Post by Nabooru on Jan 30, 2018 17:40:59 GMT
Las asistentes apoyaban a todo arcano que yacía ahora mismo siendo atendido con mucho esmero por la propietaria, Nabooru era diestra en el arte de los masajes y atenciones relajantes, no había nada que no pudiera manejar en el Spa, sonriente la mujer que yacía con las vendas en los ojos aun, ignorando la ceguera temporal causada por la suave tela.
— ¡Muy bien nyah! Me alegro mucho que estén disfrutando de las atenciones que se merecen, ahora pasaremos a la sala que muchos necesitan pero no saben que lo requieren… ¡La sala de Pedicura y Manicura, seguido de eso habrá una comida para ustedes hecha por mí en la sala central del Spa seguida con el masaje final del recorrido ¿hay alguna cosa que deseen agregar o compartir nyah?—
Expreso hacia los que estaban frente a ella, en realidad era bastante distraída que no sabía si les hablaba directamente a los invitados o por traer el vendaje miraba hacia otra parte, movía sus colas divertida mientras sonreía mostrando leve sus dientillos felinos, para sacarse la venda y mirar al hombre de cabellos cual paja dorada entregándole una gentil sonrisa mientras caminaban hacia la zona de pedicura.
—Quizá el pasado nos persiga y nunca abandona, pero el pedir perdón a esas personas que heriste cuando tienes la oportunidad es suficiente pues estas demostrando que estas arrepentido…lleva una pesada carga en sus hombros…además… ¡con tan linda cara no debería para nunca de sonreír nyah! —
Dijo con emoción mientras tomaba su mano guiándole hasta llegar a una habitación más pequeña que la sala de tinas aromáticas, las asistentes ya estaban acomodando las sillas acolchonadas para que tomaran asiento los arcanos, había estantes muy bien decorados sobre las paredes de una tonalidad rosada palidecida, era algo tierno pero no le quitaba ese aire de serenidad que yacía en todo el Spa, Nabooru guio al más grande hasta la silla especial para draconicos pues su cuerpo era mucho más musculoso y muy probablemente estaría completamente incomodo en una más pequeña.
—Bien caballeros y señorita nyah ahora que estamos listos, nos ocuparemos de darles lo mejor, siempre y cuando ustedes estén dispuestos a recibir lo mejor jiji prrr prr…—
La felina fue por lo que necesitaba para cada uno de los arcanos mientras se oía una música más calmada y un aroma a incienso llenaba la nariz de los arcanos, ese dulce aroma a sándalo que no podía evitarse nunca, era tan delicioso y relajante que solo adormecía los sentidos y pesares de los demás, así fue como las asistentas comenzaron a recortar primero las uñas de los arcanos con extremo cuidado, eran diestras en eso y ni un solo dolor causaban a nadie, aunque noto una que Huzza pegaba saltitos por las notables cosquillas, lo cual hizo reír a la nekomata un poco y hacerle leves cosquillas en el cuello de manera cariñosa, se podía ver que las arcanas no dejaban una sola uña caer al suelo o llegar a ensuciar la zona de trabajo en absoluto, fue cuando se notó que las recogían y guardaban en unos frascos de cristal mientras terminaron ese trabajo otra asistente tomaba los frascos y los guardaba en un anaquel.
—No permitimos que ninguna uña o garra de arcano este tirada por ahí, preferimos guardarlas y depositarlas en la basura o preferimos para no contaminar viajar a Draconia y tirar estas en un cráter pequeño de lava, nyah hace muchísimo calor ahí! Pero ojala hubiese otra manera para deshacernos del exceso…nyah—
Se notaban que las asistentas daban masaje y ponían a limar las uñas, estaban verdaderamente felices de atender a Huzza y Laia pero las otras tenían algo de temor a atender al rubio por lo grande que era y temían lastimarlo, en eso la nekomata que aun permanecía como aquella preciosa dama, suspiro pesado y tomo una toalla caliente, húmeda por las sales de baño para colocarla en los tobillos del rubio y comenzar a darle el pedicura que le correspondía.
—Disculpe a mis compañeras, aun no les enseño a cómo atender a arcanos grandes…así que yo le atenderé, cuéntenme sobre ustedes nyah ¿Cómo llegaron a estas tierras? ¿Les gusta estar aquí?...—
Expresaba sumida en una serenidad absoluta mientras masajeaba los pies del muchacho, un ronroneo se notó muy fuerte y claro, era adorable pues disfrutaba su trabajo en verdad.
—Yo recuerdo nyah a mi madre cuando atendía a los cansados viajeros que buscaban liberar sus tensiones y penas, estos tratamientos me los enseño ella, por eso sé que son los mejores…prr prr…. —
OOC: Perdón la demora, tuve problemas familiares pero estare mas activo!! Lo prometo!!
— ¡Muy bien nyah! Me alegro mucho que estén disfrutando de las atenciones que se merecen, ahora pasaremos a la sala que muchos necesitan pero no saben que lo requieren… ¡La sala de Pedicura y Manicura, seguido de eso habrá una comida para ustedes hecha por mí en la sala central del Spa seguida con el masaje final del recorrido ¿hay alguna cosa que deseen agregar o compartir nyah?—
Expreso hacia los que estaban frente a ella, en realidad era bastante distraída que no sabía si les hablaba directamente a los invitados o por traer el vendaje miraba hacia otra parte, movía sus colas divertida mientras sonreía mostrando leve sus dientillos felinos, para sacarse la venda y mirar al hombre de cabellos cual paja dorada entregándole una gentil sonrisa mientras caminaban hacia la zona de pedicura.
—Quizá el pasado nos persiga y nunca abandona, pero el pedir perdón a esas personas que heriste cuando tienes la oportunidad es suficiente pues estas demostrando que estas arrepentido…lleva una pesada carga en sus hombros…además… ¡con tan linda cara no debería para nunca de sonreír nyah! —
Dijo con emoción mientras tomaba su mano guiándole hasta llegar a una habitación más pequeña que la sala de tinas aromáticas, las asistentes ya estaban acomodando las sillas acolchonadas para que tomaran asiento los arcanos, había estantes muy bien decorados sobre las paredes de una tonalidad rosada palidecida, era algo tierno pero no le quitaba ese aire de serenidad que yacía en todo el Spa, Nabooru guio al más grande hasta la silla especial para draconicos pues su cuerpo era mucho más musculoso y muy probablemente estaría completamente incomodo en una más pequeña.
—Bien caballeros y señorita nyah ahora que estamos listos, nos ocuparemos de darles lo mejor, siempre y cuando ustedes estén dispuestos a recibir lo mejor jiji prrr prr…—
La felina fue por lo que necesitaba para cada uno de los arcanos mientras se oía una música más calmada y un aroma a incienso llenaba la nariz de los arcanos, ese dulce aroma a sándalo que no podía evitarse nunca, era tan delicioso y relajante que solo adormecía los sentidos y pesares de los demás, así fue como las asistentas comenzaron a recortar primero las uñas de los arcanos con extremo cuidado, eran diestras en eso y ni un solo dolor causaban a nadie, aunque noto una que Huzza pegaba saltitos por las notables cosquillas, lo cual hizo reír a la nekomata un poco y hacerle leves cosquillas en el cuello de manera cariñosa, se podía ver que las arcanas no dejaban una sola uña caer al suelo o llegar a ensuciar la zona de trabajo en absoluto, fue cuando se notó que las recogían y guardaban en unos frascos de cristal mientras terminaron ese trabajo otra asistente tomaba los frascos y los guardaba en un anaquel.
—No permitimos que ninguna uña o garra de arcano este tirada por ahí, preferimos guardarlas y depositarlas en la basura o preferimos para no contaminar viajar a Draconia y tirar estas en un cráter pequeño de lava, nyah hace muchísimo calor ahí! Pero ojala hubiese otra manera para deshacernos del exceso…nyah—
Se notaban que las asistentas daban masaje y ponían a limar las uñas, estaban verdaderamente felices de atender a Huzza y Laia pero las otras tenían algo de temor a atender al rubio por lo grande que era y temían lastimarlo, en eso la nekomata que aun permanecía como aquella preciosa dama, suspiro pesado y tomo una toalla caliente, húmeda por las sales de baño para colocarla en los tobillos del rubio y comenzar a darle el pedicura que le correspondía.
—Disculpe a mis compañeras, aun no les enseño a cómo atender a arcanos grandes…así que yo le atenderé, cuéntenme sobre ustedes nyah ¿Cómo llegaron a estas tierras? ¿Les gusta estar aquí?...—
Expresaba sumida en una serenidad absoluta mientras masajeaba los pies del muchacho, un ronroneo se notó muy fuerte y claro, era adorable pues disfrutaba su trabajo en verdad.
—Yo recuerdo nyah a mi madre cuando atendía a los cansados viajeros que buscaban liberar sus tensiones y penas, estos tratamientos me los enseño ella, por eso sé que son los mejores…prr prr…. —
OOC: Perdón la demora, tuve problemas familiares pero estare mas activo!! Lo prometo!!