Odayaka-sa to kaiteki-sa (Abierto 0/4)

El día para el Ahuizotl había pasado lento y tranquilo, algo que no le gustaba realmente pero comenzaba a acostumbrarse. Su vida antes de llegar a Mirovia estaba llena de adrenalina, persecuciones y aventuras, cosas que también podrían pasar allí pero no se daban las oportunidades, por lo que se dedicó a ir explorando de a poco todas las zonas para no aburrirse tan pronto.

Este día regresó a la ciudadela por tercera vez a ver que de nuevo se encontraría hoy, fue paseando con calma por las calles, conociendo las tiendas y locales del lugar, además de escuchar al paso alguno que otro chisme pues era inevitable.

El ambiente se puso caliente y por donde el andaba ahora mucha gente transitaba lo que le causó fatiga, decidió arrinconarse en una calle vacía y la temperatura de su cuerpo disminuyó bajo la fresca sombra de un árbol. Para pasar el rato tomó su tableta y con lo primero que se encontró fue un mensaje de promoción "2x1" en un spa que recién se inauguraba, iba a dejarlo pasar pero luego recordó (eso es! Esta es la oportunidad perfecta) andaba buscando un trabajo para poder ganar algo de dinero para cuando quiera darse alguno que otro lujo y ya que el local no se encontraba muy lejos, concluyó que sería bueno darle una visita.

Paso varios minutos caminando hasta que por fin encontró el lugar, fue fácil distinguirlo ya que descontrastaba con el resto de la arquitectura de la ciudadela pues las características de ese edificio eran asiáticas.

Se quitó la capucha de la cabeza y ajusto sus goggles para entrar al local, abrió la puerta con algo de torpeza y alzando su mirada, escaneando el lugar dijo -buenaaaas-.

La mañana había comenzado verdaderamente tranquila, el sonido del agua relajante y las aves pequeñas que posaban sobre los arboles de cerezo en el patio del spa,la nekomata se mantenía tranquila limpiando sus garras felinas mientras esperaba un cliente, para caminar hacia un pequeño pedestal donde se dispuso a tocar su Erhu, limpio antiguo finamente decorado por un sello familiar muy probablemente, comenzando a tocar con verdadera emoción y alegría aunque la melodía se escuchara triste, era perfecta para los arcanos que se encontraran descansando o relajándose por completo.

masamune caminaba placidamente por la ciudadela, deseaba un momento de calma despues de ver como mirovia se volvio un lugar cada vez mas ajetrado. aunque intentaba relajarse meditado en el templo le era imposible en estar en estado de calma asi que penso que una caminata y al ver a los mirovianos felices caminar lo llenaria de algo de paz.

ya estaba llegando el invierno pero se aunque aun se sentia extraño caminar sin su cola, estaba comodo caminando en su forma sellada dejando que su larga cola de caballo bailara con el tranquilo viento. a lo lejos miro un establecimeinto que nunca antes habia mirado, parecia un spa al puro estilo de su tierra natal. tantos recuerdos calidos como tormentosos llegaron a su mente despues de todo el habia ocasionado tanto daño a las personas de su tierra natal. 

algo curioso y temeroso entro al lugar esperando que no hubiera conocidos auqnue claro masamune nunca dejaba a nadie ver su forma sellada asi que talvez podria pasar desapercibido
- con permiso ¿esta abierto?
pregunto caminando a paso cuidadoso pero quedo sumamente anonadado al ver los increibles servicios que proporcinaba el spa y la melodia era sumamente sublime.

masamune camino hacia los jovenes que estaban presentes disfrutando del spa
- buenas tardes, disfrutando del lugar
dijo mirando a todos al rededor pero con mas curiosidad a la nekomanta 

La situación era verdaderamente entretenida y divertida para la felina ¿Qué podría ser mejor para la inauguración y el inicio de un día que clientela nueva y muy seguramente cansada? Era sin duda un momento de completa maravilla y alegría, mas cuando el muchacho de piel caramelo comenzó a expresarse en palabras de su lengua natal ¡Sabia japonés! Que explendida sorpresa para la pequeña arcana que aplaudió con alegría ante aquello, para arrugar su pequeña naricita y mover sus bigotes con ligereza, pero ahora era el momento de la joven rubia de presentarse adecuadamente, cuando la campanilla había sido nuevamente sonada alertando un nuevo integrante de su pequeño grupo de clientela, para la nekomata era prioridad recibirlos adecuadamente, el arcano era alto y bien parecido, piel palida y unos ojos bastante inusuales para la nekomata, un color azul como dos zafiros relucientes, que color tan hermoso pensó a sus adentros pero bueno a esta pequeña criatura cada arcano tenia algo precioso que mostrar y este no seria la excepción, se inclino con respeto y sonrió para decir.


—Bienvenido caballero pase pase con toda la confianza, esta en su casa, disculpe señor espero me permita atender a la pareja presente antes que a usted ya que llegaron primero pero siéntase cómodo de tomar asiento en lo que los paso con mis asistentes. —


Expreso con una sonrisa tierna para girarse hacia la rubia y el caballero de piel tostada, sonrió y señalo la puerta de donde salieron dos arcanas de especie dudosa en realidad pues estaban en forma sellada, una dama con kimono negro y detalles rojizos, su cabello era blanco y sus ojos purpura que miraban al muchacho moreno con una sonrisa para inclinarse y guiarlo hasta la habitación donde podría dejar sus cosas, las cosas de los machos en una habitación y las de las hembras en otra que la segunda arcana de cabellos castaños y ojos miel llevo a la rubia, estarían reunidos todos en la habitación central en unos minutos mientras les eran entregados sus respectivos Getas (Sandalias de madera), una bata blanca de baño, toallas y claro estaba sus tokens de baños para pasar a las tinas de agua caliente perfumadas.


Mientras Laila y Huzza se mantenían cambiándose la nekomata de cabellos oscuros miro al rubio y con una sonrisa dijo.


—Gracias por la espera caballero usted a sido verdaderamente paciente, lamentablemente no le puedo ofrecer el paquete completo de la promoción inaugural pero no obstante al ser tan amable de esperar le ofreceré los mismos servicios y en un futuro puede volver a venir y le mantendré la promoción, me llamo Nabooru y sere su acompañante junto al joven Huzza y la señorita Laila, junto a mis compañeras asi que por favor acompáñeme para llevarle con Huzza y pueda cambiarse usted también pues deben estar esperándonos. —


Una vez termino de expresarse sonrio esperando que el caballero expresara su nombre claro y ese interés en descanso como cualquier arcano estresado, el era mucho mas grande y alto que los otros dos, por lo que tendría que usar su destreza en masajes con el si deseaba un masaje, nada que la nekomata no pudiera hacer, una vez los tres en el centro de lo que venia siendo el Spa, la nekomata con las contrarias asistentas sonrieron y aun la música prosiguiendo y el incienso llenando sus narices de un aroma exquisito y dulce, una de las asistentas sonriendo se paro en el medio y dijo.


—Este es el Spa Nigihayami y como es costumbre, la Geisha del establecimiento les dara una danza de la bienvenida mientras las camas de masaje son acomodadas para ustedes,esperamos que sea de su agrado caballeros y señorita. —



La nekomata se acerco a las demas arcanas que la cubrieron, al ser inauguración la nekomata sabia lo que haría, mostraría su forma Fated, tomo una mascara y se la coloco en el rostro, era una mascara de un rostro felino pero blanco contrastante con su hermoso cabello que se alargo y era negro como el ébano, ahora era una mujer con largas colas de felino, colas de un nekomata y sus orejas negras resaltaban entre el adorno de su cabeza, para pararse frente a los arcanos en el escenario mientras la música sonaba, la danza había comenzado, el hermoso kimono ahora era de la taya de una mujer humana, quien tomo unos hermosos listones y comenzó a bailar al ritmo de la música frente a los arcanos, los pasos eran delicados y a su vez perfectos, parecían como si fuego saliese de sus manos ¿magia acaso? ¿o una ilusión óptica? Era sublime, era una danza antigua que solo las Geishas mas adiestradas sabían hacer y de las que muy pocas existían.





La danza termino con los aplausos de las asistentes para la Geisha, que paso detras del escenario para retomar la forma verdadera, para comenzar el tratamiento iniciar que era el baño de rosas perfumadas con un masaje relajante para los arcanos que estaban por ser atendidos a quienes no sin antes entregarles unos bocadillos mientras que disfrutaban del espectáculo.



Reglas del Thread una vez lleno:

-Una buena gramatica y comunicacion entre personajes, en caso de que alguno se llegue a pasar un personaje no habra problema pero tengan en cuenta que todos queremos que nos tomen en cuenta en el rol (si me pasa diganme por favor jajaja)

-Tiempo maximo de respuesta 2 dias, en caso de necesitar mas tiempo hacerlo saber a los usuarios por medio del grupo de Mirovia en Facebook o el chat privado del foro para saltar su turno.

-Maximo de saltos de turno por personaje 3.

-Los personajes pueden interactuar con los NPC del Spa, no solo con la dueña del mismo.

-¡DIVERTIRSE!

Lugares de respuestas:

-Nabooru
-Huzza
-Laila
-Masamune

La alegría de la nekomata al oír al joven hablar su idioma fue comprensible y para su suerte su falta de entendimiento en el tema no fue algo que llamara la atención, pero para su no grata sorpresa y no siendo la única, la pequeña neko había hecho mención de algo alocado –¿perdón? – Dejó escapar alzando las cejas ante el malentendido –no no –indicó –no somos pareja- sacudió la cabeza en negación y apretó los labios esperando dejar clara esa parte, sin prestar demasiada atención a la mirada que le había dado el muchacho.

Su atención se posó entonces en las dos arcanas que hicieron su entrada, volteó la mirada hacia los demás y de nuevo a la asistenta que le indicaba por dónde ir, la siguió a la vez que recorría la vista en la estructura, los detalles del lugar e incluso en la misma joven peli castaña, todo era tan delicado y elegante que casi hacía olvidar que se encontraba dentro de la ciudadela tosca y barbárica.
Tomó todos los elementos que le fueron entregados, agradeciendo a la joven por su atención, viendo como cerraba la puerta tras de sí, se mantuvo de pie ahí unos segundos y entonces decidió examinar las cosas que le habían entregado –supongo que debo cambiarme- murmuró para sí misma comenzando a desvestirse, primero los guantes, luego las botas y el cinturón, de ahí en adelante lo demás fue solo cuestión de pocos segundos… se ajustó la bata, soltó su cabello y se puso los getas, dándose unos momentos para estudiar la sensación y su uso, eran curiosamente extrañas!, dio unas cuantas vueltas en la habitación tratando de agarrarle el truco a la forma de caminar pues su talón se separaba demasiado de la base y terminaba por sonar muy fuerte al regresar al suelo, terminando por ser descubierta por la asistenta que había regresado para llevarla a otro lugar –oh, sí, ammm… dame un momento- sonrió con algo de vergüenza, organizó su ropa y tomó la toalla y los tokens para ir detrás de la joven arcana.

Respiró hondo y con gusto ante la suavidad de los aromas en el aire, cerrando los ojos incluso para disfrutar mejor de aquella dulzura, recordando por unos instantes el local de un conocido que trabajaba con fragancias similares. Sonrió animada ante la bienvenida y la idea de una danza, repitió en silencio la palabra geisha y permaneció atenta a la presentación que se llevaba a cabo. La forma fated de Nabooru era sumamente bonita y sus movimientos con los listones eran tan gráciles y coordinados, aplaudió cuando la danza hubo concluido sin prestar demasiada atención en un principio en si los demás también lo hacían, torciendo un poco la boca al ver que el pelirrojo no lo hacía, quizás podría imitar un poco a los otros dos sujetos, el uno parecía entender lo que sucedía y el otro ya de por si llevaba prendas similares a las que usaban en ese lugar. Recibió sonriente aquel bocadillo mordiendo la mitad, saboreándolo con gusto para luego darle fin al otro pedazo, detallando con disimulo la insistencia del pelirrojo en mantener los ojos cerrados.

El show había terminado excelentemente, la geisha se mantuvo tranquila mirando a los espectadores que aplaudían con alegría pues habían agradecido tan magnifica pieza del antiguo Japón, el comentario del rubio hizo sonrojarse a la nekomata pero yaciendo con aquella mascara antigua simplemente no era notorio este mismo, poco a poco la mujer se tornó nuevamente en su forma verdadera, la pequeña felina de cabellos azabache con su kimono un poco holgado que no tardo ni unos momentos en poseer entre sus garras el que era de su medida una vez más agradeciendo los aplausos.


—Muchas gracias, espero estén disfrutando de su estadía en el Spa, ahora pasaremos nyah a la zona de las tinas perfumadas, síganme por favor nyah. —


Esta sonrió moviendo sus tiernos bigotes yaciendo con aquella tan linda mascara para dejarla en su respectivo lugar y caminar hacia los tres arcanos, la nekomata movió las orejas y las acompañantes o más bien asistentes se habían colocado junto a cada uno de los clientes exceptuando al que venía solo, de este se hizo cargo la encargada para guiarlo hacia una habitación bastante grande, las paredes eran blancas y yacía un cielo raso en el tejado del lugar dándole una ilusión de que era incluso más grande de lo que era una habitación normal, al fondo yacía otro pequeño escenario donde se encontraba una arcana más robusta que tenía un Erhu más grande que al ingresar a la habitación comenzó a tocar música relajante.



—Señor Huzza, disculpe mi atrevimiento pero noto que usted yace con una incomodidad ocular notoria, por lo tanto permítame entregarle estas pequeñas gafas protectoras, las usamos para los arcanos oscuros que no están acostumbrados a los lugares muy iluminados, como los vampiros y onis.—


Expreso para acercarse a un pequeño buro abriendo un pequeño cajón sacando un estuche de madera fina decorado con pequeños grabados japoneses, al abrirlo en una pequeña cama de seda se encontraban unas gafas redondeadas hechas de metal delgado y ligero, el cristal era purpura y perfecto para los ojos delicados, tomo estos con sumo cuidado dejando de lado la caja y entregándosela al arcano que aun yacía tallando su mirar con el dorso de su mano, algo que probablemente le traería problemas a futuro de seguir así.



—Esperru que se sienta mucho mejor Huzza-kun, ahora continuemos con el tratamiento nyah, Laila-chan por favor pase primero, una dama siempre debe ir primero nyah, elija una tina que sea de su agrado, tenemos la tina energética nyah, que es una tina con hojas de albahaca, canela, ortiga, romero y sábila.—


Señalo con la patita derecha hacia la gran tina con rosas blancas para luego señalar otra tina.


—Tenemos la tina terapéutica, esta es agua con aceite de oliva, hojas de lino, menta y eucalipto, sentirás la frescura pasar por todo tu cuerpo nyah. —


Esa era una tina mediana para dos arcanos pero era notable que la nekomata respetaría la intimidad de cada arcano y principalmente si eran arcanos que no yacían con una relación sentimental aparente más que una casualidad de haber llegado juntos a un establecimiento.


—La tina del sueño que es agua perfumada de lavanda y manzanilla, si tienes problemas de descanso o sueño esta tina es la mejor de todo el lugar, sus aguas perfumadas te harán sentir como en una cama de plumas de ganso, te relajara totalmente nyah!—


Dijo dando un pequeño brinco para verse la tina con agua purpura y flores de lavanda que despedía un aroma verdaderamente exquisito.


—Finalmente tenemos los baños herbales, que son las especialidades del spa, para todo tipo de malestares corporales, pero también mentales! Si tienes arrepentimientos, agotamiento mental o físico estos son los mejores! Nyah!—



Una vez la dama había señalado la que deseaba se acercó a Huzza y sonrió invitándolo a elegir la tina que deseara, no tardaron mucho en elegir cada uno la tina correspondiente para sí mismo, era el lugar muy abierto en las decisiones de los arcanos y la prioridad era hacerlos sentir mejor en lo que fuese posible, la nekomata camino hasta Huzza y dedico un masaje relajante a sus hombros con sus pequeñas y suaves almohadillas, oprimió las zonas más difíciles de tratar del cuerpo, soltando las bolas y nudos de este mismo, para así tomar del mentón al pelirrojo que yacía aun con las gafas y tronar su cuello ligeramente soltando el cuerpo más y relajándolo en su totalidad.


—Trate de no moverse mucho Huzza-kun, en un momento más pasaremos al tratamiento de pedicura, espero lo disfrute nyah—


Sonrió al moreno para dirigirse hacia la rubia, la pequeña dama le parecía sumamente preciosa, tomo un pequeño listón que yacía en su arreglo de la cabeza y con cuidado peino el cabello de la dama alzándolo en una cola de caballo finalizando en un pequeño honguito, dejando su cuello y hombros libres, las asistentes atendían a los arcanos con masajes de pies, pantorrillas y claro aún daban atenciones a los hombros y espalda de los arcanos mientras la dueña del establecimiento daba atención a cada uno.


—Nyah cuanta tensión yace sobre sus hombros Laila-chan, usted muy seguramente es una viajera extraordinaria, pero se da pocas atenciones a si misma ¿acaso ve mucho por complacer a los demás que a si misma? Nyah, no se preocupe vera que saldrá como una persona totalmente nueva del spa~—


Expreso masajeando su cuerpo, tronando cada hueso que debía con una precisión estupenda, nunca lastimaba a ningún arcano con sus trabajos era la perfección pura de masajes ya que desde muy pequeña los había dado; pero eso era una historia que no contaría a nadie de su clientela, cuando había terminado esta sonrió y le acomodo un mechón del rostro y se levantó dejando que las asistentas terminaran los tratamientos adecuados para la dama.


—Nyah espero le agrade como la atendemos, aceptamos cualquier cosa que nos sugiera nyah—


Dijo para caminar hasta el arcano de cabellos dorados, lo miro con una sonrisa y noto alguna que otra cicatriz debido a que tuvo que retirarse la bata y entrar únicamente en interiores, pero ella no juzgaba pues cada arcano era diferente físicamente, el pasado era algo que en su mayoría desde la gran caza querían olvidar y ella no era la excepción, para sentarse justo a un lado del hombre y sonrió comenzando a dar su masaje.


—Es usted un hombre bastante fuerte nyah, se ve que bajo esas sonrisas ha habido muchas lágrimas y arrepentimiento, su aura es…extraña y un tanto abrumadora Masamume-sama…—


Dijo dando presión en ciertos puntos para que su cuerpo liberara las toxinas que hacían que el cuerpo se relajara más, sentía las bolas de sus nervios y los muchos nudos formados por quizá muchas experiencias de mucha tensión, sus patitas no eran suficiente, trago saliva pues ya no tenía su máscara cerca, pero suspiro para tomar su forma fated una vez más, así fue como unas delicadas manos tomaron en cuerpo del más grande de los tres arcanos y comenzó a invertir más presión en los hombros y espalda, su rostro era simplemente hermoso en pocas palabras, piel cual porcelana, sin imperfecciones de edad o impurezas de cualquier tipo, una nariz pequeña y respingada con pómulos ligeramente manchados de una tonalidad rosada, aquellos labios que cualquier arcano desearía poseer y profanar, sin embargo lo que más llamaba la atención eran sus ojos.


Unos ojos con un tono único, inigualable; la iris era de una tonalidad rosada, perfecta y muy brillantes, con ligeras gamas rojizas que solo alguien muy atento podría notar, bañando su suave rostro con aquellos cabellos oscuros, se acomodó mejor y masajeo con cuidado al hombre hasta llegar a la zona donde parecía haber una cicatriz, apretó sus labios levemente y en un susurro para el hombre expreso.


—No se preocupe por lo que puedan pensar los demás respecto a estas cosas Masamune-sama…el pasado deja sus marcas para que recordemos que hay que mejorar en el ahora y el futuro…el pasado se olvida, el futuro incierto pero él ahora es un regalo…un presente…si así lo prefiere…—


Pauso para tomar un listón de su cabello soltándolo por completo, el último que yacía consigo pues el primero lo coloco en el cabello de la pequeña rubia y se lo coloco en los ojos dejándose cegada.


—Mantendré en completo secreto esto, mi trabajo es dar aquel momento de relajación a los arcanos, el placer que uno se da a sí mismo, permítame llevarlo a un campo de serenidad absoluta Masamune-sama. —


Expreso dando un masaje justo donde fue alguna vez una herida atroz que gracias a los dioses no llego a ser más que solo una cicatriz más, era áspera la zona, con ciertos puntos donde se podía sentir muy dura la zona, tensión absoluta que quizá le quitarían el sueño a cualquiera, la fémina se mantuvo con una sonrisa calma mientras dejaba que sus manos hicieran el trabajo, completamente ciega del contrario, una vez termino le sonrió y acaricio la mejilla del rubio con tranquilidad para alzarse y caminar hacia donde se quedaría sentada en silencio esperando que terminaran las asistentas de tratar a los arcanos y pasar a la zona de pedicuras, retomando su forma verdadera.



—Nyah la hora de los baños perfumados ha sido concluida, ahora podemos pasar a la sala de pedicura, por favor siéntanse libres de pasar a los vestidores a secarse y acompañarme a la sala nyah, los veo ahí en 10 minutos!—

Se tensó un poco ante el comentario de Masamune -tsk- frunció el ceño y rodó los ojos pero no quiso insistir en el tema, a él no le concernía y de todas formas no eran nada, ¿para qué molestarse por ello? El pequeño disgusto se disipó durante el show y las cosas simplemente continuaron.
Fue la primera en levantarse para seguirle el paso tanto a la nekomata como a la asistente, la arquitectura del lugar no dejaba de sorprenderla, era mucho más grande de lo que se veía por fuera y eso que estaba segura de que aun había más habitaciones y cosas por dentro que quizás no lograrían ver. La música inició y Laia no hizo otra cosa más que observar como la robusta arcana tocaba con tanta precisión aquel instrumento, su atención fue desviada al momento en que llamaron su nombre, aunque tuvo que mirar dos veces debido al ligero error de pronunciación, se dirigió entonces hacia Nabooru –es Laia, sin la L- corrigió de forma amable –me pasa seguido así que no hay problema – añadió para escuchar entonces la selección de tinas que la neko le presentó, todas sonaban realmente interesantes pero las que llamaron su atención fueron la energética y la del sueño, ambas sonaban tentadoras pero la idea de la cama de plumas de ganso terminó por conquistarla, no todos los días se tenía la oportunidad de una sensación así, normalmente acampaba a la intemperie durante sus viajes y el colchón de su habitación en la ciudadela tampoco es que fuera muy suave.

Habiendo tomado su decisión le pidió a la asistente que le ayudara cubriéndola con una toalla para poder entrar a la tina, normalmente no sería mayor problema pero considerando la cantidad de personas y el malentendido con Huzza prefería evitarse incomodidades. La asistente terminó por acomodar la toalla y los tokens, mientras que Laia se quitaba la bata y entraba en la tina, se sumergió casi hasta tapar sus hombros dejando escapar un suspiro de calma ante la calidez y el aroma del agua. Había cerrado sus ojos por lo que dio un muy pequeño sobresalto al sentir las pequeñas patitas en su cabello, abrió los ojos para ver a la asistente tomar uno de sus pies e iniciar con el masaje, el peinado quedó perfecto, no había sentido halar ningún cabello y tampoco estaba apretado. Dejó caer la cabeza ligeramente a un lado al iniciar el masaje en sus hombros, frunció el ceño y algunos quejidos escaparon de su garganta –eso se siente bien- otro quejido –la verdad es que no suelo preocuparme por mi más allá de beber algo de licor de vez en cuando- su espalda se encorvaba cada que un hueso tronaba y casi al instante un suspiro de relajo escapaba de su pecho, cuando el masaje hubo terminado le sonrió de igual forma a la neko –este lugar es espléndido, muchas gracias.

Tal y como lo había dicho la encargada, sentía su cuerpo relajarse de todas las tensiones que tenía, continuó con los ojos cerrados, parecía dormida pero no lo estaba, tanto su mente como su cuerpo simplemente se estaban dejando llevar por la tranquilidad del agua, a tal punto que las cosas que pasaran en el mundo le fueron totalmente indiferentes. La asistente tuvo que moverla un poco para hacerla reaccionar y hacerle saber que la hora del baño había terminado, Laia sonrió apenada y disculpándose por tantas molestias le pidió de nuevo a la joven castaña que la cubriera igual que antes para salir, una vez se puso la bata pasó a los vestidores para secarse y estar lista al momento en que Nabooru los llamara de nuevo.

ooc: Lamento la tardanza, estuve de viaje familiar por lo de año nuevo y todo eso u.u