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Post by Giselle on Nov 25, 2017 22:24:17 GMT
Había recibido una invitación formal para cantar en una de las tarbernas de Reapergate. No se podría decir que era de las más prestigiosas puesto que una taberna no era un sinónimo de elegancia ni de integridad y menos si era proveniente de una ciudad que era bien conocida por resguardar a los seres más corruptos de toda Mirovia. Aún así, Giselle no perdía la oportunidad para viajar y llenarse de nuevas experiencias que acelerarían el pulso de su aburrido corazón.
Ya que carecía de dinero, se movía de ciudad en ciudad generalmente a pie, de vez en cuando valiéndose de la bondad de otros mas no siempre corría con esa suerte. Esta vez, su trecho era recorrido exclusivamente a pie, guiándose por los señalamientos viejos que no eran de lo más confiables si no se poseía un mapa, del cual, por supuesto, ella no contaba. La noche no era generosa con su terrible sentido de la orientación por lo que le tomó tiempo dar hasta la oscura ciudad.
Un desgastado anuncio confirmaba que estaba por buen camino, eso, y la inevitable vibra tan pesada que podía sentirse en su entorno. Era tal vez la mezcla de seres oscuros que no limitaban las sombras a su naturaleza pero que la hacían también parte de su identidad y también el creciente conflicto político que cayó sobre Mirovia no muchos meses atrás. Desconocía del lugar en realidad, por lo que estaba guiándose sólo por lo que veía.
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Post by Sawyer Sinclare on Nov 25, 2017 23:09:49 GMT
Desde hace unos pocos días Sawyer tenía la necesidad de movilizarse a un lugar desconocido, su sentido de exploración y aprendizaje le llamaba a cada instante desde que su familia y él llegaron por primera vez a Mirovia, quería descubrir paisajes, criaturas, idiomas (si es que existen diferentes), etcétera. Muchas imágenes de lo que podría encontrarse a las afueras de los sembradíos vinieron a su mente, todo era totalmente posible, ¿qué era lo que estaba esperando si nadie se lo impedía? Con ánimos y teniendo bien sostenida esa idea, cogió su confiable bolso y metió unos cuantos objetos personales y desde ahí partió, al azar, a alguna zona recóndita de Mirovia.
Con su forma verdadera expuesta se puso a volar en una sola dirección, la primera que sus ojos vieron; pasaron los minutos y durante su viaje, el cielo se tornaba algo grisáceo, las plantas se notaban cada vez más marchitas, ¿estaba yendo por buen camino? ¿Era peligroso? No tenía idea, y para él, el hecho era un poco excitante. Continuando, veía carteles pero no los alcanzaba a leer desde las alturas, así que decidió descender lentamente; no pasó mucho para encontrarse con alguien caminando en esos lares por lo que optó por preguntar direcciones o en su defecto en dónde se encontraba. Estando en tierra, rápidamente cambió a su forma sellada y se acercó a la persona que tal vez ya había sabido de su presencia debido al aleteo durante su aterrizaje anterior —Disculpa, ¿Me podría decir en dónde me encuentro?¿Tiene algún nombre esta zona? — dijo bastante amable y sin intenciones de molestar.
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Post by Emillie on Nov 25, 2017 23:20:16 GMT
Emillie deambulaba por la oscura senda que, según le habían dicho llegaba hasta Reapergate cual arteria al oscuro corazón. Aún no conocía mucho de aquellos lugares, tan solo las historias que habían llegado susarradas hasta sus oidos siempre atentos a nuevas historias para añadir a su colección. Aquellos susurros hablaban de oscuridad, corrupción y peligro.
Armada con su voz se había lanzado a la aventura, pocos y solitarios habían sido los viajeros con los que se había cruzado, todos parecían atemorizados en algún grado aunque intentasen disfrazarlo.
Lo que le había sido prometido como un paraíso en la tierra para los Arcanos había resultado ser tan oscuro como el mundo más allá de las nieblas. Nubes de tormenta parecían señirse sobre el horizonte.
Frente a ella se alzaba ominosa la ciudad, apenas y se había percatado de la joven que andaba delante de ella en dirección a su destino cual blanca aparición. No le soprendería si ésta fuese un fantasma. Sin nada que perder decidió acercarse hasta ella.
- Buenas noches, joven dama. La saludo antes de llegar hasta su lado para no sobresaltarla.
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Post by welstcher on Nov 26, 2017 0:57:49 GMT
Después de un tiempo que el lobo pudiera juntar un buen saco de mirvos por su trabajo como cazador y cazarecompensa, se tomo la libertad de tomarse una merecidas vacaciones a un pueblo al azar, sujetando un viejo mapa en un árbol apuntándolo con su dagas, el objeto puntiagudo le indico el pueblo Reapergate.
Humm nunca la he visitado...pero esto se pondrá muy salvaje....
De sus diferentes clientes que ha tenido Welscher en sus misiones, la mayoría de ellos les cuentan las grandes proporciones de elegancia, misterio, romance y sobretodo peleas, ninguna historia se le compara con el sombrío oscuro y pueblo de Reapergate, donde el lord Lysander,como señor del lugar, los gobernaba desde su castillo sombrío con lleno de secretos que jamás saldrían a la luz.
Al final de cuentas el lobo no estaba interesado en el castillo, mas bien deseaba conocer las mejores tabernas del lugar, y por ser un buen cazador de carnes y de información, logró llegar al pueblo después de una trote de 2 semanas. Su apetito y sed lo podría soportar, después de todo ya esta su cuerpo acostumbrado aguantar por periodos de tiempo.
Al llegar al lugar se puso a recorrer el lugar, mientras lo hacia, en vez en cuando revisaba su tableta, al ver si en el chat podría ver si algún arcano llamado Wolfeimer escribía en ella, su corazón presentía que ese arcano pudiera ser su hijo, que por razones del destino lo separo de el y de su esposa.
Mientras caminaba con tableta a la mano tropezó sin querer con un grupos de chicas lo cual dejo caer su aparato al suelo.
Suerte que no se rompió jajajajaaja..Por cierto...¿Que hacen un grupo de mujeres por estos lugares a estas horas ahhh? Es muy peligroso andar por aquí sin compañía de alguien fuerte que les pudiera proteger. Al hablar frente a ellas les mostraba con sus fuertes brazos con las venas que le salían, los años como alpha de su manada en las tierras del nuevo mundo, había entrenado con sudor y lágrimas su cuerpo para enfrentar cualquier desafío o monstruo que se aprovechara de la situación.
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Post by Giselle on Nov 26, 2017 4:08:17 GMT
Uno a uno fueron presentándose extraños frente a ella, cada uno tan distinto haciendo despertar su curiosidad. En primera se trató de un ser de finas y delicadas facciones, cuyo pequeño cuerpo de primera intención le pareció el de una jovencita pequeña pero no se atrevía a suponer aún nada. A diferencia del primero, una mujer de rasgos toscos pero femeninos y sensuales había anunciado su presencia ante ellos. Giselle les observó con cuidado sabiendo que en aquellos rumbos las apariencias eran engañosas y el diablo podía ocultarse detrás del ser más puro y gentil. Separó sus labios para responder al de cabellos morados, indicándole que se encontraban en el área comercial de Reapergate. -Aunque a estas horas pareciera que estamos en un gran cementerio- agregó.
Por otro lado le contestó a la mujer quien, aparentemente, con amabilidad, había saludado antes de contactarla de una forma más brusca. Correspondió al gesto, sonriéndole mas asegurándose de mantener su cuerpo cubierto sin dejar mostrar una pequeña arpa que llevaba atada por el pecho.
Su atención se vio capturada por la voz de un tercero, un hombre de aspecto bastante rudo y tosco quien manifestó cierta incertidumbre y algunos prejuicios de género a su parecer. Giselle se cruzó de brazos a pesar de que sabía que el lugar era peligroso, al menos por lo que había escuchado por muchos de sus clientes, pero aún así, no se consideraba una damisela en apuros; creía que podía cuidarse sola. -¿Protegernos exactamente de qué?- preguntó en un tono altanero decidiendo ignorar por completo el hecho de que se hallaba hablando con un extraño que supieran los Dioses qué clase de persona era.
Al rededor de ellos podían escucharse las risas y voces de los transeúntes del pueblo, todos y cada uno a sus propias actividades, ignorando al grupo tan particular de arcanos que recién estaban conociéndose. Reapergate era la capital del vicio pero también del comercio, en donde podían hallarse los más singulares problemas y también las más grandes riquezas. Giselle echó un vistazo ante la gente que les pasaba de largo, cuidando de que no fueran a ser víctimas de un asalto o peor.
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Post by Sawyer Sinclare on Nov 26, 2017 4:44:51 GMT
Mantuvo sus manos juntas todo el tiempo frente a él mientras esperaba la llegada de una respuesta, más sin embargo, escuchó la voz de otra persona integrándose a lo que apenas se convertiría en una conversación. Observó el físico de ambas, trató de analizar un poco la situación y mantenerse amable y firme durante la charla con estas dos figuras desconocidas. Al igual que la otra chica de cabellos muy claros, sonrió como un saludo amistoso para luego decir —¿Reapergate? ¿Área comercial? Hmmmh...singular nombre, pero concuerdo contigo, más que una área de puro comercio parece un auténtico cementerio embrujado—
Segundos después dirigió su mirada al que sería el tercer integrante de la conversación; le impresionaba el hecho de cómo fue que se integró aparentando que los presentes no sabían defenderse, no le molestó pero, era extraño. Al escuchar la pregunta que le hizo a tal hombre, asintió con su cabeza agregando en seguida —Me pregunto lo mismo, dudo que alguno de nosotros tengamos ese nivel de debilidad —Sonrió levemente mientras echaba un vistazo alrededor: se notaba todo lúgubre y tenebroso, hasta la gente que transitaba daba esa sensación de desconfianza, o así lo sentía Sawyer (Me pregunto si les agradará la música alegre) pensó. Retomó su mirada a los que tenía en su cercanía, tal vez tenían algo bueno que decir, tal vez con ellos podría obtener una buena experiencia en el apenas explorado lugar, o sólo eran novatos en la zona justo como él lo era.
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Post by Emillie on Nov 26, 2017 5:33:34 GMT
Emillie miró fijamente al hombre de facciones toscas y apariencia un tanto "silvestre" por decirlo de alguna forma mientras levantaba una ceja al escuchar sus palabras y ver cómo presumía su musculatura.
Siguiendo las palabras de la joven albina agregó - Sabes, asumir que estamos indefensas solo porque somos mujeres es un tanto... Altanero de tú parte. Hay más formas de defenderse que mediante la fuerza bruta, y más letales incluso.
La poca gente a su alrededor pasaba como si ellos no se encontrarán ahí, ignorándolos o evadiendo el posible peligro que representasen.
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Post by welstcher on Nov 26, 2017 11:59:02 GMT
Welscher escucho a cada uno de ellas con mucho atención, al parecer la mayoria de ellas no estaban preocupadas de que alguien se meterían con ellas.
Bueno...recientemente he escuchado ataques de criaturas voladoras y de ...hummm ¿Como era que se llamaban? ¿Criatura de fuego? ¿Ceniza de Black? Ahhh ya me acorde...Criatura de ceniza...pero..si ustedes dicen que están bien..entonces no veo necesaria mi ayuda... Mil disculpas
Observo la gente de alrededores caminando pausadamente como si no hubiera peligro alguno, y a pesar de que las mujeres no necesitaban de alguna ayuda masculina, el lobo respetaría las decisiones de los demás, no se intrometeria en esos asuntos.
Ahora bien...¿Conocen algún lugar agradable aquí? Estoy de vacaciones y necesito un buen trago de cerveza bien fría jajajaja...tengo entendido que hay varias tabernas aquí...El de la Bella durmiente y el Peregrino...desconosco su estabñecimiento y su forma de atender a los clientes, pero nada comparado como el de la Taberna El dragon ahogado...
El lobo recordó la primera vez que entró a la taberna cuando llego a mirovia, era como si el establecimiento le pudiera llenar en su corazón vacio, y los grandes tragos le ayudaban a quitarle las penas y los males que tenia.
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Post by Giselle on Nov 27, 2017 0:32:47 GMT
Giselle relajó su postura ahora más enredada en su curiosidad que en la ofensa que previamente había tomado. ¿Criaturas de ceniza? Creía recordar a alguno de sus clientes hablar de tal cosa, mas ninguno había podido describir con exactitud lo que "creían" haber visto. Entrecerró sus ojos, sintiendo algo de sospecha por el hombre. ¿Sería aquello un rumor? De ser así, ¿estaría usándolo sólo para asustarlas y mantenerlas dependiente de su presencia? Giselle era extremadamente desconfiada, especialmente de hombres desconocidos, teniendo como justificante una lista extensa de malas experiencias, mas acalló su prejuicio del cual ya había sentenciado al extraño. Miró a los otros dos expresando su aprobación con una sonrisa al escuchar que ninguno había caído preso del miedo o la intimidación.
Mientras el hombre cambiaba abruptamente de tema y su interés se desviaba a la distracción y entretenimiento, el aire alrededor de ellos parecía cambiar, como si arrastrara consigo un eco que anunciaba la llegada de algo oscuro y siniestro. La vulpina sintió un ligero escalofrío, experimentando una sensación de urgencia, como si no perteneciera a aquél lugar. Por orgullo intentó ocultarlo, apoyándose en pasar con pesadez saliva, apenas logrando dibujar en su rostro una media sonrisa. -Nada se compara con la Taberna del Dragón Ahogado- expresó al mayor.
El sonido de un carruaje se escuchaba a la lejanía, en sincronía, parecía destapar otros sonidos que rápidamente se pudieron identificar como una serie de alaridos cuyo mensaje era imposible descifrar. Entre la mezcolanza de palabrerío y terror, sólo funcionaban como un estruendo que terminó acarreando el eco del relinchar de los caballos que al dar vuelta en una esquina, corrían despavoridos en dirección del peculiar grupo. Por si fuera poco, las ruedas que comenzaban a descontrolarse comenzaron por capturar fuego, haciendo de la escena aún más surreal y peligrosa. Por fortuna, la carroza apenas les pasó por un lado, dejando tras de sí una ráfaga de aire caliente antes de chocar contra un muro de piedra, provocando que montones de pedazos de madera salieran disparados en el aire, muchos cayendo a los pies del cuarteto.
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Post by Sawyer Sinclare on Nov 27, 2017 2:11:09 GMT
Escuchaba con atención a los demás mientras mantenía su postura de siempre, pero algo captó su atención: un comentario del hombre sobre ataques de criaturas desconocidas, de ceniza según él; no sabía si era verdad o si sólo era una falsedad o rumor de aquel mayor, pero si eso fuera cierto, ni muy enterado estaba. No hace mucho que había llegado a Mirovia y durante sus periodos de trabajo como músico (más dentro de la Taberna del Dragón Ahogado) escuchaba comentarios similares de las personas presentes, pero no les prestaba la atención necesaria.
Teniendo eso en mente, ¿Había grandes peligros y no se daba cuenta? Esto inquietó su paz pero no lo haría notar a sus acompañantes. Lentamente sacó algo de aire por su nariz para deshacerse de esa diminuta tensión y dirigió su mirada a la albina; notó algo inusual en ella y más por su segunda respuesta, fue allí que se dio cuenta de un cambio repentino de aires, de ambiente, como si algo de mala naturaleza se tratase. Miró alrededor para cerciorarse de que no fuera sólo su imaginación jugándole una broma, sin embargo comenzó a oír distintos sonidos entremezclados en la lejanía.
Sin mover ningún músculo, por puro instinto, en la parte trasera y a los lados de su cabeza fueron saliendo cuernos correspondientes a su forma arcana pero sin llegar a transmutar en ello. Tan rápido como fue posible, el hecho ocurrió a un costado del grupo, terminando en un gran choque unos metros más adelante de ellos. Observando que su cuerpo estaba totalmente ileso y que sólo fue un 'susto', sus partes arcanas se ocultaron y después miró preocupadamente a los tres. —¿Alguien me puede explicar qué acaba de suceder? — comentó viendo de reojo a esos pedazos de madera y a lo que en el pasado fue una carroza.
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Post by Emillie on Nov 27, 2017 3:03:04 GMT
Gritos.
Fuego.
Todo sucedió casi como por acto de magia. Mientras el inusual cuarteto hablaba quitado de la pena en el medio de la calle un carruaje desbocado, villas llantas estallaron en llamas casi los había atropellado, no tuvo ni tiempo de maldecir cuando éste se estrelló contra un muro cercano.
El joven de cabellos azules fue el primero en quebrantar el silencio que de pronto había caído sobre ellos preguntando por lo que acababa de pasar.
No tenía ni la más mínima idea. No sabía si acercarse para ver si alguien se encontraba dentro del carruaje, se encontraba herido o... Muerto.
Trago saliva dubitativa.
- Tran... Tranquilo.
Su voz que normalmente salía sin problemas se le atoraba en la garganta, la adrenalina mezclada con el miedo la mantenía clavada al lugar en el que se encontraba. Torpemente dio un paso sin saber que hacía para detenerse casi de inmediato. Miró a sus compañeros, esperando encontrar una respuesta en sus ojos.
- ¿Qué hacemos? - dijo al fin.
Las llamas no parecían tener la menor intención de apagarse, y si nadie hacía algo acabarían por devorar a quien se encontrase dentro del carruaje.
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Post by welstcher on Nov 27, 2017 19:51:54 GMT
A medida que Welscher comentaba sobre la taberna escuchó un fuerte bramido de caballos que volteó su mirada y observo como se aproximaba un carruaje que estaba fuera de control hacia ellos. No dudaba que pronto ocurriría un desastre y era lo menos que queria evitar.
¡¡TENGAN CUIDADO...PARA ATRÁS!!
No sabia si las demás chicas le escucharían, pero se aproximo a ellas por si acaso, pero no fue necesario, el carruaje paso frente a ellos sin causarle ningún daño, pero en la mente del lobo todavía le preocupaba por la gente que andaba dentro. Este se apresuró a gritar con todas sus fuerzas, observaba que iba a una dirección donde su destino sería fatal.
¡¡¡HEY AMIGO TRATA DE FRENAR!!!
Desafortunadamente su advertencia ya era muy tarde, el carruaje chocó con un muro de piedra. El lugar quedo con trozos de tabla partida bañaba con fuego, lagrimas surgieron de Welscher por culpabilidad. Hubiera deseado haber detenido el carruaje con su fuerza. Hubiera sacado a tiempo a la gente atrapada. Volteó hacia al grupo al escuchar "¿Qué hacemos?".
No se ustedes..pero no me quedare aquí charlando...si desean ayudarme pueden seguirme...si no, les recomendaría buscar otro camino que no se le cruze otro carruaje...
El lobo se dirigió al lugar donde habia ocurrido el desastre. Suerte que en sus manos tenían unos guantes resistentes, al menos el calor del fuego no le haría daño al levantar las pesadas tablas que pronto se convertirían en carbón.
No se alarmen...estoy en su ayuda..trate de decirme algo...
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Post by Giselle on Dec 1, 2017 1:40:45 GMT
Los enrojecidos ojos de la albina miraban fijamente las llamas que consumían la madera del carruaje. Parecía hipnotizada por el elemento que de pronto le pareció tan bello; por instantes se olvidó de que acababa de ocurrir un terrible accidente. Lo que sacó a la mujer de su espontáneo trance fueron las voces de sus acompañantes; todos de alguna manera reaccionando a lo ocurrido. Miró al chico de cabello morado y después a los otros dos con el rostro un tanto inexpresivo de inicio. De nuevo, su mirada rastreó hasta el lugar de la tragedia el cual estaba siendo rodeado por varias personas que curiosas se acercaban a ver pero ninguno a ayudar.
El hombre más robusto no perdió el tiempo para acercarse, retirando las tablas que encontraba a su paso de entre los escombros. Del impacto, piedras comenzaron a caer del muro con el que se había dado el choque y un árbol comenzó a capturar fuego entre sus hojas. Giselle se acercó lentamente, observando con cuidado sin mostrar urgencia. Podían escucharse chillidos en el interior de la carroza mas nada que pudiera entenderse.
Un grupo de jóvenes reían a lo lejos apuntando con los dedos al lugar como si estuvieran hablando de alguien. La vulpina les miró confundida; ¿habrían sido ellos los culpables del accidente? Podría enfrentarlos pero asumió que era mejor prestar sus manos para retirar las tablas en llamas. Su piel comenzaba a quemarse haciendo que se quejara en voz alta pero no había tiempo que perder en esas circunstancias.
Más risas, más burlas y ahora no era sólo aquél grupo que había notado antes, eran la mayoría de los presentes. Confundida, Giselle seguía tratando de ayudar (si es que había algo qué ayudar ya) pero comenzaba a distraerse por las voces que sugerían que algo peor que un simple "accidente" estaba pasando.
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Post by Sawyer Sinclare on Dec 1, 2017 3:01:53 GMT
Estaba tan inmerso observando aquel accidente sin poder mover ningún músculo de su delgado cuerpo, ¿sería que nunca en su vida había visto un accidente de ese tipo ocurrir tan cerca de él? Si hubiera estado unos metros más a un lado, él seguramente estaría ahí entre todos esos escombros de madera y rocas. Con sólo pensar en ello se le ponía la piel chinita, mas sin embargo, ¿Y si había alguien más dentro de esa carroza y estaba agonizando? Sawyer no estaba haciendo nada, absolutamente nada para impedirlo. Su mirada volvió a los acompañantes al empezar a escuchar risas, burlas y muchas otras cosas de esa índole a sus espaldas: " ¿Qué es tan gracioso? ¡Alguien puede estar muriendo en este momento!" llegó a pensar con desesperación y más cuando alcanzó a ver que las llamas sobresalientes de la carroza llegaban a los árboles cercanos y no paraban, al contrario, se expandían gracias a estos. Ya no lo soportó más, ya no podía quedarse estático viendo como ese 'accidente' dejaba sus consecuencias. Se acercó de manera acelerada a donde se encontraban los árboles y en un instante dejó su forma sellada para estar en su forma verdadera: una criatura de gran tamaño apareció a un lado de todo el desastre, y sin pensar mucho para actuar rápido, disparó su aliento helado en mínimas cantidades para erradicar el fuego en la zona de los árboles y así dejar de extenderse; hecho esto miró a los demás cerciorándose de no haber dañado a nadie. Esperando haber sido de ayuda no hizo nada más, su gran tamaño podría ser un problema si trataba de hacer algo con respecto a la carroza; depositó toda su confianza en sus compañeros para ayudar al que estuviera en problemas.
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Post by Emillie on Dec 1, 2017 20:22:48 GMT
Todos sus compañeros se lanzaron en pos de ayudar a las pobres almas que se encontraban atrapadas en el carro que se quemaba frente a sus ojos.
Las puertas del infierno se habían abierto aquella noche, por un segundo creyó que un demonio había aparecido, sin embargo se tranquilizó cuando se dió cuenta de que el joven de pelo azul había abandonado su forma sellada para dar paso a su forma verdadera, al mismo tiempo que el joven lanzaba leves bocanadas de aliento gélido para contrarrestar las llamad, Emillie se acercó hasta dónde se encontraba la joven albina, al acercarse a ella vio sus manos heridas;
- Espera, te estás haciendo daño.
La apartó de los la madera calcinada; sus manos estaban en carne viva.
Tomó la parte inferior de su atuendo y lo desgarró tan rápido cómo pudo para hacer una suerte de vendajes improvisados para vendarle las manos. Mientras atendía las manos heridas de la muchacha se percató del grupo que se reía a carcajadas de la escena. ¿Qué demonios les pasaba? ¿Porque no habían ayudado a contener el fuego?
Su corazón comenzó a latir acelerado, el coraje y la impotencia la invadían mientras aquellos arcanos comenzaban a avanzar lentamente hacía el carruaje.
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