We Melt the Snow (Conner x Wolfeimer) (+18)

Sus ojos se cerraron con fuerza y su espalda se encorvó hacia adelante cuando su pezón fue mordido por las fauces de Wolfeimer que a cada momento se adentraba más al estado salvaje de su raza. Conner se dejaba llevar por los arrebatos de deseo de su amado, disfrutando de la salvaje atención al frotarse sus miembros lubricados.

-Y que quieres que hagamos en las montañas altas? -Como si no lo supiera ya, expuestos al frío, su cabeza ideaba mil posiciones diferentes que podrían hacer en la nieve, cubiertos de pelo mullido y abrigados por la frescura de una escarcha amistosa.

Tres días de sexo salvaje, era un sueño hecho realidad.

Los gemidos de Wolfeimer estimulaban las sensaciones entre sus miembros y sus cuerpos sonrojados. El miembro de Conner se tensaba cada vez más con el movimiento de sus caderas al igual que su segundo miembro vibraba con locura, necesitando más de los aullidos de gozo de su amado.

-Te gusta Wolffy? Te gusta? Ohhh!....Mmmm! -Con cada subida de tono y nivel las transformaciones de Conner divagaban de especie en especie, recubriendo sus brazos de escamas y brotando cuernos puntiagudos de su cabeza, adoptando las características de un dragón, incluyendo la cola que usó para dar latigazos en el trasero de su lobo- Así? juego de esta forma? -Otro latigazo más inició el jugueteo de la punta de su cola con el ano del licantropo, introduciéndose despacio mientras ambos se besaban con pasión.

Sin duda mentes brillantes pensaban igual, y le emocionó que Wolfeimer hubiera tenido la misma idea que él, tanto que sufrió un orgasmo de uno de sus dos genitales que eyaculó de golpe al estremecerse los pectorales contra él, salpicando los rostros de los dos amantes.

-Nope, no he tenido sexo en la nieve todavía -Su recién ordeñada verga se retrajo hasta asimilarse con la que estaba siendo fuertemente frotada contra la de Wolfeimer, acrecentando su apetito sexual pues todavía no se había corrido lo suficiente. Para Conner, una sola eyaculación no bastaba- Jeje, tienes algo más en la cara -Dijo limpiandole su semen con las manos y saboreando el que quedaba entre sus dedos.

El fuerte rugido de Wolfeimer clamaba más por la cola de dragón del rubio, cuya punta se transformó en el miembro de Conner como preámbulo para lo que el rubio le tenía preparado después.

-Pues disfrutala toda! toda! -Exclamaba aumentando la velocidad cada vez que la sacaba y la metía con fuerza.

Su risa fue contagiada por la de Wolfeimer al haber eyaculado Conner primero, pero su guapo novio no se quedó atrás, pues de pronto sintió un salpicón caliente debajo de sus pectorales y en su abdomen.

-Ohh, seguro que podrás con el segundo round? -Inquirió alzando una ceja y encajando nuevamente su cola en la entrada de su amado quien gritaba y gemía por las múltiples estocadas.

Conner no pudo aguantar más y se volteó junto a Wolfeimer para quedar encima. Con el trasero de su novio descansando entre sus piernas, Conner introdujo su verga que se deslizó suavemente como la seda gracias a lo dilatado que ya estaba Wolfeimer y la lubricación de sus partes intimas. No tardó mucho en alcanzar suficiente velocidad, metiendo y sacándola una y otra vez con intensidad. Los únicos sonidos que predominaban eran los gemidos de ambos y el choque de su pelvis contra la retaguardia de su novio.

-Ahh!! si!! Eso es! más duro! más duro!! -En el exterior, sus gritos alertarían a toda la montaña y paraje nevado con el alboroto que montaban, pero tras esas gruesas paredes de roca, ni un solo grito escapaba al exterior, estaban aislados y libres para expresar su amor en mil maneras diferentes. El sudor en sus cuerpos brillaba con la luz del fuego de la chimenea, era un deleite absoluto para sus ojos y para su cuerpo tener a Wolfeimer de esa forma, poder hacerle el amor de todas las formas posibles, tanto como su cuerpo cambiaba de forma, así cambiaban las posiciones, la intensidad y los estímulos.

Cerca, más cerca a cada momento. Podía sentir como el interior de Wolfeimer palpitaba y estrujaba su verga para obligarle a llegar al profundo climax. Ya no importaba cuando Conner lo retuviese.

-Ohh!! Wolffy!!!

Con un fuerte abrazo rodeo a su amado para soltar su inmensa carga dentro. Los chorros de semen escurrían de la entrada de Wolfeimer, chorreando el sillón y salpicando a cada espasmo multiple de Conner que había alcanzado un multiorgasmo.