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Post by Deleted on Nov 25, 2017 6:01:22 GMT
Después de lo que parecieron siglos, la dragona dio un último y sonoro quejido desde el fondo de su garganta. Creía firmemente que el trabajo habría sido más fácil en su forma verdadera que en la sellada, estaba muy equivocada. Como quiera le costó trabajo y vaya que dolía, pero por fin todo había terminado.
Las contracciones habían llegado desde temprano ese día y no eran parecidas a las ya presentadas en los primeros meses. Estas fueron más violentas y dolorosas, Chris de inmediato emprendió el vuelo al único lugar que ella consideraba seguro. El templo de su ya desaparecida corte estaba completamente vacío cuando llegó, pero aun así se sentía como en casa y completamente a salvo de cualquier cosa. Fue entonces que en el transcurso del día se la paso recolectando piedras, hojas, madera y todo lo que pudiera serle útil para su nido. Lo termino en cuestión de horas, no era lo suficientemente grande para que ella en su forma verdadera entrara pero sí lo era para resguardar a sus pequeños.
Con sumo cuidado y después de limpiarlos minuciosamente, colocó ambos huevos dentro del nido y se recostó a un lado de este, cubriéndolo casi completamente con su enorme cuerpo, enrollando la cola sobre el contorno del nido. El tamaño de los huevos era similar al de su cabeza en su forma sellada, al menos eso facilitaría su traslado si era necesario ir por tierra.
La dragona exhausta suspiró con cierto alivio y se incorporó ligeramente apoyándose en su torso y sus patas delanteras, observando su alrededor un tanto preocupada y nerviosa.
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Martina
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Post by Martina on Nov 26, 2017 8:32:32 GMT
La elfo había comenzado a explorar áreas nuevas áreas fuera de la ciudadela, hoy había elegido el templo de verano y sus alrededores. Supuso ahora que las cortes habían desaparecido el lugar estaría un poco menos concurrido para visitarlo.. bueno eso pensaba, en realidad no lo había visitado antes. Llevaba sobre sus hombros una mochila con algo de equipo para viajar, se había preparado el día anterior, investigando sobre el lugar visitaría y empacando objetos que podrían ser de utilidad en su viaje.
“ …hacedemasiadocalor..” -murmuro para si misma mientras caminaba, había escuchado sobre el clima cálido y húmedo de aquel lugar pero pensó estaría más fresco considerando la época del año en la que se encontraban. Se equivocó.. y no ayudaba mucho la elección de ropa ella había elegido, siempre llevaba consigo sus guantes largos de cuero, el grueso material de estos tenía la función de cuidar de manos y ser una especie de armadura.. pero hoy se sentían como compresas calientes y pesadas contra su piel.. Así como las prendas extras de tela en sus piernas.
Esto hacia que sus movimientos fueran algo torpes y no se movía con su usual agilidad. Se podían escuchar las ramas y hojas secas romperse bajo sus pisadas y como batallaba para quitar las ramas de su camino, agradecía el lugar estaba deshabitado de otra forma llamaría mucho la atención. Necesitaba detenerse para beber algo de agua. Llevo su mano a un costado de su mochila intentando alcanzar una botella de agua cargaba en uno de los bolsillos de esta, pero esta resbalo debido a la humedad de su guante y cayo, rodando por un pequeño sendero que descendía hacia la entrada principal del templo. ( ah! nonono- ) La elfo se apresuró y fue detrás de esta siguiéndola con la mirada. Estaba en un lugar completamente desconocido para ella y no podía darse el lujo de perder su única fuente de agua. Sus ojos estaban tan concentrados en la botella no miraba en qué dirección caminaba, hasta que finalmente esta se detiene contra una pared … de escamas.
“………………….” -lentamente levanto la mirada para ver se trataba de un dragón. Un pequeño escalofrió le recorrió la espalda, al darse cuenta podría estar invadiendo y se quedó inmóvil. “….Buen Dia? “
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Enzo
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Post by Enzo on Nov 27, 2017 0:50:38 GMT
La pesca había sido bastante sustanciosa, tanto que no sabía que haría con tanto pescado. Sentado en una de las sillas de su choza, frente a la mesa de madera, se preguntaba lo que haría con semejante cantidad de carne. Podría cocinarla, hacer un gran festín asado para los visitantes de la playa pero... por alguna razón, los alrededores se encontraban solitarios, pocos arcanos visitaban el mar y no comprendía por qué. Había perdido su tableta arcana y en realidad, no tenía ningún tipo de dependencia a ella por lo que no le hacía falta. Pero eso quería decir que no estaba enterado de los recientes acontencimientos de la isla, sus cambios políticos y la alianza de su Soberano con Lord Velfast. Por supuesto, como el chico desafortunado que en ocasiones era, lo que le vino a la mente al hallarse con tantos peces fue, llevárselos al Rey del Sol como ofrenda y disculpas por no presentarse tan seguido en el templo.
Emprendió vuelo hacia la jungla, asegurando un canasto lleno de su pesca que pendía de su pecho. Por fortuna no hubieron corrientes de aire que amenazaran su obsequio, por lo que el trayecto fue tranquilo y sin ningún problema. Divisaba la estructura destacándose entre el verde de la selva, siempre tan imponente y lleno de su fuerza. Sin embargo, había algo que le llamaba la atención, había un silencio bastante... curioso. Habían algunos guardias en el templo como de costumbre, pero el usual jolgorio por el que se caracterizaba la corte del Verano, era... casi inexistente.
Se detuvo sobre una roca, o lo que él pensó, era una roca. Aún con sus alas a sus costados y el canasto lleno de pescados llegando a la altura de sus patas de ave. Fue entonces que en ese momento escuchó una vocecilla, a lo cuál reaccionó, asomándose desde la altura para mirarla. Una pequeña chica pelirroja que parecía estar asustada por alguna razón. Pensando que sus nervios se debían a su presencia, Enzo intentó calmarla, saludándole de manera amistosa elevando una de sus alas para mostrar un saludo.
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Post by Deleted on Nov 27, 2017 21:12:26 GMT
La dragona volvió a recostarse al verse tan serena y segura en aquel templo, cubriendo su pequeño nido con su propio cuerpo, lejos de la vista de los curiosos y siendo ella un escudo y la primera linea de defensa para sus huevos. La selva tropical le daba un aire sumamente cálido al templo y, con los ojos cerrados, las orejas activas y el cuerpo sumamente relajado sobre el suelo, Chris se vio perdida en un mar de pensamientos por lo ya ocurrido y la situación actual en Mirovia. Al parecer todos tenían un lado predilecto al cual apoyar, la dragona se sentía entre la espada y la pared. Por un lado no le gustaba del todo lo que su soberano estaba haciendo y por otro, no parecía muy buena idea oponerse a lo que ella consideraba los arcanos mas poderosos de Mirovia. Ya no podía pensar solo por y para ella, ahora tenia que analizar las opciones para que sus pequeños no se vieran afectados. Todo era un relativo caos y el hecho de estar sola en tales condiciones solo bajaba el espíritu de la dragona.
Su trance fue interrumpido de golpe. Un olor muy fuerte a pescado invadió su nariz, tanto así que la fuente no podía estar muy lejos. Un par de garras sobre su lomo y un pequeño golpe cerca de su cola le provocaron un escalofrió en todo el cuerpo, pues no esperaba que alguien se presentara en el templo aquella tarde. Levanto su cuello alto e imponente, tomando cierta actitud defensiva, topándose con una pequeña con una expresión de horror en el rostro justo a un lado suyo y lo que parecía una harpía sobre su lomo. No parecía que quisieran atacar, sin embargo Chris no bajo la guardia -¿Puedo ayudarlos en algo?- dijo seria y con voz firme inspeccionando a ambos arcanos de pies a cabeza.
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Martina
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Post by Martina on Nov 28, 2017 23:13:28 GMT
Al parecer la dragona no se molesto por lo ocurrido. (phew!) Sus largas orejas de elfo se movieron un poco al escuchar un sonido arriba de ella, levanto la mirada al ver se trataba de un… ave? No… era un chico?? Lo comprobó al ver como se acercaba y aterrizaba sobre la piel de escamas (m-me esta saludando?) -penso. Se le veía bastante relajado para alguien encima de un dragón. Quizás no había motivos para preocuparse? En ese caso, levanto la mano para regresarle el saludo con movimientos muy lentos y nerviosos.
Con mucho cuidado recogió la botella para volver a guardarla dentro de su mochila y retroceder un par de pasos hasta estar a una distancia no pueda ser considerada como invasión de espacio personal. La elfo no había visto un dragón tan de cerca en su forma real antes así que no podía evitar mostrar algo de nervios … una reacción era bastante normal para alguien cuya información venia de libros de fantasía, donde estos acompañados de descripciones exageradas. Además estaba visitando el templo de una corte no era la suya, no sabía si estaba prohibido o si solo aquellos de la misma corte podían pasar.
El escucharla hablar hizo se relajara, aunque firme el tono de su voz no sonaba amenazante y no recibió ningún regaño. Negó con la cabeza – “.. Solo venía a conocer el templo de verano. Es que.. Vengo de la ciudadela así que es la primera vez visito esta área “ - dicho esto levanto la mirada hacia el chico, entrecerrando los ojos con curiosidad sobre lo que podría estar cargando en aquel canasto.
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Enzo
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Post by Enzo on Nov 29, 2017 14:54:23 GMT
Una voz resonó en los alrededores, vibrando desde las plantas de sus patas hasta la punta de sus oídos. Dio un par de pasos hasta llegar a la frente de la dragona para después, colocarse de cuclillas y asomarse hacia abajo, donde pudo distinguir parte de sus largas pestañas y hocico. -¡Ah!- exclamó con sorpresa mas no sobresaltado por su descuido. -Disculpa, te confundí con una roca- comentó sin cuidar las palabras que salían de su boca. Tomó la canasta por el borde para nuevamente ponerse de pie y de un salto bajar hasta donde se encontraba la otra chica.
Podía percibirse un fuerte olor a pescado pero Enzo no parecía preocupado por aquello, en cambio, se acercó más a la muchacha al escucharla decir que venía de visita. -Yo también venía al Templo-. Se le veía emocionado pero repentinamente sus mejillas se sonrojaron en cuanto cayó en cuenta de que no se había presentado aún. Dio su nombre a ambas antes de continuar con la coversación. -Venía a ver al Soberano Ajani para traerle algo de pescado-. Su rostro se mantuvo quieto por un momento mientras sus ojos buscaban entre los árboles los tejados del templo. Había algo extremadamente particular que estaba perturbándole desde que había llegado a la selva: No se escuchaban los tambores. Sacudió suavemente la cabeza, haciendo a un lado esas angustias y esos pensamientos para después mirar el gigantesco rostro de la dragona y sonreírle. -¿Y tú señora dragona? ¿Qué haces aquí?- preguntó completamente ignorante de la situación de la arcana.
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Post by Deleted on Nov 30, 2017 6:03:39 GMT
En cuanto ambos anunciaron sus motivos por los cuales se encontraban en el templo aquella tarde, la dragona asintió lentamente. Los observó con sumo cuidado y cierta curiosidad, era la primera vez que veía a ambos y si bien hubiera preferido encontrarse con una cara conocida en esas circunstancias, los rostros nuevos siempre eran bienvenidos. –Como podrán ver esto está un poco vacío- inspeccionó el lugar con la mirada solo para remarcar su punto –Como cortesana del verano les ofrezco una pequeña disculpa- bajó la cabeza y cerró los ojos –Así como la corte misma, el templo no está en las mejores condiciones, ni refleja lo que en algún momento fue- exhaló pesadamente –Sé que el soberano Ajani no habría querido que arcanos ajenos a la corte observaran la decadencia de la misma- como pudo, enterneció la mirada e intento dibujar una pequeña sonrisa en su rostro.
Traición o no, Chris seguía fiel a su corte y a su soberano. En ese tipo de situaciones, lo más difícil era confiar. Se vio ligeramente sorprendida ante la pregunta de Enzo, tanto así que sus facciones escamosas se arquearon ligeramente. Por enésima vez volvió a observarlos detenidamente, no parecían del todo peligrosos, incluso la chica se veía sumamente indefensa y pequeña (y vaya que lo era) Después de un par de segundos pensando, la dragona apartó su cola y parte de su cuerpo, dejando ver aquel pequeño nido con su hermoso par de huevos en el interior. –La naturaleza llamo- dijo Chris observando los huevos –Y siendo sincera, no hay lugar en el que me sienta tan segura como el templo del verano-
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Martina
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Post by Martina on Dec 2, 2017 5:27:20 GMT
Estaba por dirigirle la palabra al joven aterrizo a su lado, ya no sentía nervios y debía presentarse apropiadamente ya que estaba en el templo de otra corte. Abrió su boca para dirigirle la palabra y al hacerlo percibió un POTENTE olor a pescado crudo ( -- urgkg!? ) Bajo la mirada al canasto y no había duda sobre lo que había dentro. Cerro la boca y solo sonrió haciendo una seña con su mano y mostrando un pulgar arriba ante la presentación del chico. Aprovecho que este explicaba los motivos de su visita para muy disimuladamente llevarse las manos cerca de la barbilla, tenia deseos de cubrirse la nariz pero no quería ser muy obvia.
“..Soy Martina. Muchogusto “ – se presentó rápidamente, para después dirigir la mirada hacia la dragona. Ella explicaba la situación del lugar donde se encontraban. . Ya que era su primera visita a aquel templo realmente no sabía que esperar, ella estaba al tanto de la situación con las cortes pero no pensó eso las dejaría desérticas. – “ No hace falta disculparse, muchos estamos en la misma situación así que creo hay bastante fuera de nuestro control. Aun así quería visitar este lugar, creo es un lugar bastante.. cálido ?“ -le dice, sonriendo, intentando animarla o que encuentre graciosa la comparación. La elfo no llego a conocer a el soberano de la corte de verano y no había escuchado mucho de el así como de la corte.
No pudo ocultar su rostro de sorpresa al ver como la dragona apartaba su cola para mostrar lo que parecía ser un nido con huevos. “ … !!! “ – Entonces acababa de ser mama? Volvió la mirada la dragona, luego a los huevos para volver con la dragona – “ Tuviste bebes!?? Felicidades!!” - La respuesta a su pregunta era bastante obvia pero no tenía idea de que más decir, solo mantenía una expresión de emoción en el rostro.
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Enzo
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Post by Enzo on Dec 6, 2017 5:50:37 GMT
Enzo arrugó la nariz al escuchar a la dragona. ¿El Templo no estaba en las mejores condiciones? No era así como recordaba... aquello confirmaba sus angustias y las hacía mayores, ¿qué había pasado. La dejó que hablara y por un segundo se olvidó del asunto al percatarse de los huevos de dragón que estaban prácticamente a su vista y que había ignorado por completo. Jamás había visto unos de cerca por lo que estaba verdaderamente emocionado. Entre tanta información y experiencias nuevas, ignoraba totalmente el disgusto tan discreto que Martina mostraba por el olor tan fuerte a pescado, lo cual sólo acentuaba la personalidad tan distraída del chico. -Felicidades señora dragona- acotó alzando sus cejas mientras le daba un par de palmadas en sus enormes patas.
Sin embargo, el pensamiento negativo le volvió a la cabeza, trayéndolo de vuelta a la realidad. -Bueno, compañera de Corte... tenía bastante tiempo de no visitar a mi Soberano así que tendrás que ponerme al tanto-. Se agachó para desamarrar el canasto que aún llevaba atado con una soga al pecho, mientras, alzó la mirada en dirección a la elfa con cierta decepción. -Si lo que dice la señora dragona es cierto... vaya... de lo que te perdiste Martina; el Templo de Verano es uno de los más hermosos... no, el más hermoso en toda Mirovia-. Con la cuerda floja entre las manos se levantó mientras con un ademán expresaba la grandeza de su corte. Aquello movió un poco el canasto haciéndolo casi caer pero el chico estaba más ocupado haciendo honor a su Corte. -Hay estatuas gigantescas con imágenes del Rey del Sol, murales llenos de color, fuentes majestuosas y plantas que no verás en toda la Isla. Es un paraíso dentro de la jungla-. Cambió su atención de nueva cuenta hacia Chris y con un gesto lleno de tristeza se dirigió a ella; -Mamá dragona, ¿estás segura de lo que dijiste?-.
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Post by Deleted on Dec 10, 2017 8:27:14 GMT
Su mirada se enterneció ante la expresión de la elfo. Sonrió abiertamente e inclinó la cabeza dándole así las gracias a ambos por sus felicitaciones. Chris se relajó considerablemente, tenía a una pequeña elfo y a un hermano de corte justo en frente de ella, ante sus ojos no había un considerable peligro y podía darse el lujo de relajarse. Escuchó con sumo cuidado y atención como Enzo hablaba del templo y no podía estar más de acuerdo.
Recordaba todo lo que el contrario decía, los murales, las plantas, la música, todo aquello que ahora no era más que un vago recuerdo. El chico se expresaba de una forma tan emocionante hacia su corte, que ciertamente el pecho de la dragona se oprimió por unos momentos, contagiándose de aquella alegría y haciéndola viajar al pasado, a cuando el templo del verano daba su máximo potencial.
Así como la llama se encendió dentro de ella, haciéndole hervir la sangre y queriendo emprender el vuelo en ese mismo instante, del mismo modo y como si a una hoguera le hubieran lanzado un balde de agua helada, regreso a la realidad. Lo observo directamente a los ojos sin decir nada por varios segundos, hasta que, después de un largo suspiro, la dragona simplemente asintió. –Me gustaría estar equivocada, pero no es así- trato de que sus palabras no sonaran tan duras como realmente eran, suavizando su voz e incluso bajando su tono –Después de que se diera a conocer la alianza entre el soberano Ajani y Velfast, esto simplemente se volvió un caos- negó con la cabeza repetidas veces –Muchos de nuestros hermanos ya no saben qué hacer, se sienten perdidos y traicionados- se podía notar cierta preocupación en su mirada –La situación es difícil- desvió la mirada hacia sus huevos.
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Martina
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Post by Martina on Dec 12, 2017 6:00:16 GMT
Su mirada aun seguía aquel nido con los huevos. Era la primera vez veía a las futuras crías de otra raza tan de cerca, especialmente aun dentro de su cascaron. Decide desviar la mirada, por mucha curiosidad sintiera no quería incomodar. Parece los alrededores en donde se encontraba ahora era el hogar de la dragona, eso explicaría por qué reacciono de aquella manera al verlos.
Giro hacia Enzo ante la mención del Templo de Verano. Realmente será cierto? Sería una verdadera pena que todo acabara y aquellos lugares que llegaron a estar llenos de vida y arcanos terminaran siendo ruinas. Hizo una pequeña pausa mirando a su alrededor – “ Aun se encuentran aquí ? Las estatuas y los murales” -pregunta a el muchacho - “Tal vez no pude ver el templo en su mejor época pero creo aún hay mucho aquí que me gustaría conoce” - la mención de plantas únicas fue lo que más le llamo la atención. Martina usaba plantas para inspirarse y ayudar con la elaboración de tintes para ropa, si llegaba a haber algo no había visto antes le gustaría poder encontrarlo.
Decide guardar silencio mientras la dragona explica la actual situación con las cortes, era algo ella ya conocía. Pero no había visitado el templo de su propia corte, solo los alrededores. Tampoco sabía como estaba la situación en aquella zona, pero era optimista y sabia los miembros de la corte a la que ella era parte , al menos la mayoría, habían tomado una posición un poco más neutral… o al menos eso quería creer.
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Enzo
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Post by Enzo on Dec 14, 2017 4:19:49 GMT
Toda información sobre la alianza y el cambio de poder en Mirovia eran noticias nuevas para el joven harpía. Sus ojos se abrieron con preocupación; sintió un hueco en el pecho. Sin embargo, trabó la lengua, intentando acallar su repentino abatimiento. -Ah... comprendo- comentó bajando ligeramente la cabeza mientras sus ojos intentaban encontrar refugio sobre el suelo. Se cruzó de brazos por un momento mientras Martina se expresaba aún manifestando esperanza; Enzo no podía negarlo, eso le hizo sentir un poco mejor. Alzó la mirada para ver a ambas aunque claro, su visión más ocupada por el rostro gigantesco de Chris. -Todo debe seguir ahí, ¿o no señora Dragona? Nuestro Soberano puede que haya tomado una decisión pero no es como que haya habido una guerra y el Templo esté destruído-. Suspiró deshaciéndose de los malos sentimientos; ya habría tiempo para pensar en ello después.
Sonrió determinado esta vez con un nuevo propósito. -Estaría bien visitarlo, ¿no crees Martina? Yo conozco gran parte del Templo aunque no todo, podríamos hacer un tour-. Estaba tan emocionado por su nuevo propósito que olvidó algo muy importante: los huevos de Chris. Miró a la gran mujer aún con una sonrisa suspendida en su rostro. -Ah, claro... no iríamos sin ti señora dragona. Hagamos lo que tú quieras... ¿quieres algo de pescado?- retomó el hilo, agachándose a su canasto para tomar un pescado que extendió al rostro de Chris. Seguramente estaba hambrienta pero estaba dispuesto a darle todos los peces que pudiera; dudaba que el Soberano se encontrara en el Templo de todas formas.
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Post by Deleted on Dec 23, 2017 2:09:04 GMT
La actitud positiva de la elfo oprimía el gigantesco pecho de la dragona. Su inocencia le traía paz a su espíritu y le hacía relajar los hombros, cambiando enormemente el mal sabor de boca que le dejaba hablar de la situación actual de su corte. Chris observo a Enzo y asintió –Abandonado esta, pero se conserva muy bien- dio un rápido vistazo a su alrededor, regresando la mirada hacia ellos después de un par de segundos –Llámame Chris cariño, podré ser madre pero dudo mucho ser más grande que tu- sonrió y entrecerró los ojos. No le molestaba en lo mínimo que el chico le dijera señora, solo se sentía ligeramente incomoda ante tanta formalidad.
Negó repetidas veces con la cabeza, cerrando los ojos mientras lo hacía y acercando su rostro a ellos –Sería una pena que Martina haya venido al templo solo para observar la entrada principal- posó su ojos en la elfo mientras hablaba –Enzo, muéstrale el templo a nuestra invitada, yo me quedaré aquí, no me molesta en lo absoluto- pidio amablemente, su voz era dulce y con cierto aire maternal –Podría aceptarte uno de esos pescados, llevo aquí casi todo el día- abrió la boca ligeramente
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Martina
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Post by Martina on Dec 27, 2017 19:52:19 GMT
La elfo mantenía una actitud optimista a pesar de muchas cosas escucho los días anteriores, ella al igual que muchos otros se habían mudado a la isla hace algunos meses y creía era algo pronto para caer en que había sido un error solo al presentarse obstáculos o dificultades. Su mirada bajo unos segundos a el nido detrás de la dragona, no se había topado con ningún niño o bebe hasta ahora pero seguro había varios por ahí que desconocían lo que pasaba, no se sentía correcto pensar todo quedo perdido para aquellos apenas iban a empezar.
Asiente al comentario de Enzo con un pequeño movimiento de la cabeza - “Claro! Eso sería divertido. Quizás podríamos encontrar algún mural, me gustaría ver algo con los colores del templo” -giro un poco mirando hacia el sendero por el cual ella había llegado - “No sé si haya un camino el cual seguir, había escuchado del lugar y he venido por mi cuenta. “ - quizás debió haber prestado más atención al momento de adentrarse en los senderos, podría ser un elfo pero su sentido de orientación estaba bastante oxidado.
Tomo atención a el nombre de la dragona cuando se presentó, el escucharlos charlar y el que ella se encontraba ahí todo el día, le surgió una duda - “… entonces se encuentra sola? “ – desconocía bastante sobre la naturaleza de los dragones.
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Enzo
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Post by Enzo on Jan 3, 2018 0:57:53 GMT
Enzo se entusiasmó de sólo pensar que podría darle un tour a una fanática de la Corte de Verano, sin embargo, esa chispa fue apagándose al caer en cuenta que la dragona se encontraba atada a una responsabilidad muy grande. -Pero señora... digo, Chris... No creo que sea muy amistoso de nuestra parte dejarte aquí sola. ¿Qué te parece si hacemos un pequeño picnic para que no estés sola?- al decir esto miró a Martina buscando su aprobación en ese plan. De cualquier forma, en algún punto tendrían que partir, después de eso podría, si ella aún esta dispuesta a planear ese paseo por el templo.
El chico se sentó sobre el suelo, extendiendo la red que había llevado atada a la cintura. Los pescados se movieron tomando su lugar a lo largo de la red. Comenzó a palparlos, escogiendo los mejores ejemplares para comenzar a empalarlos y asarlos para compartir con sus nuevas amigas. -Es lo mejor, ¿no creen? No es como si el templo fuera a moverse de lugar... Ah, por cierto, ¿crudo o asado?- levantó la mirada para buscar respuestas en ambas mujeres. -Personalmente lo prefiero asado... lo he comido crudo por tantos años que me resulta ya aburrido el sabor-. Volvió a la tarea de empalar los pescados en largas ramitas que se hallaban en el suelo de la jungla.
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