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Post by Hiro Genshukuna on Jan 12, 2018 3:56:36 GMT
Manteniéndose seguro en las orillas de las aguas, escuchaba atentamente a Niku mientras con paciencia observaba los movimientos de los peces. Esperaba lograr ensartar más para ayudar a su compañero en su labor. A medida que el otro Rakshasa preguntaba, Hiro se daba un segundo antes de responder. "Suena interesante volver otro día. Este entrenamiento me parece bastante eficaz, admitiré." Respondió al tiempo que daba un salto hacia un lado para evitar que le jalaran la cola, salpicando bastante agua. "No conozco las artes de cocinar los peces, ni tampoco estoy interesado en el dinero, Rupali Niku. Puede quedarse con todo lo que consigamos. Acéptelo, como disculpa por lo de los manglares."
Con un ágil movimiento ensartó otro pez contra el sedimento de la orilla de las aguas. Con eso ya estaban casi listos por lo que salió del agua y estiró los brazos y las piernas. Miró a Niku mientras salía y respondió a su última pregunta. "Amigos... No lo se. Hay varios Arcanos a los que estimo bastante, a los que respeto. Pero, ¿Son mis amigos? Son mis Sammaanit, más no estoy tan familiarizado con el concepto de amistad que utilizan los Arcanos y hombres por igual cómo para usarlo. Y familia, mis aprendices, pero cada uno ha de volverse maestro con el tiempo y tener a sus propios discípulos."
"No me considero sólo, de todas formas. El viento me acompaña a donde sea que vaya, y en cada parada conozco nuevos Arcanos." Con vehemencia realizó un Námaste juntando sus palmas en su frente e inclinándose. "Me siento honrado de haberlo encontrado a usted, Rupali Niku. Llevo varias décadas en Mirovia y es el primero que me recuerda con tanta fuerza lo que era Bhaarat".
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Niku
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Post by Niku on Jan 15, 2018 6:24:36 GMT
Niku estaba asombrado, le era totalmente extraño que un hermano rakshasa no supiera cocinar el pescado, siendo este una de las mejores alternativas a la carne y otros productos cárnicos. -Ambos nos esforzamos en conseguir estas presas, lo justo seria dividir las ganancias. Ya algún día te serán de utilidad cargar con unos mirvos extras- volteó hacia el lago, los peces ya iban regresando a las profundidades de las aguas decepcionados de no haber conseguido una presa fácil, pero regresarían otro día... Eso si era seguro.
-Hoy compartiremos mesa, Rupali Hiro, así que podemos considerarnos algo mas que solo Leones, por este día somos camaradas. No guardo malos sentimientos por lo que pasó en el manglar, mi adversario y yo tenemos una historia muy larga que no creo termine pronto.- a la mención de Bhaarat solo pudo suspirar en un breve momento de nostalgia, muy breve, en realidad solo suspiró, no guardaba los mejores recuerdos ni las mejores experiencias, ademas de que Arakan era un reino aledaño a Bhaarat.
-Vamos, te enseñaré a preparar la carpa a la leña y a salar el pescado. Cuando estés en un lugar donde encuentres peces, podrás usar todo esto para no pasar hambre- sonrió felinamente, dándole una palmada en la espalda antes de inclinarse para tomar un par de pescados.
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Post by Hiro Genshukuna on Jan 22, 2018 19:49:54 GMT
El león apreciaba el viento en su pelaje. Estaba tan acostumbrado a la armadura que había casi olvidado como se sentía recibir la brisa sobre su cuerpo. Hiro oía el viento, y lo sentía en su melena, el viento le hablaba. Lo guiaba.
Niku era bastante amable y a la vez intrigante. Habían muchas cosas que al Rakshasa le gustaría saber sobre los orígenes del otro león. El escenario de poder compartir la pesca y comer juntos era atractivo, por lo que mientras Niku le explicaba sobre Mirvos y fogatas, comenzó a volver a ponerse la armadura encima. "Entiendo cómo diferentes Rakshasas vemos las cosas de diferentes formas. Los vientos van dando distintas formas a nuestros destinos".
"Será un honor aprender las técnicas de cocina de peces, Rupali Niku. Algo a lo que nunca me opondré, es a aprender algo nuevo. Y espero poder aprender muchas cosas de ti, camarada".
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Niku
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Post by Niku on Jan 28, 2018 7:59:22 GMT
Arrastró los pescados a una zona no tan alejada del lago, pero que no hubiera ni mucho cesped ni mucho lodo que dificultara encender la fogata. Tomó un momento para tambien vestirse, despues de haberse sacudido y secado con el sol, no queria vestirse todo empapado.
-Que tanto cargas encima, Rupali Hiro?- ladeó la cabeza con curiosidad, veia con detalle como se volvia a colocar cada pieza, salvo por la faltante del set. No podia concebir aun donde meteria otras cosas necesarias, o donde las colgaria.
Por el contrario, Niku era como una navaja suiza pero en version bengalí antigua, traia todo tipo de artilugios que hacian de encender una fogata algo tan sencillo como chasquear los dedos. Con el pedernal en la mano, acercó un poco de hierbajos secos, juntó suficientes para despues colocar un pequeño trozo de carbon.
-En lo que esto se enciende podemos ir reuniendo algo de leña- sugirió, esa era seguramente una tarea que Hiro podria hacer sin problemas, mientras él sacaba un par de dagas para empezar a limpiar los pescados, pero le esperaría, la limpieza de los peces es una tarea muy importante de aprender a su parecer. Mientras el león de cascara brillante iba por la leña, el cazador pondria en orden todas las preguntas y comentarios que tenia rato ya queria plantear, pero por la emocion de la pesca no lo habia hecho, usualmente perdia concentracion en las cosas si se ponia a pensar demasiado.
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Post by Hiro Genshukuna on Jan 29, 2018 20:48:44 GMT
Ajustando las últimas piezas de su armadura, el león se estiró recuperando pronto la sensación de comodidad que le provocaba llevar su armadura encima. "¿Qué cargo encima, pregunta? Pues, cargo las tradiciones de mi pueblo. Las enseñanzas de mi maestro, y mi entrega por la doctrina que llevo en el espíritu. ¿Qué doctrina sigues tu, camarada?" Se quedó unos momentos en silencio esperando una respuesta.
Asintió cuando el contrario le pidió que trajera algo de leña, pero antes de partir se detuvo a escuchar el viento. "Se acercan los lamentos del viento" Dijo misterioso y partió a realizar la labor que le habían solicitado.
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Post by Niku on Jan 31, 2018 4:58:26 GMT
Cuando Hiro se fue y ya estaba lo suficientemente lejos, se echó a reír, en realidad Niku le había preguntado sobre herramientas, utensilios u otros objetos que pudiera cargar encima ademas de la armadura y el arma de su predilección pero el otro león había entendido algo totalmente distinto.
Se propuso dar un poco mas de filo a las dagas. Si antes no sabia bien como preguntar cosas al otro león, ahora menos, ahora le quedaba bastante claro que el otro león era del tipo filosófico, esos arcanos que se dedicaban mas a las letras, el entendimiento y el estudio profundo de las cosas y su significado, eso para el era algo demasiado aburrido... Podia filosofar sobre algunas cosas pero tampoco tan a profundidad... Se rascó las barbas... Suspiró.
Esperaría la oportunidad para volver a hacer mas preguntas.
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Post by Hiro Genshukuna on Feb 8, 2018 17:34:49 GMT
El Rakshasa volvió a la orilla donde se encontraba Niku tras unos pocos minutos. Venía cargado con un pequeño cerro de ramas secas, bastante cómo para hacer un buen fuego. Dejó con algo de cuidado su pequeño botín de madera en el suelo, y miró a su compañero Rakshasa. "Rupali Niku, ¿Cómo fue que llegó a estas tierras?". En su rostro reflexivo se podía identificar auténtica curiosidad, cómo si fuese algo que venía pensando hacía ya un buen rato. Se agachó junto a las ramas, las ordenó sobre la tierra y tomando dos piedras del suelo, comenzó a buscar emitir una chispa hacia las mismas.
Estaba concentrado, algo meditativo. Sabía que sus costumbres no eran las mismas de otros Arcanos, ni siquiera de otros Rakshasas. Quería aprender de su nuevo camarada, tanto cómo fuese posible. Quería que aquello que el destino puso en el mismo camino, pudiera mantenerse en el tiempo.
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Post by Niku on Feb 11, 2018 9:33:47 GMT
Niku suspiró, nadie le había preguntado sobre su llegada a Mirovia... pero no solía hablar con nadie de cualquier manera.
-Cuando la guerra de los hombres llegó al ultimo rincón donde solo un puñado de viejos maestros arcanos vivían, Dos compañeros de viaje y yo decidimos ayudarlos a llegar a la costa. A ellos llegó el rumor de esta tierra prometida, donde podrían volver a ejercer sus costumbres en plena tranquilidad. Como yo ya había recorrido gran parte del continente en mi peregrinar, decidí seguir con mis metas en estas tierras, donde no tuviera que preocuparme de cosas vanas como lo que los humanos tienen en la cabeza. Nuestro barco nos dejo en las playas de Aqualia y ahí mis compañeros y yo partimos caminos. Admito que la idea de conocer este paraíso me tenia sumamente emocionado... Pero terminé llevándome una enorme decepción.- Se burló, de verdad estaba decepcionado de Mirovia y todo lo que había encontrado hasta el momento.
Mas no de los arcanos que había tenido la fortuna de conocer y amistar.
-Cuando estaba en camino algo en el viento me devolvió a un estado mental que no había experimentado desde que era cachorro.-
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Post by Hiro Genshukuna on Feb 13, 2018 2:56:58 GMT
El león logró encender una pequeña chispa en las ramas, y sonrió por un instante. La historia del otro Rakshasa de asimilaba mucho a la propia, al menos en ciertos aspectos. Siguió generando chispas con las piedras hasta tener un fuego tenue comenzando a arder. "Mirovia es una tierra maravillosa, llena de altos y bajos. Me recuerda en cierto modo a las montañas, tan altas que llevan nieve, o tan bajas que la vegetación se seca bajo el sol. Hay algo en el viento de estas tierras..." Cruzó los brazos un momento y miró a su compañero de pesca. Quería conocer sus motivos, sus por qués, y lo que esperaba al venir.
La pequeña e improvisada fogata ya tomaba consistencia, en unos minutos ya sería un buen fuego. "El fuego pronto arderá. Si me permites preguntar nuevamente, ¿A qué estado mental te refieres, Niku, el cazador?" Lo miró fijamente, intentando ver más allá de lo que decían las palabras, y más allá de lo que podía entender.
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Post by Niku on Feb 16, 2018 8:18:44 GMT
-En blanco- dijo de forma seca para hacer una larga pausa -En el momento en el que el viento salado de los mares de Mirovia llegaron a mis belfos, ese estado me devolvió al primer día que pase fuera de mi tierra natal. Desconocido, indómito... Fue como volver a repasar toda mi experiencia de vida en apenas unos instantes, empecé a escribir unas memorias por lo mismo.- En ese momento no llevaba la tableta arcana como para mostrarle, pero en efecto, Niku había comenzado a plasmar su historia por necesidad... Si bien no sabia exactamente que necesidad era esa o por que la seguía sintiendo pese a la gran decepción que resulto ser la tierra prometida.
-Y tu? Seguramente deben haber razones interesantes detras de tu peregrinar. Has dicho ya que te dedicas enteramente a tu arte marcial... Planeas extender tus conocimientos y compartirlos con los arcanos que juegan a ser humanos?- era evidente que Niku se seguiría refiriendo a otros arcanos de manera cínica, pues rechazaba abiertamente gran parte del comportamiento como colectivo de los habitantes de ciudades o aldeas grandes que seguían tradiciones humanas mas que tradiciones arcanas. Habia experimentado que otros arcanos que supuestamente eran mas salvajes, increparan su forma de vivir.
-Tal vez les vendría bien un poco de disciplina...- susurró
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Post by Hiro Genshukuna on Mar 8, 2018 23:21:44 GMT
"¿Por qué peregrino? Primero fue por venganza. Luego fue por misericordia. Ahora es por redención". Respondió con serena calma el Rakshasa. Miró al fuego por un instante. Luego llevó su mirada a las aguas, y finalmente alzó la vista hacia el cielo.
"Cuando el fuego en mi interior me hizo comenzar la peregrinación, las aguas de la sabiduría me trajeron hasta este lugar. Al verlo... El viento soplaba perdón. Enseño las vías de mi cultura y mis artes a quienes demuestran que pueden asimilar y controlar sus fuegos, sus aguas y el viento. Y que tengan las patas en la tierra. Eso es en esencia, el por qué de mi peregrinar".
Las palabras de Niku le habían recordado el por qué del todo. Era curioso. Llevaba varias décadas y no se había detenido a pensar realmente hacía mucho ya... El por qué.
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Post by Niku on Mar 13, 2018 21:33:25 GMT
Miró el lago por unos momentos y entonces le ofrecio una daga a Hiro para comenzar a quitar las escamas de los enormes peces, necesitaria ayuda si querian probar esas carpas suculentas.
Como si se tratara de una leccion a un cachorro, iba mostrandole desde donde tomar y hacia donde mover la daga que en efecto, era bastante filosa y para fortuna de los leones, las escamas eran grandes y burdas, la tarea seria como recortar siguiendo una linea punteada. Por algunos minutos Niku se quedo en silencio, construyendo una opinion sobre lo poco que Hiro habia compartido ya... Seguia causandole gracia lo limitada de su capacidad social, auque el mismo no era un leon de manada ni nada similar.
¿Seria que Hiro pasó mucho tiempo en algun monasterio? Su comportamiento se asemejaba mucho a guerreros de monasterio, monjes y sacerdotes, pero ninguno de ellos tomaria la oportunidad de abandonar su templo, muriendo enclaustrados y con todos los secretos que esos muros esconden.
Tal vez Hiro era el ejemplo de que pasaba si uno de esos monjes decidia salir y ser social.
Una risilla se le escapó por entre los belfos.
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Post by Hiro Genshukuna on Apr 3, 2018 17:23:02 GMT
Aceptó la daga, tomandola con firmeza y analizando con detenimiento, realizó una incisión en las escamas de uno de los peces. Había visto en el mercado como lo hacian los vendedores de las pescaderías. Mirando a Niku un par de veces para encontrar su aprobación o negativa en la mirada, siguió realizando la tarea con diligencia.
"Niku el cazador. ¿Crees en la sabiduría?" Declaró luego de oir la sutil risa de su compañero.
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Post by Niku on Apr 4, 2018 20:23:02 GMT
-Si, creo en la sabiduria. Existe, la he visto, la he oido, la he olido y la he tocado... Es algo irrefutable de la vida, que la vida misma gana sabiduria con la experiencia y el paso del tiempo, tan solo ve estos peces... Probablemente hace unos meses eran apenas unos pecesillos diminutos y ahora son casi tan grandes como nosotros porque aprendieron a comer hadas y sobrevivir, son sabios a su manera por aprender a ser mejores- La primera carpa estaba lista, en cinco movimientos Niku retiró los dentros y separó los enormes filetes del hueso, dejandole la piel que era sumamente sabrosa al quedar crujiente en el fuego. Con el resto del material que les quedaba improvisó un espetón y ahi acomodó ensartada la segunda carpa para que comenzara a cocinarse.
-Creo que solamente los idiotas no creen en la sabiduria, o piensan que se puede comprar o ganar sin mayor esfuerzo.- le dio una palmada en el hombro a Hiro -Rupali Hiro, tu luces como alguien que ganó sabiduria de manera constante, firme, fuerte, tal vez en algun momento de manera subita... Pero siempre constante. Yo considero que mi sabiduria la gane a base de golpes y mordiscos, a base de garras y sangre, pero no precisamente a base de odio o malicia.- agregó, por un momento se olvido de los peces y reflexionó lo que acababa de decir.
...No recordaba ser tan inteligente y filosofico.
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Post by Hiro Genshukuna on May 18, 2018 4:31:36 GMT
Si, la sabiduría iba y venía. Estaba en los árboles, en el viento y en los animales. Cada pizca de saber era digna de ser considerada sabiduría. Al menos eso pensaba el león. Continuó faenando los peces mientras reflexionaba sobre las palabras de su camarada.
Era cierto, uno podía oler y tocar la sabiduría. Podía oler los peces, podía tocarlos, y lo que adquiría en ese instante eran semillas de sabiduría que luego podría usar en su vida. "Cada criatura en esta tierra adquiere la sabiduría de formas distintas. Odiar también me ha hecho más sabio. La violencia me ha vuelto más prudente".
Alzó la mirada buscando la del otro Rakshasa. Le era un placer indescriptible el poder filosofar con alguien se su propia especie, que hablaba su propia lengua, que entendía las reflexiones más metafóricas de la vida. Sonrió para si y le ofreció el cuchillo a Niku. Ya había faenado todos los peces.
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