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Post by welstcher on Dec 4, 2017 1:37:06 GMT
Welscher hacia todo en su alcalde para retirar las tablas carbonizadas y llenas de fuego, mientras lo hacia escuchaba risas de la gente y al observarles saco de su boca un gruñido feroz que indicaba una indiferencia.
Creen que esto es un full espectáculo....metiche gente
Fue lo que pensó el lobo, pero pronto logró escuchar algunas voces que salían en el lugar donde los retiraba,era una buena señal que indicaba que si había sobrevivientes vivos.
Solo aguanten un poco mas ok...ya te sacaremos de este embrollo.
Pronto sujeto su fuerte brazo para sacar a aquel arcano que estaba encerrado fuerte, pero a medida que lo sacaba, un fuerte viento helado tocó la piel del lobo para voltear y observar un dragón tan grande que lanzaba desde su boca un aliento de hielo para detener el incendio que producía en ese árbol.
Es mi primera vez que veo a un dragón lanzar hielo...y pensaba que solo escupían fuego...pero..es realmente increíble..
Regreso su mirada a aquel arcano que lo había sacado de las llamas de la muerte, que en su cuerpo solo había roturas y algunos rasjuños,busco en su bolso viajero un pequeño frasco que tenia un ungüento con un olor a planta y empieza a restregar suavemente en la piel delnarcano.
Este ungüento te aliviara el dolor y las quemaduras
Volteo su mirada al otro lado para buscar a las demás acompañantes, no encontraba en ninguna parte al chico de la cabellera azul, solo logró encontrar a la chica blanca y la otra joven que le hacia un vendaje en las manos de la blanca.
Acaso...¿Ella se quemo?
Dejando a un momento al arcano se acerco a las chicas y le ofreció su frasco diciéndole que se untara con ese líquido, que solo tardaría algunas horas para que se le quitara la quemadura de las manos. Un gran suspiro soltó el lobo. Esperaba que no sucediera otro desastre mas. Si, tenia razón, Reapergate es un sitio que hay que tener mucho cuidado al andar en ella, que ni siquiera los otros tres le creían en sus palabras.
En la vida hay que aprender hasta incluso llevarse un buen susto
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Post by Giselle on Dec 11, 2017 1:17:06 GMT
Giselle se encontraba prácticamente bloqueada ante la situación. Sus manos en aquél momento ya habían sido tomadas y atendidas por Emilie quien mostraba molestia ante las actitudes tan indiferentes de la gente del lugar. Parpadeó un par de veces, de nueva cuenta repasando los rostros de los lugareños en su consciencia, enfocándose en sus gestos burlones y llenos de total indiferencia. Apenas prestaba atención a las palabras del hombre quien sugería remedios mientras el fuego parecía cesar poco a poco.
Mientras eso sucedía el cuerpo del arcano rescatado permanecia inerte sobre el suelo. La palidez de su rostro reflejaba que el alma apenas estaba adherida a él por suaves palpitares del corazón. Sus labios se entreabrieron; parecía que se escapaba un vapor del cuerpo que de inmediato captó la atención de las personas al rededor del desastre. La vulpina se sorprendía de ver aquello; a pesar de ser un ser mágico como todos los que se encontraban ahí, habían cosas de las que jamás había sido testigo. -¿Ven eso?- le preguntó a sus acompañantes mientras la silueta etérea se elevaba sobre ellos.
El aura de la ciudad oscura comenzó a tornarse aún más sombría; era como si una luz negra comenzara a rodearles. No... no era oscuridad... era algo más extraño. Como si algo sólido y oscuro los cubriera, negándolos de ver más allá que el círculo que aún no era privado de la luz. El vapor comenzó a tomar forma, algo que todos pudieron distinguir como un alma en pena, sollozante entre la multitud. Así, en un segundo como se manifestó ante ellos, su forma se deshizo entre ceniza a la vez que la luz volvía al lugar.
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Post by Sawyer Sinclare on Dec 12, 2017 1:09:04 GMT
Sawyer mantuvo su forma verdadera por unos minutos en lo que sus compañeros hacían sus respectivas tareas y así ayudar a la pobre alma que se encontraba bajo esos escombros; muchos pensamientos se vinieron mientras observaba el casi arreglado accidente: la vida, la muerte, la suerte y el destino, ¿acaso alguno de ellos iba de la mano? Parecía que en ese lugar, sólo existía una cosa más que el destino y este claramente no se podía explicar.
Dirigió su mirada a la albina, parecía lastimada pero no de gravedad, además ya la estaban tratando por lo que que no interrumpió, dejó que sus compañeros nuevamente se encargaran sin embargo era obvio que se sentía inútil para la ocasión mas no lo expresaba, ¿qué iba a hacer? ¿alterar a los otros con sus palabras? Mejor pasó de eso.
El tiempo transcurrió lentamente, el hombre pudo por fin sacar al arcano de su agonía bajo los toscos materiales y aún así, el cuerpo no se veía con vitalidad sino todo lo contrario, un cuerpo vacío que parecía estar al borde de la muerte. Todo esto fue suficiente para que Sawyer pudiese volver a su forma sellada y así acercarse junto con los otros tres; algo andaba mal, podía sentirlo muy adentro suyo, el ambiente otra vez cambió en un par segundos.
De repente un hecho estaba ocurriendo, lo estaba presenciando pero no podía reaccionar, sólo mirar y mirar...las palabras de la albina le hicieron observar con mcuha más atención aún ¿Qué era eso? ¿Qué sucedía en realidad y por qué? Nuevamente la oscuridad se hacía presente, pero no sólo de sensación, sino físicamente. Tragó saliva a más no poder por los nervios que nacían en su interior, sudor brotó...¿a eso se le llamaba...miedo?.
Parpadeó varias veces y en cuestión de otros segundos ya miraba a una cosa, una cosa con forma y que transmitía energías jamás sentidas por el joven dragón. Así como vino se desvaneció entre todos los espectadores, sin lugar a dudas estaba boquiabierto. Con un suspiro profundo para relajar su tenso cuerpo, paseó su mirada en una trayectoria circular, al parecer no era el único que había sentido esa pesada energía.
Hubo un periodo de silencio y Sawyer decidió sacar su flautín de su bolso donde este cabía perfectamente; en su maniobra rápida se puso a tocar una corta melodía, sus nervios no bajarían de otra forma mas que dejándolo llevar mediante la música de este instrumento de aire.
Terminando, volvió a guardar su pequeño objeto mientras tocaba su pecho con la palma de su mano derecha, sus latidos volvían a su ritmo normal pero la situación seguía siendo la misma.
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Post by Emillie on Dec 12, 2017 16:44:05 GMT
Miedo.
Hasta ahora Reapergate no era más que miedo para Emillie.
A su alrededor la gente se amontonaba para ver el dantesco espectáculo, un arcano había sido quemado vivo y todo indicaba que a propósito, aunque sus inesperados compañeros habían hecho todo lo que estaba en sus manos para salvarlo, aquél había muerto.
La oscuridad que había salido de aquel pobre diablo era tangible y pesaba sobre el pecho de la muchacha, ¿Acaso era así como nacía un fantasma?
La ceniza caía sobre ellos y era arrastrada hacía la multitud por el gélido aire, éstos miraban con una mezcla de horror y odio al pintoresco grupo de compañeros, los jóvenes que parecía habían comenzado todo habían pasado de burlas hacía la desgracia agenda a expresiones de sed de sangre.
El corazón de Emillie se desbocada, aún sostenía el ungüento herbal que le había ofrecido el hombre para curar a la albina en su mano derecha; no había tiempo para eso, debían actuar rápido o no quería pensar en lo sucedería de otra manera.
Guardo el ungüento y se colocó frente a a la muchacha albina a modo de escudo, uno muy pobre, cabía destacar, pero no podía permitir que más dolor llegará hasta la muchacha, incluso si le costaba la vida.
La muchedumbre crecía a cada instante.
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Post by welstcher on Dec 14, 2017 1:25:21 GMT
El momento de entregarle el frasco a la joven, Welscher observo por varios minutos el cuerpo del arcano que fue rescato del extraño accidente. No reaccionaba. Poco a poco se acerca a el con mucho cuidado como si se tratase de una horrible criatura.
El viejo lobo se ha enfrentado varrios humanos e inclusos criaturas extrañas, pero para este ser, era algo misterioso, como si se tratase de magia negra. La joven blanca fue la primera de los tres en darse cuenta de la situación señalando al cuerpo quemado. Las risas de la gente presente se convirtieron en murmullos. El cuerpo del arcano desapareció dejandose arrastrar por el viento a un lugar sin retorno.
Lágrimas surgieron, lágrimas que hubiera sido de alegría, pero la rueda del destino es imposible que de pueda acomodar. El dragón que había apaciguado las llamas del árbol, retornó a su forma sellado revelando que aquel era el chico de la cabellera azul. Arrodillándose en frente de todos, sin importar los presentes que estuvieran mirando y tomando pictografía, su garganta fue acomodada para soltar un fuerte aullido de tristeza.
Algo que Welscher respetaba cuando era el alpha de la manada, era que si alguien muriera, los fuertes aullidos de los lobos, sin importar sin están en su forma abierta o sellada, serian escuchados por la luna permitiéndole despertarlo para recibir el alma y determinar su vida eterna. Un sonido musical se escucho en medio del lugar y Welscher con sus ojos cerrados, no quería abrirlos, una melodía seria una excelente ofrenda para recordatorio y también para acomodar el ambiente.
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Post by Giselle on Dec 22, 2017 0:26:32 GMT
Entre la escena llena de oscuridad y la figura de ultratumba se había marchado. Giselle tenía los ojos bien puestos sobre ella mientras la penumbra poco a poco perdía su poder entre los presentes, sin embargo, en un vistazo fugaz le parecía haber visto entre la gente un ser extraño y distorsionado, con cuencas vacías en lugar de ojos, carente de rostro y su cuerpo negro como el más profundo de los abismos. La mujer sintió frío en su estómago, un frío que se esparcía por cada centímetro de su cuerpo. Estaba petrificada mientras el temblor en sus labios era pronunciado y evidente. Fueron sólo unos instantes en los que aquél ser se manifestó ante sus ojos, nadie más lo vio puesto que no hubo reacción alguna.
Así como la gente llegó comenzaron a marcharse ahora callados tal vez por la melodía entonada por el joven o el aullido del mayor, fuese lo que fuese, la escena posterior al accidente seguramente había dejado mucho qué pensar. No tardaron en llegar autoridades, varios soldados haciendo a un lado los escombros y otros cargando el cuerpo del muerto. Colocó sus manos sobre los brazos de la mujer que se había colocado frente a ella en un intento de protegerla, mirando lo que sucedía y cómo paulatinamente se iba borrando del lugar lo que había ocurrido minutos antes. Suspiró, bajando suavemente la cabeza. No estaba segura si debía preguntar a los presentes si habían visto lo mismo que ella… calló por temor a ser considerada una demente. –Pobre tipo- fue lo único que logró hacer salir de su garganta. Se despegó de la muchacha. Miró al joven de cabellos morados, dedicándole una suave sonrisa. –Hiciste bien- intentó animarle… puesto que aunque el fuego se detuvo fue inútil ya que hubo un muerto. No estaba segura si la música sería de utilidad para alguien después de la muerte pero quería pensar que sí.
¿Aquello habría sido una coincidencia? De pronto se hacía preguntas que no estaba del todo segura querer conocer sus respuestas. Se había olvidado por completo a lo que había ido a la Ciudad Oscura y en ese momento sintió cómo la superstición se apoderaba de ella. ¿Era una señal? Sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo.
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Post by Sawyer Sinclare on Dec 28, 2017 16:10:57 GMT
Inmerso en sus propios latidos y en sus propios pensamientos apenas y se había percatado que la gente ya se estaba dispersando de lo más rápido. Los soldados limpiaban la escena del "crimen" a una velocidad que ni él se creía, como si nada pero absolutamente nada hubiese sucedido en esa zona en particular. Sólo con darse la idea de que seguramente varios olvidarían lo sucedido de un momento a otro, le dejaba un mal sabor de boca. Y no nada más era eso ¿Qué rayos fue esa presencia de hace unos minutos? ¿No se estaba volviendo loco...cierto? El sentimiento que le provocó con solamente observarle era inexplicable y no estaba seguro si sus compañeros lo habían presenciado de la misma manera.
Su cabeza giró hacia la peliblanca pues ésta había hablado. "Pobre tipo..." resonó -Sí, pobre...- Contestó en un volumen apenas audible. Nuevamente su mirada estaba sobre la chica, sus palabras y su expresión le tranquilizaron de forma leve, aún así, eso no quitaba el hecho de que alguien había fallecido horriblemente. Acomodando su bolso se acercó más a la chica peliblanca, sentía la necesidad de decirle algo -Hey...de igual manera, lo intentamos- Trató de dar un tono positivo pero era demasiado difícil y su rostro no decía lo contrario; una expresión agridulce se apoderaba de esta.
-Disculpa...a-ah- Silenció su voz ¿Sería correcto comentar lo que había visto? ¿Sería correcto cambiar el tema tal vez? No estaba seguro -Ahm...v-viste...?- Señaló ligeramente con su dedo lo que antes era la escena del desastre pero volvió a callarse repensando sus palabras -Esto, creo que no es el mejor tema de conversación, sin embargo, me gustaría saber t-tu nombre- Retomando los hechos, todo había ocurrido sin siquiera conocerse. Colocó sus manos sobre sus brazos como si tratase de entrar en calor; había algo que aún lo molestaba; su cuerpo se sentía frío; su respiración se estaba agitando; no entendía el por qué pero trataba de no hacerlo notar a sus compañeros.
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Post by Emillie on Dec 30, 2017 19:01:17 GMT
La escena que se desarrollaba frente a los ojos de Emillie se disipó en un parpadear, la gente se retiraba del lugar mientras una cuadrilla de la Guardia se hacia cargo de la escena del crimen.
¿Qué estaba ocurriendo en aquel lugar?
La muchacha albina se adelantó mientras el joven dragón hablaba casi en susurros. Apenas y alcanzó a escuchar como le preguntaba a la muchacha su nombre;
- Me parece que éste no es un buen lugar para presentaciones, ¿Porqué no vamos a una taberna? Estoy segura de que nos vendría bien algo de beber para calmar los nervios.
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Post by welstcher on Jan 11, 2018 23:23:54 GMT
Pronto la escena se volvía mas solitaria ahora, la mayoría de los mirones se estaban yendo, mientras el grupo de arcanos que había hecho lo que estaba en su alcanze para ayudar permanecían allí. El lobo termino de escuchar la ultimas melodías del joven de la cabellera morada y abrió sus ojos..el cuerpo ya no estaba allí, habían sido llevado a cierto lugar a la cual Welscher lo bautizaría "El descanso eterno".
Levantándose se acercó al grupo donde estaban los demás, donde una de las chicas opinaban de ir a tomar algo en una taberna para calmar los nervios. Parecía una buena idea, aunque sin importar cuanta cantidad de bebida se tomara para olvidar los problemas, siempre regresaría los recuerdos tristes. -Me parece una buena idea...acompañado de una buena comida...no se ustedes...pero...permitame yo ser quien pague por las bebidas y comida...así que..digame..¿A que taberna vamos? - Aun así el lobo no quería mostrar el lado de la tristeza de la ocasion , solo haría lo que estaba en sus manos para alegrarlas un poco.
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Post by Giselle on Jan 15, 2018 20:42:20 GMT
Tenían razón. Lo mejor sería buscar un lugar para hablar con más tranquilidad. -Síganme- dijo en voz baja, siguiendo lo señalamientos que se le habían dado para la taberna a la que inicialmente iba a ir. Los caminos eran oscuros y aún habían susurros repitiendo lo que acababa justamente de ocurrir. Giselle sentía un escalofrío constante invadirle la piel, uno que, ella no sabía, pero no la abandonaría en muchísimo tiempo.
Al fin llegaron a la taberna. Abrió la puerta, siendo de inmediato recibida por una de las taberneras que la había había invitado durante una de las visitas de la otra al Dragón Ahogado. Los pasó a una de las mesas del fondo, al lugar más iluminado puesto que las velas comenzaban a perder el fuego poco a poco. -Vuelvo enseguida- dijo la extraña, dejándolos solos por varios minutos. La vulpina suspiró, dejando caer suavemente la cabeza ante la repentina carga de haber presenciado algo de tal magnitud.
Los que se hallaban en el local parecían ignorar lo ocurrido. Varias personas se hallaban de pie, danzando al son de una desentonada canción, otros conversaban amenamente en las mesas contiguas, y otros, sólo unos pocos balbuceaban sus penas pegados a la madera como si fuese aquello su último soporte a la vida. No era tan diferente de la vida de los alcóholicos de la Ciudadela, pero aún así, se sentía diferente, y no porque se encontráse en una ciudad completamente extraña. -Podemos ordenar en cuanto regrese ella... mientras tanto, creo que hemos visto mucho juntos como para no saber nuestros nombres, Giselle-. Generalmente su nombre venía acompañado de una sonrisa y un cálido saludo, pero su rostro, aún más pálido de lo usual, parecía no tener fuerzas suficientes para mostrarse ni siquiera amigable. Apenas un gesto neutro le pintaba la cara.
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Post by Giselle on Apr 3, 2018 20:43:54 GMT
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