frashokeretisaoshya
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"Lo único que da órdenes en esta vida, son los cojones...y tu no tienes"
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Post by frashokeretisaoshya on Nov 18, 2017 0:18:40 GMT
"En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo..."
El lugar era poco más que ruinas, trozos grandes de un enorme monolito descansaba entre la hierba como el diente de alguna criatura enterrada debajo. Blanco, se desquebrajaba con el paso del tiempo lentamente y el sol. El bosque a su alrededor parecía respetar el espacio de hierba y ningún árbol hacía el intento de crecer en el. Fuera por eso que para el sacerdote fue un símbolo inequívoco como la sede de su sueño. Le dedicaría tiempo para prepararlo antes de comenzar la ardua labor de conseguir fondos.
Empujando la toga por su cabeza la colgó con tranquilidad de una rama y dio media vuelta. Necesitaba limpiar el terreno para construir. Retirar la hierba, las piedras y escarbar un palmo para comenzar a emparejarlo. Los trozos más pequeños de roca servirían para aplanar la tierra y compactarla. La madera la cortaría de los alrededores, buscaría árboles caídos y vacíos.
Con todo eso en mente el demonio rubio tanteo alrededor, a ojos cerrados no necesitaba la vista para realizar sus labores cotidianas y dificilmente la extrañaba. Con el aroma dulzon de la hierba se guíaba para retirar a maleza y la caricia de sus dedos le indicaban donde se encontraba la roca fría.
Animado, el sudor corría como un pequeño río entre sus omóplatos y la espina dorsal. Casi tentado de cantar, tarareaba por lo bajo una vieja canción que hablaba de faraones y mares divididos.
Requisitos: -Mínimo de diez lineas de respuesta. -No gifs, ni memes, ni emoticones, ni caritas.
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Post by Amandi Mortuu on Nov 18, 2017 1:20:53 GMT
La naga había salido de su cueva para hacer su recorrido diaro por el bosque, arrastrando su cuerpo y detenerse en cada trampa que había dejado escondida a ver si algun animal cayó. Encontró siete ardillas, cuatro pájaros y un montón de insectos, los cuales guardó en un saco de cuero que llevaba colgando en su cadera. Ahora se dirigía a por las trampas que armó en el corazón del bosque (ah~ ojalá encuentre ciervo hoy) pensó emocionada lo que le hizo ir mas rápido.
Ya había revisado un par de trampas y agrego un pájaro más a su bolso, avanzaba rápidamente hasta que algo reflejó bastante luz en un espacio abierto del lugar, se detuvo (oh! un hombre! Que hace?) Le vio colgar su toga en una rama, sonrió picaramente pero al instante su rostro se torno serio y sigilosamente se fue acercando (lindo cabello rubio. Se ve sedoso...quiero tocarlo~) pensó sonrojandose. Bien escondida tras varios árboles a pesar de su gran tamaño, continuó observándolo (su piel es palida y de aspecto suave...quiero tocarlo~ ow~) parpadeó tan solo una vez y respiró suave y profundo con la intención de calmarse pues si seguía así, haría ruido; no quería interrumpir al hombre.
Continuó y continuó observándolo hasta oírlo tararear (ah~ que linda melodía) junto sus manos a un lado de su rostro pues estaba fascinada por aquel arcano (quiero hablarle. Voy a hablarle) decidida salió de su escondite y se aproximó a él, haciendo un círculo alrededor suyo con su larga cola -necesitas ayuda?-dijo sonriente mientras se inclinaba un poco para quedar a su altura.
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frashokeretisaoshya
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"Lo único que da órdenes en esta vida, son los cojones...y tu no tienes"
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Post by frashokeretisaoshya on Nov 28, 2017 5:46:05 GMT
El olor lo alerto. Los lagartos siempre exudaban un aroma parecido al de la lima, como si estuviesen llevando bajo su vientre las hojas lechosas de algún cítrico. No era un olor desagradable pero si penetrante y frío, fácil de identificar. Las aletas de la nariz del sacerdote se agitaron tres veces antes de que la criatura se colocara en forma de media luna a su alrededor. Meditando el peso del báculo contra los dedos de su pie envueltos en cuero. El tono de voz le indicó que no se trataba de un enemigo...aún.
Levantando una dorada ceja, inclino la cabeza para barrer el sudor que lamía el lado derecho de su sien con el hombro. —Quizá, pero no estoy seguro de que un mirón, es decir, una oveja perdida pueda brindármela.
Arrulló con su potente voz continuando su labor. El picor en su nuca, signo de que había sido observado desapareció al menos, en cuanto ella vino a él. La sombra que proyectaba sobre su cuerpo le indico que era más grande que él. Lo que le tomó un tanto por sorpresa. En la tierra de los hombres estaba acostumbrado a destacar, pero ya no se encontraba más ahí. En su mente la información replico como guijarros en una olla: Un mirón, un reptil, un ser alto, una hembra. Por su tono distinguía cierta jovialidad.
Volviendo a inclinarse sobre la hierba lanzo aún lado un par de rocas.
—Ko misericordioso llene de dicha tus pasos, pequeña oveja.—Masculló con tranquilidad. —¿Qué te trae al bosque?
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Post by Amandi Mortuu on Nov 28, 2017 14:19:19 GMT
Observaba con detalle las facciones de aquel rostro con los ojos cerrados, sus parpados no se veían planos o hundidos lo que significaba que aún portaba los ojos pero por qué los mantiene cerrados?
-tu ceja brillo cuando la levantaste- comentó en voz baja seguido de una pequeña risa, pues la luz se había reflejado en esos vellos dorados. Mantuvo la boca cerrada y siguió escuchando, "mirón" aquella palabra rebotó en su cabeza; su rostro involuntariamente hizo una leve mueca para luego seguir con la exprésion vacía que tenía todo el tiempo y el ojo clavado en el contrario. No podía enojarse, el hombre de cabellos dorados decía la verdad pues llevaba tiempo observándolo además de que quizá vino a interrumpir su trabajo.
-claro que puedo ayudar! Puedo levantar cosas pesadas por ti, puedo cortar la hierba por ti...lo que necesites- ofreció enérgica con una amplia sonrisa, ahora su mirada parecía buscar su aceptación. Al verlo inclinandose, ella se sentó ahí mismo y abrazo su rabo apegandolo a su pecho -vine a revisar si algún animal cayó en mis trampas, me ha ido bastante bien- respondió sin problema para luego ladear la cabeza -quién es Ko y tú por qué estas cortando la hierba?- preguntó curiosa observando nuevamente lo que el hombre hacía.
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frashokeretisaoshya
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"Lo único que da órdenes en esta vida, son los cojones...y tu no tienes"
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Post by frashokeretisaoshya on Dec 9, 2017 0:27:35 GMT
—¿Es así?—Agregó arrastrando las palabras y haciendo fuerza en el abdomen para arrancar una tosca y gruesa raíz de lo que alguna vez fue un árbol fuerte. Con la paciencia con la que se trata a los niños, espero repartiendo su atención a la charla y hacia la labor. Era simplemente que aunque intentara comportarse como los grandes sabios de las montañas, su acritud natural lo hacía difícil.
—Podrías tal vez, pero no es propio que un hombre deje esa clase de trabajos en manos de una fémina. No es trabajo de mujeres aquellos que ocupan la fuerza bruta sino alimentar su naturaleza compasiva. En todo caso el papel de la mujer cuando no es de guía es de auxiliar. Callando un momento, levanto el cuello y se quedo en silencio con las aletas de la nariz agitándose a distancia y la piel húmeda y brillante por el sudor. —Necesitaré agua para beber, y hay un riachuelo a unos cuantos pasos por ahí.
Cabeceó hacia la zona designada y volvió hacia la chica con una sonrisa de dientes blancos perfectos para continuar con la limpieza entre los hierbajos.—Eso es bueno, gracias a los dioses, si uno es bueno obtiene buenas cosas.—Tardo un momento en responder a lo otro casi como si lo hubiera olvidado, o eso parecía mientras sostenía una roca del tamaño de su pecho y la hacia rodar fuera del camino. No deseaba nada en el espacio que el diente blanco en el centro.
—Ko es una forma de referiste al cuerpo y a dios, dios habita en el cuerpo del hombre...—Tocando la frente ajena se estiro para rozarla con las yemas calientes de sus dedos gruesos. Tocando tres puntos, en la frente, donde se encontraba la glándula pineal y el bastón de Jose en la nuca.—Tres escalones, los cristianos los llaman, padre, hijo y espíritu... aunque ha tenido muchos nombres.
Hundiéndose de hombros volvió para inclinarse al suelo. —El cosmos es una repetición...micro o macro de su mismo.
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Post by Amandi Mortuu on Dec 9, 2017 17:04:17 GMT
Escuchó al hombre con mucha atención y por más que su rostro siempre mostraba una sonrisa arcaica la cual ayudaba a aliviar los terribles dolores de las heridas que ella se provocaba, se sentía disconforme y no estaba muy de acuerdo con lo que él comentaba -en casa tampoco me dejaban hacer mucho solo porque soy mujer- murmuró tanto para si misma como para él arcano.
Viró brevemente tan solo su ojo para ver en la dirección en la que le indicó con la cabeza y luego volver a verlo. Ella sonrió ampliamente y no solo porque el hombre le mostró una hermosa sonrisa, sino porque al fin le permitió una tarea en la cual ella podría ayudarlo y con mucho gusto. El momento que hubo silencio, aprovechó en buscar su odre dentro del gran bolso de cuero metiendo su mano dentro del mismo; estuvo tentada de tomar alguno de los cadáveres de allí para comerselo o para aplastarlo por mero placer, pero quería cuidar su "inocente" apariencia en frente del hombre que de momento le agradaba mucho.
Cuando por fin logró palpar el odre lo tomó y lo sacó del bolso. Se iba a levantar de una vez para cumplir la tarea encargada pero la respuesta del hombre la detuvo y se encogió de hombros temerosa al sentir aquellos dedos sobre su frente, al parecer aún le temía a la cercanía de los demás, en especial hombres debido a lo que le ocurrió a su ojo. Sintió una fuerte punzada en aquel lugar mas no se quejo.
Su voz se hizo débil -gra...cias por la explicación- asintió lentamente para luego erguir su cuerpo y sostener el odre con las manos temblorosas -iré por el agua- sin más que decir arrastró su vientre sobre la hierba hasta llegar al riachuelo que como le había indicado, no estaba muy lejos. Se inclinó destapando el odre y lo metió dentro de la fresca agua hasta llenarlo por completo, volvió por donde vino.
-aquí tienes- se paró frente a él y le acercó bastante el odre rebosante de agua para que pudiese tomarlo entre sus manos -hay algo más que pueda hacer por ti?- preguntó con la misma voz enérgica que tenía antes y se la notaba ansiosa de querer ayudar.
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frashokeretisaoshya
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Post by frashokeretisaoshya on Dec 15, 2017 20:44:55 GMT
Frashokereti asintió y el viento suave de ella al alejarse le indico el preciso instante en el que se quedo solo. Sacudiendo los hombros rumio las palabras que le había dicho a ella. Esa era la clase de cosas que pensaba adoptar en su doctrina, no una religión sino todas. Una forma de fusionarlas para satisfacer las necesidades de creencia. Pero sabía que no sería fácil de lograr, el primer y más grande reto sería él mismo. Frunciéndose en automático el ceño, separo muy lentamente los ojos heridos por la luz ante la falta de costumbre y se miro las manos. Un odio vibraba en su estómago, viejo y salvaje. Atado a su alma, de no ser por su apariencia sabia que incluso los humanos le hubieran torturado y asesinado. El crearse en el ceno Sajón entre los viejos bosques lo hacia idóneo para ser tomado por un mensajero del señor. Aunque en un principio no hizo mas que sacar provecho de eso.
—Pasara una vida antes que logre borrar el negro de mi alma.—Murmuró en Arameo muy bajo. Irguiéndose y cerrando de nuevo los ojos al escuchar el sonido de arrastre que ya asociaba a su ansiosa invitada, no esperaba que volviera, o volviera tan rápido. Levantando el mentón, su cuerpo bebió del sol mientras recibía el odre.
—Gracias, pequeña.—Agregó, sonriendo le suavemente.
Bebiendo con tranquilidad del agua fresca y tendiéndoselo de vuelta una vez que estuvo satisfecho. —Solo queda mover el monolito, levantarlo en el centro y trazar un circulo a su alrededor. Masculló, pensando que si dios proveer, incluso si fuera con una mujer, debía tomarlo sin chistar. —¿Es tu costumbre imponerte sobre el resto?—Preguntó cabeceando hacia la piedra para que ambos se acercaran.
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Post by Amandi Mortuu on Dec 16, 2017 1:50:15 GMT
Rió levemente, soprendida ante aquel curioso agradecimiento mientras terminaba de pasarle el odre, nadie hasta ese momento la había llamado pequeña ni siquiera su propia madre -es un placer ayudar- musitó llevando sus manos a sus mejillas; si no fuese de sangre fría probablemente su rostro estaría colorado. Pensó que era un poco contradictorio debido a su tamaño pero podría estar refiriendose a la edad o incluso con decirlo cariño. Comenzaba a considerarlo su amigo. Observó con detenimiento como es que se bebía el agua, tan tranquilo que hasta ella se antojó de un poco pero temía que si bebía del mismo odre ahora sin querer llegará a soltar algo de veneno a través de sus dientes.
Un momento...
Pero si es su odre y bebió de el anteriores veces, eso significaba acaso que ya había veneno? Se quedó estatica con la mirada al vacío. Pronto recordó que lo había lavado en el lago de las hadas hace unos días y que no tomó agua desde aquel entonces; ese pensamiento le alivió un poco pero aún no estaba del todo segura. Posó nuevamente su mirada sobre el arcano, su rostro mostraba su inquietud mientras recibía de regreso su odre y lo sostenía con ambas manos cerca de su pecho -mo...nolito?- murmuró muy bajito aquella palabra desconocida. Tapó el odre y lo guardó dentro de su gran bolso en donde pertenecía -uhm?- miró la dirección señalada llegando a ver una gran piedra, seria eso el dichoso "monolito"? Se aproximó al lugar un poco adelantada a los pasos del hombre -imponerme sobre el resto dices?...a que te refieres con eso?- preguntó y se puso a pensar si es que hizo algo malo que quizás le haya molestado. Lentamente fue rodeando la gran piedra pasando su aspera mano sobre esta, acariciandola, esperando oír de nuevo aquella voz masculina, firme pero a la vez amable.
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frashokeretisaoshya
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Post by frashokeretisaoshya on Dec 30, 2017 4:44:30 GMT
—Monos, 'uno solo', y lithos, 'piedra'.—Agregó como si estuviese impartiendo alguna clase de lección, sintiendo que su temperatura corporal aumentaba apenas un tanto.
Chocando las palmas para limpiar los restos de hojas y tierra con una mano tras la espalda. Su cuerpo cubierto por el sudor se sentía ligero y latía por el calor y el esfuerzo realizado. En resumen, una sensación agradable que tiraba de sus músculos. Apoyandose junto a la piedra, supo donde se encontraba la chica por la sombra que iba y venía alrededor y el cambio del flujo del aire. Pocas cosas se escapaban ahora a su percepción al menos en un plano normal, su naturaleza tenía ventajas.
Apartando los mechones rubios asintio una vez más.—En estos tiempos. Incluso en Mirovia no es normal que un arcano se acerque a otro de buenas a primeras. Si fuera yo un ser incivilizado, seguramente sería territorial, igual que tu, a falta de dios, los mortales actúan, y no siempre es de buena manera...eso tienen en común los arcanos y humanos.
Estrechando los ojos cerrados, se quedó pensativo un momento antes de palmear la enorme piedra. —Debemos moverla al centro, entonces pondremos un par de piedras encima y haremos una ofrenda al Ko y a nuestro propio vientre.
Un altar era importante, santificar el lugar como sagrado era uno de los pasos...
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Post by Amandi Mortuu on Jan 5, 2018 19:29:55 GMT
-oooh- elevó un poco la cabeza tratando de asimilar mejor aquella explicación, parecía una palabra compuesta por dos en latín o algo parecido (mono, lito, monolito) repetía con cierta diversión en la mente.
-llegué hace poco a estas tierras, no estoy muy enterada de todo lo que pasa usualmente o como es la gente aquí- agachó la cabeza -supongo que si soy tonta después de todo- rio un poco apartando su mano de la piedra para apretar su cuello con fuerza; ya había tenido una mala experiencia acercándose a desconocidos y aún así lo seguía haciendo, por qué?
Las últimas palabras del hombre se repetían en su cabeza "a falta de dios ...eso tienen en común los arcanos y humanos " ahora que lo pensaba, de donde venía tanto humanos como arcanos creían en muchos dioses y aún asi actuaban territorialmente, cometían maldades como las que le hacían a ella, a los animales o a su entorno; comenzaba a dudar de las palabras del hombre y que tan bueno podría este ser.
-moverla al centro?- giró su cabeza casi cual búho, buscando con la mirada lo que podría ser el centro del lugar en donde estaban; logró divisarlo pronto pues ese espacio destacaba del resto, parecía estar más iluminado y despejado -genial, crees que podamos hacerlo juntos?- se puso a observar la figura del hombre, aprendió a no juzgar la apariencia para deducir la fuerza o inteligencia de alguien pero aun así hacía tanteos de cuán fuerte sería. Para no perder más tiempo se despojó de sus objetos, dejando en el suelo sus grandes espadas curvas las cuales tintinearon al chocarse entre estas, su bolso y el arco con flechas que colgaban en su espalda -deberíamos inclinarla y arrastrarla hasta el centro o quieres levantarla hasta allá?- le preguntó volviendo a posar una mano en la piedra -y que debemos hacer para la ofrenda? traer fruta, aceites, flores, joyas, algún sacrificio?- su voz portaba un tono emocionado pero áspero; le inquietaba saber más del arcano y de aquel dios Ko del que tanto hablaba.
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frashokeretisaoshya
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Post by frashokeretisaoshya on Jan 16, 2018 23:39:49 GMT
La sonrisa que siempre adornaba su boca se hizo más grande al escuchar sus palabras y girando el rostro con jovialidad y un toque angelical en sus facciones que engañaba a los ingenuos asintio.—No puedo negar lo que resulta obvio madame, cuando uno desarrolla la fuerza física, generalmente la intelectual queda rezagada.
Y dicho aquello se giro para tomar la roca con las manos, primero flexionando las rodillas y clavando los pies sobre la tierra de modo que pudiese hacer palanca con estos. Y perdiendo la sonrisa por la concentración tiro de la roca tanteando el peso. Dando por hecho que la mujer lo ayudaría con la tarea.
Parecia que no iba a responder a sus palabras cuando su boca volvió a moverse chocando su aliento contra la roca.
—Podemos claro esta, solo son un par de metros...—Masculló escuchando el sonido de los alrededores, pensando en la distancia en la que tardaba de rebotar contra los troncos de los árboles y regresar a ellos. Escucho también el tintineo de los objetos personales de la mujer reptil caer al suelo.
—Ninguna muerte es necesaria. Será algo sencillo que no requiere más allá de un par de rocas...respecto al Ko... significa "dios y cuerpo", dios vive dentro de nuestro cuerpo...
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Post by Amandi Mortuu on Jan 18, 2018 2:50:29 GMT
Mientras escuchaba al hombre hablar se dispuso a tomar el pasto que rodeaba el monolito y arrancarlo de fuertes tirones, amontono los pedazos de tierra y raíces a un lado -listo, así será más fácil- sus serpientes se movian de manera ondulante debido a la energía que recorría el cuerpo de la naga -si quieres puedo devolver esos pedazos a su lugar luego- comentó antes de sacar la lengua para olfatear con más claridad el aroma que la hierba comenzaba despedir; sonrió emocionada antes de enroscar su larga cola alrededor de la base de la piedra.
Esperaba más emoción o al menos un festín para compartir -entonces no mataremos nada? Eso es...bueno- abrazó la gran piedra un poco más arriba de donde se encontraban las manos del hombre y sin previo aviso ejerció bastante fuerza llegando a sacar momentáneamente el monolito de la tierra, el cual se tambaleó un poco antes de volver al suelo -ah lo siento! Me emocioné...esperaré a que tú me des una señal para poder sostenerlo mejor. Lo siento- se dio cuenta de que no podría avanzar si es que no tenía la cola libre, desenrollo su cola de la base y abrazó aún más arriba esta vez; soltó un suspiro -ya?
Una vez dada la dichosa señal, la naga hizo presión con sus brazos y se dio impulso con el abdomen; entre ambos llegaron a sostener la roca por sobre el suelo -bien! Ahora al centro~ al centro~ jaja- musito divertida mientras iban avanzando a un buen ritmo pero con mucho cuidado de no hacerla tambalearse de nuevo.
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