates a nuestro favor!- el albino detuvo al soldado, le dio una cachetada para calmarlo un poco -Capitán Goteur, comprendo su emoción pero no podrá ser posible su investigación, solo nosotros dos sabremos de este arcano, nadie debe saber sobre Páradas La Mort-.
El noble se dirigió al interior de la carroza para sacar la cuerda con la que atarían al arcano, se la entrego al soldado y se puso al otro lado de eta para poder ayudar a atar al arcan. Ya atado, ambos hombres subieron a sus respectivos transportes e iniciaron rumbo al palacio real Francés.
El Capitán Goteur no estaba muy de acuerdo con el plan del verdadero soberano, era muy peligroso traer esa criatura a instalaciones de la realeza, el no tendría problemas para contenerlo pero si pasaba mientras el no este seria un catástrofe y eso le preocupaba mucho y lo tenia muy desconcentrado -Capitán, no se sienta de es manera,¿que le molesta del plan? no hay manera de que algo suceda mal- El noble siempre hablaba seguro de lo que decía y esta no era la excepción ya tenia todo calculado lo que debería pasar, -Mi Rey, me preocupa el que no pueda estar para contenerlo en caso de que se descontrole, no podemos dejar aun lado que es una bestia salvaje y asesino, ya vio su como su cueva estaba llena de huesos que alguna ves fueron personas o animales-, como estaban yendo a paso lento les era fácil hablar mientras se dirigían rumbo al palacio real, -Claus, usare un hechizo para que se vea mas humano Páradas,a la ves que mas pacifico, es la oportunidad perfecta par probar a tu hijo Cátanamo, sera el guardia real de nuestro príncipe Baromio Lacoste y no es una pregunta Capitán, es una orden- Muy sorprendido el capitán no sabia que decir, su único hijo quedaría a cargo de un criatura temible como esa, su mujer quedaría aterrada pero su hijo lo vería como un reto, pero nadie sabría que seria la bestia por lo que un golpe sorpresa seria lo mas esperado, le aterraba esa idea pero era una orden directa -Comprendo que es un orden directa mi señor, pero es mi único hijo-, El noble se asomo por la puertilla de la carroza y le miro con su sonrisa característica -Descuida amigo mio, tu hijo no recibirá daño alguno por parte de este arcano, serán muy buenos amigos y se cuidaran uno al otro- sus palabras eran firmes y poderosas, como si dictase un profecía, esto le trajo mucha seguridad al Capitán Goteur y lo lleno de vigor por alguna extraña razón.
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